Playa Este

*Me quedé en la playa y empujé el bote para que comenzaran a remar. Entonces retrocedí y levanté la voz para que me oyeran*

-Hey... una última cosa.

*Dije desde la orilla.
La miré desde allí, preocupado y tratando de parecer confiar en ella... Confiaba, de seguro, e sus habilidades. Pero eso no me impedía tener miedo de que algo malo ocurriera.*

-Tengan mucho cuidado.

*Dije como una orden, aunque Tetra sabría mis intenciónes... me conocía mejor que nadie allí.*

Marko Gabarry escribió:-No te preocupes solo fue una tosedura, le pondre un ungüento y eso aliviara el dolor

*Le explique a ella y a Jared para que no se fuera a asustar, pero necesitaria descansar un par de dias despues de eso. Escuche a Henry y luego mire a Monique antes de tomar a Jared*

-Tu te quedas conmigo para que te curemos

*Le adverti sonriendole divetido para que no se preocupara por nada mas ahora*

*Me quedé mirando a Henry y a Monique pero no podía escuchar nada de lo que hablaban desde dnde yo estaba y tampoco había aprendido aún a leer los labios como me había sugerido algúna vez Luan...así que solo guarde silencio viendo a Marko mientras me revisaba los pies.*

-Eso me duele...

*Me quejé, pero no retiré mis pies de su alcance porque sabía que lo que hacía era para hacerme sentir mejor.*

-Qué vamos a hacer ahra?

*Pregunté al ver que Monique se iba con algunos de los tripulantes en un bote.*

-Solo sera un momento

*Le asegure quitando sus zapatos para ponerle pomada para el dolor hecho con algunas plantas ya hacia tiempo luego de eso le cargue y tome sus botas para que no se perdieran*

-Solo queda esperar

*Respondí mirando a Monique irse con otros en el bote, era seguro que el plan tenia sus riesgos pero esperaba de todo corazon que todo saliera bien*

*Estaba cansado de que me cargaran, pero si me hacía el fuerte ahora iba a doler mucho u_u
Miré el bote que se alejaba y bajé la mirada.*

-No me gusta esperar...

*Murmuré ecogiéndome con un escalofrío. Desde aquí no se sentía el calor de la fogata.
Observé el resto de la playa, a la mujer herida junto al fuego, al hombre solo un poco más allá que no había dicho una palabra desde que habíamos llegado, a los hombres malos atados a las palmeras en el linde del bosque, y de pronto pude escuchar un rugido, como de leopardo, que venía desde el bosque profundo. Entonces los monos enmudecieron y hasta las ranas parecieron entender la advertencia.
No estabamos solos allí. Henry tenía razón cuando decía que habia peligros acechando desde la oscuridad.*

-Lo se pero por ahora es lo mejor

*Respondi lo mejor que podia tambien me preocupaba tener que esperar pero era lo unico que se podia hacer si queriamos recuperar el barco sin tantas bajas en la tripulacion asi que que mas daba unos minutos de preoupacion*

-Vamos es mejor estar cerca de la fogata

*El calor ayudaria a que la inflamacion de sus pies disminuyera un poco y bastaria que descansara antes de que empezara a jugar de nuevo. Me quede quieto al escuchar el rugido, no era bueno pero dudaba que se acercara a un lugar con mucha gente, asi que solo segui hasta la fogata y sente a Jared cerca*

*Me quedé en la orilla de la playa mirando el bote hasta que ya no pude distinguirlo en la oscuridad y se confundió entre las ennegrecidas olas del mar.
Los tripulantes esperaban mis órdenes, y Jared tenía que descansar.
Quedaba él, Marko, cuatro tripulantes y los dos náufragos.
No iba a poder ir y regresar con el bote si alguien me acompañaba y, probablemente, lo haría más rápido si lo hacía solo.*

-Marko.

*Le llamé una vez que me acerqué a la fogata.*

-Quedate a cargo del grupo. Iré por el otro bote del otro lado de la isla y regresaré en unos minutos.
Cuida de Jared, por favor.

*Miré al niño que, en silencio y cabizbajo no hizo gesto de querer venir conmigo y me sonreí, palmándole la cabeza.*

-No demoro nada, Jared.
Quédate aquí y hazle caso a Marko, vale?

*Así que me quité el sombrero y la chaqueta. Estas solo me estorbarían para moverme de prisa por el bosque.*

-He oído que hay animales peligrosos en la isla. Mantenganse vigilantes y reunidos, guardando la periferia de la fogata.

