Lecheria

-Dónde las dejaste?

*Pregunté, temiendo la respuesta que me imaginaba.
Y es que Karen siempre andaba perdiendo sus cosas por todos lados.*

-Ah, entonces no quieres ir conmigo?

*Pregunté haciendome el ofendido*

-Las perdí cuando ese medico nos perseguía

*Y es que o me llevaba a mi o a las muleta además nos había tomado de sorpresa y solo las había dejado para irnos*

-Me refiero a que puedo ir sola sin las muletas

-Pfffft... ese estúpido.

*Rodé los ojos cruzandome de brazos.
Solo acordarme de ese sujeto me hacía ponerme de mal humor.*

-Bien... voy a buscarlas.

*Pero sería luego de llevarme las cosas. Me acerqué al mueble donde estaba la canasta y comencé a revisar para sacar lo que me podía llevar en los bolsillos.*

-Este queso tiene buena pinta.

*Dije cuando lo olí, sonriéndome ampliamente.*

-Gracias

*Aunque fuera solo por sus ganas de ir a buscar a Elliott por lo que me ayudaba*

-No te la llevaras toda?

*Era mas facil, aunque a el se le hacia mas fácil hecha todo en su ropa*

-Si, me la llevo toda

*Le aseguré entusiasmado. Pero tenía muchas cosas buenas que no quería que me robaran o se "perdieran" en el camino así que las guardaba en un sitio más seguro.*

-Oye! Tienes Bucán?!

*No había en la cesta ni le había pedido antes, pero iba a necesitar un poco de carne para mi viaje de ida y regreso.*

-Bueno al menos estoy segura que todo te gusto

*Murmuré divertida, pero al escucharle me quede pensativa pues no recordaba nada de que tuviera carne, sin embargo fui a revisar, pero regrese sin nada*

-Lo lamento no tengo?

-Oh, que pena.

*Chasqué la lengua cuando volvió con la mala noticia, pero no era para morirse. Solo tenía que buscar en otro sitio.
Para entonces ya había guardado todo entre mis ropas y solo quedaban un par de pasteles que no podía meter en mis bolsillos.*

-Deberían traer.
Se vende muy bien

*Sugerí, caminando hacia la puerta.*

-Bueh, ya voy y vuelvo en cuanto encuentre tus muletas.

-Se lo sujerire a Gabrielle

*A fin de cuentas ella era la dueña yo solo la ayudaba*

-Ve con cuidado y que tengas suerte, vuelve pronto

*Como tuve que hacer todas las entregas de esa mañana yo sola tardé más de lo que acostumbraba. Además de tener que hacer trabajo extra llevando la mercancía en la carreta hasta la villa del otro lado de la isla para recuperar el dinero que nos habían robado y además pagar lo de la atención médica de Karen.
Acabé agotadísima esa mañana, pero me di prisa en cabalgar de vuelta a la lechería pues procuraba regresar antes de la hora del almuerzo y preparar la comida para Karen y para mi.
Di un rodeo a la casa para dejar libres a los caballos de las juntas de la carreta y que pastaran después de tan dura mañana en el corral y caminé a la tienda cargando las botellas vacías en el carro más pequeño.*

-Ya vine!

*Avisé al entrar por la puerta de atrás, dejando las botellas vacías y sucias en el lavabo.
Habría que lavarlas luego para llenarlas de leche otra vez, para la entrega de mañana.*

-Karen?

*Pregunté al no recibir respuesta.
Tomé entonces un paño y un cubo para ir al pozo y llenarlo de agua.
Iba a lavarme un poco antes de hacer la comida.
Vi saliendo a un tipo de la lechería, bastante sospechoso y con una caminata extraña. No le tomé atención y me metí a la caseta de baño.*

-Dios... estoy muerta y no es ni media tarde todavía.

*Había que ordeñar, sacar queso para venta y moldear nuevo para dejarlo secar.
No quedaba demasiado aceite, así que quizás mandaba a Karen a hacer un pedido.
No podía yo ir a todos lados tampoco.*

*No preste atención hasta que Opheli se fue, a quien despedí con un ademán de la mano mientras me mantenía ya en la recepción esperando a que llegaran los clientes, por suerte y gracias a Opheli no había extrañado la entre de las leches pero esperaba ya esperaba mañana poder hacerlas.
Escuchaba ruido en el corral y me entere que Gabrielle estaba ya ahí.*

-Gabrielle?

