Cubierta

*Me desperté alarmado por un raro presentimiento en la boca del estómago y al abrir los ojos estaba todo a oscuras, aunque reconoci que estaba dentro de mi habita ion porque junto a mi estaba mi peluche favorito.
Me levanté de memoria esquivando los muebles y caminé hacia la puerta que daba al camarote de mi hermano.
Allí estaba más oscuro y helado, y podia oir voces de desconocidos discutiendo afuera.
No era la voz de Tetra aunque si era una voz de mujer, así que camine hacia la puerta a oscuras para curiosear, pero iba a medio camino cuando sentí que en mis pies se clavaban astillas dolorosas. Traté de retroceder pero había más detrás de mí y por todos lados así que no pude más que seguir avanzando a riesgo de pincharme más.
Afortunadamente llegue a un sitio en que mientras más cerca de la puerta estaba, menos pinchos había en el suelo de modo que supuso un sitio seguro.
Abrí la puerta y con la mediana claridad que otorgaba la luna al exterior, me paré en un pie para revisar el otro.
Sangraba y tenía enterrado un vidrio en el talón.*

*Sentí que me subía calor al rostro al oir su comentario sarcástico, pues si me sentía culpable por tenerlos encerrados en los calabozos aunque habia intentado que fuera lo más cómodo posible al surtir las celdas con abrigo y paja limpia para el suelo. Había ido bajo órdenes de mi capitán,aunque mi conciencia no me dejaba en paz por no haber insistido en sacarlos a un sitio más apropiado.
Originalmente había llevado allí al subir to porque estaba muerto. Sin duda no era lugar para una persona que aún estaba con vida y herida de cualquier forma.*

-Lo lamento.

*Me disculpe con toda sinceridad inclinando la cabeza profundamente.
Observe por lo bajo a la pareja y estuve a punto de caminar hacia el camarote cua do note que el hombre la detenía del brazo y me quedé quieto.
Si entendía que tuviera recelo de nosotros. Consideraría que éramos abusivos y probablemente no quisiera estar en la misma habitación con la persona enloquecida con la que acababa de enfrentarse. Yo tampoco querría si no conociera de primera mano los arranques del capitán y que eran pasajeros, ni parecidos a su verdadera personalidad.*

-Le aseguro que de ningún modo intentaremos hacerles daño.
So.os comerciantes, no bárbaros incivilizados.
Si deja que mi capitán le expliqué las circunstancias que llevaron a que los dejásemos encereados...

*En eso voltee al escuchar un reclamo detrás de mí que me pareció alarmantemente familiar, y vi a un Jared adormilado por la medicina, con las mejillas enrojecidas de llanto que se apoyaba en la jamba de la puerta del camarote mientras se examinaba la planta del pie.
Le di la espalda a la pareja de inmediato para ir con el niño*

-Jared!... que te hiciste alli, pequeño? Déjame ver...

*Lógico y obvio, con todos esos vidrios regados en el suelo, las ventanas rotas y las lámparas pagadas por el viento, dentro de la habitación estaba a oscuras y el niño quiso venir a ver lo que ocurría,a alarmado por el ruido, sin darse cuenta que pisaba un suelo de astillas de cristal.
Le seque unas lágrimas de dolor y pena y lo tome en brazos para que no siguiera pisando.*

-No es grave, Jared. No perderas ningún dedo, no te preocupes ^^

*Le aseguré pues tuvo suerte de que era un solo trozo de vidrio el que había pisado caminando en un suelo repleto de ellos y aibui el milagro a que sus pies eran pequeños... Tendría que mandar a cubrir las ventanas sin vidrios, fuera con madera o tela, para que el capitán tuviera su privacidad.
Pero eso sería después, ya que curar a Jared se había vuelto lo primero en mi lista de prioridades.
Entre en el camarote tras mirar atrás a la pareja y les hice una seña muda de que vinieran dentro con nosotros en cuanto acabaran de decidir.*

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*Iba a seguir al medico pero Adriel me retuvo sujetandome del brazo y voltee a verle sin inmutarme demasiado por su actitud*

-Intento que esto se arregle de buena manera, no hacer las cosas a tu voluntad como intentas hacerlo

