Playa Este

*Tiré de la cuerda para encallar el bote en la arena, aunque se me hizo difícil justo al final y fue entonces que oportunamente Marko y los muchachos vinieron a ayudarme. No podíamos ver el barco desde la playa pues si hubiésemos podido, ellos también podrían habernos visto a nosotros desde la cubierta en medio de la oscuridad a causa de la fogata encendida, sin embargo había tomado esa precaución y para ver la señal de Tetra había que dar un rodeo a la playa y así alcanzar a ver el barco*

-Ha... han visto... la señal?

*Pregunté jadeando del cansancio y tiritando constantemente por el frío que me castañeteaban los dientes. Caminé fuera del agua, acercándome a la fogata para secarme un poco antes de abordar el bote y regresar al barco pues entumido como estaba no iba a poder manejar mi espada correctamente.
Con el frío también comenzó a doler mi herida del brazo, como un hilo de hierro que se iba hundiendo a través de mis huesos.*

-No he podido ver el barco desde la playa, probablemente ya han apagado las lámparas... debe... mos estar listos...


*Dije acomodandome cerca del fuego y fregandome las manos y los brazos en busca de calor.
Me fijé en aquel hombre y que no se veía muy bien. En cambio, la muchacha que había sido herida hace unas horas parecía tan lozana y viva que daba envidia que estuviera descansando tan plácidamente.
Ya iba a llegar el momento en que pudiesemos hacerlo nosotros también...*

*Le ayude hasta que el bote quedo en la arena y amarrado para que no se lo fuera a llevar la marea que subiera, asi que una vez estuvo listo escuche a Henry*

-Aun no, creo que debe esperar que no haya nadie que los descubra, ya no debe tardar a estado muy tranquilo el barco

*Le segui hasta la hoguera que los muchachos mantenian encendida para calentarnos mientras esperabamos la señal*

-Hay un vigilante ya nada mas que de el aviso tenemos que marcharnos enseguida

*Explique manteniendome cerca porque por como habia llegado no me dejaba escucharlo bien desde lejos*

*Me quedé sentado, tal como había estado al principio antes de la intervención de ese sujeto, al pendiente de la situación y al pendiente de Aertih, hasta que llegó el bote, flotando desde mar adentro sin su remero y me pareció gracioso que algunos de los piratas lo tomaran como un presagio de muerte cuando la verdad era nuestro pasaje de salida de este infierno de isla.*

-Hay que tener un buen par de cojones para hacer esa estupidez...

*Murmuré cuando finalmente fueron a ayudar a su capitán. Aunque más que estupidez podría llamarse osadía, en su condición con el brazo lastimado y una pierna a medio sanar, cualquier persona habría colapsado, si no en medio del mar, al salir a la orilla.
Pero tenía que reconocerlo... ese muchacho tenía la entereza y una capacidad física mucho mayor a la que aparentaba. No me cabía dudas de por qué habían recurrido al motín muchos de sus tripulantes, si no tenía ninguna pinta de capitán sin la chaqueta y el sombrero Parecía un simple grumete.*

-Dada la distancia a la cual ancló el barco, la velocidad de remo y viendo lo obstinada que es su compañera junto a lo estúpido de sus tripulantes amotinados, podría calcular que la señal estará a la vista entre diez y quince minutos desde ahora. De modo que deberían alistarse todos para estar preparados.

*Argumenté. El promedio de la velocidad de un remero, incluso de un experimentado, era de cuatro metros y medio por minuto, a lo mucho cinco. Dado que el barco estaba a casi medio kilómetro mar adentro, el tiempo aproximado de llegada al barco era de una hora y media. Sumando a eso el ascenso al barco, la discusión con los tripulantes y el tiempo para desalojar la cubierta y encender sus lámparas, hacían casi dos horas.*

-Si no estoy equivocado, el vigía dará la señal muy pronto.

