Playa Este

*En cuanto salí me puse a buscar fruta y algún animalillo que sirviera para alimentarnos, ahora no podíamos ser especiales con la comida. Mientras buscaba la cabeza me empezó a doler e imagine que podría ser porque no habia dormido completamente bien asi que no me preocupe y fui a cazar.
Regrese despues de algunos minutos y encendi la fogata para poder poner a asar la carne del animal.
Sentia demasiado calor pero aun asi me quede lo mas tranquila posible mientras cocinaba*

*Podia oir desde dentro de la choza los chisporroteos de las ramas al ser consumidas por el fuego y a Aerith trabajar con ... cosas.
Mantuve los ojos cerrados y mi mente, por si sola, me fue arrastrando al sueño a pesar de que me negaba a dormirme otra vez.*

*Me senté en el suelo junto a la fogata vigilando la comida para que no se fuera a quemar, sin embargo sentía los ojos cerrarse involuntariamente pero me esforcé para que nada de eso pasara*

-Hay que comer y luego podre dormir

*Asegure sonriéndome, revise cada tanto la comida pero teniendo cuidado con todo*

*Di un brinco durante mi reposo, despertando de pronto a causa de la constante preocupación de mantenerme despierto.
No quería ya dormir demasiado pues sentía que no lo necesitaba como antes*

*En cuanto estuvo la carne tome las ramas en las que había empalado a los animales y entre de nuevo al refugio acercándome hasta donde el medico y sonriendo divertida, pues ahora solo me sentía bien por alguna extraña razón*

-La comida ya esta lista

*Le anuncie al medico sentándome a su lado y ofeciendole una varita*

-Espero sea suficiente por ahora

*Me sentía embotado y poco atento a mi al rededor de modo que la presencia de Aerith me tomó por sorpresa.
Levanté una mano para tomar lo que me ofrecía, pero resvaló de mis manos y fue a aprar sobre las mantas de huerba y hojas de palmera que me cubrían.*

-Perdón.

*Musité, alcanzando el madero con la criatura cocinada ensatrada en él por el trasero.
No se veíanada agradable, pero al menos er algo con lo cual llenar el estómago*

*Le mire preocupara y en cuanto recogió la varita se la quite y le di la mía soltándola solo cuando la sujeto bien en esta ocasión*

-No puedes arriesgarte a que te contagies de algo, así que yo comeré esta

*Dije animada dándole rápidamente una mordida antes de que pudiera reclamar por algo*

-Así que no te preocupes yo te cuidare muy bien

*Le asegure volviendo a acercarme a el para darle un abrazo rápido y muy afectivo*

-Ah... pero...

*Iba a reclamar, pero entonces ella se zampó la carne y me quedé pensando que tanto podría contagiarme que ella no pudiera.*

-Te dije que no tenías porqu.... *Mi frase se quedó a medias a causa de su repentina cercanía. Me incomodaba y ella sabía que no aceptaba en ningun caso esa clase de cercanía. Quise alejarla, pero con la carne en mis manos y la rapidez de Aerith, no pude más que simplemente aceptar su afecto.*

-Estas enfermito, no puedo permitir que comas cualquier cosa o podrias empeorar, ya debes saberlo

*Le recorde sonriendole, algo que no dejaba de hacer especialmente por las divertidas cosas que veia*

-Anda, anda come o se enfriara

*Le anime tomando su mano donde sujetaba la comida*

-O prefieres que yo te de, de comer?

*Pregunte acercandome un poco a su rostro para asegurarme de su respuesta*

*Se me hacía extraña su actitud. Ella no se comportaba así a menos que ahora se le hayan salido los monos por la soledad continua y la situación que estabamos pasando. Negué con la cabeza y quise apartarla de mi y que me soltara, pero ella ahora parecía tener más fuerza que yo a causa de la prolongada fiebre que tuve y de mi debilidad física.*

-Deja... yo puedo comer... yo solo.

