Camarote del capitán

*Traté de tranquilizar a Henry como pude mientras bajaba su temperatura y por suerte luego de unas horas estuvo tranquilo, aunque no estaba seguro como continuaría.
Escuché pasos en la oficina y tomé la espada que Henry me había entregado en mis manos, aunque si esperaba a Monique, no podía estar seguro de nada ahora.
Me asomé a travéz de la cortina y miré afuera.
A la luz de las velas el cabello de Monique se encendía de un color fuego.
Sonreí de medio lado y le hice una seña cuando me vio, para que viniera conmigo adentro.*

*Me desperté cuando sentí que la fiebre había disminuido y miré al rededor.
No había nadie. Creí que Marko estaría junto a mí pero entonces recordé a Jared.
Quizás había tenido problemas con él y había ido a verle así que traté de levantarme.
Apoyé mi codo en la cama y cargué con mi peso para llegar a la orilla de la cama.
Estaba sudado completamente y temblaba de fiebre.*

*Fui lo mas silenciosa posible mirando a todos lados, los pasos en la habitación de Henry me alertaron y me quede mirando tomando la empuñadura de mi arma para atacar si era necesario.
No exprese nada al ver a Marko y solo le segui cuando me hizo la señal*

*El ambiente principal de todo el barco era la tensión. Todos íbamos desconfiando de todos. Incluso vendría desconfiando de Monique si no fuera por la confianza incondicional que el capirán había confesado tenerle a ella.
Cuando entré de nuevo en la habitación y vi a Henry tratando de levantarse, fui a su lado y le detuve.
Aún su temperatura era bastante elevada.*

-Qué estás haciéndo?... Quédate tranquilo, Henry.
Debes reponer tu fuerza.

*Me alegraba que hubiera despertado justo a tiempo pero no dejaba de preocuparme.*

*No me percaté de la presencia de Marko hasta que estuvo junto a mí.*

-Y Jared?... cómo está.

*Pregunté de inmediato, mirando por encima de su hombro a Monique de pie a la entrada.
Le sonreí débilmente*

-Ayudame a sentarme... Necesito... conversar algo con ambos.

*Ordené apoyandome en Marko para poder acomodarme.*

*Me quede en la entrada mirando como Marko ayudaba a Henry, ni siquiera le devolví la sonrisa*

-Ustedes lo único que quieren es que me terminen matando por traición y fuga

*Les acuse lanzando las llaves a la cama y cruzándome de brazos mientras esperaba que se pusieran a hablar*

*Ayudé a Henry a sentarse en la cama y me quedé a su lado, por si necesitaba algo.
Miré de reojo a Monique y negué con la cabeza. Estaba equivocada, pero ahora sería momento de aclarar todas sus dudas.*

-Le ruego escuche a mi capitán.

*Dije volteandome hacia ella y sonriendo levemente.*

-Claro que no...

*Estaba enojada. Lo sabía, luego de todo lo que le había dicho y hecho era lógico que estaría con ese humor.*

-Primero que nada... quería pedirte disculpas por lo que ha pasado y que sepas que no dudaría, ni un solo instante de mi vida, en cualquier palabra que viniera de tí.

*Murmuré por si las paredes tenían oídos.*

-Luego... darte las gracias por todo lo que haz hecho por mí que han sido solo molestias. Pero me temo que tendré que continuar siendo una gran molestia para todo el mundo.

*Me sostuve del hombro de Marko que se había quedado junto a mí para serme de apoyo.*

-Me temo también que algo está ocurriendo en medio de mi tripulación, y por mi falta de liderazgo te has visto envuelta en un problema que realmente no te competía.

*Le expliqué brevemente, lamentando que una situación así surgiera en este preciso momento.*

-En vista de lo problemático que podría ser, estoy dispuesto a dejar que te marches si así lo deseas. Puedes abandonar el barco ahora mismo. Puedes tomar todo lo que quieras del barco y un bote para navegar de vuelta a Port Royal y me encargaré de cubrir tu escape.

