Lecheria

-Opheli, no puedo hacer eso

*Dije con pesar pero sonriendo ante la intención de sus palabras*

-Ademas no puedo moverme demasiado rápido con mi pierna lastimada

*Agregue recordandole mi situacion*

-Porque menor no comemos un poco de algo aqui?

-Significa que si pudieras moverte rápido y tuvieras la oportunidad, lo harías?

*Pregunté con sugerencia, asintiendo a la idea de comer algo, pero no había más que mantequilla, queso y leche del día*

-No me gustan los lácteos... me hacen mal al estómago u_u

-Podría tomar el riesgo

*Dije en broma, pues serian solo unos minutos y podria volver antes que Gabrielle, pero aun asi me la pensaria mucho*

-Bueno que tal si compras algo mas?

*Pregunte a sujetencia sonriendole divertida*

-Yo puedo darte el dinero

-Tómalo ahora. Yo te cargaré y seré tus piernas y tu velocidad ^^

*Dije divertido ante la idea de hacer algo revelde como escaparse del trabajo.*

-Oh, no salpiques!
Como crees que podría tomar prestado algo tuyo
Un aventurero solo toma lo que quiere sin pedir ni deberle a nadie.

*Dije con autoridad, irguiéndome.
Ahora que la veía mejor, Karen estaba hecha toda una mujer.
Los años no habían pasado en vano y se veía mucho mayor que la niña de 6 años que andaba detrás de mi todo el tiempo, igual que Gabrielle y Chris, Tim y Henry.
En ese entonces me preguntaba porqué siempre tenía que terminar rodeado de niños más pequeños que yo, o de viejas locas queriendo matarme...
Por suerte ahora mi vida era más tranquila.*

-Piensas cargarme?

*No era mala idea, pero tampoco una totalmente buena. Si Gabrielle me atrapaba me iba a dar una reprimenda muy fuerte y aunque ya me había acostumbrado no queria que se preocupara*

-Acepto el viaje solo si volvemos antes que Gabrielle

*Dije poniéndome de pie con ayuda del mesón para tomar las muletas*

-Si tomas algo sin pagarlo, me lo cobraran después a mi, así que mejor no buscarme problemas

-Pues adelante ^^
^
*Me paré de espaldas a ella y me incliné de modo que ella pudiera subir a mi espalda.*

-Anda, obvio que volvemos antes que esa niña tortuga.

*Podía correr muy rápido incluso con carga. Y ella no era una carga muy pesada que digamos*

-Vale, solo hay que cerrar bien la puerta

*Dije teniendo que dejar las muletas para poder subir a su espalda*

-No deberia hacer esto, pero ya no me puedo retractar

*Bromee sonriendo y recargandome contra la espalda de Opheli y sosteniendome de sus hombros cuando finalmente su puso de pie*

-Que?
Esa es acaso la voz de tu conciencia otra vez?

*Dije como en burla, poniendome de pie para ir a la salida.*

-Tienes las llaves no es así?
Porque no me voy a subir al techo para entrar luego como un ladrón si nos quedamos afuera.

-Puedes creer que lo es

*Asegure divertida y luego me quede seria al escucharle*

-Ah pues....

*Yo tenia llave, aunque siempre Gabrielle era la que abria y no estaba segura si había traido las mias*

-Dejame ver si estan en mi morral

-Espero que estén o tendrás que dejar abierto ^^
Dónde está tu morral?

*Pregunté antes de moverme.
Podía ayudarla a buscarlo sin necesidad de dejarla a ella en el suelo.*

-Esta debajo del mostrador

*Le indique señalandole donde*

-Si estan unas llaves podemos irnos

*Asegure con tranquilidad debian estar las del local y de la casa*

*Me agaché para buscar el morral y lo agité antes de alcanzárselo hacia atrás.*

-Suenan unas llaves, pero no se si serán.

*Le dije dejando que las buscara antes de volver a ir hacia la puerta.*

*Tome mi morral y lo abri para ver el interior, estaban dos juegos de llaves pequeñas*

-Si estan, asi que no hay problema

*Le asegure con tranquilidad colgandome mi morral para no perderlo ni dejarlo*

-Y....a donde iremos?

