Playa Este

*Finalmente después de unos minutos pude llegar a tierra en algún lugar del mundo, a donde fuera al menos tenia la posibilidad de volver a la conciencia al Medico.
Di un suspiro de alivio cuando logre dejar a Adriel en la arena pero yo no podía salir con esa cola en lugar de mis pierna. Frunci el ceño y empecé a concentrarme en que quería mis piernas para poder salir a ayudar al medico.
Con tanto pensar en mía piernas la cabeza empezó a dolerme pero logre por fortuna obtener mis piernas así que en apresire a sacar al médico del alcance de las olas para así dejarlo en la playa intentando hacer que reaccionara con algo de reanimación *

*Mi cuerpo fue arrastrado por debajo del agua varios kilómetros antes de ser sacado por fin a la superficie, pero a esas alturas y después de tanto tiempo sumergido sin respirar, difícilmente podría estar aún con vida. No tenía pulso ni respiraba. Mi cuerpo frío y sin vida, pesado con el peso del agua que había ingerido era difícil de manejar, aún más fuera del mar que se robó mi vida.
Sin embargo y a pesar de haber muerto, una vez fuera del medio acuoso y con la ayuda de las maniobras de Aerith, el agua que había ingerido salió de dentro de mi, liberando mis pulmones de la presión interna y poco después acabé tosiendo por mi mismo el resto de agua que permanecía en mi interior, dejando el paso libre al aire que me devolvió la respiración y el aliento de vida.
Aún así permanecí inconsciente, pues la falta de oxígeno habían hecho mella en mi y no fue sino horas mas tarde que comencé a despertar de ese sueño que me pareció eterno...
No abrí los ojos, sino que solo vinieron a mis oídos los vestigios de un lugar al que no estaba habituado. El exterior... Sentí olor a tierra mojada y a mar y entonces comencé a abrir los ojos muy lentamente.
Estaba oscuro y mi entorno era iluminado por el brillo anaranjado de una fogata chirriante y cálida. Podía sentir su calor muy cerca de mi.
Emití un quejido y quise moverme, pero me invadió un dolor que ya me parecía extraño sentir, pero que reconocí en el instante. Un dolor muscular en mis brazos y piernas, en mi espalda y en el torso, muy similar al dolor de un ejercicio mal realizado. Estaba agarrotado.
Me di por vencido en intentar levantarme y, al contrario, solo me llevé al rostro mi ante brazo, cubriendome los ojos y dando un suspiro.
Si esto era una pesadilla, quería despertarme ya*

*No deje de reanimar al medico hasta que finalmente tocó por si mismo el agua que había entrados su cuerpo, había soltado el aire retenido aliviada de saber que iba a vivir mas pronto que otras veces.
Le deje descanzar y me levante a buscar cosas que nos pudieran servir para nuestra estancia en ese isla así que lo primero fue prender una fogata y luego pescar un poco, aun era de noche y quizá pronto amaneciera o tal vez no, como fuera teníamos que quedarnos ahi.
Permanecí junto al medico pero solo cuando escuche pequeños movimientos fue que le preste atención y me di cuenta que había despertado*

-Como se siente?

*Pregunte sonriendo le tranquila*

*Me pareió extraño oír una voz y que esta fuera precisamente de la persona que no esperaba escuchar en una de mis pesadillas.
Giré mi rostro para verla y fruncí el ceño.*

-No muy bien.

*Contesté y me sorprendí a mi mismo hablando de forma atípica y curiosa, como si estuviera resfriado sentía que mi garganta ardía y mi voz se desfiguraba al hablar.*

-Qué es esto... una... especie de broma o algo así?

*Pregunté, volviendo a mirar al cielo y cerrando los ojos. Recordé de a poco que habíamos abordado el barco y que me quedé dormido a bordo. Seguramente aúne staba dormido y esto era solo un sueño estúpido provocado por la fiebre.*

-Necesita ayuda en algo?

*Pregunte curiosa mirándole algo extrañada por su actitud tan apatica, que realmente no esperaba*

-Porque seria una broma?

*Me estaba resultando extraña la forma de actuar especialmente cuando apenas habíamos librado la muerte*

*Que idiota... aun si preguntaba ella no me lo iba a decir. Era parte de la fantasía.*


-Me traes un poco de agua?

*Le pedí. Esperaba que no estuviera envenenada o algo parecido.
Sentía la garganta como herida y raspada. No tenía ánimo, estaba dolorido y probablemente aún tuviera fiebre.. solo quería llegar a casa y descansar.*

-No me siento bien... es todo.

*Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando corrió una brisa.
Este sueño parecía muy real para ser un simple sueño, y entonces me pregunté si realmente lo sería. Aunque sería ilógico. Estabamos a bordo del barco rumbo a tortuga. No había manera de que fuera real, o recordaría cómo llegamos a este lugar.
Me giré sobre mi mismo para quedar recostado a un lado mirando hacia la fogata.
El fuego también se sentía muy real, al igual que el cansancio que tenía encima.
Mis ojos me pesaban y volví a cerrarlos, apoyando la cabeza en mi brazo*

-Creó que eso sera imposible por ahora, pero mañana buscare alguna laguna con agua dulce

*Respondí con precausion pues conociéndolo podría enojarse mas d lo que posiblemente ya estuviera*

-Mejor descanse es lo único bueno por ahora

*Sugeri volviendo la vista al fuego para terminar de asar los pescados*

-No puedes hacerlo aparecer y ya?
Es sencillo...

*Estaba sediento al punto que sentía que si no tomaba agua ahora podría enfadarme mucho. En parte, aunque yo no estaba consciente de ello, era por haber estado sumergido en agua salada y haber tragado además una gran cantidad. Por otro lado también tenía fiebre a causa de que la herida de mi pierna se había infectado y por esa razón también toda esa situación me parecía tan irreal, confundiendola por un sueño.*

-Quiero... llegar a .... casa...

*Mascullé debilmente con los ojos cerrados tratando de conciliar el sueño dentro de mi propio sueño.*

-Solo si fuera un sueño podría hacerlo

*Respondí sonriendoke con algo de pesar, quizá fuera bueno buscar lo que pudiera ayudarnos mientras estábamos ahí y esperaba nuestras cosas no fueran una perdida total.*

-Yo también.

*Coincidí mirandole de reojo y dejando que durmiera. Tenia que buscarle hiervas y comida pero siendo de noche tenia problemas para buscar, así que esperaría que amaneciera*

*Mis párpados volvieron a pegarse entre si para hacerme cerrar los ojos y caer nuevamente en el sueño profundo, alejandome de aquello que me parecía tan irreal para sumergirme en algo mucho peor, que eran las pesadillas a causa de la fiebre que me provocaba la infección de mi pierna.
El agua salada del mar, mas que ayudarme a sanar, me hizo daño, pues la herida abierta captó las algas y micro partículas de bacterias que habitan en el agua salada.
Aún peor, la salinidad del agua y su alta acidez favoreció el crecimiento de las bacterias y mi cuerpo reaccionó tan rápido como volví a respirar, llenando la herida de pus y provocando que mi temperatura se elevase en un intento de eliminar el cuerpo extraño.
Aún dormido podía sentir sus efectos, la debilidad y el dolor punzante de la herida*

*Volví a mirar al medico después de que se durmiera, a la luz del fuego pude notar el sudor de su rostro. Sabia que eso era algo malo pero de noche y en una isla que no conocía no podía hacer mucho.
Di un suspiro y me puse de pie acercando al medico lo suficiente a la fogata para que ningún animal se le acercara mientras iba a buscar algo de agua limpia y algunas plantas que le pudieran ayudar a mejorarse, o tendríamos que esperar a que la infección lo matara y volviera a vivir después.
Tome uno de los leños y le envolví un trozo de mi ropa al menos para que me alumbrara un poco*

*Soñé de nuevo con sirenas y con el frío del agua cubriendome los oídos. Soñé con el quejido de la lluvia y los gritos de los truenos que me ensordecían. Alucinaba con el cabello largo de las criaturas marinas y sus colas de pez, y entre sueño y sueño, recordé aquel fatídico día en que casi caí presa de una de ellas.
La fiebre no mitigó con los minutos ni las horas y llego el momento en que no me dejo siquiera dormir.
Me sentía cansado, pero no podía conciliar el sueño;
cerraba los ojos, pero no podía descansar.
El cielo, de oscuro, se volvió pálido y las estrellas poco a poco desaparecieron, dando paso a un brillo amarillo anaranjado en el cielo azulino de la mañana, cubierto por un fino pero frío manto de niebla.*

*Regrese después de varios minutos, pues tuve problemas con los cocos y la pulpa pues no fue fácil sacarla y poder dejar los cocos limpios para llevar el agua, sin embargo lo logre y me las ingenie para llevar todo de nuevo a donde estábamos.
Por suerte eso fue fácil pues había marcado a mi paso el camino de regreso, encontrando la fogata rápidamente*

*Dormité durante horas en los que el silencio y el frío fueron arrullandome. Temblaba abrazado a mi mismo con mi cuerpo helado como una roca, y al mismo tiempo agradecía la frescura del rocío sobre mi rostro ardiendo.
Escuché pasos y abrí los ojos otra vez para encontrarme con Aerith.*

-Dónde fuiste?

