Lecheria

*Metí mis manos en los bolsillos de mi vestido. Nunca antes creí que los bolsillos de vestido fueran útiles sino hasta que comenzamos a trabajar en este negocio. Yo misma los fabricaba y podía ponerlos donde ffuera más cómodo y pudiera esconder toda suerte de cosas, como nuestro dinero, por ejemplo.*

-Pues... allá está mi casa. Donde seguramente ahora vive un hombre rico y su familia. Tengo allá los recuerdos más bonitos de mi infancia.
Allá está la tumba de papá y de mamá.

*La miré de reojo y le sonreí.*

-Que tonterías... Esos no son más que fantasmas, verdad?
Pero, de alguna manera, esos fantasmas me llaman.

*No había regresado desde que escapamos del orfanato. Si nos hubieramos quedado allá probablemente a Karen la hubieran adoptado, y a mi me hubieran convertido en monja.*

-Me gustaría poder regresar, al menos una vez.

*Le mire de reojo al escucharla sabía que extrañaba su antigua Yo, pero ya no tenia nada más que la lecheria y a mi, igual que yo, me so reí al escuchar que ella misma se daba fue ta del problema*

-Quizá algún día podamos

*Un dia cuando por fin tengamos el dinero suficiente para dejar todo unos días y sin problemas*

*Algún día... sonaba como algo muy lejano.
Hasta entonces, tendría que mantener mi mente ocupada con otras cosas, y seguir luchando para sobrevivir.*

-Sería una pérdida de tiempo y de dinero.

*Reflexioné luego de un momento.*

-Además, si nos presentamos allá en estas fachas nos van a sacar a patadas, ha!

*Me reí con un carcajada nada alegre. Odiaba esa ciudad... hipócritas malditos que vivían como miserables seres humanos. Parecían muy ricos, todos ellos, muy limpios y correctos, pero no son más que una banda de cuerpos vacíos sin ningun sentimiento, que nos abandonaron a mi madre y a mi en la miseria cuando ya no tuvimos dinero para alardearles delante de la estúpida sociedad. Y mi madre, creyendo hasta el fin de sus días que esas mujerzuelas eran aún sus amigas, cuando yo las escu haba hablar a murmullos cosas horribles.*

-Brujas horrendas.
La gente allá es muy mala.
El dinero corrompe a las personas...

-Espero tengamos la oportunidad de tener ese tiempo y dinero

*Me sonreí intentando animará, pero ella no tenía nada de divertida en esa plática, ese tema era tristeza y odio por eso nunca lo tocaba a menos que ella lo sacara a platica*

- Pero allá es lo único que importa

*Y aquí también, pero vivíamos lo bastante bien como para que el dinero no fuera un problema a veces*

-Es mejor... tener una vida sencilla. Aunque a veces quisiera dejar de preocuparme por el dinero y tomarme un par de días de descanso.

*La miré de reojo y me di cuenta que ella sonreía. Entonces hice lo mismo.
A veces olvidaba sonreir. Si ella no estuviera a mi lado, de seguro jamás lo haría.*

-Vivimos bien, después de todo, no es así?
Ambas tenemos todo lo que necesitamos.

*Y lo más valioso que tenía no era el negocio ni la casa, sino ella. Por muchos dolores de cabeza que fuera a veces, no podría vivir sin ella.*

-Siempre hemos estado bien, Esperemos que eso ocurra

*Si ella hacia más que yo así que estaría bien que tuviera días de descanso en algun momento*

-Y ambas somos felices aunque te enojes conmigo

*Sino Era así seguro se abirriria hasta de trabajar*

*Me sonrojé un momento para luego reirme.*

-Tú sabes porqué me enfado contigo.
No es por ninguna razón

*Le contesté aún riendome.
Luego vi que cojeaba con dificultad y me detuve cuando llegamos ya a la plaza central, a esas horas repleta de gente aún. Recién me enteraba.... había llegado al puerto un barco mercante!*

-Ven, sentemonos aquí un momento.
Nos vendrá bien recrear la vista.