*Le dije sin preocuparme en que se enojara o no, yo no le pedia ayuda cuando me pasaba algo, el siempre era el que estaba al pendiente por propio gusto.
Escuche al hombre y sabia que no eran completamente malos, porque de ser asi ya nos hubieran matado, sabian como y no lo habian hecho. En eso el hombre se volteo y fue con el niño de antes, por lo que me gire dandole la espalda, seguramente se asustaria de nuevo al verme ahi*

-Tu eres desconfiado y actuas de acuerdo a tu instinto, pero eso no te da derecho a tratarlos a todos como seres inferiores. Solucionemos esto por las buenas y quiza podamos salir de aqui sin problemas

*Le dije a Adriel mirando solo de reojo al hombre y al pequeño que al parecer se habia lastimado mientras caminaba a la puerta*

-Como cuando lo intentaste y te dispararon?
O como cuando lo intentaste y nos descubrieron?
O no!Tal vez cuando quisiste hacerlo mejor y te interpusiste entre la espada de ese desquiciado y yo. Si, saltar de buena gana al peligro es una muy buena manera de resolver las cosas!

*Le exclamé con un murmullo de voz para que sólo ella me escuchara y no la solté porque estaba cansado de que ella saliera lastimada innecesariamente.
Yo era más cuidadoso desde hace ya mucho tiempo, porque conocía de sobra las consecuencias cias de una pelea o u a simple discusión que no salía bien... y me asustaba. No por mi, porque mi condición no me permitía morir, sino precisamente por ella.
Cuando la escuché decir sas cosas sentí que sus palabras eran como cuchillas que se iban enterrando en mi vientre una por una y más profundo, de modo que la mire con molestia y le solté la mano.*

-Asi que eso es lo que crees que soy?

*Vi por encima de su cabeza al niño que apareció de pronto y a ese sujeto que iba a atenderlo.
Habia un niño allí presente. Eso cambiaba las cosas.*

-Bien... metete allí con esos hombres. Yo no voy a detenerte.

*Di un paso atrás y le di la espalda para perderme en la cubierta hasta que ellos acabaran.
Yo no iba a dar explicaciones a nadie sobre cómo vivía mi vida. Si ella quería abrir la boca, allá ella.*

-Si, no soy buena en eso y jamas me ha salido algo bien, pero al menos lo intento. Solo para poder cuidar de ti

*Le dije en el mismo tono que el, llevaba diez años trabajando con el, en ese tiempo pocas veces me habia dejado ayudarlo y cuando lo hacia siempre me culpaba cuando salian mal las cosas como ahora*

-Tu crees peores cosas de mi

*Y lo sabia porque nunca me bajaba de tonta o descuidada, de ingenua o inutil, llegue en un momento a creer que era verdad que solo era un estorbo para todo, pero aun asi seguia intentando hacer algo bien*

-Como prefieras

*La mayor parte del tiempo asi era, que las cosas se hicieran como el queria, como el viera que eran mejor para el y su vida, pero ya no mas, yo tenia ya que salir de detras de el*

-Yo no necesito que me cuides. Y al parecer tu tampoco que yo a ti.

*Peores? Acaso le había dicho algo?
Claro, sólo lo que demostraba ser, una tonta imprudente.
Gruñi exasperado al darle la espalda y caminar al puente de popa, subí los escalones de dos en dos para sentarme luego al fondo, detrás del timonel en soledad.
Por supuesto, esto era su culpa.
Si ella no me hubiera dado de comer esa porquería que me dio, hace tiempo que me habría muerto, y ella sería libre de mi y yo de ella.
Pero ella se quedaba por gusto, no tenía derecho de reclamar me. Podía irse cuando quisiera y con gusto la dejaría irse lejos para que me dejara de molestar.*

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*Salí a la cubierta detrás de Tetera y eche un vistazo al lío que había quedado. Había tablas.partidas, vidrios y escombros por todas partes.
La espada de Dannia estaba clavada al suelo, centelleando de rojo anaranjado con el reflejo de las lámparas de aceite.
Todos trabajaban laboriosamente y me disculpaba al cruzarme con cualquiera que estuviera ocupado a esas horas de la noche limpia do lo que yo había destrozado.*

-Lo lamento. Luego de esto, por favor, regresa a descansar.

