Santa Bárbara

*Deje que me abrazara y le devolvi el abrazo afectuosa y consoladoramente pues ahora parecia un niño lloron igual que hace años*

-No lo volvere a decir, pero de esa manera sabras que no por las buenas o las mañas me iria de tu lado de nuevo

*Le dije para que supiera la realidad de mis palabras, que estaria ahi para lo que necesitara siempre*

-Tu ni yo, los dos estaremos juntos

*Le asegure besando su frente para que se relajara y dejara que toda esa soledad empezara a llenarse de la compañia que le habia faltado*

*Me seque las lágrimas en cuanto me separé de ella y sentí su beso en mi frente, pero negué con la cabeza y la tome por los hombros*

-Llevo... llevo a Dannia dentro de mi, Tetra.
Ella me controla desde el infierno y quiere vengarse por lo que le hice.
De verdad es inmortal, Tetra. Sigue viviendo o a través de mi para que lleve a cabo sus deseos.

*Le expliqué casi con desesperación.*

-No quiero abrir los ojos y ver que te he lastimado. No puedo controlarme cuando estoy bajo su poder.

-Eso no es cierto, tu solo llevas la perturbacion que ella te causo, y yo te voy a ayudar a que estes bien

*Le dije manteniendo mi mirada firme en el, porque no iba a cambiar de opinion y menos aun ahora que ese par de locos habia vuelto, no iba a dejarlo solo y que ellos arruinaran las cosas mas tiempo*

-Pero yo estoy aqui para intentarlo, te mantendre en control siempre que pueda

-La siento conmigo, oigo su voz diciendome cosas y mi cuerpo le obedece cuando me da una orden. Qué puede ser eso más que llevarla dentro? Están gravadas en mi memoria sus palabras y las oigo cuando estoy peleando. Aún en mi cuerpo llevo la obra de sus manos y cuando veo a Jared... siento que son sus ojos y es ella quien me observa a través del niño. 

*Jared me hacía recuerdo de ella cada vez que lo veía, pero anulaba ese odio cuando estaba con el niño porque jamás lo veía a los ojos, porque me había acostumbrado a ver su cabello, su sonrisa, a fijar mi mirada más allá de la suya para no ver a la mujer en él.*

-Cuando ... cuando era más pequeño no podía soportarlo. Odiaba al bebé que había nacido de su vientre a pesar de que yo mismo lo salvé de la locura de su madre.
Intenté asesinar a Jared tantas veces que Luan tuvo que atarme mientras dormía. 

*Nunca habia hablado de eso. Nunca había hablado de esos años posteriores a la muerte de Dannia, porque habían sido los peores con la culpa y sin saber como enfrentar mi nueva vida en "libertad".
No... no era libertad. Nunca volvería a ser libre porque estaba esclavo de mis recuerdos.*

-Amo a Jared como a mi propia alma. Es un niño extraordinario y todo lo contrario a su madre. Pero me asusta tanto como si fuera ella y no puedo evitar odiar esa parte de él.
Qué pasará si no puedes controlarme? Y si lastimo a Jared mientras no estás conmigo?

*Estaba entrando a desesperarme imaginando las posibilidades.*

*Le escuche su explicacion, asi que con cuidado y ternura lleve mi mano a su cabello y le acaricia dulcemente, mirandole con compresion*

-No puedo decirte que se lo que estas pasando, porque no es cierto. Pero se que todo quedo en tu mente, que eso que vives es solo el recuerdo uno muy malo que esta incrustado en tu mente pero que puedes ir quitandolo

*Le dije, intentaba ser sincera, pero no demasiado dura con las palabras como siempre solia serlo, sin embargo tampoco las hacia parecer bonitas porque no era lo mio*

-Oye, tranquilo y deja de pensar eso

*Dije colocando ambas manos a los costados de su mejilla*

-Tu amor a ese niño es mas fuerte que el odio a esa mujer y lo se porque e sido testigo de lo que has sido capaz de hacer por el, asi que no tienes que llenar tu mente de dudas ni imaginar nada, porque solo estas haciendo que tu mente se cree ideas que no son

*Y eso era lo que le estaba haciendo daño a su cabeza y a su actitud, a reaccionar tan fuera de si que no podia controlarse adecuadamente*

-Eres fuerte, por eso aguantaste tantas cosas y podras aguantar y superar esta situacion

-No se como quitarlo. Si fuera posible, lo habría hecho pero a pesar de que lo intento ella sigue conmigo.