*Pregunté. intentando vanamente levantarme, lo que con la flaqueza de fuerzas en mis brazos me fue imposible*

*Me sorprendió que el medico me hablara pues lo imaginaba dormido, sin embargo sonreí y empece a dejar las cosas junto el*

-Fui a conseguirle un poco de agua

*Dije acomodándome en el piso junto a el*

-También algo de fruta

*Agregue mirandole tranquila y tomando una de las mitades con agua para ofrecercela*

*Logré sentarme y miré de reojo lo que Aerith me estaba ofreciendo.
Había estado pensando con frialdad de pensamiento acerca de la situación actual. Era cierto que me había dormido en el barco, sin embargo también era cierto que hubo una tormenta. Lo recordaba con claridad. Y también recordaba el episodio cuando caímos arrastrados por las olas hacia el mar.
Desde allí mis recuerdos se volvieron lúcidos y entonces acepté la situación.
Estabamos perdidos. Los malditos esos del barco ni siquiera se percataron de nuestra ausencia, de seguro, y habían continuado el rumbo.
Supuse que habia muerto ahogado y que Aerith me trajo hasta aquí, pero tomé lo de mi visión de la sirena como una alucinación agónica del momento, pues su hubiera habido una sirena, Aerith me lo habría dicho de primera.*

-Es una isla bonita al menos?

*Pregunté, realmente mosqueado con el asunto y tomando la fruta que me ofrecía entre mis manos.*

-Pues no hay nada mas que lo comun en las islas

*Respondi encogiendome de hombros y dejandole la fruta un vez que se sento*

-Limpiare su herida

*Le adverti pues estaba segura que con lo que habia empeorado le molestaria mucho mas de lo normal*

*Di un suspiro, mirando la fruta. Tenía agua dentro, junto con pequeñas partículas de quien-sabe-que, flotaban libremente arremolinadas con el movimiento. Levanté una ceja y di otro suspiro. En otras circunstancias habría increpado a Aerith por darme agua cruda proveniente de un pozo desconocido, pero ahora no podía hervir nada, con la mierda de fuego que teníamos y el poco tiempo que llevabamos aquí.
Sentí cuando Aerith se me acercó y comenzó a subir la pierna del pantalón para ver la herida y, en el instante, emití un sonido siseante entre dientes en señal clara de dolor.
La herida estaba infectada y sensible, incluso al roce con la ropa y a la presión que el movimiento causaba sobre ella*

-Lo lamento

*Me disculpe por el dolor causado, la herida estaba peor de lo que recordaba y seguramente por todo lo que pesco en el mar. Di un suspiro con pesar y luego mire al medico antes de hacer nada*

-Quiere que empiece ya o espero que termine?

*Cuestione mirándolo desde abajo para poder saber si podía o esperaba en realidad*

*Solo asentí, dandole mi permiso para continuar.*

-Si duele es solo porque aún estoy vivo...

*Dije para mi mismo. El dolor era soportable hasta cierto punto.*

-Bien

*Murmure con tranquilidad y tome uno de los trapos que había hecho con un trozo de mi propia ropa para remojarlo en el agua del coco extra que llevaba y empezando a limpiar su herida con fuerza para sacar todo lo que había en la herida y le dañaba*

-Por fortuna encontré algo de salvia

*Le avise al medico para que supiera que había traído y que era mejor que hiciera con ella*

*Bebí un poco de agua, a regañadientes pues aún cuando no hubiera opción, me parecía algo asqueroso... como estar bebiendo caca.
Pero el frescor me ayudó a sentirme un poco mejor y soportar el dolor*

-Cortalo.

*Le dije a Aerith. Debía de tener algo con que cortar la tela del pantalón, pues si continuaba arremangando solo causaría más dolor sobre la herida infectada
Asentí a lo de la salvia también. Era bueno haberle enseñado a distinguir las plantas medicinales silvestres*

-Voy, pero tranquilo

*Dije buscando en el suelo una roca lo suficientemente filosa para rasgar su ropa y que me diera la posibilidad de romperla para que la tela no tocara la herida*

-Ya esta

*Dije para enseguida continuar limpiando la herida tranquilamente*

*Me impresionaba la calma con que se tomaba las cosas cuando se trataba de sanar a los demás.
Me pedía tranquilidad cuando apenas podía mantener la calma ante tal dolor que, si bien pasó un poco al liberar la presión de la tela, luego lo sentí el doble de fuerte en el momento en que Aerith comenzó de nuevo a limpiar, presionando el paño húmedo contra la herida.
Sabía que era la mejor forma en que pudiera sacar la infección, pero era si insoportablemente doloroso.*