Lecheria

-Puedo aprender
*Asi como aqui, aunque ella no se daba mucho el tiempo para enseñarme había aprendido las cosas sencilla viéndola repetidamente haciéndolas yo me molestaba ayudarla pero ya era suficiente de que me viera como un problema a o una carga inútil*

*Aprender... si, seguro. Llevabamos como diez años aqui trabajando y ella parecia no haber aprendido mas que a empacar y a dar problemas. 
Me habia esforzado por enseñarle todo lo basico, pero sus manos eran torpes y le hacia daño a las vacas al ordeñarlas y derramaba y rompia cuanto tocaba. No habia caso... era simplemente su capacidad para hacer las cosas y no su falta de esfuerzo, porque si que se esforzaba, pero no servia de mucho cuando era tan ñurda.
Finalmente traje el hielo y lo acomodé en un rincon lejos en la sombra para meter alli la mantequilla que Karen iba envolviendo.*

-Los estas haciendo muy grandes. Quitale un poco a estos dos.

*Me quede empacando de uno en una las barras, amenos hasta que llego Gabrielle y quite a los que me decía para que quedaran como ella quería*

-Ya estan

*Le dije terminando de envolverlos y dejándolos para que ella los guardara, también tenia que pensar en que iba a hacer cuando me mejorara y poder juntar el dinero que necesitaba para pagar al medico lo mio y también lo de Opheli.
Recordarlo me hizo preguntarme que estaría haciendo ahora que no había querido acompañarlo*

-Bien...

*Me limité a decir y guardé el resto. Continuamos haciendo paquetes hasta que la mantequilla de la cubeta se acabó. Entonces fui a ver el queso.*

-Esto quedará bueno para mañana. Asegurate de cerrar bien las puertas antes de regresar. Voy a ver la tienda que es lo que hace falta para traerlo del almacén mañana.

-De acuerdo

*La deje irse y termine del acomodar las cosas, cerré todo como me dijo después de salir. Me había aseguraddo que todo quedara como ella quería. Mire hacia lo que consideraba la granja y vi a los animales, aquellos a los que no sabia tratar para sacar lo que necesitábamos*

-Ojala me vaya mejor cuando mejore

*Murmure para mi dando un suspiro y tomando mis muletas para ir de regreso a la tienda a reunirme con Gabrielle*

*Entre a la tienda para hacer el recuento de ventas del dia. Afuera ya habia oscurecido pero tenia que hacer esto antes de regresar a casa. Contaba la mercaderia que quedaba y la comparaba con los tikets de venta. Entonces hacia la recaudacion diaria. Sin embargo me di cuenta de que faltaban algunas cosas y me parecio muy extraño.*

-Karen?.... Karen!
Creo que falta un frasco de aceite de nuez...

*Le dije mirando mi inventario y contando los que quedaban. No calzaba tampoco en los tickets ni estaba el dinero en la caja.*

-Ven, puedes contarlo?
Tal vez me estoy equivocando en contar.

*Iba entrando a la puerta cuando escuche a Gabrielle llamarme y fui hasta donde ella con ayuda de las muletas para saber que era lo que pasaba*

-Como que falta un frasco? no lo vendiste tu?

*Yo habia estado la mayor parte en la tienda y no recordaba a nadie que se hubiera llevado un frasco, pero quiza a ella se le hubiera pasado ayer, lo dudaba siempre era cuidadosa*

-Si claro
uno, dos........cuatro, cinco.....
Cuantos se supone que eran?

*Contaba fuerte y luego con mi mente, lo que hacia parecer quieres brincaba números pero iba bien, pero luego voltear a verla curiosa, pues yo no sabia lo que dejaba y que no*

-Siete.

*Siete según el recuento de la noche anterior. Revisé los inventarios de días anteriores y ... no, estaba todo bien. Era imposible que me hubiera estado equivocando todos estos días en contar los frascos de aceite pues ni el dinero calzaría y estaba todo en orden hasta ahora.*

-Si eran siete, te falta uno. *Le dije con el ceño fruncido.*

-No me digas que te lo han robado, por favor tiene que estar por aquí.

*Era un frasco de aceite aromático muy costoso. Los cuidaba con mi alma porque podía pagar dos meses de renta de la casa con la venta de uno solo de esos. No podía permitirme perder uno.
Me levanté de mi lugar dejando los papeles sobre la mesa para ayudar a contar los productos de los estantes y encontrar ese maldito frasco.*

*Si recordaba los frascos y que estaban todos al menos hasta donde recordaba, por eso mientras rememoraba en mi mente y la única persona merodeando en esa área fue Opheli, aunque no supe para que el querría algo como eso sí a final de cuentas sólo las mujeres lo utilizaban y eso las muy pudientes de la isla o turistas muy adinerados.
De nuevo esto había sido un problema por mi culpa , no dejaba de ser tan confiada y siempre pasaba algo mal por mi culpa a pesar de querer hacer las cosas bien*

-Buscaré bien

*Pero para hacerlo deje las muletas y me apoye en las cosas para poder moverme, no podía apoyar completamente el pie pero para estar equivocada tenía que buscar a mi manera más rapida*

*Comencé a revisar todos los estantes, contando todas las cosas y además buscaba el aceite, pero no podía encontrarlo sino, además, comenzaban a faltar cada vez mas cosas.
Un queso azul muy costoso, una bolsa de café tostado y también una crema cosmética que habia conseguido tiempo atrás como oferta del barco mercante que nos visitaba.*

-Con cuidado, no te vayas a caer.

