Camarote del capitán

-Ten cuidado.. hay vidrios por... por todos lados!

*Le estaba advirtiendo pero exclamé al final al darme cuenta de que avanzaba hacia mi descalza y me adelanté rápidamente para levantarla por debajo de los brazos y caminar con ella en volandas de vuelta hasta la cama.*

-Ponte tus botas! No sabes en que condiciónes está la cubierta, podrías hacerte daño caminando así!

*La reprendí por su irresponsable impulsividad y le alcancé sus botas del otro lado de la cama antes de adelantarme para salir a la cubierta.*

*Repentinamente a medio camino vi a Marko frente a mi y luego mis pies que estaban por sobre el piso, mire a Marko e hice un puchero especialmente cuando me dejo en la cama*

-Ya casi estaba en cubierta

*Dije a modo de reclamo, pero me vi obligada a quedarme en cama a ponerme mis botas y cuando lo hice me apresure a correr hacia la cubierta*

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*Tras ver aparecer a Jared en la cubierta y ver que se había lastimado, lo cargue de vuelta al camarote del capitán al mismo tiempo que ordenaba a algunos tripulantes que ingresaran a limpiar el desastre de los vidrios en el suelo.*

-No llores, Jared.
Quieres que todos piensen que eres un pequeño cobarde?

*Le pregunté sin reproche mientras que buscaba mi equipo para sacar el vidrio y sanar su herida.
Esperaba que no fuera muy profunda o iba a necesitar sutura. Probablemente habia dañado la red de tendones de la planta de su pie, por eso dolía tanto y tendria que sedarlo un poco.
Lamentaba que esto pasara justo ahora, pues tendría e ausentarme del lado de Henry para atender al niño.*

Negué con la cabeza y me seque los ojos luego de que -Marko me dejara sentado en un sofá amplio en el estudio y oficina de mi hermano.*

-No soy cobarde

*Le dije con voz fuerte haciéndome el valiente, aunque me dolía el pie y todo el reverso de la canilla. Respire profundo para calmar mi llanto y me distraje mirando a todo el mundo limpiar y otros que quitaban las cortinas para cubrir las ventanas sin vidrio con planchas de madera.*

-Y mi hermano?

*Pregunté entre preocupado y acongojado.*

*Encontré, en mi maletín todo lo que necesitaba y las vendas limpias, hervidas por varias horas y secadas al sol. Los fórceps estaban bien así como el resto de desinfectante que me quedaba aquí.*

-No te preocupes por el, debe de estar ocupado dando órdenes para limpiar este desastre ^^
Muestrame ese pie, a ver?

*Encendí varias lámparas y una llama desnuda para tener fuego disponible y luz suficiente para ver.
El vidrio no era grande, pero dejó una herida profunda en el pie pequeño del niño cuando lo saque con los fórceps y detuve la sangre con una venda.*

-No ha sido nada. Estarás bien dentro de poco ^^

*Parte de mi trabajo era tranquilizar al paciente, sobre todo si era un niño asustado de modo que intentaba que mi expresión no se notará preocupada.
Puse desinfectante alcohólico y luego le di de beber un poco de agua con gotitas de adormidera.*

-Voy a curar esto en un santiamén mientras duermes, vale?
Cuando te despiertes Henry habrá regresado y estarás curado.

*Le sonreí acariciando su cabello mientras bebía el agua con una cara de asquito, pues la adormidera era amarga al gusto.
Incline levemente el vaso para hacerle beber casi por la fuerza.

-Bebelo todo... eso es.

-Qué pasó?
Van a cortarme el pie?

*Pregunté porque había quedado todo roto y me había quedado bien asustado.
Comecen a beber, más tranquilo con lo que -Marko me decía aunque el agua estaba mala e hice un gesto para dejar de beber, pero Marko me obligó a seguir bebiendo y al terminar si hice un gesto de asco, pero en seguida comencé a sentir que me dormía.
Bostece y comencé cabecear sobre los cojines del sofá hasta que me quedé dormido.*

*Entre por la puerta para dar a un espacio mas parecido a un estudio, amplio y con muchas cosas, me recordaba al que tenia Adriel en Tortuga pero con cosas muy diferentes uno de otro*

-Yo puedo ayudar si me lo permite

*Yo podia limpiar y ayudar como el resto porque podia y de esa manera podia disculparme verdaderamente de haber causado daño a su barco*

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*Negué con la cabeza pues casi terminaban de este lado de la pared con los escombros de vidrio.*

-No te preocupes.
Sientate que tenemos que hablar.