Siguiente: https://piratasdelmundo.foroactivo.mx/t202p100-plaza-central#8572

*Lloré todo el camino y cuando llegue apenas se estaban viendo las luces del amanecer por lo que imagine que ya no era tan de madrugada como pensaba, aún estaba adolorida y con mucho sentimiento de tristeza así que sólo me limpie el rostro lo mejor que pude y me quedé junto a la lecheria, tenía que esperar a Gabrielle para que ordeñara y subir las botellas a la carreta para entregarlas*

*Después de desayunar tranquilamente en casa sin esa constante presión molesta de Karen diciéndome cada dos segundos que me de prisa, realmente lo disfruté. Pude saborear el pan con mantequilla y la leche caliente con esa nata espesa y saludable que daban nuestras vacas. Que sentido tenía tener animales y fabricar productos de la mejor calidad, si no podía tomar un desayuno agradable y disfrutar de mi duro trabajo en un bocado delicioso?
Estaba confiada de que, como Karen se había ido temprano a la Lechería, abriría el negocio y se haría cargo hasta que yo llegara con la carreta. Por eso es que con la misma calma con la que había desayunado, y ahora estaba contentísima a causa de ello, monté la carreta al caballo para ir a la tienda, a paso tranquilo sin prisa.
Teníamos buen stock de quesos, pues habíamos trabajado horas extra durante meses para tener quesos buenos de reposición, y la producción no se había detenido. A pesar de los disgustos, habíamos tenido una buena racha, y era mejor si la aprovechabamos ahora. Había un barco mercante en el puerto. Quizás sería buena idea ir a comerciar con ellos nuestros quesos. De ese modo nuestra tienda sería conocida también en otros puertos, en otras islas, y así vendrían personas de muchos otros lados a comprar nuestros productos.
Pensaba en ello, en el plan de negocios y en cómo podríamos expandir nuestras fronteras comerciales fuera de los límites de la isla, cuando divisé la tienda desde lejos.
Había algunas personas fuera de la tienda reunidas y pensé... Excelente! Tenemos fila! Eso quiere decir que hay buenas ventas esta mañana.
Sin embargo al acercarme me di cuenta que esas personas nmo hacían fila esperando su turno, sino que esperaban a que la tienda abriera!
Espolié al caballo para que avanzara más de prisa entonces hasta que llegue a la tienda. Di una excusa a los clientes, ya muchos de ellos molestos por la tardanza y algunos de ellos incluso se marcharon junto con nuestro dinero aún en sus bolsillo, y entré por detrás de pa propiedad.
En la puerta trasera me encontré a Karen, muy sentada en el peldaño de la escalinata con cara de traste y toda perezosa *

-Karen! Que haces allí? Que no viste toda esa fila de clientes que esperan que abras la maldita tienda?

*La regañé apenas llegando y con una mano sobre su hombro la empujé hacia un lado para apartarla de la entrada y abrir la compuerta trasera a todas prisas.
La tienda por suerte estaba limpia pues me había quedado limpiando junto con ella la noche anterior, así que atravecé la sala de ventas de una carrera para abrir la puerta de en frente, y las persianas de las vitrinas. *

-Ya está abierto! Pase adelante! Con mucho gusto, disculpe las molestias.

*Invité a la gente a pasar, aunque de todos modos era menos clientela, y por ende menos ventas, de la que pudo haber sido si esa niña mimada hubiera abierto la tienda a tiempo en vez de quedarse allí de holgazana*

*En algun momento mientras esperaba que Gabrielle llegara me quede dormida en la puerta de atrás, no supe en que momento, solo cuando escuche ruidos fue que desperté y ya era entrada la mañana y Gabrielle no había llegado, lo cual fue extraño pero no podia hacer nada, la única con llave era Gabrielle así que solo me quedp esperar mientras escuchaba a la gente del otro lado hablar y quejarse, finalmente llego Gabrielle pero sin importarle nada mas que la clientela me empujo a un lado y abrió la lechera.
No dije nada y ni siquiera voltee a verla todavía que me dejaba en la calle se atrevía a regañarme por no abrir, negue con la cabeza y me desperece fregandome la cara con las manos, al quitarlas del rostro me levante con apoyo se las muletas, que desde que las traía las cosas iban peor, las tire al suelo y las pise con fuerza para romperlas y conseguir dos tablas del mismo tamaño y atarlos alrededor de mi pierna para que sirvieran de apoyo en lugar de usas esas cosas*