*La mire fijamente a los ojos mientras me hablaba y luego, con miedo, puse mis manos sobre las suyas en mis mejillas.*

-Y si no puedo... acabaré mi vida con mis propias manos.

*Susurré. Es lo único de lo que estaba seguro. Antes de que mis seres queridos acabaran lastimados, acabaría yo con el peligro incluso si lo peligroso era yo mismo.*

-...así como acabe con Dannia para proteger a Jared...

-Agotaremos las posibilidades para ayudarte

*Le sonrei amablemente y tome sus dedos entre mis manos*

-Para eso falta tiempo, y como te dije, primero buscaremos la manera de que todo esto vaya mejor

*Asi fuera que tuviera que buscar brujos, sirenas, piratas, inmortales o quien fuera para que me ayudara a sacar a Henry de ese mundo de oscuridad*

*Me sonrei y, entre toda la carga y la pena que sentía asomó, en esa sonrisa breve y ligera, un atisbo de esperanza.*

-Amiga de mi alma...

*Me lancé a sus brazos y la rodeé con los míos, besando su cabeza una y otra vez antes de estrecharla dulcemente y con afecto.*

-Qué sería de mi si no hubieras aparecido. Que sería de mi...

*Probablemente nada...
Probablemente todo seguiría igual a como había estado durante tantos años, porque mi inestabilidad emocional había regresado cuando ella regreso a mi vida. Pero no podía fingir y pensar que si ella desaparecía de nuevo todo volvería a ser como antes. No.
A pesar de todo, yo no podría permitir que ella se alejara de mi otra vez, porque habia regresado a sacar el veneno atrapado dentro de mis heridas cerradas, aunque para eso tuviera que volver a abrirlas.*

*Sonrei al ver su pequeña sonrisa y le deje que me diera sus afectos pues no me molestaban en lo mas minimo, era mi amigo y eso me recordaba al pequño Henry que era antes*

-Serias un tonto

*Le dije a modo de broma, abrazandolo por la cintura que era lo que tenia a mi alcance*

-Ahora se que quiza es pronto, pero tenemos que arreglar el asunto de los naufragos

*Me reí divertido y asentí .*

-Aun lo soy... pero soy un tonto afortunado por tenerte a mi lado ^^

*Cuando hablaba con ella me sentía mas liviano, como si pudiera compartirle un poco del peso que cargaba sobre mis hombros y confiarle mis confesiones mas vergonzosas que nadie más sería capaz de callar como ella.
Me alejé y tome sus manos mirándola una vez más.*

-No se si estoy preparado... no se como enfrentar de nuevo una situación que acaba de sacarme de mis cabales una vez.

*Me había deshecho de mis dos espadas por eso, porque de ellas provenían las voces que escuchaba y ya no quería volver a oírlas por ahora, aunque hablaban muchas veces con sabiduría.*

-Quedate a mi lado mientras dialogamos. Probablemente seas capaz de mantenerme a raya.

-Que buen merito me das

*Le dije siguiendo su broma y le mire cuando se aparto tomando solo mis manos, asi podia ver mas su rostro para ayudarle aunque fuera a reir un poco*

-Tenias mas cosas en la mente, ahora solo tendras este asunto

*Le dije apretando sus manos con las mias y poniendome de pie para atraerlo conmigo a que se pusiera de pie*

-Yo estare a tu lado para ayudarte y guiarte en lo posible, asi que vamos

-Pero que voy a hacer?

*Pregunté con el ceño fruncido*

-De ninguna manera puedo dejar que ese hombre siga su camino libre de castigo.
Comer una sirena es un crimen capital que Calypso no perdonará. Si lo paso por alto, que los dioses me protejan de su furia!