*Cerré los ojos y solté un suspiro. Ya quedaba poco. Poco para regresar a la civilización, poco para llegar a casa... no podía darme por vencido aún o acabaría en el fondo del mar envuelto en una tela mortuoria.*

*Respiré profundo y respiré calmado tratando de controlar el frío y tuve éxito pues el calor de la fogata y la briza fueron capaces de dejarme seco en unos cuantos minutos.
Oí a Marko y luego al hombre, impresionado. Hubiera esperado escuchar una respuesta de esa categoría de mi contramaestre y estratega, pero en cambio la recibí de el náufrago moribundo y eso me dio mucha gracia, aunque no llegué a reírme, si me sonreí.*

-En eso tiene mucha razón, señor.
Sus cálculos no podrían acercarse más a la realidad. Marko, por favor, podrías traerme mi ropa que está en el bote?

*Le pedí, esta vez levantandome para ver si podía secar mis pantaloncillos aunque de seguro tendría que sacármelos y ponerme los pantalones solos, almenos hasta llegar al Aurelia y recuperar el resto de mi ropa.*

-Aunque si fuera ese el caso, tendríamos que partir en seguida y así acortaríamos la demora de nuestro trayecto. Si somos capaces de remar más de prisa de lo que han hecho Tetra y los demás, entonces como mínimo demoraríamos una hora lo cual de todos modos es mucho tiempo.

*Me quede en silencio sorprendido por las palabras de Adriel y mire a Henry al escuchar na respuesta que daba, era interesante cobpidian analizar esas cuestiones tan rápido*

-Si nos damos prisa podremos ir en camino al barco y todavía tendremos el tiempo que dure la lampara encendida para llegar sin ser notados y tener la sorpresa fr nuestro lado

*Intervine pensativo pues era lo mejor que podíamos hacer y teniamos aun tiempo*

-Tambien podríamos hacer grupos de remos y hacer relevos si remamos lo mas rápido que podamos

*Después de quedar inconsciente, no supe nada del exterior ni de mi propia mente ya que estaba en una inconsciencia total que sirvio quiza para que me sintiera mejor al menos por un tiempo.
Poco a poco la inconsciencia se volvio sueño profundo y relajante, del cual paso un tiempo que a mi me parecio demasiado largo para saber si habia sido tanto o solo mi imaginacion. Podia escuchar voces cercas y sentia el calor a mi lado derecho el cual era agradable pero al mismo tiempo molesto, empece a mover mis extremidades y luego intente levantarme pero di un quejido molesto al sentir el dolor paralizante en mi costado que me obligo a quedarme en el piso al hacerme que soltara el aire que tenia en los pulmones en ese momento.
Abri los ojos que sino fuera por la fogata seguramente habria logrado ver claramente en la noche, volvi a respirar profundo pero volvio a dolerme el costado y fue que volvi a ser consciente de que habia sido herida hacia un momento, por lo que me las ingenie para girarme y asi ayudarme a levantar*

*Asentí apenas con un movimiento ligero de mi cabeza y luego bajé la mirada al suelo.
Estaba cansadísimo. No sabía si me sería posible aguantarme consciente durante el tiempo que demorarían en recuperar el barco y regresar por nosotros. De pronto, mientras los otros hablaban escuché un quejido apagado, como de alguien que acababa de despertar y no me fue muy difícil saber de quién era esa voz quejumbrosa y esos torpes movimientos errantes.
Entreabrí los ojos y miré por el rabillo del ojo ese bulto deforme que se formaba por debajo del abrigo del médico y que se acomodaba como si fuera una crisálida a punto de reventar.*

-Quédate quieta...

*Ordené con un murmullo, aunque suave, firme como todas las órdenes que dictaba.
En seguida, al darse cuenta de que ella estaba despierta, los otros tripulantes que la habían estado cuidando por turnos mientras dormía se acercaron y comenzaron a preguntarle cómo se sentía y si necesitaba algo... Emití un bufido...
Para mi eran todos idiotas. Ellos y su capitán estaban a punto de combatir con los piratas que querían matarlos y ellos, como si nada de eso importara, se preocupaban de atender a una esclava...*

-Entonces, capitán... Se irán de inmediato?

*Pregunté levantando la voz con clara molestia para que incluso aquellos que estaban "
entretenidos"
con Aerith, prestaran atención.*

*Estaba escuchando lo que Marko decía que eran muy buenas ideas para poder ganar tiempo y llegar todos en condiciónes de luchar para recuperar el barco, cuando entonces oí al doctor levantar la voz y lo miré de reojo, algo extrañado. Pero solo me bastó darle una ojeada a la situación para darme cuenta de lo que ocurría y no pude evitar sonreírme descaradamente.*

-Si, nos iremos de inmediato... Muchachos! Marko, dónde está mi ropa?