*Decía una vez tras otra pues lo demás podía arreglarse por la mañana.*

*Camine junto a Henry por la cubierta mientras veia a los demas trabajar los hubiera ayudado, pero por ahora teniamos otro asunto que tratar por ahora que creia mas importante, ya por la mañana podria ayudarles a reparar el barco*

-Anda dejate de tantas disculpas despues no podras hablar

*Le dije divetida apurandole a llegar a donde el resto, pero al llegar a donde habian estado hacia poco los dos naufragos ahora solo estaba la chica*

-Y tu compañero?

*Le pregunte al llegar a donde ella, que estaba en la entrada al camarote de Henry*

*Mire a Tetra y asentí, disculpándose por no poder ayudar más por ahora pues tenía asuntos pendientes que resolver antes del amanecer.
Vi a la sirena y busque a su com.pañero en la cubierta, encontrándole sentado lejos de todos sobre la borda de popa.*

-El no quiere hablar.

*Murmuré apenado, pues seguro mi actitud habia provocado la suya y le debería una disculpa por haber reaccionado tan mal.*

*El no queria, mas que no necesitarlo pero no le dije nada ya no queria pelear ni discutir con nadie, solo queria estar en paz.
Le vi irse quedandome donde estaba pues no iba a seguirle esta vez como tantas otras solo esperaria que se calmara y dejara el asunto pasar. En eso escuche a la mujer que al voltear a verla estaba acompañada del capitan de barco*

-Él no se encuentra bien por ahora

*Le dije amablemente mirando a ambos y juntando mis manos delante de mi mientras jugaba la una con la otra*

-Pero yo si quiero hablar con ustedes

*Le dije fijando la mirada mas en ese hombre que en  la mujer, ya que él era el que sabia sobre el asunto de las sirenas e inmortales*

*Había visto antes como los hombres se deshacían atenciones con la muchacha, y es que era bonita en facciones y delicada en maneras, además de amable y respetuosa. Llamaba la atención de los hombres además,inconscientemente, por ser sirena, por eso es que al quedar sola, discimuladamente un par de hombres iban acercandose, pero al vernos llegar se alejaron de inmediato.
Me hizo gracia pues ella no parecía disfrutar ar de tanta atención.*

-De acuerdo, no te preocupes.

*Asentí amablemente sonriendo un poco y coloque una mano sobre su hombro para luego hacerle una seña para que pasara adelante al camarote que estaba en medio de reparaciones en las ventanas.*

-Eso fue... un potente grito ^^

*Sonreí con pena por mis ventanas y demás cristales del barco.*

-Gracias

*Le dije sonriendole de medio lado, mirando de reojo su mano y asintiendo con la cabeza a su peticion para entrar al lugar donde el me señalaba*

-Lo lamento, no sabia que podia hacerlo

*Me disculpe sniceramente bajando hasta la puerta y entrando al estar abierta pues asi la habia dejado el hombre de antes*

*Mire a la chica por su respuesta y solo asenti con la cabeza*

-Creo que esto sera mas tranquilo

*Al menos esa chica parecia mas fiable para la platica, ya que su amigo usaba demasiado el sarcasmo al hablar que nadie podia tomarlo enserio o de buena manera para dialogar*

-No te preocupes, lo reemplazaremos todo en cuanto lleguemos a Puerto seguro.

*Deje que la muchacha pasara adelante y con tetra junto a mi entramos detrás de ella a mí camarote.*

-Espero que si.
Ella... es algo especial de todas formas. Y creo que no sabe muchas cosas sobre ella misma.