-Bien, ya que más da

*Si quedaba mal que importaba, no un novio, ni al parecer una amiga así que si a nadie le importaba a mi tampoco. Me levante con dificultad y me apoye de la pared para avanzar, gabrielle podría hacerse cargo de los clientes hasta que quisiera yo iba a preparar la carreta para llevar la leche, que aun faltaba que gabrielle ordeñara, asi que solo quedaba esperar a que la señorita se desocupara*

*No le di instrucciones a Karen porque ella sabía lo que había que hacer, y supuse que sabía lo que ella podía hacer con esa pierna inútil que se lastimó por ser una estúpida irresponzable. Así que deje que ella se las arreglara sola tal y como dejaba que yo lo hiciera.
Atendía personas cuando escuché un fuerte crujido en la parte de atrás, pero no podía ir a verla. No iba a ir a ver si estaba bien si había tanta gente aquí.
Es que siempre yo estaba preocupada de que ella tuviera sus cosas, de ayudarla y cuidarla porque era tan torpe y delicada que había que cuidarla para que siguiera sirviendo, pero aún así, a pesar de todos mis esfuerzos, aún así ella era una inútil así que mientras pensaba en ello ayer, entendí que gastarme en ella no valía la pena.
En 10 años de trabajar juntas nunca aprendió la rutina, nunca se esforzó por aprender a hacer nada bien salvo lo que hacía por naturaleza. Sonreir y lucir inocente, inútil y bonita. Al principio la anciana y yo creímos que eso nos ayudaría a vender asi que se quedó en la sala de ventas, pero resultó que era una inútil también para sacar las cuentas y constantemente necesitaba ayuda por ser lenta y holgazana, así que mejor la enviamos a repartir, y si tan solo tenía que conducir el carro y sonreírle a la gente, pues era su destino.
Pero aquí en la tienda, después de que la anciana murió, yo siempre estaba necesitando ayuda y aún cuando me veía atareada con la clientela ni se le ocurría venir a ayudar. Prefería quedarse sentada esperando a que yo hiciera todo el trabajo y además alistar a el suyo. Que no podía ella ir a ordeñar?
Verla por la ventana, sentada afuera como si nada, me hacía enfadar mucho. *

-Muchas gracias, que tenga un buen día.

*Le dije a una mujer para atender al siguiente.
Si Karen no hacía nada, pues que se quedara afuera esperando si quería. Me daba igual, después de todo ella era una inútil hiciera lo que hiciera. Que después no viniera a pedirme dinero para comprarse zapatilla o vestidos. Si no trabajaba, no iba a tener beneficios de la tienda. *

*Mientras Gabrielle estaba atendiendo a los clientes habia preparado la carreta como siempre, pero aun faltaba la leche y no sabía cuánto iba a tardar atendiendo así que tome el balde que ella usaba para la recolección y el banquito, asi fui con las vacas, pocas veces me habia acercado a los animales ya que Gabrielle decía que era muy tonta para ordeñar a las vacas, solo lo habia intentado un par de veces antes de que se enojara y terminara quitándome la oportunidad asi que ella se habia encargado de esto todas las mañanas desde que habia quedado a cargo de la lechera. Todas mas mañanas le veía hacer lo mismo, asi que como ella separe a las crías de las vacas dejándolas aparte para poder ordeñarlas.
Recordaba que de niña me gustaba jugar con cualquier animal que encontraba, en su mayoría eran perros o gatos pero aquí siempre abundaban las gallinas, las vacas y las chivas pero por alguna razón y no.recordaba bien es que no me acercaba con frecuencia a ellas, aun así iba a intentarlo y fui con la primera vaca para acariciarla primero antes de acomodarme para empezar la ordeña*