*Todos asintieron y les animé con una sonrisa amplia.*

-Nos vemos en unos minutos ^^

*Con esto, me di la media vuelta para internarme en el bosque.
Estaba oscuro, pero podía escuchar y mis oídos eran como mis ojos que me permitían ver los árboles y esquivar trampas.*

*Me mantuve en silencio con las palmas de mis manos hacia el fuego en un intento por calentarme.
Escuché a Henry, pero no dije nada. Sabía que tenía que hacerlo pero me sentía traicionado, porque él me había prometido hacía no mucho que no iba a volver a dejarme solo... y aquí estaba, dejandome solo de nuevo.
Fruncí la boca y entrecerré los ojos... él solo sonreía. No podía creer que esa sonrisa que siempre me alegraba pudiera causarme ahora tanto disgusto.
Él me había mentido y ahora se disculpaba con una sonrisa y prometiendo que volvería en poco tiempo.
Pero ya había faltado a su palabra.... podía realmente confiar que ahora si la cumpliría?
Mi mirada se fijó en su sombrero y en su chaqueta que dejó sobre la arena y volteé a verlo solo cuando desaparecó en la oscuridad.*

-Cuídate mucho....

*Murmuré antes de agachar la mirada de nuevo y luego mirar hacia el mar.
Había crecido en un barco. Había viajado desde que tenía memoria por muchos sitios que ahora apenas si recordaba sus nombres. Había conocido mucha gente buena, pero nunca nadie tan bueno como mi hermanito.
Sabía que noe ramos hermanos de verdad, pero él me cuidó cuando mi mamá murió y me quedé solo siendo solo un bebé. Él y Luan eran mi familia. Ahora que Luan se había ido, no me quedaba nadie más que él y mis nuevos amigos.
Marko y Tetra eran dos muy buenas personas, pero no sabía que tanto tiempo iban a quedarse en nuestras vidas. Tal vez en unos días desembarcarían en la próxima isla y no volvería a saber nada más de ellos, como muchos de mis antiguos amigos.
Di un suspiro, cansado, y apoyé los brazos en mis rodillas flectadas.
Con el paso de los minutos el calor de la fogata se volvió acogedor y cerré los ojos solo un instante, pero fue suficiente para que me quedase dormido.*

*Fui hasta donde Henry al escucharle llamarme, le escuche con atencion y asenti con la cabeza*

-Yo me hare cargo no se preocupe

*Dije para que hiciera lo que tenia que hacer a final de cuentas era para que todos volvieramos al barco sanos y salvos*

-Vaya con cuidado

*Le pedi cuando se fue siguiendo el camino por el bosque nuevamente hasta que ya no fue visible y entonces mire a Jared que parecia cabizbajo y me acerque a el para sentarme a su lado, pero antes de que pusiera si quiera acomodarme el se quedo completamente dormido por lo que me quede a medio camino mirando a los alrededores en espera de Henry*

*De pronto todo quedó en silencio al rededor y eso fue lo que me llamó la atención, más que el ruido. Me había acostumbrado ya hace mucho tiempo que todo al rededor fuera un bullicio constante, por eso cuando todo quedaba en silencio como ahora, mis alertas de peligro se encendían.
Giré mi cabeza ligeramente para ver la fogata a mis espaldas. El niño dormía junto a esta, solo. De modo que me levanté y caminé y me senté en la arena junto a él. Nadie acaso sabía que era peligroso quedarse dormido junto a una fogata? Más si era un niño revoltoso... Por seguridad, era mejor si me quedaba a su lado y lo vigilaba de cerca.
Dos de los otros tripulantes dormían también, y Marko y dos más hacían guardia en los al rededores.
Dichosos lo que podían pegar los ojos en esas circunstancias. Por mi parte, ni por un segundo se me cruzó por la mente la idea de que podría dormir esta noche.*

*Me quedé dormido pero no dormido simplemente sino que profundamente dormido, porque estaba cansado y ahora que el dolor comenzaba a desaparecer gracias a las pomadas de Marko, me vino todas las ganas de dormir.
El calorcito de la fogata también hizo lo suyo de modo que no me di cuenta siquiera en qué momento caí sobre mis rodillas y luego a un costado, cuando el hombre se sentó a mi lado, quedandome apoyado sobre sus piernas.
Cómodamente me hice una bolita usando sus piernas como almohada para mi cabeza, y entonces continué durmiendo.*