*Me sentía culpable por todo lo que la había hecho pasar, y si ella quería marcharse y no tener nada más que ver con todo esto, no iba a culparla si decidía irse.*

*Escuché a Henry, al principio tranquilamnte. Pero luego su discurso comenzó a tomar un rumbo inconcebible y negaba con la cabeza, negandome a creer lo que decía.*

-Qué pretende, capitán.
Insinúa que quiere resolver todo este asunto por su cuenta?
No se da cuenta? Es casi toda una tripulación en su contra y mírese. Si no puede ni siquiera sostenerse en pie!

*Había perdido la cabeza por la fiebre.
Le toqué la cabeza y tomé algo de la medicina que le había dado hace horas antes.*

-Señorita, por favor, ya no escuche las palabras de este hombre delirante.
Se ha vuelto loco por la fiebre. *Rogué esta vez, contradiciendo mis propias palabras de hace solo un minuto, queriendo obligar a Henry a recostarse otra vez.*

*Fulmine a Marko con la mirada, no tenia nada en contra de el y preferia que se mantuviera ajeno sino queria que de verdad empezara a tener algo en su contra*

-Ya lo escuche suficiente hace un rato

*Le recorde, pero voltee a ver a Henry al escucharle por lo que frunci el ceño ante su comentario respondiendo en la misma manera que ellos*

-Si, lo demostraste mucho hace un rato

*Dije con sarcasmo, estar molesta no era bueno para mi pero tampoco podia estarme como sino hubiera pasado nada solo por el aprecio que le tenia a Henry y a su "
hermano"
.
Me quede en silencio escuchando su explicación sin dejar de mirarle con dureza y recelo aunque curiosamente el enojo se me iba pasando, mire a Marko y escuche lo que dijo pero no le preste aparente atención sino solo hasta que hable*

-Pues bien, me marchare.....

*Dije con firmeza dejando en mi mente el espacio hasta que vi sus reacciones sorprendidas ante mi respuesta, por lo cual relaje mi expresion*

-cuando lleguemos a tortuga y tu problema este resuelto.

*Dictamine sonriendole de medio lado sin dejar de estar recargada en el marco de la puerta y con los brazos cruzados*

-Si tu quieres Marko, también puedes irte. Solo lleva a Jared contigo a un lugar seguro...

*Dije tranquilamente mientras me daba la medicina y luego de tragarla le miré, sonriendo.*

-No culparé a nadie por querer sobrevivir... Es puramente humano ^^

*Murmuré al final y me sorprendí, aunque más que sorpresa era un alivio preocupante por la respuesta de Tetra.
Aún así asentí con la cabeza y miré a Marko.*

-Y tú?

*Pero entonces oí a Tetra otra vez y sonreí.*

-Sinceramente, es algo mucho más parecido a lo que esperaba escuchar.

*Confesé mirándola por encima del hombro de Marko que me obligaba ahora a recostarme en la cama.
Cuando volví a abrir los ojos solo ví las vigas del techo.*

-Ahora... si me lo permiten, les voy a contar una historia ^^

*Dije con tono cansado al final.*

*Mi reacción sí que fue de sorpresa cuando oí la respuesta de Monique y lprocesando las palabras del capitán me quedé simplemente en silencio.*

-Claro.... por supuesto que no me ire de su lado!

*Dije como ofendido mirando de nuevo a Monique luego de oír su respuesta.
Ya no podía entenderlos, a ninguno de los dos.
Era confuso estar entre dos personas que gozaban de tener un lenguaje privado que solo ellos dos comprendían.
Tomé a Henry por los hombros y usando mi brazo como soporte en su espalda le incliné hacia atrás, obligandole a recostarse de nuevo.
Estar de pie dificultaba su recuperación.*

-Supongo que la contará de todas formas si le digo que no, y que primero debería descansar.

-Por desgracia me conoces tan bien como yo a ti

*murmure a su respuesta permaneciendo en mi lugar y mirando a ambos hombres tranquilamente*

-Pero eso no quita que te de un buen golpe cuando menos lo esperes

*Le recorde riendome a las palabra de Marko*

-Es mas facil que lo vigiles a que lo hagas permanecer en cama

-Eso ya lo tenía previsto.
Por un momento creí que te ibas a lanzar encima mío en ese mismísimo instante.

*Sonreí y miré a Marko, pidiendole que levantara mis almohadas y cuando lo hizo inspiré profundamente.*

-Creo que Monique conoce un tercio de la historia, pero Marko no, así que comenzaré por el principio.