*Le dije ofreciéndole una silla. Sin embargo lo primero que vi en la habitación fue a Marko rodeado de lámparas y que sanaba uno de los pies de Jared.
El tontito seguro que se habia levantado descalzo y se había lastimado sin querer con los vidrios rotos.
Dejé sin embargo la situación en las confiables y hábiles manos de Marko y fui a sentarme, junto con Tetra a mi lado, del otro costado del escritorio y serví un par de vasos de ron, para ambas y un tercero para mi.
Me ayudaría a aclararme las ideas en la cabeza.*

-Muy bien... yo soy Henry, como ya sabes y... bueno

*Estaba con los nervios de punta así que bebí el pequeño vasito de ron de un trago y me serví de nuevo para reservarlo en mi mano.*

-Primero que nada me gustaría disculparme por mi necia actitud de antes.
Ha sido todo un lío por mi y te debo una disculpa como a todos los demás.

*Entre despues de Henry y me di cuenta de que Marko y Jared estaban ahi, le sonrei al niño pero al pasar mi mirada por marko no pude evitar sonrojarme pues me habia hecho acordar de como me protegio cuando los vidrios se rompieron, pero solo desvie la mirada para ir junto a Henry para quedarme de pie a su lado mientras resolvia sus dudas*

*No voltee a ver a las personas dentro porque sabia que era el medico de abordo y el niño de antes, porque sabia por propias palabras del capitan que yo lo habia dañado aun si haberle tocado un pelo, pero por eso mismo no queria asustarlo mas de lo que le asustara mi propia presencia*

-Si ustedes nos disculpan por nuestro anterior actuar, estaremos a mano

*Le dije al hombre dejando la bebida de lado porque yo no tomaba nada de alcohol y no queria saber que me haria si llegaba a consumirlo, por su parte la mujer se quedo junto a él haciendole compañia como yo solia hacer con adriel*

*Observe a Jared dormido sobre el sofá con una expresión entre preocupación y ternura y luego volvi sobre la mujer.*

-Mi hermano siempre ha sido inquieto y, aun cuando es un niño, tiene una fortaleza de Guerrero.
Quien tiene que perdonarlos de seguro es el, pues yo se que hicieron ustedes según lo que crían lo mas seguro, y Jared sólo estuvo metiendo las narices,como siempre, en el sitio y momento equivocado.

*Esa equivocación le acarrearía consecuencias a su mentecita inocente independientemente del perdón otorgado. Por eso es que esa decisión tenía que tomarla el y no yo.*

*Mire a Henry al escucharle y luego de reojo a donde estaba el niño, pero solo asenti con la cabeza*

-Si me lo permite despues quisiera disculparme con él

*Le dije con sinceridad pues suponia que el tenia que estar presente para que no fuera a haber otro mal entendido*

-En cuanto al verdadero asunto de la platica....

*Dije sin intentar quitarle importancia al asunto de su hermano, pero que era un tema que debiamos aclarar rapidamente para evitar mas confusiones*

*Asentí calmado dando así i permiso para que ella hablara con Jared luego.
Cuando se trataba de él no había uda que era yo quien más padecía angustias sin final cuando el se recuperaba prontamente de todas las dificultades. Tenía una tremenda capacidad para superar momentos difíciles, cosa que yo nunca habia tenido. Vivía preocupándome por el y por todos incluso después e que los peligros acabaran.
Fruncí el ceño en cuanto el silencio se hizo en la habitación y podia oir a Marko cantando una linda melodía mientras trabajaba curando a Jared, casi como murmullos lejanos del otro lado de la habitación.*

-Bueno, me gustaría saber muchas cosas y no estoy seguro de cómo plantearlas, la verdad.

*Mire las ventanas rotas, ahora cubiertas con tablas que habían clavado provisoriamente en lugar de los vidrios.*

-Tengo entendido de que tu compañero posee... lo que llaman algunos, el don de Calypso. Pero mas que su condición,me interesa saber cómo es que la ha obtenido.

*En primer lugar y antes de cualquier otra pregunta, quería saber como es que había llegado a obtener la inmortalidad.*

-No me mal intérpretes, sin embargo, porque mi deseo no es obtener el conocimiento para malos propósitos. Puedes confiar en ello.