*Y de ninguna manera me iba a permitir exponer a Jared o a mi tripulación al rencor de una criatura divina que, por lo demas, no me guardaba muchos afectos.*

-Primero hablaremos, luego juzgaremos

*Le dije manteniendo mi mirada fija en la de el y dando un suspiro*

-Tambien tienes que escucharlos a ellos

*Y no solo decidir por que era lo que el se habia propuesto hacer al eliminar a los inmortales*

*Asentí levemente.
En realidad sólo había jurado acabar con aquellos que torturaron a mi madre, pues la mitad de ellos habían pagado su error al morir con el veneno que les supuso la carne de sirena y la otra mitad padecían e una vida sana n fin en la que morían incansablemente para resu itar y volver a morir de mil maneras.
Me sorprendía que hubiera inmortales además de ellos, a quienes yo conocía.*

-Los escucharé, tal y como le lo dices. Pero si resulta ser que ha comido carne de sirena a voluntad y ha hecho daño, no responderé por mis actos.

-En ese momento decidiremos que hacer

*Con eso el tendria la libertad de saber que iba a apoyarlo siempre que supieramos lo que habia pasado con ellos dos, y mas aun sin tener que lastimar a nadie aun hasta que sepamos que era lo que habia pasado*

-Vamos

*Le dije manteniendo solo una de sus manos sujeta para tirar suavemente de ella y animarle a andar a la cubierta*

*Inspire aire profundamente y lo solté para luego asentir levemente a su invitación con seriedad.
Seguí l movimiento de su tirón para levantarme, sacudí mi ropa, limpié mi rostro de cualquier rastro de lágrimas y me arreglé el cabello para pretender estar presentable.
Reuniones como estas siempre me ponían nervioso, por mucho que luego me mostrara de lo mas seguro, en los momentos previos mi cabeza se llenaba de preocupaciones.
Lo bueno es que Tetra camino a mi lado todo el trayecto, excepto cuando tuvimos que subir por la estrecha escalera que la hice pasar delante de mi.*

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-Eso es, eres un buen niño

*Le anime sonriendole al ver que se medio arreglaba despues de como habia quedado de tanto llorar, mantuve mi sonrisa y cuando estuvo listo asenti con la cabeza, empezando a andar a su lado hasta subir la escalera, esperandolo en la cubierta cuando llegue primero arriba*

*Regrese a las bodegas donde fui a acomodarme al escondite con cajas y cobijas que habia armado Adriel, el no me queria cerca y lo sabia pero habia intentado ayudarle aunque tambien habia terminado sometiendome a su voluntad a pesar de no tener a nada a que quedame.
Di un suspiro recostandome sobre las mantas del suelo y me acurruque ahi cerrando lo ojos para intentar descansar, podria darme cuenta por el silencio si alguien venia pero por ahora ya era hora de descansar*

*Busqué a la señorita por todo el barco. 
Creí que habría ido a las literas, pero por mucho que pregunté por ella, nadie allí la había visto.
Allen me ayudó entonces a ir a buscarla y yo bajé solo hasta los calabozos donde registré el lugar sin ningún éxito. Subí piso por piso, registré habitación por habitación y pregunté tripulante por tripulante, pero fue como si ella hubiera simplemente desaparecido.
Con los nervios en punta, caminé durante minutos eternos de un lado a otro por la cubierta mientras repasaba mentalmente todos los sitios donde había buscado y donde no, aunque estaba casi seguro de haber registrado todo el barco. Estaba pensando en cómo le daría las noticias al capitán cuando Allen vino a mi desde los pisos inferiores con una sonrisa esperanzadora y, con el alma pendiendo de un hilo, me guió al Santa Bárbara saltando por encima de varias cajas vacías y hasta el fondo, donde ni las ratas de seguro se atreverían a llegar, en un rincón oscuro y frío rodeado de cajas vacías.
Allí, tendido entre barriles tambaleantes, vi una tela sucia y raída que alguien había acomodado para tenderse debajo, a modo de escondite.
A simple vista y desde lejos parecería una pila de cajas cubiertas, pero al acercarme me di cuenta de que había pasado por alto ese escondite todo el tiempo.*

-Señorita Aerith?

*Pregunté con voz suave, adelantándome para correr un poco la manta polvorienta que, al manipularla, soltó una espesa capa de polvo que me hizo estornudar.*

*Me quede comoda en aquel lugar descansando sin problema, que por el cansancio termine quedandome dormida a los pocos minutos, al menos ahi Adriel habia dicho que estaria segura y no me preocupe de nada ni de nadie.
Paso buen rato durmiendo, no escuche cuando me llamaron pero si fui capaz de escuchar un estornudo que me hizo despertar y aunque me tomo por sorpresa crei que seria Adriel pues era el unico que conocia ese lugar asi que solo me incorpose un poco para abrir los ojos, pero si me sorprendi mas al darme cuenta que eran otras personas las que estaban ahi*

-Como me encontraron?