*Vigilaba los alrededores, eramos pocos los que aun podiamos movernos libremente para defender al grupo y mientras esperabamos debiamos descansar por turnos antes de volver al barco. Miraba de cuando encuando a Jared pero por pensar en otras cosas lo olvide un poco, asi que al volverme a verlo lo encontre durmiendo en las piernas de Adriel lo cual parecia ser incomodo para el asi que me acerque*

-Lo lamento, el cansancio debio ganarle

*Me disculpe tomando a Jared para cargarlo y buscar donde dejarlo descansando y que no causada lios o preocupaciones*

*Observaba nuestro al rededor, haciendo vigilia también al nivel que me lo permitía mi condición, hasta que de pronto sentó una presión sobre mi pierna.
Guié mi mirada hacia abajo y vi, con disgusto, que el niño utilizaba mi pierna lastimada como almohada y que, además, no tenía intención de levantarse.
Dolía, pero mi rostro no demostró más que disgusto cuando ni siquiera intenté quitarmelo de encima.
Entonces vino Marko y le quedé mirando.*

-El cansancio le gana a cualquiera.

*Sobre todo si era un niño pequeño que no tenía preocupaciónes, pues estaba rodeado de adultos que lo podían proteger.
Pero si hubiera estado solo, en medio de esa oscuridad sabiendo que salvajes criaturas lo acechaban desde la oscuridad... Entonces no habría podido siquiera pestañear del miedo.
Y era miedo, en su mayor parte, lo que hacía que esos hombres se mantuvieran de pie con la mirada fija en el bosque y los alrededores, con sus manos sobre el pomo de sus armas, firmes bajo el frío y la penumbra. Casi podía oír sus corazónes latiendo con fuerza... o era el mio?
Me sentía mareado. El calor de la fogata me molestaba... me alejé.
Miré un momento a Aerith y luego la briza helada me dio un escalofrío por la espalda.*

-Cuánto más va a demorar?

*Pregunté al hombre que se había acomodado junto a la fogata con el niño, aunque sin levantar la mirada.*

-Supongo que es cierto

*Y estaba seguro que despues de este asunto muchos dormirian como bebes una vez que llegaramos al barco y estuvieramos libres de esta situacion, asi que si todo salia bien esperaba poder descansar tranquilamente al menos una vez antes de continuar con mi trabajo.
Me acomode junto con Jared para cuidarlo como debia haberlo hecho desde el principio como me habia encargado Henry*

-No estoy seguro pero remar solo un bote debe tomar su tiempo

*Respondi a la pregunta de Adriel mirando el barco para saber como iban las cosas, estaba tardando tambien ese asunto pero seguro era mas facil que este otro*

-Cuanto... cuánto tiempo ha pasado ya?

*Pregunté de inmediato,aunque a juzgar por la combustión de los leños, al rededor de media hora desde que se había marchado.
Me parecía que había sido mucho más tiempo.*

-Qué pasará con nosotros? Van a... llevarnos con ustedes, no es así?

*Si continuaba demorando tal vez no alcanzaría a abordar ese barco.
Me preocupaba, sobre todo, Aerith. Porque ella sabía que si yo moría podía volver a vivir en un par de días, dependiendo de la gravedad de mis lesiones. Pero estos hombres no lo sabían para nada, y si yo moría antes de abordar ese barco, iban a dejarme aquí y la iban a llevar solo a ella...
No podía morirme, pero sentía que ya no iba a aguantar mucho más tiempo.
Los síntomas que tenía podía reconocerlos de inmediato. Había estado limpiando mi herida y parecía que iba sanando, pero la higiene era escasa allí y la herida, durante los últimos días, estaba cada día más infectada.
Me sentía débil. Lo hubiera podido asimilar al agotamiento si no fuese por la presencia de los demás síntomas. La fiebre alta que se había agudizado durante las últimas horas, los intensos dolores, la dificultad para respirar...
Miré mis manos, de un color amarillo que pasaba ligeramente a verdoso y la piel bajo mis uñas de un tono azulado eran claros signos de que la infección estaba tan expandida que sería improvable que yo sobreviviera a esta noche.
Por ahora me forzaría a mantenerme consciente por el bien de todos allí presentes, y esperar que las cosas salieran bien de ahora en adelante al menos para la mujer. Me preocuparía, sin embargo, si comenzaba a tener espasmos febriles y aquel muchacho aún no había regresado.
No quería ser una carga y peso muerto que tuviesen que cargar un montón de idiotas. Si iba a morirme, lo haría lejos de ese lugar.*

-A estas alturas... mis ojos ya se verán de color amarillo.