*Pregunte, recargandome nuevamente contra el para ver su rostro desde un costado de su cabeza*

*La miré a un costado y asentí para ponernos en marcha.*

-Yo vengo llegando recién a la isla, así que no conoZco mucho.
Tendrás que hacerme de guía y decirme dónde sería el mejor lugar para ir ^^

*La verdad conocía un poco la ciudad, por como había estado allí unas cuantas veces, pero no era como para salir a pasear porque además podíamos toparnos con la gruñona de Gabrielle por allí.*

-Bueno, aun es temprano asi que seguramente el mercado es la unica opcion

*Respondi mirando al frente para salir de la tienda y cerrar*

-Pero si tienes alguna otra idea solo dila

-Pues iremos al mercado, siempre y cuando me asegures que Gabrielle no va a estar allí y que no nos pillará

*Dije sonriendo con nerviosismo.
No quería toparme con ella antes de tiempo, y esperaba que ese tiempo fuera nunca.*

-Bien, entonces en marcha

*Dije señalado hacia la calle, el día era agradable y el aire fresco siempre era el menos.
Dar un paseo por el mercado seria divertido aun cuando no pudiera hacerlo por mi propio pie, agradecía mucho la ayuda de Opheli*

-Te quedaras un tiempo?

*Pregunte repentinamente, pues siendo un aventurero no imaginaba cuando podia irse*

-Seguro que si ^^
Vine buscando a alguien, pero parece que no ha llegado así que tengo que esperarlo.

*Contesté saliendo a la calle y caminando hacia el mercado tranquilamente*

-Eso suena estupendo

*Asegure emocionada manteniendome pegada a su espalda para escucharle bien*

-Y entonces, que mas has hecho?

*Pregunte, queria saber mas cosas de el, de su vida y aventuras. Queria que me contara historias como cuando estabamos en el orfanato*

-Deberías preguntarme qué no he hecho. La historia sería mucho más corta XD

*Me reí, acomodandola ligeramente a mi espalda*

-Comenzando por buscar a Dean por todas las costas del caribe, escuché historias acerca de un hombre que hablaba con las sirenas, así que le seguí el rastro.
Conocí a las sirenas y viaje hasta el mismísimo reino prohibido bajo las aguas.
Pero Dean no estaba allí.

*Dije con emoción. Pensaba contarle toda la historia, pero teníamos primero que llegar a un sitio cómodo.*

Karen escribió:-De acuerdo

*Respondi sonriendole ampliamente, desde que lo conoci siempre se habia mostrado frio y poco agradable, pero despues siempre me contaba historias y a mi me gusaba mucho escucharlas.
Ahora no habia cambiado mucho, pero seguia tan bueno y amable conmigo que no lo tomaba tanto en cuenta*

Después de que hicimos esa promesa le vine hablando todo el camino de que clase de pastelillos me gustaban y contandole las historias que tanto le gustaban escuchar, de modo que no me apresuré para nada.
Finalmente llegamos a la lechería, la cual seguía cerrada y sin rastros de que Gabrielle hubiera llegado todavía.*

Punto a tu favor!
Si nos damos prisa ella no tiene porqué enterarse de que haz salido conmigo ^^

*Y con suerte tampoco se enteraría de que yo había estado aquí hasta que me hubiera ido bien lejos*

*Me divertia mucho estando con Opheli, especialmente cuando seguia contandome las historias de las aventuras que habia pasado en el mar, lo cual hizo mas corto el viaje de regreso a la lecheria, que estaba aun cerrada, esperaba que Gabrielle no hubiera regresado o de seguro me iba a regañar por haber salido*

-Esperemos

*La verdad podia creer muchas cosas de ella y mas que seguramente se habia cansado de esperar y se habia ido, sin embargo queria pensar positivamente*

-Abrire para darte lo que te prometi

*Dije haciendole una ceña para que me bajara y poder abrir de nuevo la lecheria*

*Llegamos hasta la entrada y subí la escalerilla para bajarla justo, justo frente a la puerta y no tuviera que dar ni un solo paso.*

-Muy bien. Así se hace. 
Ser señorita requiere un esfuerzo para cumplir tus promesas.

*Me burlé de ella aplastandole un poco el cabello.*

-Tu comienzas a parecer una señorita

*Me dejo junto a la puerta y fue mas facil para mi abrir la puerta, echandola hacia atras para poder entrar*

-Yo siempre cumplo mis promesas

*Le respondi mirandole de reojo y dando un par de brinquitos para poder pasar y buscar las cosas que le iba a preparar a Opheli para que se llevara*

-A si?que antes no lo parecia?

*Cuestione en broma*

-Señorita, tu?
Pffft!
Por favor.

*La molesté dandole un golpecito en la cadera antes de que entrara dando saltitos.
Le hubiera ofrecido mi brazo para que se apoyara, pero llegó y entró a su modo lo que demostraba que no yo tenía razón. Ella no estaba hecha de la pasta de señorita.*