*Cuestione fregandome los ojos al notar que era el medico y alguien mas, pero no me movi mas de donde estaba*

*Me cubrí la boca y la nariz y estornudé de nuevo una vez más antes de recomponerme para fijarme en la muchacha.*

-Gracias a Dios... creí que habría desaparecido.

*Comenté aliviado de verla, y verla sana y salva aunque algo somnolienta lo cual era lógico ya a altas horas de la noche, pues ya casi amanecía.*

-Lamento haberla despertado,  pero la estaba buscando desesperadamente por todo el barco. Al no verla en la cubierta cuando regresé imaginé de todo lo peor.

*Me disculpé sinceramente, escusándome pues no era más que cierto que la había estado buscando junto con Allen.
Me hice a un costado, evitando mover demasiado la disque cortina para no volver a estornudar, y Allen saludó a la muchacha co un movmiento de mano.*

-Él es Allen, mi aprendiz. Tiene ojos de águila y un sentido de la orientación del cual yo carezco absolutamente.
Fue él quien afortunadamente ha dado con usted.
Por favor, acompáñeme a las literas.

*Le mire cn los ojos adormecidos mientras hablaba y hasta que termino pero al hacerlo solo negué con la cabeza, pues no quería ir a las literas donde más gente habría*

-Aqui estoy bien, no quiero estar alla

*Dije con sinceridad, iba a estar allá porque Adriel estaría, pero el no parecia ni siquiera querer estar aquí, salude al muchacho con un ademan de la mano cuando lo presento para luego mirarle de nuevo*

-No quiero estar allá arriba con esas personas

*Por decirlo de buen modo*

*Me quedé como impresionado ante su negativa, pero a pesar de que me habia interrumpido a mitad de mi peticion y de expresar tanta aversión por todos nosotros, intenté mantener mi temple amable y volví a insistir.*

-Se me encomendó la tarea de acomodarla en las literas. Mi capitán me castigaria severamente si supiera que ante sus órdenes he decidido dejar descansar a sus invitados en este lugar tan inapropiado

*Intenté explicarle, pero parecía que las sirenas no sólo tenían cola sino también las orejas de pescado, pues mis palabras parecían caer en oídos sordos.*

-Señorita...

*Me angustiaba, pues deseaba poder cumplir mi cometido y responsabilidad, y en cuanto a la salud de los tripulantes de este barco tenía el doble de responsabilidad.*

*Le mire cuando hablo de nuevo y me hice bolita mientras permanecía sentada en el suelo, sin embargo su explicacion me hizo encoger, y lamentar la situación*

-Si subo estaré bien?

*Había maneras de interpretar el estar bien y yo quería estar bien. Meenpece a levantar para oro con ellos al menos quería evitar mas problemas*

*Me enternecía de una manera que no creía posible por una persona de su edad, la forma en que ella parecía preocuparse por su propio bienestar. Parecía una cría asustada por el acecho de bestias crueles, lo cual estaba lejos de ser cierto.
Es verdad que los hombres podían demostrarse irrespetuosos a veces, sobre todo dada su naturaleza, pero estaba seguro que nuestra tripulación estaba compuesta por gente decente y ejercerían auto control si recibían una orden del capitán a través de mi.*

-No se preocupe...

*Comencé a decirle, pero Allen de me adelantó con tanta firmeza en sus pies que parecían de plomo.*


-Yo me encargaré de custodiarla! No tiene que preocuparse por nada, porque yo me quedaré junto a usted en todo momento ^^

*Dijo decidido a cumplir su palabra, y como juramento se llevó la mano empuñada sobre el pecho de la manera en que jurábamos los romanes*

-Ni yo pondría en duda tu palabra, Allen. *Le dije sonriendo con una mano apoyada en su hombro. Luego miré a la muchacha.*

-Es suficiente para usted la seguridad del puño de plomo de mi gentil aprendiz? *Pregunté con una amplia sonrisa*