*Mencioné, levantando la mirada por primera vez desde que le había amenazado de muerte. Supuse que también mi apariencia no era buena y aunque mantenía mi postura aparentemente firme, me estaba costando mantenerme despierto.*

-Es probable que yo muera esta noche... En cualquier caso, dejen a esta mujer en Isla Tortuga. *Acoté finalmente pero con total tranquilidad que parecía que no era cierto.*

-Quiza una medio hora o quiza mas no estoy seguro

*Respondi mirando a Adriel de reojo al escucharle manteniendo a Jared conmigo mientras descansaba*

-Eso no esta a discucion, les llevaremos a la siguiente isla habitada

*Al menos en eso si habia sido sincero que se les llevaria lejos de esta isla y no ibamos a echarnos para atras, mucho menos Henry. Despues de eso pasamos un rato en silencio tan incomodo por la tencion que aun habia entre nosotros, pues no queria incomodarlo de nuevo con un comentario que seguramente le haria molestar. Fuera de eso aleje a Jared de la fogata lo sificiente para que no le fuera a pasar nada si llegaba a moverse.
Levante la mirada al escuchar a Adriel y me acerque solo un poco para verle mejor, si tenia mal aspecto y era seguro que estaba herido pero no habia querido meter la pata de nuevo*

-Me permitirias revisar lo que causa tu malestar?

*Cuestione intentando medir mis palabras pero como fuera tenia que atenderlo ahora o esperar a que perdiera la conciencia antes de hacer cualquier cosa*

*El hombre hablaba con temor y con mucha razón. Le había amenazado con matarlo si volvía a mencionar esa estupidez de Aerith. Mientras no lo hiciera, estaría a salvo y si era tan estúpido como para mencionarlo sabiendo esto, seguramente era que se merecía morir.
Lo miré un par de segundos y luego bajé la mirada a la fogata.*

-Nunca dejo que me revise nadie.

*Contesté friamente, pero mi expresión se relajó un poco.*

-Y no creo que sirva de mucho examinar ahora la herida, pero si es lo que quieres...adelante.

*Acepté. Mientras no dijera alguna tontería, podía aguantarlo. A menos que me hiciera doler.*

-Con esto ahora estoy seguro que a tí te gusta perder el tiempo.

*Me sonrei levemente a lo que decia pero solo negue con la cabeza y en cuanto me dejo ver la herida pude notar el problema que tenia, di un suspiro*

-Jamas pierdo el tiempo

*Dije mirandole de reojo y saque de nuevo mi estuche antes de hacer algo, lo habia limpiado pero faltaba esterilizarlo pero serviria ponerlo al fuego un rato para que sirviera, asi que empece a trabajar con la herida y mis herramientas*

-Ahora solo aguanta

*Adverti con firmeza pues aunque ahora se negara no iba a dejar que muriera como decia. Meti una a una las herramientas al fuego sacandolas depues de unos segundos para empezar a usarlos en limpiar la herida y quitar lo que no servia, tarde un par de minutos y logre mejorar el aspecto de la herida, la limpie con agua de coco y luego con un pañuelo antes de poner la pomada que traia en la herida, le serviria a sanar y a combatir la infeccion hasta que llegaramos a la civilizacion*

-Qué vas a hacer?... eso está sucio...

*Acoté cuando me dijo que aguantara casi quité mi pierna de su alcance, pero no tenía suficiente fuerza para luchar contra su agarre de modo que tensé mi cuerpo al sentir el dolor de la quemadura y el olor de la carne podrida que se quemaba al contacto con la hoja.*

-Aguanta ni que mierdas... ya deja...

*Dije entre dientes y aguantando la respiración. La infección de la herida tenía mi pierna inflamada y tan sensible que apenas el contacto parecía que estaba arrancándome la carne del hueso. Era como si estuviera amputando mi pierna y eso... eso si que no podía permitirselo.
Le di una patada con mi pierna sana para alejarlo de mi antes de que acabara*

-No... no te atrevas... a volver a tocarme, animal...