*Les hice una señal para que dejaran a la señorita tranquila y me puse de pie mirando a Marko pues le había pedido que trajera mi ropa seca para poder vestirme de prisa.
Él también estaba bastante distraído.*

-Necesitamos concentrarnos, muchachos.
El bote tiene una capacidad máxima de doce personas y cabríamos todos, sin embargo es muy peligroso llevar con nosotros a los heridos y al pequeño pues llegaremos al Aurelia a pelear por recuperarlo... Así que dejaremos al doctor Alexandriel, a la señorita Aerith y a Jared aquí, en tierra firme. Debemos, además, dejar a alguien más para que vele por su bienestar y les ofrezco un ofrecimiento voluntario.

*Ofrecí a todos los que estaban allí, y todos levantaron la mano y me reí, porque la situación no podía ser más hilarante. Nadie a bordo estaba acostumbrado a ver a una mujer tan atractiva y joven, incluyéndome. Pero al contrario de ellos yo no me dejaba cautivar por el encanto femenino tan fácilmente.
Pero era un problema, si todos querían quedarse, nadie vendría con nosotros a luchar, así que decidí que era momento de dar vuelta un poco las cosas.
Continué sonriendo, sin embargo la mirada que les dirigí ya no fue divertida en absoluto.*

-Bueno, me imagino que todos estarán deseosos de luchar por nuestro barco, sin el cual será imposible salir de esta isla desierta y sobrevivir sin los medios básicos... Si no ganamos esta batalla moriremos lentamente y hasta acabaríamos cometiendo el pecado del canivalísmo muy pronto. De modo que entiendo su entusiasmo por acompañarnos en la lucha pero, de hecho, necesitamos que uno, y solo uno de ustedes se quede a cuidar de los más desfavorecidos, aquellos que ahora no tendrán la oportunidad de demostrar su valor y lealtad a su querido capitán ^^

*Todas esas manos fervorosas e impacientes vacilaron y una a una, mientras hablaba, fueron bajando hasta quedar en cero.*

-Algún voluntario?

*Volví a preguntar, y entonces solo uno y valiente dio un paso al frente.*

-Yo me quedaré, mi capitán.

-Tu coraje y arrojo ya ha quedado demostrado, intrépido pirata, con tu deseo de proteger al más débil. Te aseguro que aquella muestra de valor es mayor a la de aquel que avanza a ciegas hacia una posible muerte.

*Le alabé, sonriendo aún más ampliamente. Entonces dirigí una mirada a los demás.*

-De prisa. Alisten sus armas, calcen sus botas y preparense para la gloria...

*Me distraje al escuchar a Adriel y al igual que Henry me quede mirando a la chica que se levantaba con ayuda de algunos de los hombres, hubiera hecho lo mismo pero tenia otras cosas en que pensar a mi parecer y entre las mas importantes era recuperar el barco para irnos de ahi de una vez.
Sali de mis pensamientos al escuchar a Henry y le pase sus ropas pues ya las traia conmigo solo no se las habia dado aun.
Escucharlo hablar asi hacia no hacia dificil la eleccion si se trataba de cuidar enfermos era el mas apto y me hubiera ofrecido de no ser por dos cosas, la mala voluntar de Adriel hacia mi y el hecho de que la mayoria se ofrecio para quedarse.
Lo cual en cierto modo me parecio gracioso porque yo no dejaria a Henry pero tampoco era un buen peleador como para ayudarlos a recuperar el barco. Pensaba en eso cuando mire al resto y las manos de todos estaban abajo y solo una se levanto al final del discurso de Henry*

-Vaya poder de convencimiento

*Murmure a Henry, y aunque sabia que no era eso era un buen metodo para dejarles en claro que tenian que pelear y no estar de distraidos con una chica, a la cual voltee a ver al darme cuenta que estaba al pendiente de lo que ocurria