*Le llame esperando que viniera o ir a ver si necesitaba ayuda*

*Me saqué las botas para meter los pies en el agua fría. Tenía los pies caldeados y los talones me escocían de tanto caminar.
Pero había acabado todo el trabajo y por ello es que sentía una tremenda satisfacción.
Me tomé un tiempo para lavarme y me cambié ropa a una más cómoda para trabajar en la granja, así que demoré bastante en salir del cuarto de baño y regresar a la lechería.
Allí encontré a una mujer que siempre venía a comprar queso, de camino.*

-Buenas tardes! *Me saludó y le hice un ademán, respondiendole con una sonrisa.*

-Abrirán esta tarde no es así?

-Si, señora. Estamos abiertos todo el día hasta las siete de la tarde.

-Es extraño... *Murmuró dudosa, mirando hacia la tienda*

-Esta mañana vine varias veces y estuvo siempre cerrado. Creí que no trabajaban hoy.

-Oh, no hay posibilildad de que eso pudiera pasar. Karen estuvo atendiendo toda la mañana mientras yo hacía las entregas.

-Oh, si! La niña que estaba con muletas.
La vi en el mercado con un muchacho cuando, despues de venir y encontrar cerrado, fui al mercado a comprar lo que me faltaba. Es una pena, sabes que en el mercado a uno le sacan un ojo de la cara!

*Ella continuó hablando con ese tono de su voz que parecía una mocosa acusando a alguien más, pero la sonrisa de mi rostro y la amabilidad desaparecieron cuando simplemente escuché la primera parte de su relato.
Ella, satisfecha por la expresión de mi rostro, se sonrió y se despidió para marcharse, lanzando cualquier tonta excusa que a mi no me importaba en absoluto.
Me volví hacia la lechería y entré.*

-Karen!

*La llamé desde la puerta al ver que las botellas estaban allí todavía, sucias en la tinaja sin agua.
Estaba muy molesta.*

*Me quede esperando que Gabrielle regresara, pero tardo mas de lo que crei, asi que solo me quede junto al mostrador hasta que la gente empezo a llegar a poco y tuve que antenderla.
Para mi suerte no era mucha y podia atenderla aun con la molestia de mi pierna, fue facil y mas porque no se amontonaban como por la mañana, les entregue los paquetes a todos y los cobre, guardando el dinero como siempre en cuanto me lo entregaban.
Atendia al ultimo cliente de ese rato cuando escuche a Gabrielle llamarme*

-Necesitas ayuda?

*Le pregunte cobrando el ultimo paquete y guardando el dinero antes de ir a la parte de atras para saber que era lo que necesitaba, andando a brinquitos*

*Esperaba verla venir con las muletas, pero sus pasos eran brincos de modo que me adelanté a la puerta para encontrarmela andando sin apoyo.*

-Dónde estan tus muletas?

*Pregunté frunciendo el ceño preocupada, sin embargo de inmediato recordé mi molestia y endurecí la mirada.*

-Qué has estado haciendo toda la mañana?
Las botellas de ayer en la tarde aún están sucias y se han amontonado con las de esta mañana.
No ordeñaste esta mañana tampoco y las vacas están vueltas locas!

*Exclamé mirando adentro como se iba el último cliente.*

-Acabo de llegar de hacer las entregas esperando ver la tinaja vacía, pero está llena de mugre y apenas caben todas las botellas.
Además viene una vieja y se atreve a decir que esta mañana estuvo cerrado toda la jornada y ella "tuvo que ir al mercado"... *Hice una mofa de sus palabras*

-Su puta madre! Si no le gusta que se vaya al mercado y que le saquen los ojos, pero no diga tonterías!

*Estaba enrabiada.
No entendía como podían ser tan malas personas, desparramando esos comentarios por la ciudad de que había estado cerrado.
Qué no sabían que eso influía directamente en nuestra reputación como negocio?
Si la gente comenzaba a encontrar cerrado, se iría a otras tiendas y perderíamos la confianza del cliente.
Saqué el pañuelo de mi bolsillo y lo mordí con fuerza*

-Hyyaaaa!!!

*Solté un gritito nervioso antes de sentarme en un banquillo junto a la tinaja.*

*Me tope a Gabrielle en el camino y me le quede mirando, notando su cambio de actitud rapidamente, estaba enojada y seguramente por algo que habia hecho, siempre era asi y en ocasiones por cosas que creia realmente no tenia mucha importancia.
Sin embargo no le dije nada hasta que termino de hablar y desahogarse de algun modo*

-No te preocupes, yo terminare los pendientes que deje mientras descansas

*Le dije tomandola del brazo para levantarla del banquillo y que fuera a sentarse junto al mostador*

-Ademas enojarte no soluciona nada, pero si quieres desquitarte con alguien hazlo conmigo

*Si, era mi culpa y ella simplemente lo aceptaria y me regañaria como siempre*

-Perdi mis muletas cuando sali, crei que no iba a tardar, pero en mi condicion tarde mas de lo esperado

-Desquitarme?
Yo no me desquito contigo. Yo te regaño por lo que haces mal y si no hay nada malo que hayas hecho no tendría porqué...