*Advertí con un quejido, jadeando por el dolor y mareado por el desagradable olor que ahora inundaba el aire todo al rededor, deseando desesperadamente que la briza se lo llevara.
Mi cuerpo se sintió débil después de aquel episodio y me caí de espaldas sobre la arena respirando con dificultad.
La fiebre solo empeoró con el dolor y la cabeza me punzaba como si estuviese a punto de reventar. Me llevé las manos al rostro apenas, con pulso tembloroso.*

-Que... que aguante... aguantate tú cuando te saque las tripas por la nariz...

*Amenazar parecía ser la forma más eficaz en mi caso para amortiguar el dolor de la pierna. Cuando me volví a quedar quieto él regresó a la carga y acabó el trabajo.
Pero que hubiera acabado con eso no quería decir que yo iba a estar bien, pues la infección estaba en mi sistema ahora y, por si no lo había notado, limpiar la herida no servía de nada a estas alturas. Si no tenía antibióticos, no iba a mejorar nada pronto.*

-Cuál es ... tu problema...

-Que al menos no tengopensado dejar que nadie muera aqui

*Le conteste mirandole fijamente lamentaba haberlo hecho por la fuerza, pero quiza con su golpe en mi rostro se sentiría mejor al despertar*

-En el mar tienes que arreglartelas en lo posible y he aprendido a siempre cargar conmigo cosas de emergencia

*Le explique buscando entre las bolsas de mi pantalon un sobre de papel lleno de hiervas*

-Puedes aun comerla?

*Pregunte acercandome a el para que pudiera sentir el olor de la medicina que le iba a dar y no fuera a desperdiciarla*

-Servira para ti por ahora, en el barco podre darle a la chica para que tambien no tenga el problema de infeccion

*Intentaba con todas mis fuerzas respirar profundo, pero parecía que no podía recuperar el aliento.
Entonces lo vi cerca de mi y sentí la intensa necesidad de golpearlo, así que tomé su brazo con el que me ofrecía la medicina después de recibirla y le di un golpe en las costillas. Aunque con mi fuerza actual seguramente ni siquiera le hizo doler...*

-Esa herramienta estaba asquerosa... y tus manos..

*Lo más importante siempre era tener las manos limpias y él como si nada... Esperaba se lavara las manos antes de ir a tocar al niño o a otras personas.*

*Di un quejido por su golpe, pues yo no era de pelea y mi cuerpo facilmente reclamaba por la fuerza externa*

-El fuego es una herramienta, estas en un barco pirata y una isla desierta, agradece que apenas hice algo para que aguantaras a llegar a la civilizacion o al menos al barco donde sino quieres que haga nada, tendras lo necesario para atenderte tu

*No era mi normal forma de actuar pero si no hacia nada era seguro que moriria y mas si seguia asi de mal humorado y terco*

-Comeras las hiervas o no?

*Cuestione mirandole con firmeza, no me iba a rendir asi tuviera que aprovecharme de su debilidad actual para ayudarlo*

-Llamas a esto...ayudar?...

*Pregunté apoyandome los codos en el suelo a mis espaldas para poder incorporarme.*

-No, no las quiero...

*Dije con ironía pues ya se las había quitado de las manos hace un buen rato y las estaba masticando.
Era lento, aunque no tanto como Robbin de modo que ya era algo mejor.*