Estos hombres, los gitanos, son mi familia.
Y no hablo de familia sentimental, sino de familia carnal, hermanos de raza y nación.
Hace mucho tiempo antes de que yo mismo naciera, los gitanos pertenecían a un país el el suroeste de Europa, Rumania.
Cuando este país fue conquistado, los Rumanos en vez de someterse a sus conquistadores prefirieron convertirse en nómades, en busca de su paraíso que les habían quitado.
Una de esas colonias de Rumanos, que ahora el mundo llama Gitanos, llegó a este lado del mundo bajo un alero de misterio y se asentó en la Isla Nueva Providencia.
Allí encontraron un pequeño paraíso al cual protegían con toda su alma.
Décadas mas tarde yo mismo nací en esa pequeña y amable comunidad. Crecí conociendo el idioma de los gitanos, sus creencias, su religión, su viaje en busca del amanecer más allá del horizonte vino a ser también una añoranza de mi corazón, hasta que esa colonia de gitanos fue exterminada por los piratas.

*No me detuve en los detalles. No les hablé de mi madre, ni de mi abuelo, ni de la cruel forma en que mis compañeros y familia fueron asesinados.
No les hablé de Krad ni de Dannia, ni de las personas a las que asesiné para sobrevivir.
Continué la historia sin embargo contándoles que viajé en un barco donde aprendí a sobrevivir, me hice pirata, diestro con la espada y heredé una de las piezas de ocho de la Hermandad... La que pertenecía a Dannia.*

-Así es como llegué a ser un gran pirata...
No es gran cosa, pero me propuse que, con este nuevo poder que se me había otorgado, iba a cumplir mi deseo de proteger a las personas necesitadas. Sería la espada que liberase del sufrimiento a las personas que no tenían salvador. A quienes nadie se inclinaba para escuchar su lamento. Crearía un nuevo hogar para esas personas a quienes les habían arrebatado el suyo.
Todos los que tripulan este barco fueron alguna vez esa clase de persona. Incluidos los gitanos a quienes les arrebataron su tierra.

*A qué quería llegar contando esa historia?... creo que ya lo había olvidado de tanto pensar en el pasado...*

*Me sonreí a las palabras de Monique y luego solo presté atención a Henry.
Cada una de las palabras me sorprendía más y más. Desde el mismísimo principio, saber que el capitán había nacido en una comunidad Gitana y que mi sangre también corría por sus venas. Saber que realmente era un pirata como contaban las historias y que además poseía un título en la Nobleza de los piratas...
La información era abrumadora y contradictoria.
Creía que los señores Pirata de la Hermandad eran gente cruel y nefasta, como lo contaban en las historias. Todo lo contrario a lo que era realmente Henry.
Cuando acabó me quedé con la mirada en el suelo. Mis manos apretaban mis rodillas.
No había palabras en mi boca para decir.*

*A diferencia de lo que creia Henry sabia un poco mas de él a causa del tiempo que pase cuidando a su madre en el barco de Dannia pero jamas se lo habia dicho y preferia mantenerlo asi.
Escuche con atencion, su historia pero no entendia a que queria llegar con todo ese cuento*

-Y a que viene que recuerdes eso?

*Pregunte mirandole fijamente, me sentia desesperada y poco paciente asi que queria que dijera lo que tenia que decia*

*Suponía que debía de ser extraño, sobre todo para Marko, enterarse de esas cosas, sin embargo era necesario.*

-Constituí esta tripulación con el deseo de ayudar a toda esta gente, mis hermanos.
Me es una carga terrible el tener que separar y disolver lo que he logrado a causa de los deseos egoístas de solo algunos.
No perdonaré a quien lastime a mis seres queridos, sin embargo quisiera, en lo posible, que la mayor parte de ellos se salvara.

*Contesté a Tetra manteniendo su mirada.*

-Vamos a enfrentarnos a un grupo de gente que es capaz de lastimar a un niño solo por lograr su objetivo. Deberemos tener desde ahora mucho cuidado y prestar suma atención a todos y cada uno de los tripulantes.
Descubrir a quienes planean el mal, y proteger a quienes no se dejan influir por ellos.