*Murmuré forcejeando ligeramente, pero con todas mis fuerzas.*

-Vale, vale

*Dije soltándole y retirandome un poco para verle tranquila, pero al no hacer nada empecé a jugar enredando su cabello en mis dedos evitando tirar de ellos*

-Despues de comer podremos hacer algo

*Asegure sin tomar en cuenta su estado pues yo le ayudaría en lo que necesitara*

*Di un suspiro cuando se alejó y abrí la boca para comer un bocado, sin embargo me detuve al sentir que ella comenzaba a tocarme el cabello. De todo, eso era lo que más me disgustaba.*

-Qué tonterías dices!... déjame comer tranquilo.

*Me sonrojé bastante. Se comportaba de forma vergonzosa y me incomodaba su actuar y sus palabras. Quizás que cosas se le pasaban por la cabeza.*

-Será mejor que comas y descanses... seguro que te haz insolado.

*Murmuré, desviando la mirada para poder comer en paz*

*Me sonrei a su actitud y le deje en paz antes de acostarme quedando con la cabeza a un lado de la de el y mi cuerpo en dirección contraria a donde estaba. Asi en esa posición continue comiendo sin preocuparme *

-Entonces me quedo haciéndole compañía

*Murmuré bajito como si de un secreto se tratara*

*Definitivamente actuaba como si se le hubiera fundido el cerebro
No le tomé en cuenta, pues estaba bien mientras no se me acercara demasiado y no me acercara sus manos.
Comí del palillo casi la totalidad del animal, hasta queme sentí como satisfecho y dejé el resto a un lado*

* Termine d comer en silencio y aunque me había quedado con hambre pero también empezó a darme sueño por lo que me gire quedando de lado y mirando a Adriel, le di un beso en la mejilla y luego me hice bolita a su lado*

-Dormire un poco

*Le anuncie simplemente, no sabia di dormiría pero si necesitaba descansar*

-Bien...

*Murmuré en respuesta. Quizás sería buena idea que yo también durmiera unos minutos. Necesitaba reponerme y ahora que ya había comido un poco, algo de sueño sería lo ideal.
Cerré los ojos, girando el rostro luego de que Aerith volviera a besarme.
No me gustaban los besos, ni los abrazos, ni las palabras cariñosas ni los cariños confiados que estaba obligandome a recibir.
Pero ya iba a mejorarme y ella aprendería que no bromeaba cuando decía que se detuviera de hacer el idiota.*

*No tarde en quedar dormida aunque no sabia la razón de la rapidez con que había caído. Aun así no desperdicie mis horas de sueño hasta que mis sueños se volvieron pesadillas, empecé a sudar frío y a qurjarme entre sueños.
Empecé a buscar consuelo entre sueños aferrandome en un abrazo a lo mas cercano que tenia*

*Me quedé dormido en poco tiempo y tenía el sueño tranquilo, hasta que sentí que algo se me aferraba y soñé que había sido capturado por el kraken y que me apretaba sin dejarme salir.
Abrí los ojos asustado y miré hacia un lado.
Era Aerith quien, mientras dormía, se me había aferrado en un extraño e incómodo abrazo.
Estaba sudando, seguramente de fiebre, pero por más que forcejeaba por liberarme, ella parecía tener la fuerza de un gorila o, mas bien, relacionandole con mi sueño, la fuerza de un pulpo gigante que había pegado sus ventosas a mi.*

-A..erith...

*Traté de despertarla, empujando con todas mis fuerzas, pero nunca dio resultado.
Tenía que liberarme en algún momento, ella tenía que soltarme en algún momento y entonces aprovecharía de buscar algo para intentar bajarle la fiebre.*

*Empecé respirar agitada y me aferraba con desesperación de alguien a mi lado, pero en mi sueño solo abrazaba a mi padre pues estaba feliz de haberlo visto de nuevo, pero de nuevo todo se volvió una pesadilla en el que perdía cada vez mas personas cercanas *

-N.. no!... suélta.. me!

*Me ahogaba sentirme así de estrechado. Odiaba sentir a la gente cerca de mi y detestaba aún más que fuera en contra de mi voluntad. Me hacía recordar cosas horribles que jamás había logrado superar. Por eso es que me mantenía alejado de los afectos.
La empujé tratando de liberarme, pero no tenía la fuerza necesaria y entonces, cuando me di cuenta de que era inútil, el miedo y la desespercaión comenzaron a apoderarse de mi.*

-Basta... basta...