*Me detuve de hablar cuando llegamos a la sala de ventas y vi los estantes bien vacíos.*

-Oye!.. te fue muy bien hoy ^^

*Sonreí caminando al estante.*

-Incluso haz vendido los quesos más viejos. Esos son los más costosos... habrá que cuidar muy bien ese dinero ^^

*Mi ánimo cambió casi de inmediato e ignoré todo lo demás que había dicho Karen, aunque lo escuché perfectamente solo que relegué mi reacción hasta acabar de felicitarla.*

-Y... a qué saliste?

*Y sobre todo porque para perder unas muletas qué habrá andado haciendo.
Me volteé hacia ella con una sonrisa lejos de ser contenta o entusiasta, parecía amenazante.*

-Quieres decir que lo que decía esa mujer... era verdad? ^^

-Se acaba de vender entre los clientes de siempre, que sin importar la situación regresan donde saben que hay los mejores productos

*Y era lo que debia de interesarle, que los clientes siguieran viniendo a comprar los productos aqui con nosotros y no solo guiarse de lo que dijera una vieja chismosa*

-Si, todo es verdad, bueno al menos el hecho de que cerre la tienda, lo demas que haya dicho solo son calumnias

*Si es que habia dicho algo de mas, aunque no sabia completamente que era lo que habia dicho para que se molestara Gabrielle mas de la cuenta*

-Lo demás que haya dicho?
Que es lo demás?

*La miré curiosa*

-Estas intentando ocultarme algo?

*con cada una de mis preguntas me acercaba más a ella, siempre con una sonrisa en el rostro*

-No lo se, seguramente como vieja chismosa le hecho de su cosecha

*Le respondi mirandola acercarse cada vez mas, sin embargo yo no me movi de donde estaba, ademas de que no podia moverme demasiado*

-Sabes que las mujeres de esta isla si algo no les parece hacen todo para ponerlo en mal

*Le recorde encogiéndome de hombros, mientras la dejaba hacer lo que quisiera y esperando que se enojara y desquitara conmigo, como solia hacer en la mayor parte de las veces*

-Aaaah... De su cosecha.

*Asentí como si lo entendiera.
La verdad es que su cara de mentirosa la podía haber visto desde el granero.
Supe que me estaba mintiendo cuando hizo aquel gesto con sus hombros, que solía hacerlo inconscientemente cuando intentaba restarle importancia a algo, par a que yo no siguiera insistiendo en ello.
Me detuve frente a ella y le di una bofetada, haciendo desaparecer la sonrisa de mi rostro.*

-Nunca haz sabido mentir... Deberías dejar de hacerlo conmigo.

*Dije con seriedad y dando la media vuelta, sali Afuera para ir a lavar las botellas.
Tenía trabajo que hacer y no iba a perder mi tiempo regañando a un caso perdido.*

*Le mire cuando se detuvo frente mi y a pesar de que lo esperaba de ella no dejo de ser sorpresa, la bofetada hizo que volteara la cara a causa de la fuerza con la que la dio.
Me mordi el labio y la mire de reojo, lamentaba tener que mentirle, pero estaba entre la espada y la pared con mis amigos*

-Como siempre

*Murmure para mi, sobando mi mejilla antes de ir de nuevo al mostrador a atender a unos clientes que habian llegado*

*Me detuve a medio camino o de la salida cuando la escuche murmurar y me enfureció mucho más eso que cualquier otra cosa.*

-Te oi!

*exclame para que lo supiera, pues si creía que era tonta y además sorda, estaba muy equivocada.*

-Y si, yo podría decir lo mismo de ti.
Como siempre, mintiéndome para cubrir tu holgazanería. Te crees que soy estúpida o que!

*Di un portazo al cerrar la puerta y salir al patio trasero.*

*Le habia dicho que yo haria los pendientes, pero en lugar de eso se habia enojado e ido a hacer las cosas por su cuenta, cuando le habia dicho que descansara*

-Buenas tardes, en que les puedo ayudar?