*Aun seguia sin entender cual era el proposito que buscaba Henry, pero al escuchar lo ultimo sonrei de medio lado entendiendo finalmente lo que que queria hacer*

-Quieres un infiltrado

*Conteste mirandole tranquilamente y moviendome por primera vez de la puerta para acercarme a la cama*

-Pero... capitán...

*Fueron mis primeras palabras luego de poder asimilarlo todo en una sola línea cronológica de las cosas, y aunque aún había partes de esa historia que se mantenían en completo misterio, comenzaba a entender básicamente qué era lo que Henry temía en realidad, y cuán importante era para él lograr esto.*

-Un infiltrado? Y a quién enviará para realizar esta labor.
Usted o Jared, por ningún motivo lo permitiré.

*Yo mismo lo hubiera hecho si no hubiera sido porque en la tripulación me conocían lo suficiente como para descubrirme de inmediato.
Entonces me di cuenta de cómo se miraban ambos y creí entender, casi retrasado, todo su plan.*

-La... señorita Monique?
Pero es una mujer... pretende enviarla en medio de ese monton de.... pirañas?

*No hallaba la palabra precisa para describirlo, pero era algo parecido.*

-Es lo que estaba pensando...

*Sonreí viendola venir, aunque Marko no se veía muy feliz.
A sus palabras miré a Monique de reojo y sonreí ampliamente.*

-Si estás dispuesta a hacerlo, no tengo problema alguno
*Solo si ella quería. Tenia algunos planes en mente para lograr que funcionara*

*Me sonreí a la sorpresa de Marko*

-Ahora yo te contare una pequeña historia Marko

*Dije mirando al hombre y sonriendo divertida*

-En un tiempo cuando Henry se unió a una tripulación pirata, su único amigo en ese lugar era una joven mudo.
Quien lo cuido, ayudo y protegió lo mejor que pudo durante un año o menos, este joven aprendió muchas cosas en el barco hasta que lamentablemente por un descuido fue descubierto por el capitán de ese barco.

*Conteste pasándome por la habitación buscando un cuchillo o una daga entre las pertenencias de Henry. Cuando la encontré la tome y la lleve conmigo*

-Puedes adivinar de quien se trataba?

*Pregunte sentándome frente a él, en la orilla de la cama junto a los pies de Henry mientras recogía mi cabello en una coleta*

*Al contrario de lo que hubiera imaginado, ella parecía entusiasmada con la idea.*

-No creo que sea una buena idea... yo... *Me callé cuando Monique se acercó y ví lo que hacía, con extrañeza.
Negué levamente aunque quizás, si hubiera conocido mejor la historia de ambos, me lo hubiera imaginado.*

*Sujete la coleta con un listón para luego tomar la daga que había dejado en mis piernas, mirando a Marko a su respuesta*

-Es fácil, cierto Henry?
Era yo.

*Dije mirando a Henry ante mi pregunta, tome mi cabello con una mano y con la otra pase la daga por sobre el agarre de mi coleta para cortarla de un solo tajo*

-Es una lastima por mi cabello, pero ya volverá a crecer

*Comente con un poco de tristeza, pasandole mi cabello a Marko*

-Tendrán algo de ropa que pueda usar y unas vendas...ah y un sombrero

*Solo asentí, sonriendo.*

-Por supuesto.
No hay nada de que preocuparse. Monique es mucho más fuerte de lo que aparenta y tiene experiencia en hacerse pasar por un varón.

*Aseguré ante la tremenda angustia que Marko parecá estar sintiendo, sobre todo por su expresión cuando vio que Monique se cortaba tan brutalmente el cabello.*

-Yo puedo pasarte algunas de mis ropas.
Supongo que tendrás que remendarlas un poco. Ahora estoy más grande que tú.

-Es así como ustedes dos se conocieron?

*Me sentía avergonzado, como si no supiera nada de mi capitán ni de Monique. Como si fuera un completo desconocido.
Tomé su cabello entre mis manos y la observé luego.*

-Es inconcebible... Es peligroso.
Aún cuando sea fuerte y tenga una gran disposición, no es posible que yo acepte algo así.

*Y me parecía inconcebible que Henry se lo tomara tan a la ligera.*

-Y qué pasará si la descubren otra vez?