*comenté sólo para mi amiga caminando junto a ella y pasando adelante para entrar por la puerta.*

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*Al salir de nuevo a la cubierta respire profundamente y me senti mas relajada, me alegraba que al menos algo hubiera salido bien cuando intervenia y me quede esperando al medico cerca de la puerta, buscando con la mirada a Adriel para darle la noticia de que ya podiamos estar aqui sin preocuparnos demasiado por nada*

*En cierto sentido me alegraba mantenerme ocupado lejos de Monique un momento, pues me apenaba demasiado estar cerca suyo y que de pronto por descuido dijera yo algo estupido que me pusiera en evidencia delante de ella, o me mal interpretara.
Por otro lado, mi deseo más intenso era ojalá pasar todo el día conversando con ella, pues me agradaba y quería conocerla en todo sentido, pero imaginaba de pronto que estaba siendo demasiado insistente y que ella se aburriría de mi y que necesitaba sus tiempos a solas...
Recordaba de nuevo la conversación que había tenido con el capitán y que me había explicado el tipo de persona que era Monique, que no podía esperar que ella se diera cuenta de mis sentimientos hacia ella si no se lo decía directamente, sin embargo me costaba reunir el valor suficiente para confesarme.
Seguí en silencio, ensimismado, a la señorita Aerith mientras ella avanzaba por la cubierta y yo le iba detrás como si fuera su guarda espaldas, aunque uno muy malo porque en vez de ir al pendiente, mi mirada y mi mente estaban aún en el camarote junto a mi querida Monique.*

*En cuanto marko salio a la cubierta empece a andar buscando a Adriel por donde lo habia visto irse antes de entrar a hablar con estas personas, asi que mis pasos llegaron hasta donde el timon, yo no podia ubicarme bien porque yo no sabia las partes de un barco pero podia solo preguntar o buscarlo infinitamente por todo el barco´*

-Adriel?

*le llame cuando llegue a donde el timon mirando a todos lados, lo habia visto a esta direccion pero no sabia si se habia movido*

*Tras estar varios minutos mirando al negro vacío que se extendía de lante nuestro, el horizonte apenas se podía distinguir entre el mar centelleante y el cielo lleno de estrellas que, de igual forma, titilaban llena do la noche de vida.
Vi al menos tres estrellas caídas que se precipitaron desde lo alto del cielo aparentemente al mar, sin embargo nunca creí cierto eso de que las estrellas podían caerse del cielo. De hecho, nunca creí eso de que el cielo era un manto lleno de pequeños fragmentos de Luna a los que llamábamos estrellas. Aunque pareciera ilógico, me atraían mucho más las ingeniosas teorías del viejo Giovanni, mi último mentor y el hombre mas inteligente que había conocido en mi vida, pues hasta en el seno de su demencia senil continuaba construyendo máquinas voladoras de maravillosa ingenieria, hasta que un buen día el destino quiso llevárselo.
Le dio una fiebre terrible con la que agonizó dos días enteros antes de exhalar su último aliento. Durante sus ultimas horas no paraba de repetir el nombre de su esposa y la suya fue, sin duda, la primera muerte en mi vida a la cual lloré con intenso pesar.
El mundo perdió su mano derecha y mitad de la cabeza el día n que perdió a Giovanni Borelli.
Aprendí, sin embembargde su ingenio y metodología de manera que me seguía ayudando hasta el día de hoy con sus notas y pergaminos viejos.
Las noches estrelladas siempre me hacían pensar en los ideales de ese abuelo desquiciado, y algo dentro de mi sonreía cada vez que me acordaba de su voz gritando a los cuatro vientos que algo le había funcionado...

Oí mi nombre en el viento y mi mente volvió la tierra en ese instante, regresandome al presente y a la cubierta del barco, donde reposaba el cuerpo contra el pescante mientras contemplaba el horizonte invisible.*

-Hmmm...

*Gruñi en respuesta, nada contento de que me hicieran regresar a la realidad.

*Camine intentando escucharlo para saber donde estaba pero no recibi una respuesta pronta solo un gruñido de reclamo al haberlo llamado, sin embargo eso basto para encontrarlo y arrodillarme frente a el*

-Oye medico ya podemos acomdarnos libremente EB las literas si así lo quieres

*Después de hablarle por su nombre pase a llamarlo como siempre pues sabia que si gritaba esa palabra tanto el como Marko me iban a contestar *

-Y bajaremos en Dominica sin problema

*Le anuncie esperando que la noticia le hiciera pasar su mal genio del momento*

*La figura raquítica de mi asistente no tardó en atravesarse en la hermosa vista panorámica que tenía delante de mi e interrumpir mis reflexiones privadas con ese tono de voz tan molesto que ponía cada vez que queria buscarme bronca.*

-Me hablas a mi o a quien...