*Siendo ella una sirena y con todos los problemas que habia ocacionado, seguramente ella podía imaginar que yo quería ese don para mi mismo y mi tripulación. Nada más alejado de la realidad,.*

*Empece a escuchar sus preguntas, pero la primera fue la que causo que me mordiera el labio dudativa, pero no dije nada hasta que el temino de hablar y di un suspiro para empezar a hablar*

-Veran, yo se la di
Pero para entenderlo deberia explicarles como sucedieron las cosas

*Le respondi mirandole al hablar porque no queria que pensara que le mentia o algo por el estilo*

-Conoci al medico hace mas de diez años porque llegue a la clinica para ser atendida por una enfermedad, para esto yo no tenia ni la mas remota idea de mi verdadera condicion

*Empece a decirles con calma, dejandoles en claro que en ese tiempo ni siquiera imaginaba que yo pudiera ser una sirena*

-Durante mi tiempo de estancia en la clínica como paciente me toco ser testigo de la aparición de una sirena en la clínica que intentaba alimentarse del medico, yo sabia lo que era por las antiguas leyendas de marineros que me contaba mi padre.
Yo pelee con la sirena y con un poco de ayuda del medico logramos ganarle, siendo yo quien diera muerte a la sirena, sin embargo durante la pelea el medico resulto gravemente herido, el tenia muchos pacientes graves y que necesitaban de su ayuda para mejorarse,

*Para mi era un buen hombre y mas porque siempre ayudaba a todos a pesar de su mal caracter y peor aun en ese tiempo me habia enamorado de el sin darme cuenta, aunque eso no lo mensione para nada en el asunto*

-No sabia nada de medicina, pero sabia de muchas leyendas por eso es que en un arranque de desesperación yo le di la carne de la sirena muerta, esperando que el sobreviviera

*Les habia contado la primera parte de todo, donde habian iniciado todas las cosas que despues se desencadenaron*

*No pude evitar sorprenderme cuando oí su primera declaración pero, por fortuna, ella misma se encargó luego de aclarar el asunto.
Resultaba ser que una vieja sirena, de las cuales también tenía conocimiento, que tenían la costumbre de comer hombres o mujeres jóvenes guiadas por el odio a la raza humana y la necesidad de mantenerse ellas mismas en juventud y belleza, porque las sirenas llegadas a cierta edad también comenzaban a envejecer; habia atacado al hombre que, en un intento de protegerse el y a los suyos, se barrió en una pelea que no podía ganar, pues ningún hombre era capaz de luchar contra el hechizo que las sirenas convocan sobre ellos.
Resultante de esa pelea, como explicó Aerith, el hombre sufrió heridas mortales, y en su conocimiento de las leyendas de las cuales yo supuse que sabría en parte por su propia naturaleza, dio de comer al hombre la carne de una sirena que, probablemente dada la descripción de la muerte que Aerith le habia dado, no había muerto lo más seguro, y de ese modo ese hombre recibió l veneno que lo maldijo a la vida eterna.
Me quedé pensativo y para el final de la historia me había servido al rededor de cuatro o cinco vasitos de ron.*

-Aun no logro entender porque haz hecho algo así...
Tenias conocimiento de que la carne de sirena podia matarlo incluso más de prisa que cualquier herida mortal o, por el otro extremo, condenarlo a la tortura de una vida eterna pero no inmortal.
Aún así jugaste con la vida de un hombre al todo o nada sin su propio consentimiento, sin el saber a qué se enfrentaría si lograba sobrevivir al tortuoso veneno.

*Sin medir mis palabras di a conocer mis pensamientos restantes a la muchacha, cuya mirada reflejaba aún la culpa por lo que había hecho.
Suavice entonces la voz y mi expresión, compadeciendome de este par de almas cuyas vidas se habían entretejido de la peor manera conocida por el hombre.*

-Por el nombre de la diosa implorare por tu alma y la de aquel condenado, porque cualquier hombre que pisare la faz de la tierra, por muy condenado que estuviese desde su nacimiento, no conocerá tanta miseria en toda su vida como aquel para quien la eternidad lo guarda en contra de su voluntad.