*Con ayuda de algunos hombres logre quedar hincada sobre la arena, volteando a ver a Adriel al escuchar sus ordenes a las cuales solo me quede en esa posicion para descansar del suelo y moverme un poco mas, pero habia muchas voces a mi alrededor y les sonrei a todos antes de pedirles un poco de agua ya que tenia sed.
Alguie me ofrecio un coco abierto, con el agua de la fruta, la agradeci y bebi de ella hasta que escuche a otro hombre hablar y por su forma de expresarse pude notar que tenia mando sobre esas personas. Me sonrei al ver que todos querian ser voluntarios para quedarse pero eso no hizo que apartara mi mirada del Capitan a mi parecer, habia algo extraño con el, pero con la noche sobre nosotros y una fogata no me era claro distinguir que tenia de diferente*

*Observé lo que ocurría a continuación con aparente indiferencia aunque muy atento a lo que decidía el capitán. Me agradaba la forma en que manipulaba a ese montón de inútiles en base a sonrisas y alabanzas falsas, aunque realmente ese no era mi estilo.*

-Muy bien...

*Murmuré esta vez volviendo a cerrar los ojos y dando un suspiro.*

-Solo dense prisa... *Esperaba que así fuera. Mientras más pronto regresaramos a la civilización, mucho mejor para todos.*

*Me vestí de prisa mientras todos se alistaban también y oí a Marko y luego al doctor.*

-No creo que pudiera catalogarse como convencimiento ^^

*Contesté en el mismo tono, colgando mi cinto con mis armas preparadas y cargadas para disparar.*

-No se preocupe, doctor. No se dará cuenta cuando ya estemos de vuelta.

*Aseguré con cierto dejo a broma pues parecía como si estuviera dirigiéndonos lo cual no dejaba de ser algo molesto*

-No seas mal educado

*Dije de pronto desviando la mirada a Adriel, pues el no tenia porque intervenir en las deciciones del capitan, especialmente si iban a hacernos el favor de llevarnos hasta Tortuga*

-Ademas deberias descansar si quieres tener fuerzas

*Podia notar en su estado los indicios de la muerte, la habia vivido tantas veces junto a el, como para saber que estaba cerca y eso le molestaba mas*

-A mi me convencio para no postularme como voluntario

*Acepte avergonzado ante las palabras de Henry y sonriendo de medio lado, sin embargo voltee a ver a la chica al escuchar decirle cosas a Adriel, que no estaba de lo mas contento con nada desde que le habia dicho que parecia mas su mujer que esclava*

-Entonces si estamos listos es mejor irnos

*Murmure volviendo a ver a Henry para tomar la seriedad que debia y no reirme de los comentarios de la chica contra Adriel*

*Me sonreí y me acerqué a la muchacha.*

-Será mejor que le cuides bien. No parece muy dispuesto a seguir indicaciónes.
Y usted, por favor, resista hasta que regresemos por ustedes...

*Le pedíal doctor palmeando su hombro con un gesto amable y sin embargo, al simple contacto, sentí una corriente de energía áspera y perturbadora.
Podía reconocer la muerte en cualquiera de sus formas y sin embargo aquella sensación no era de alguien que fuera a morir pronto....
Lo miré por unos segundos y comrpendí casi de inmediato su condición, palideciendo ante la sola idea de encontrarme frente a frente con un devorador de sirenas. Lo habría matado allí mismo si no fuera por el favor que le debía a la señorita y la prisa por recuperar mi bar Mi expresión se ensombreció y ante la advertencia de Marko me alejé, mirando a Jared de reojo antes de dar media vuelta para guiarlos a todos al bote y embarcarnos en esta nueva y peligrosa aventura.
Lo demás.... lo demás lo arreglaría cuando regresaramos luego*

*Siempre fui perceptivo. Podía darme cuenta de las intenciónes de alguien con solo un vistazo a su rostro, conocer su necesidad tan solo oyendo su voz. Pero ahora, fuera por el cansancio, por el enfado o la simple razón de que me estaba muriendo, fui incapaz de sentir la creciente y repentina hostilidad en la actitud del capitán. Sentí su mano sobre mi hombro, ajeno, y continué con los ojos cerrados mientras oía sus pasos alejarse y sus botas que hacían crujir las diminutas piedrecillas que formaban la arena seca y la mojada, más compacta, cerca de la orilla.*

-Hay que apagar la fogata.