*Contesté con simpleza y mirando a un costado de su cabeza al tipo que la seguía detrás, como una lapa molesta aunque más ausente que el espíritu de mi madre.
Sabía que Aerith se dirigía a mi, pero le había dicho millones de veces que me llamara por mi nombre cuando se dirigiera directamente a mi persona, pero era tan fastidiosa que a propósito me quitaba mi nombre y prefería llamarme simplemente Médico, como si solo fuera eso.*

-Hmmm...

*Volví a gruñir.
Estaba bien. Sabía que iba a funcionar bien si yo no estaba allí dentro y confíe en mis instintos, como siempre, de manera que ella arreglara la situación que por culpa de mi naturaleza se había desencadenado entre el capitán y yo.
Había tensión entre nosotros y era mejor si uno de los extremos aflojaba.
El resto no eran malas personas y confié e también en que la presenci del niño protegería e cierto modo a Aerith de cualquier daño.
Ningún hombre racional se atrevería a dañar gravemente a alguien en presencia de un niño.*

*Frunci los labios cuando hizo su comentario y solo apoye mis manos cerradas sobre mis muslos agachando la mirada antes de dar un suspiro, el era así y yo lo sabia así que solo intente relajarme*

-Quieres que vayamos a descansar a las literas o buscamos otro lugar?.

*Cuestione intentando mantener el animo que había tenido por haber logrado arreglar uno las cosas por mi cuenta y sin desatar mas líos*

-Tambien ese joven capitán quiere hablar contigo y arreglar el mal entendido

*Quizá eso le animara pues le levantaba el ego cuando el tenia la razón y otros no, así que quizá la disculpa calmara su mal humor*

*Estaba sentado con una de mis piernas flectadas, pero cuando Aerith me tapó a vista hacia en frente recogí ambas piernas y apoye los codos sobre mis rodillas.*

-Estoy bien.

*Le informé, más que nada porque podía ver el horizonte y calmar un poco mi ansiedad a diferencia de si estaba encerrado en los pisos de abajo.
Estuve a punto de contestarle de mala manera, pero me sobre vino un vértigo que me hizo agachar la cabeza y esconderla entre mis brazos con un gruñido, que sería por ahora mi única respuesta.*

-No parece, te ayudo en algo?

*Le reproche pues no se veía bien pero en lugar de eso se escondió de mi como si solo supera una molestia de nuevo para él *

-Supongo que te da igual

*Murmure ante su respuesta apretando mas mis manos antes de apoyarme en mis propios muslos para levantarme, si solo quería estar solo debía hacerme dicho antes fe seguir hablándole *

*Su insistencia me provocaba mareos. Hubiera sido mucho mas de ayuda si ella supiera reconocer los síntomas del vértigo y supiera como ayudar en vez de obligarme a mi, con la afección en toda su gloria, a decirle con lujo y detalle lo que me estaba pasando.
Le hubiera dicho si no implicara el riesgo de vomitarle en la cara, así que me quedé quieto y no dije nada mas.
Lo mejor en mi caso sería quedarme quieto, respirar aire fresco y frío y no bajar, por ningún motivo, a un sitio cerrado donde no pudiera ver el horizonte.
Habia perdido mis pertenencias en el barco desde donde naufragamos, si es que habían podido permanecer mis cosas a bordo y a salvo, así que no traía mi equipo ni mis remedios.
Con un poco de suerte, Robbin iría a buscarnos al muelle el día de atraco y recogeria nuestros bienes.
Intenté enfocar mi mente de nuevo y mire al cielo otra vez con los ojos hundidos de malestar, pensando en cualquier cosa lejana que no fuera relacionado con barcos y mar abierto.*

*Me quede en silencio mientras esperaba una respuesta que nunca llegó, ni llegaría sin embargo no podía hacer mucho porque no sabia de cosas como el pero si sabia quien*

-Marko podrá ayudarlo.

*Le pregune al hombre cuando recordé que estaba sobre el suelo firme y ahora marko eraa el unico a su nivel*