*Murmuré con tristeza lamentando la desdicha ajena mas que la propia, pues yo sabía que al acabar mi vida acabarian mis sufrimientos, en cambio los suyos le seguirían para siempre.*

*Me encogi ligeramente de hombros a su reclamó pero no desvíe la mirada porque aun cuando me arrepintiera no podía hacer mucho*

-Yo no quería que muriera y sabia los riesgos, así como sabia que el era fuerte e iba a aguantar y sobrevivir o al menos quería creerlo, al final lo logró

*Y después su desgracia empezó gracias a esa tontería que había hecho*

-El me culpa todo el tiempo y mi propia culpa apenas la soporto yo, se que hice mal pero no podia ya remediarlo

*No creia que mas regaños fueran necesarios pues ya tenia con los de Adriel y no les incumbía el asunto*

-Yo apenas me entere que era sirena el día que naufragamos pero el no lo sabe

*Regañarla no era mi intención y por supuesto que se tía su arrepentimiento, pues lo llevaba escrito en sus ojos.
Alargue mi mano para tomar al suya y le sonreí*

-Bien o mal, hiciste lo que creías mejor en ese momento y un acto tan poco egoísta no merece ser regañado después de tanto tiempo, cuando las circunstancias pueden ser superadas y los problemas arreglados.
Aún si, si me lo permites y es tu deseo, puedo entregar a tu conocimiento el único consuelo que podría tener un hombre en su condena, que es la forma de terminarla.

*Le ofrecí, pero no sería ahora, pues teníamos ucho más de que hablar.*

-Me di cuenta de que no lo sabía y en mi error creí que mentía cuando negó entender mis palabras.
Creí por momentos que el hombre actuaba injustamente al obligarte a permanecer a su lado como fuente de vida eterna...
Tendré que dísculparme por todo el daño que he causado esta noche por creer en mi propio juicio.

*seguí su mano hasta que tomo la mía y solo le sonreír levemente*

-Seguramente el estará feliz de averiguar como terminar con esta vida

*Tantas veces lo había repetido que en ocasiones hubiera deseado darle la solusion. me rei por lo bajo cuando lo escuche y negue con la cabeza*

-Si por el fuera se hubiera desecho de mi hace mucho, pero las circunstancias nos hacian volver a juntarnos y terminamos trabajando juntos

*Y de ahi a convivir por diez años en que solo nos acostumbramos uno al otro*

-Nadie puede estar feliz de terminar con algo tan maravilloso a menos que sea una gran carga.
Coincidirá uqizqs conmigo en que probablemente su actitud no había cambiado mucho desde antes que se volviera inmortal. Estuviera vivo o muerto, siempre habría sido un amargado, pero eso era una actitud ante la vida sin importar cuan larga esta fuera.

*Me sonrei y solté su mano para servirme otro vaso de ron y servir otro más para Tetra, de quien casi había olvidado su presencia q causa de su tan prolongado silencio.*

-Pero dime, que tengo ganas de saber, cuanto tiempo ha que descubriste tu verdadera naturaleza?

*Pregunté un poco más entusiasmado, fuera por cambiar el tema tan deprimente o por el efecto del alcohol que comenzaba a calentarme las mejillas.*

*Me sonrei a lo que dijo*

-Quiza si
.
*No tenia razones para decir lo contrario porque en realidad Adriel no habia cambiado en nada desde que habia tenido la inmortalidad asi que despues era probable que no lo hiciera, ni despues de tanto tiempo. Lo habia visto servir tantos vasos de ron que le habia perdido la cuenta*

-Eso creo que sera apenas unos dos o quiza tres meses.
El tiempo en la isla nos hizo perder la nocion de los dias, al principio pudimos contarlos despues ya no sabiamos si llevabamos o no la cuenta

*Le respondi pensativa, ya que no estaba segura realmente de las fechas desde el naufragio hasta ahora*

-Imagino que debe ser todo un misterio para ti, todas esas habilidades que tu cuerpo se ha reservado durante años, y los nuevos sentidos que comienzan a despertar en ti.