*Comenté brevemente mirando entonces de reojo a Aerith.
Ella debía de reconocer a simple vista que me estaba muriendo. Ella conocía más que nadie mi agonía y la expresión de mi rostro durante esas últimas horas de vida en las que intentaba soportar hasta el límite el dolor y la muerte que me invadía, a veces de prisa y otras, como ahora, lentamente hasta acabar con la resistencia de mi cuerpo.
Al principio pensaba que podía vencer a la muerte con mi voluntad, que mientras luchara por permanecer vivo lo lograría. Sin embargo aprendí con el tiempo que había cosas que sobrepasaban esa voluntad y que la muerte llegaba tarde o temprano, y no había voluntad tan fuerte o un deseo de vivir tan poderoso que lograse derrotarla. Inevitablemente me alcanzaba una vez tras otra y con una simple mirada podía decirle a Aerith que ese momento vendría pronto.*

*Levante la mirada hacia el hombre y le mire fijamente al escucharle y asentí con la cabeza, a su palabra pues aun cuando no lo dijera yo iba a cuidarlo.
Me quede en mi lugar cuando este se fue con Adriel y hasta que subieron al bote, en ese momento me arrodille para ir hacia Adriel pero en el camino me encontre al niño y si apagariamos la fogata pasaria frios, asi que le coloque el abrigo encima para que no se enfriara y enfermera*

-Cuanto tardara?

*Pregunte a Adriel acercandome a el gateando para alcanzarlo y ver como estaba para asegurarme que ibamos a encontrar el modo de subirlo al barco*[/hide]

*Mire a Adriel una ultima vez antes de volverme a Henry y notar el cambio de su expresion, no dije nada y solo camine detras de el para subir al bote donde nos siguieron el resto de los tripulantes*

-A pasado algo Capitan?

*Pregunte curioso, acomodarme en el bote, seria de los ultimos en remar para que los verdaderos peleadores tuvieran fuerza para enfrentarse al resto al momento de la pelea*

*Noté que ella ya estba cerca de mi pero cuando escuché su voz la oí lejana y distorcionada, como si no fuera la suya.*

-Un par de horas... quizás menos.

*Tenía más experiencia muriendo que viendo morir, por muy extraño que sonara, y sabía cuánto tiempo me quedaba de vida con solo cerrar los ojos y sentir mi cuerpo desvanecerse y mi consciencia desaparecer poco a poco.*

-Si muero...no dejes que me lancen al mar.
Diles por último que quieres darme sepultura o algo por el estilo.

-Solo espero que no hagas la tonteria de que revives en el barco

*Le dije ya mas para el y para mi, asi nadie sabria de lo que estabamos hablando mientras no se acercaran mas de lo necesario*

-Debes descansar, yo me encargare de que ambos nos vayamos

*Le asegure para que al menos se diera unos minutos para descansar hasta que los otros volvieran para llevarnos al barco*

Marko Gabarry escribió:*Mire a Adriel una ultima vez antes de volverme a Henry y notar el cambio de su expresion, no dije nada y solo camine detras de el para subir al bote donde nos siguieron el resto de los tripulantes*

-A pasado algo Capitan?

*Pregunte curioso, acomodarme en el bote, seria de los ultimos en remar para que los verdaderos peleadores tuvieran fuerza para enfrentarse al resto al momento de la pelea*

*Me mantuve pensativo hasta que oí la voz de Marko, cuando todos estabamos a bordo y habíamos ya adentrado el bote a la mar. El primer grupo comenzó a remar y como íbamos a oscuras, para sincronizar los remos íbamos cantando un ritmo a susurros apenas audibles que se veían apagados por el sonido de las olas y el viento.*

-Aquel hombre, el médico náufrago... No me acaba de agradar del todo.

*Le contesté en un murmullo solo para él en medio de esa oscuridad casi absoluta.
Pronto nos alejamos tanto de la orilla que la tenue luz de la fogata en la playa también se apagó y entonces nos invadió la oscuridad. La única lámpara encendida en la cubierta del Aurelia era ahora nuestra estrella de Belén, aquella que nos indicaba el camino a seguir para o desviarnos y acabar encallados en un arrecife o chocar contra las rocas que eran imposibles de ver sumidos en tan cerrada oscuridad. Y por fortuna lo era por otro lado, pues si hubiera sido una noche clara cualquiera que hubiese asomado por las escotillas habría sido capaz de vernos en la distancia. Pero el cielo estaba cerrado y no dejaba pasar la luz de la luna ni las estrellas. El viento frío acechaba y prometía una tormenta de modo que era seguro que las escotillas laterales estarían todas cerradas.
Miré en dirección a la isla y pensé en Jared, que no podía dejarlo solo, que tenía que volver por él. De modo que ese pensamiento me dio aún mucho más valor para no temblar mi mano al momento de castigar a aquellos que nos habían esquinado a estas circunstancias.*