*Advertí luego de ver de reojo que dejaba sus muletas de lado.
Estaba preocupada por ella, además de la anfgustia por todas las cosas que me faltaban del inventario. Era todo costoso, quizás los productos más costosos de la tienda, como si realmente alguien con un ojo experto en detectar el valor de las cosas hubiera venido solo a robar, y todo justo frente a los ojos de karen que estaba a cargo de la tienda ahora...*

-Santo cielo... *murmuré con angustia.*

*Volte a ver a Gabrielle al escucharla y negué con la cabeza*

-Estaría Bien, a ver si eso me ayuda a fijarme mejor en las cosas

*Podría justificarme un poco por la pierna pero no era bueno que eso pasará y ya debía tener más cuidado a partir de ahora, porque sino tendríamos mas problemas economicos*

-En vez de ayudar me vuelvo más inútil

*Y era verdad apenas si sana le ayudaba lo suficiente, ahora así era más inútil que un bulto de arena*

-Solo los tontos aprenden a los golpes.

*Y ella no era tonta, tan solo descuidada. Por eso cada tanto le recordaba que tuviera más cuidado. No era bueno que se anduviera lastimando todo el tiempo, sobre todo porque no podía ayudarme y por otro, porque nos costaba dinero cuidarla después.
Terminé de hacer el inventario nuevo e hice otra lista con las cosas que faltaban.*

-Listo... ten.

*Le entregué ambas para que las comprobara, como lo hacíamos siempre. Primero contaba yo, después ella, y asi nos asegurabamos de que todo estuviera en orden.
Bostecé profundamente mientras limpiaba los mesones y me senté viendo la puerta de en frente cerrada. Unas cortinas blancas quedarían muy bien sobre las ventanas. Y una lámpara de gotas justo en medio se la sala...
Mi sueño para este lugar era convertirlo en una preciosa pastelería. No solo vender leche y productos de produccion propia, sino atender a los clientes y cocinar dulces exquisitos para ellos.
Pero no nos iba lo suficientemente bien como para hacer las modificaciones aun, aunque tenía algunos ahorros, no dependia todo de mi y gastar nuestros ahorros era apostar al todo o nada con nuestro único medio de vida.*

-Y que diferencia hay

*La verdad es que al final era mi culpa por tonta o descuidada o buena persona, por no decir confiada. Ayudaba en todo a Gabrielle pero siempre algo terminaba mal y a ella la hacia perder ventas*

-Mañana tomaré la carrera

*No me iba a quedar aquí a echarle a perder el negocio a Gabrielle, ya mejor la ayudaba cuando volviera, aún así empecé a revisar en inventario, faltaban tantas cosas, esperaba algún dia pagarselas aunque la ganancia debiera ser para ambas*

*Me senté mientras ella acababa de contar. Estaba tan cansada que sentí que me dolía la espalda de principio a fin.
Aamaba mi trabajo y nunca creí que me pesaría tanto trabajar algún día. A veces pensaba en mi vida de niña, antes de aquello de mi secuestro. Era tan ingenua. Pensando que la vida era tan simple, que podía jugar y perder mi tiempo aprendiendo a tocar el piano, como mi mamá. Al final, tocar el piano no servia para nada en la vida real.
Miré mis manos raspadas, mi piel seca y ennegrecida por el sol. Tan distinta a la hermosa y pálida piel de mi querida madre.
Aún recordaba cómo lucía su hermoso rostro cuando la encontré colgada del poste de la leñera.**

*Esperaba que me contradijera pero no recibí respuesta sólo al verla la encontré sumida en sus pensamienos, asi que mejor me dediqué a  contar todo como siempre hacíamos y si, faltaban aún mas cosas de las que habia dado a Opheli, seguro como siempre se aprovecho*

-Ya las conté Gabrielle

*Y Le devolví los papeles después de compararlas siempre hacíamos lo mismo y aunque fuera monótono siempre buscaba el lado divertido*

*Todo eso parecía haber pasado hace tanto tiempo que ya no me afectaba tanto como antes, pero siempre que dejaba de trabajar o de estar ocupada, me venía a la mente la forma en que murieron mis padres. Balthier tenía la culpa de todo. Ese maldito pirata traidor...*

-Bien.
Vamos a casa. Estoy exhausta.