*Había sido una preocupación incluso para mi cuando comence a evidenciar los rasgos y habilidades de un ser acuático al madurar, y eso que yo sabia por instrucción e mi madre que es lo que pasaria conmigo.*

-No soy un experto, pero si quieres, puedo ayudarte a comprenderlo mejor y controlar por ejemplo tu voz. Pues ya sabes de todo el desastre que provocaste en el barco por dar un solo grito ^^

*Hice un gesto amigable con una sonrisa mientras le ofrecía mi ayuda.
Si, estaba dispuesto a ayudarla a ella. En cuanto a su compañero, le dejaría por ahora pues parecia ser de naturaleza menos entregada que la muchacha.*

-El barco es limpio y la tripulación se preocupa bien del aseo de su entorno, así que no veo problemas en que puedan quedarse en las literas comunes.

*Si hubiera podido hacerles un espacio mas cómodo,l o habría hecho, pero dado que la mitad de mi tripulación se había uqedado en la última isla, había una privacidad bastante aceptable en los niveles inferiores.
Bebí de mi vaso una vez más,p ero me quedé extrañado cuando, de pronto me di cuenta que ya no quedaba nada asi que alargue mi mano a la botella para volver a servirme un poco mas de destilado.*

*Escuche junto a Henry toda la conversacion entre ellos estando atenta pero son llegar a hacer comentarios o preguntas mas aun cuando el principal interesado era Henry. No iba a negar que ne sorprendi ante todo lo que dijo la muchacha pero mi sorpresa fue mas grande al ver a Henry tomr un vaso tras otro de bebida y que lo hacia como si fuera tomar agua por lo entretenido ue estaba.
Mi vaso lo bebo en tiempos pues no solia tomar y no queria pasar otra mala situacion asi que cuando sirvio el segundo solo lo deje ahi pero rodee a Henry para acanzar la botella y retirarla de su alcanze ya estaba empezando a embriagarse*

-La verdad no he tenido oportunidad de pensar en eso, ni siquiera de poder practicar o empezar a conocerme

*Dije con sinceridad, pues entre sobrevivir y cuidar a Adriel a la llegada de ellos a la isla y poder subir al barco no es como que hubiera podido pensar mucho en eso*

-Me seria de gran ayuda, además de lo que se dice en leyendas no se en realidad nada de sirenas

*Decían quieran hermosas yo no me sentía asi, te cantaban hermoso y yo ni siquiera tenía buen entonación asi que quizá solo era una defectuosa*

-Le agradezco el ofrecimiento y lo tomarnos con gusto

*Le asegure notando el movimiento de la chicha para retirar la botella del alcance del joven*

-Te puedo enseñar algunas cosas de experiencia de aquí hasta llegar a -Dominica, nuestro destino. Un par de días será más que suficiente.

*Mientras hablaba con ella había retirado mi mano e hice el gesto como de querer tomar la botella, cerrando mis dedos al rededor de ella, pero al hacerlo la botella ya no estaba allí y en vez de eso flotaba por encima de mi cabeza.
Tarde un par de segundos en comprender que Tetra me la había confiscado y le puse ojitos de cachorro soltando un suspiro.*

-No puede haber una reunión así sin un poco de licor.

*Reclamé,mirando de reojo a la muchachita frente a mi en busca de su aprobación.*

*Estaba ocupado sanando a Jared y por eso tuve que ausentarme tanto durante la entrevista como de cubierta, en mi labor de segundo oficial supervisando las labores de reparación, pero estaba atento y con el oído bien pendiente de la conversación que estaba llevando lugar allí a algunos pasos de donde practicaba la sutura al pequeño niño y su pie herido.
Tras quitar el vidrio y quedarse dormido, presione la herida hasta que detuvo el sangrado e introduje una sonda dentro de la herida consistente en un palillo fino de metal, con el que comprobé que dentro no quedaba ningún objeto extraño ni restos del fino material cortante.
Procedí etonces a lavar la herida con agua hervida y tibia antes de rociarla con destilado de rábano que utilizaba como purgante para eliminar todos los humores malignos que pudieran meterse en la carne junto con el vidrio contaminado.
Después de eso procedí a suturar cuidadosamente punto a punto y no con una sutura de corrida de principio a fin como solían hacerlo otros practicantes del oficio.
Vendaba finalmente el pie del niño cuando oí el reclamo del capitán y mire hacia su lugar con reprobación.*

-Usted, capitán, no debería estar bebiendo destilados ni fermentados de ninguna clase, en primer lugar.

*Le corregí, aunque en un tono amable y respetuoso, dejando entrever sin embargo mi molestia bien solapada detrás de una sonrisa tranquila con la cual aprobaba la decisión de Monique de quitarle ese veneno de las manos.*