Aerith Celes escribió:-Solo espero que no hagas la tonteria de que revives en el barco

*Le dije ya mas para el y para mi, asi nadie sabria de lo que estabamos hablando mientras no se acercaran mas de lo necesario*

-Debes descansar, yo me encargare de que ambos nos vayamos

*Le asegure para que al menos se diera unos minutos para descansar hasta que los otros volvieran para llevarnos al barco*

-Eso será problema tuyo. Yo no soy consciente del momento en que voy a revivir ¬¬

*La fulguré con la mirada, aunque esta vez estaba lejos de poder quemar. Di un suspiro y cerré los ojos otra vez para descansar mientras regresaban.*

-Si ves que podría resucitar y crees que sería peligroso, haz lo que creas necesario para evitarlo.

*Ordené fríamente. Si tenía que volver a matarme cuantas veces fuera necesario hasta llegar a Isla Tortuga, tendría que hacerlo pues de otro modo todos a bordo iban a descubrir el secreto.
Nunca habíamos estado en esta situación, en la que volver a la vida fuera a costarnos el secreto. Cada vez que moría ella se encargaba de llevarme a un lugar privado donde pudiera revivir sin preocuparme de que alguien pudiese descubrir mi inmortalidad, y ella nunca había tenido que hacerme daño con el objetivo de evitar que yo volviera a la vida.*

-La forma más efectiva de hacerlo sería que dejes una daga discretamente enterrada en mi corazón. De ese modo no podré sanar jamás mientras esta se mantenga allí.
Una vez lleguemos a la clínica, simplemente quítala.

*Murmuré para ambos, guardando silencio cuando escuché los pasos del pirata voluntarioso acercarse a la fogata, una vez que el bote se alejó de la orilla y desapareció, como tragado por esa oscura y aterradora sombra que lo cubría todo allá donde la luz de la fogata ya no podía extender su luz.*

-Eres un pesado

*Murmure en queja a su comentario, estaba bien que tuviera que cuidarlo pero a veces era demasiado molesto lidiar con su caracter*

-Tendre que conseguir alguna daga o arma

*Murmure bajito y me quede arrodillada de nuevo junto a Adriel, pero voltee a ver al hombre que se habia quedado a cuidarnos y sonrei levemente, al menos no estariamos a la merced de los animales salvajes*

-Cuando tengas que hacerlo, ubica el punto de intersección entre la extención de la clavícula izquierda y la quinta costilla derecha, justo a la mitad de esa línea imaginaria estarás encima del corazón. Si este aún late, hazlo de prisa para evitar dañar la musculatura, pero si se encuentra detenido debes tener cuidado de no apresurar demasiado puesto que podrías hacer un lío con la sangre.

*Expliqué con la voz como si sonara natural. Sabía que el hombre podía escucharme sin embargo no me importaba pues mi relato parecían simples recomendaciónes de parte de un médico hacia su aprendiz.*

-Al igual, la herramienta punzante no deberá medir más de 8 a 10 centímetros en toda su envergadura. Alcanzará el corazón sin atravesarlo completamente y quedará invisible a la vez de la superficie. Cuando tengas la situación controlada deberás abrir la herida con unas tenazas expandibles y quitar la herramienta con las pinzas.

-Sabes que creo que es una locura, verdad?

*Le cuestione cuando termino de explicarme lo que tendria que hacer en el momento que todo estuviera en riesgo, en realidad regresaba a la vida en pocos dias dependiendo de la gravedad del asunto, pero si todo iba bien y calculaba comparando con las ultimas ocasiones quiza podria sacar un dia exacto y evitar estar viendolo seguido*

-Pero lo hare

*Agregue para que no creyera que iba a negarme o a retractarme en el ultimo momento asi que solo iba a dejar que esto fuera con calma porque si me ponia nerviosa podrian descubrirnos*