*Me levanté de la silla quitandome el delantal. Ya no valía la pena seguir peleando con Karen. Ella misma iba a ver las consecuencias de su irresponzabilidad cuando no tuvieramos nada que comer en casa, o cuando nos echaran por no pagar la renta.*

-de acuerdo

*Limpie la barra antes de tomar el saco de dinero y dárselo a Gabrielle así como de darle las llaves tras el meson y finalmente tomar mis muletas para empezar a ir a la salida, sabía que le mentí a a Gabrielle pero tampoco quería delatar a Opheli, solo esperaba que no se volviera a repetir y eso sería saliendo a entregar los pedidos*

*Guardé el dinero y cerré todo con llave después de salir.*

-Sabes, Karen... tengo ganas e construir nuestra casa en la lechería.

*Le dije mientras aseguraba las ventanas y las puertas por fuera.*

-Si construimos un segundo piso sobre la tienda, podríamos vivir aquí mismo y no tendríamos que viajar cada día ni pagar la renta de la casa
Sería fabuloso también para... cuidar de los animales mas atentamente.

*Soñaba con hacer tantas cosas, pero para todo necesitabamos dinero.*

*Avance con apoyo de las muletas hasta la salida y me quede de pie junto a Gabrielle mientras cerraba la lechera, así que al escucharla mire el edificio, no era mala idea*

-Tu eres la administradora, seguro ahorrando poco a poco podría salir

*Y su yo dejara de ser tan tonta quizá nos fuera mejor, aunque también conseguir dinero extra nos ayudaría con eso*

*El problema con la casa sobre la tienda era que si sucedía un accidente, un incendio o algo asi, arriesgabamos perderlo todo en un solo lugar.*

-Lo haremos algún día...

*Murmuré después de pensarlo un poco más. Ampliar la lechería, construir la casa, abrir una posada o algo por el estilo aquí mismo.... Sería un buen empume para el negocio.
Pero como pensaba, necesitabamos dinero y nuestros ahorros se estaban agotando con todo lo que había tenido que comprarle a Karen para sus heridas, y con las pérdidas... Al final no tenía idea de sii llegaríamos al fin de mes siquiera.*

-No digas que soy administradora.
Tu... también tienes que decir tu opinión. Si no no seríamos un equipo.

*Le dije como si la regañara, aunque no lo ertaba haciendo.
Ya estaba de noche.
Claro, podría dejar abierto y atender gente de noche, como antes, pero lo que menos buscaba la gente a esas horas era un vaso de leche. Además, eran más los riesgos que las ganancoas, asi que con el tiempo dejamos de atender de noche.*

-Podemos ponerla e  algún lugar, tenemos un amplio espacio atrás

*A pesar de tener el establo y el área donde pasaban los animales estaba bien para constuir algo para las dos, así que podía hacerlo*

-Yo te la digo, pero también soy la peor de las dos.

*En eso no habia duda, era la peor pues perdí a dinero, terminabamos gastandolo en curarme cuando me lastiman y además me robaban de mas*

-La peor en qué sentido.

*Pregunté mirandola cons seriedad.
Comenzamos a andar, despacio para que ella jo se cansara mucho en su andar con muletas.*

-Porque la peor manejando el negocio soy yo.
Después de diez años, imagina, no hemos podido siquiera comprar más vacas.

*No sabía como administrar el dinero de principio, aunque poco a poco iba entendiendo de finanzas.*

-Én todo, tu haces el mayor trabajo y yo solo lo arruinó

*Lo único que me salía bien era hacer las entregas por la mañana, y ayudarla después pero sabía que no era gran cosa si aún así no teníamos nada de dinero suficiente*

- Pero has sabido mantenerlo

-No... lo hemos mantenido las dos.

*La corregí mjrando adelante.
Caminabamos lento. Las calles estaban bien pobladas aún, pero nadie cerca de nuestra lechería.*

-Pero bueno. Supongo que un negocio de leche y mantequilla está condenado en una isla llena de piratas borrachos.

*Sin duda nos iría mucho mejor vendiendo alcohol que leche de vaca y productos derivados. Pero ese era el negocio que me heredó la abuela Rita, y no iba a cambiarlo. Esa era mi vida ahora y tenía que sacarla adelante sea como fuere.*

-A veces pienso en casa, sabes? Y me dan ganas de regresar a Port Royal.

*Realmente no creía hacer mucho pero ella insistía en darme crédito y de nada serví a contradecirla*

-Al menos sigue en pie el negocio

*No lo había perdido y seguía produciend, quizá la venta era lento pero al menos sobreviviamos*

-Para que? No tienes nada allá. Yo sólo te tengo a ti y no te dejaré

*Estaría con ella mientras me lo permitiera, aunque en realidad me gustaría ayudarlo mas*