*Musité como si fuera una súplica, sintiendo que me faltaba el aire, no porque me presionara demasiado fuerte y, de hecho, no me presionaba para nada, sino que era su cercanía y la poca costumbre de tener a alguien cerca de mi que hacía que me sintiera prisionero, ahogado, desesperado.*

*Entre sueños empecé a sentir que me querían apartar y aunque no me aferre tampoco lo solté hasta el momento en que escuche palabras desesperadas empecé a abrir los ojos y me di cuenta que sujetaba a Adriel y repentinamente lo solté incorporandome y apartandome de el entre asustada y preocupada, veía borroso y sentía mi rostro arder*

-Lo lamento Adriel, perdoname, lo siento mucho

*Dije disculpandome de todas las maneras posibles lo menos que había querido es que se pusiera de esa manera, así que solo lo deje para que se tranquilizara mientras yo me quedaba afuera*

*Cerré con fuerza los ojos repitiendo en un murmullo apenas audible que me dejasen tranquilo, que no quería nada de eso, que se alejaran de mi.
Pero no me hicieron caso. Nadie nunca escuchaba lo que yo quería y siempre hacían cuanto les venía en gana, aprovechandose de que aún no tenía la fuerza suficiente para defender mi propia honra.
Mi memoria se rebobinó por si misma y aquellos recuerdos se instalaron en mi mente de modo que luego ya no pude ver nada más.*

-Aléjate... dejame.. dejame en paz...

*Exclamé abrazándome a mi mismo cuando Aerith me soltó, pero en realidad ni siquiera me había percatado de ello sino que continuaba viendo esos recuerdos, completamente ensimismado en mis traumas de la infancia.
Había hecho lo posible por hacerme fuerte y por eso desde temprana edad me hice a la delincuencia y asesiné a mucha gente. Quería que me temieran, que les asustara acercarse a mi, y esas sensaciónes de soledad y amargura con los años acallaron la voz de mis recuerdos y finalmente los había borrado.
Pero verme sometido de esa forma revivió aquellos episodios que me inundaron por completo impidiendome ver la realidad.*

*Me asuste al ver la reacción de Adriel y solo opte por alejar e para que se calmara y cuando eso pasara volver para disculparme adecuadamente con el. Me dirigí al mar para relajarme, era noche sin luna y solo la fogata que teníamos era lo que permitía ver un poco nas allá de nuestros ojos, me senté en la orilla contemplando la oscuridad del horizonte.
Me dolia la cabeza y me lleve las manos al rostro notando por primera vez que estaban mas calientes de lo normal, mirando el mar se e ocurrió entrar para que el frío del agua me ayudara a bajar mi fiebre así que sin darle muchas vueltas me metí al mar para relajarme*

*Perturbado hasta el extremo de llegar al llanto involuntario, me sorprendí derramando lágrimas tal como si hubiera vuelto a ser un niño pequeño y asustado.
Me lamenté sobre mi mismo durante varios minutos sin poder olvidarlo, hasta que poco a poco fui cansándome con una sensación que hacía muchos años no sentía. Me dolía el pecho por aguantarme el llanto en un intento por apagar mi voz y que nadie me escuchara ni pudiera encontrarme. Mis ojos cuajados en lágrimas se cerraron solos y finalmente me dormí, abrazándome a mi mismo como si me ocultara de todo el mundo.*

*En el agua me quede mirando el cielo estrellado en toda la intensidad de este, me preocupaba el medico pero esperaria antes de ir a verlo especialmente porque tendria que descansar lo suficiente para que pasara el susto por mi imprudencia. Por suerte el agua del mar sirvio para que la fiebre bajara y yo pudiera pensar con mayor claridad o al menos solo un poco ya que el sueño me empezo a tomar de nuevo, me levante y volvi a la orilla arenosa para quedarme ahi descansando hasta que me quede dormida*