*Tras adentrarme en el bosque oscuro, corrí orientandome solo con el sonido de las olas en la orilla de la playa en la lejanía hasta que llegué a terreno abierto.
Debía darme prisa ahora más que antes, pues Tetra no demoraría mucho en llevar a cabo el plan una vez que llegasen a cubierta y si llegaba a resultar mal, debía asegurarme de que Marko y los demás tuvieran un bote para escapar más de prisa.
Encontré el bote sin mucha dificultad, a pesar de que la marea nocturna había subido su nivel y el bote se zarandeaba de un lado a otro golpeado por las olas, fue de hecho una suerte que las olas no lo hubieran arrastrado mar adentro aún.
Busqué en su interior una soga de arribo y até firmemente uno de sus extremos al banco de proa. Me descalcé, me quité el abrigo, el sombrero y mi camisa y dejé todas mis prendas, junto con mi cinturón y mis armas dentro del bote.
Sabía que nadaba de prisa, más rápido de lo que cualquier ser humano podía hacerlo, de modo que sería más rápido también nadar tirando del bote hasta la playa Este que cargarlo por entre los árboles.
Me metí al mar sin dudarlo demasiado, con un espasmo involuntario por el frío.
El agua estaba fría aún a esa altura de la playa. En el umbral de los meses de invierno el agua descendía su temperatura considerablemente de modo que ya no era agradable estar bajo el agua, sobre todo para uno acostumbrado al sol y la calidez del clima tropical del caribe. Pero esto era una emergencia de modo que no me quejaría.
Tomé la soga del otro extremo y comencé a caminar hacia aguas más profundas hasta que el bote estuvo flotando por completo.
Fue difícil al principio controlarlo pues las olas lo empujaban de forma imprevista y aleatoria de modo que en varias ocaciónes el bote me golpeo por la espalda sin que me diera cuenta. No solté el cabo de ninguna forma y una vez que me sumergí até el extremo de la cuerda a mi cintura y comencé a nadar y a ser yo quien guiaba el bote, arrastrándolo detrás de mi. Mi cuerpo no tardó en acostumbrarse a la temperatura del agua y hasta me parecía más cálida incluso. Guiaba mi camino con mis brazos y me impulsaba con mis piernas tal y como lo hacían las sirenas.Era la forma en que había aprendido a nadar por instinto desde pequeño, solo que no comprendí porqué sino hasta que, años después, conocí a Leyre y aprendí de ella mis raíces marinas...
Es cierto que tuve que poner mayor esfuerzo para poder cargar con su peso, pero era más rápido que ir remando contra la corriente y el peligro constante de que una ola volcara el bote conmigo a bordo.
En cambio, el viaje a nado fue expedito y el bote no se volcó, ni nada se interpuso en mi camino desde la playa Norte hasta que me acerqué a la playa Este.
Nadando por debajo del agua en la superficie, si alguien hubiera llegado a ver el bote, habría pensado que era remado por fantasmas o que estaba embrujado, pues avanzaba hacia la orilla vacío y a gran velocidad.
Sin embargo cuando llegué al area donde el agua comenzaba a disminuir su profundidad, puse los pies en la arena y me levanté, desatando la cuerda de mi cintura.
Fue sencillo de cierto modo cuando estuve bajo el agua, pero al salir todo se complicó. Mi cuerpo me sentía torpe y pesado. La briza fría congeló mi cuerpo de inmediato  y comencé a temblar.
Aún así di unos pasos hacia la orilla, tirando de la cuerda con todas mis fuerzas para traer el bote a tierra firme.*

-Al menos duraras hasta llegar a tu destino

*Murmure tranquilo, ayudandome de mis manos para levantarme pues no tenia mucho que hacer ahora ahi porque el ya al menos estaria mejor despues de las hiervas y de que descansara un poco al volver al barco*

-Como digas

*Respondi ya sin preocuparme demasiado por el ahora, porque seguramente seguiria hablando y no dejaria descansar al resto, especialmente a Jared que era el que estaba mas exausto con este dia.
Pase a revisarlo que seguia durmiendo tranquilo y sin pasar frio gracias a la fogata, solo faltaba que Henry llegara para que pudieramos ir a ayudar a Monique y a los heridos que ahora teniamos que salvar despues de que ellos nos salvaron a nosotros.
Despues de un rato escuche ruido cerca de la orilla del mar y al volverme me encontre con Henry saliendo del mar con el bote detras*

-Esto es inesperado

*Murmure solo para mi acercandome a Henry para ayudarlo junto con otros muchachos*

*Cada vez que contestaba parecía que era más insoportable. Arrogante y nada cordial, lejos de lo que aparentaba ser con esa sonrisa ingenua suya, más áspero que la mayoría de los piratas que había conocido en toda mi vida. Y eso es lo que más me molestaba... su inconsecuencia.
Porque mostraba esa cara de no matar una sola mosca, esa expresión alegre cuando en realidad no era más que un hipócrita, incapaz de mostrar la verdad sobre su alma, disfrazando su espíritu irascible con una sonrisa liviana ante el mundo.*

-Ridículo...

*Y a mi me odiaban por ser sincero con todos. No me avergonzaba de mi actitud, todo lo contrario. En un mundo de hipócritas y mentirosos, demostraba que decir la verdad no era ninguna debilidad.
Me quedé sentado, mirandolos a todos y sus acciónes. De pronto llegó el imbécil de su capitán, empapado y cargando el bote con una cuerda.
Debía reconocer que para tal hazaña debía de tener un par de ...
Lo que realmente me alivió fue que pronto estaríamos a bordo camino a Tortuga...*