*Se me terminó el queso fresco en poco tiempo y tuve que dejar la tienda tan solo un minuto para ir a buscar lo que faltaba. Cuando salí a la bodega, Karen no estaba ni junto a la puerta y el carro cargado a medias donde mismo.
Iba a salir a buscarla pues no fuera a ser que se lastimara, pero luego recordé mi resolución. Ya no iba a estarla cuidando más.
Me volví a la bodega a buscar todo lo que faltaba. Mayonesa, mantequilla, queso fresco y hiervas aromáticas.
Las mermeladas estaban vendiéndose bien también, aunque aún quedaban algunas.
Al volver a la tienda otra vez había gente, de manera que me mantuve ocupada allí un poco más de tiempo. *

*Despues de acariciar un rato a la vaca fue facil tomar mi lugar en el banquito y empezar a ordeñar a la vaca, me fue dificil al principio y la vaca me lo hizo saber por lo que la deje y le empece a acariciar de nuevo para calmarla*

-Lo siento, empiezo con esto lo haré más suave

*Le dije al animal y después de otras tantas caricias volví a intentar ordenarla, esra vez con más cuidado, de pequeña no era consciente de la fuerza que debía usar y las pocas veces que lo hice Gabrielle se alteraba porque lastimaba al animal y antes de ayudarme solo me quitaba el trabajo.
Ahora parecia mucho más fácil de manejar cuando no sentía la presión de Gabrielle porque hiciera las cosas rápidas y con cuidado, no podía hacer eso a la primera y eso parecía que ella no lo entendia.
Finalmente llene el balde y lo cambie por otro vacío, al menos ya habia avanzado un poco en esto y obtener dos baldes de leche ya era un gran avance así que las lleve conmigo para poder llenar los frascos y hacer las entregas*

*Regrese a la parte trasera de la tienda y llene los frascos limpios de leche, sabianque esto debianhacerse temprano pero yo no tenia las llaves de la Lecheria y siempre llegaba temprano con Gabrielle para iniciar, sin embargo ella se consentro en atender a las personas asi que yo puede llenar las cajas y cargar la carreta, sin embargo para ese momento me dolia la pierna, la herida estaba cerrada asi que solo debía ser el esfuerzo de usarla nuevamente como apoyo a pesar de las tablas que había usado para sostener. Al ir por los caballos cojeaba por el dolor y lo único que hice fue después de volver y amarrar a los caballos a la carreta fue ir por un vaso con agua para poder tomar la medicina que el medico de la clínica me había dado para esas molestias. Descansaría en lo que iba en la carreta a mi primer destino de entrega, asi que ya teniendo todo listo subi a esta y me puse en marcha*

*Estaba tan ocupada atendiendo que no me di cuenta cuándo es que Karen salió a entregas. Yo no la supervisaba tanto como antes, se supone que ella tenía que aprender a llevar el negocio y yo ya había intentado enseñarle durante años, pero era tan tonta... No se si era porque no quería esforzarse o porque realmente era medio deficiente mental, pero por más que le explicaba las cosas seguía haciendolo mal, y mal, y mal otra vez.
Cuando acabé de atender esperaba que ella estuviera en el patio de atrás, pero no estaba y tampoco la carreta.
e preocupé un poco, porque estaba lastimada y estaba siendo una tonta testaruda, pero había decidido dejar de caer en sus intentos por llamar la atención de modo que negué con la cabeza y volví adentro. Ella siemre hacía tonterías y fingía ser inútil y frágil para llamar la atención y que uno estuviera siempre al pendiente de ella. Pues ya no lo haría. Tenía cosas de las que preocuparme y no iba a cerrar la lechería para salir a buscarla por el pueblo a ver si estaba bien o no.
Ella tenía que aprender a ser responsable por si misma si quería seguir trabajando aquí y compartir ganancias.*