*Salude a los clientes a pesar de los gritos de Gabrielle, que eran los que daban mas mala imagen que tener cerrado el local*

*Me hacía enfadar que me mintieran.
Ella lo sabía y aún así se atrevía a mentirme tan descaradamente... No se supone que eramos amigas las dos? O es que solo yo la consideraba a ella mi amiga?
Odiaba las mentiras. Odiaba los engaños. Por eso odiaba a los piratas y a esos estúpidos fugitivos de la ley que se andaban por la vida mintiéndole a los demás.
Mientras más mentía Karen, más se parecía a esas personas a las que tanto odio les profesaba... y me causaba daño.
Tenía muchas ganas de golpear algo, golpear muy fuerte y de llorar encerrada en alguna parte, pero tenía que hacer el trabajo pues si yo no lo hacía, esa otra holgazana no iba a hacer nada y al final ibamos a perder clientes.*

-Lola... que tal estas hoy?

*Le pregunté a una de las vacas al entrar al galpón, donde tenía guardadas a las tres vacas lecheras y a sus crías.
Había que separar a las crías de su madre temprano por la mañana para que a estas horas tuvieran leche suficiente. A causa de ello los terneros tenían hambre, pero en cuanto dejara de ordeñar les dejaría amamantar ya que estaban llorando del otro lado del corral.
Ordeñar me tranquilizaba mucho. En la paz del galpón lejos de la tienda, tenía tiempo de conversar con las vacas y desahogarme de la manera en que ya no quería con Karen.*

-últimamente Karen ya no se comporta como mi amiga... Me ha mentido varias veces y me esconde cosas.

*Le dije a la vaca y luego recibí un extenso y atonal mugido.*

-Créelo, Lola.
Te digo que escuché que está saliendo con alguien, y cuando le pregunté que había estado haciendo no me dijo nada. Igual esa mujer pudo haber estado mintiendo, pero ella me estaba mintiendo de igual manera y no se que es lo que escondía si no es eso del muchacho...

*No tenía nadie con quién más hablar, nadie a quien contarle mis preocupaciónes, nadie en quien pudiera confiar plenamente ahora...salvo en las vacas.
Mi vida era el trabajo y la administración del hogar, pues ni eso podía hacer bien Karen. Para lo único que servía era para limpiar y cocinar... como si fuera una empleada o una especie de esclava.*

-Creo que voy a tener que poner distancia entre las dos para que se tome el trabajo más en serio.
Si me miente es porque no me quiere. Y si no me quiere, perderá el respeto por mi en cualquier momento.
Quiero que se tome en serio el trabajo, que aprenda que si no hacemos nada no habrá que comer... Encima que hay que pagar ahora al médico por la herida que le hicieron por descuidada.
Encima que holgazana además bruta.

*Llené ya la cuarta cubeta de leche y la fui a verter en el cazo más grande.*

-Tu no, Lola.
Tú eres muy trabajadora ^^

*Le hice cariño en la cabeza, entre los cuernos, y la liberé para que se reuniera al fin con su ternero para yo pasar a la siguiente vaca.*

-Buenas, Pepa!

*La salude, y comencé a conversarle de otras cosas.*

*Paso un buen rato, desde que Gabrielle se fue con las vacas y yo me quede atendiendo la tienda, afortunadamente para nosotros no era tanto la tienda sino la calidad de lo que vendiamos, lo que hacia que nuestros clientes siempre compraran aqui*

-Gracias por su compra y la esperamos pronto

*Le dije envolviendo el paquete y dandoselo a la señora, despidiendola con un ademan de la mano.
Me dolia la mejilla donde me habia pegado Gabrielle, pero al menos ya se habia bajado lo colorado*

-Ya casi no queda nada

*Murmure para mi volteanto a ver al interior de la tienda, antes de empezar a brincar de nuevo hacia la puerta de atras para ver el corral donde seguramente estaba Gabrielle con las vacas*

-Hablare con ella a la salida

*Si, era lo mejor si es que queria que dejaramos de pelear, sabia que era imposible en su totalidad pero al menos teniamos que llevarnos bien*

*Al rato de salir regresé con un par de muletas para Karen.
No eran las suyas, pero seguro que le iban a servir porque eran muletas igual y no tenía porqué saber de dónde las había sacado.*

-Hola!

*Saludé cuando entré por la puerta y sonaron las campanillas.
Los estantes ya estaban medio vacíos y se notaba que les había ido ya bastante bien durante la tarde.*

-No reponen las cosas para vender?

*Pregunté extrañado, apuntando con el dedo hacia arriba y haciendo círculos, como indicandolo todo al rededor.*

-Encontré unas muletas para ti ^^
Ten