Literas

*Aparte el vaso y lo deje de nueevo sobre la mesa dejando que el se acomodara como mejor le pareciera pues también me había acomodado para que pudiera comer en cuanto Allen volviera*

-Te perdono, pero si vamos a cosas que nos dijimos yo también dije algunas que no debía y tambien te pido perdón

*Le dije amablemente sin alzar demasiado la voz ya que estaba a su lado como para hablar fuerte*

-Asi que por ahora descansa que te hace falta

-De acuerdo... aunque no quiero que te sientas culpable por ser tú misma, porque así es la persona de la cual estoy enamorado...

*Como si me doliera de verdad recordar esa situación emití un quejido interno que murió en mi garganta con un sonido ahogado.*

-Fui muy imprudente al exigir una respuesta de inmediato.
No tienes que contestar pronto pero, por favor, considera lo que hemos hablado.

*Esperaría con ansias su contestación, después de todo mis sentimientos eran sinceros y no podía exigir de ella que me correspondiera en seguida, sabiendo que era una mujer diferente a cualquier otra, quien aceptaría de inmediato una propuesta así con la esperanza de no quedarse solterona.*

*Me sonroje completamente al escucharlo y solo desvié la mirada apartando mi rostro un poco del de él pues de solo pensar en esa cercanía me ponía nerviosa*

-La situacion no es que no sienta algo por ti es solo que sabes o al  menos lo escuchaste. Yo nunca he tenido una relación sentimental y realmente soy muy mala en eso

*Le explique mirándole de reojo y con cierta angustia por la situación que nos había venido a tocar ahora *

*Sentí ue mi corazón volvía a acelerarse cuando le dije esas cosas y me entró un vamos en el centro de mi vientre, aunque no se externalizó. Al oir su respuesta me sonreí levemente y con cierto entusiasmo, hasta el punto en que podia demostrarlo.*

-Bueno... en ese caso ya somos dos...

*Murmure cerrando los ojos, cansado.
La verdad de las cosas, yo si había estado comprometido con una mujer, aunque por arreglo y nunca llegue a conocerla bien, pues tras enterarse, ella se suicidó antes de llegar a casarnos... La pobre tenía tan baja autoestima que dejó una nota para sus padres que decía que jamás podría er una buena esposa para alguien como yo. Sólo podia imaginar lo que eso significaba, aunque nunca jamás iba a llegar a saber la verdad sobre sus sentimientos.
Sea como fuere, personalmente nunca me di la oportunidad de amar a una mujer. Dedicado a mi estudio y al mejoramiento de mis habilidades, poco tiempo tenia para compartir con el sexo opuesto.*

*Di un suspiro y mire hacia el resto de la habitación, pero al escucharle le mire de reojo, no creía que el fuera nuevo en esto solo imaginaba que era tímido pero muy valiente cuando hablaba de esas cosas.
Yo no era capaz de demostrar nada, porque no sabia que era lo que debía hacer en estos casos, a menos que en lugar de hablar de sentimientos con alguien fuera de una pelea, en la que tenia todas las de ganar o al menos defenderme*

-Yo ni siquiera llegue a pesar que alguien se pudiera interesar en mi

*Murmure cerrando los ojos y esperando que el pudiera relajarse, para asi que descansara sin problemas*

*No me sorprendía que ella dijera eso, dado su comportamiento y la forma.e n que hasta Henry la trataba.
Pero para mi no dejaba de ser una dama hermosa.
Me sonreí y alcancé su mano con la mía.*

-Pero eso ya quedó en el pasado, no es así?

*Le contesté tras un suspiro.
En realidad pocos hombres podían reconocer la belleza que ocultaba Monique tras esa actitud desafiante ante la vida.
Era valiente y orgullosa de quien era, independiente, segura de si misma y modesta, a su manera.
Sus rasgos por separado no tenían nada extraordinario, sin embargo las facciones cambiantes de su rostro en su conjunto la hacían atractiva de una forma especial.*

*Mire su mano tomar la mia con delicadeza que nadie mas mostraba, como si cuidara mas que pudiera lastimarme mas él a mi de lo que podia en realidad lastimarlo yo fisicamente a él.
El simple tacto parecia simple pero en realidad para mi era como si su tacto fuera mas calido de lo que normalmente podia sentia a pesar de lo frio de su cuerpo, quise sonreir como normalmente lo hacia pero me sentia en realidad perdida y asustada ante lo que pasaba conmigo ahora*

-Creo que si

*Murmure apartando mi mirada de su mano para fijarla en la de el, me sentí desnuda de alguna manera y realmente pareció ser notoria mi vergüenza cuando el rostro se me enrojeció pricipalmente de las mejillas, frente y nariz como si hubiera estado expuesta al sol mucho tiempo*

*Acaricié ligeramente su mano con un breve movimiento de mi pulgar sobre su piel suave y bronceada por el sol y con el amago de una sonrisa, volví a cerrar los ojos.
Poco después Allen regresó cargado con una cubeta y dentro de ella había manzanas pasadas, un tarro de miel y azucar de remolacha en cubos, tan blancos como el hielo. Sin embargo para entonces yo ya estaba profundamente dormido.*

*Le deje estar, al menos hasta que sentí su mano sin fuerza para sujetarla y dejarla a su lado para que descansara cómodo.
Poco después llego Allen y le sonreír mirando lo que habia traido, as, asi que móvil levemente a Marko*

-Despierta... tienes que comer algo

*Le pedí en un murmullo junto a su oído para que me escuchara y podré darle un poco de dulce antes de que terminara por dormirse*

*Durante el sueño sentí un remesón y, con desgana, volví a abrir los ojos sintiendo que mi cuerpo se quejaba por los rayos del sol que entraban de nuevo a través de mis ojos hasta mi cerebro resentido.
Emití un quejido y respire profundo.*

-Esta bien...

*Susurré apenas, pues aunque con desgana, sabía que era necesario y obligaría a mi cuerpo a reaccionar ahora con el fin de mejorar pronto. No me obedecía de inmediato y mi cuerpo se sentía débil y torpe, sin embargo puse todo mi empeño para mantenerme despierto.*

-Lamento despertarte

*Le dije mirandole con disculpa y tome una de las manzanas para partirla a la mitad para poder sacar la pulpa de la manzana usando una cuchara para extrerla y luego mesclar con un poco de miel.
Le pedi a Allen que lo ayudara a incorporarse un poco siempre mateniendolo recargado en mi para que me fuera mas facil ayudarle*

-Pero ahora te toca ser buen paciente

*Le dije sonriendole levemente y le acerque la cuchara a los labios para que empezara a probarlo poco a poco*

*Allen me ayudó a incorporarme un poco y me sostuve de él aunque no con tanta fuerza pues no podía sostener mi propio peso.
Sabía lo que era ser paciente y que otros hicieran por ti lo que deberías ser capaz de hacer solo, por eso era considerado con mis pacientes y los trataba siempre con dignidad, pues conocía ese sentimiento de inutilidad cuando se está convaleciente.
Probé la manzana que me daba aunque hice el gesto de querer yo mismo tomar la cuchara. Estaba dulce... empalagoso incluso, pero la comí de todos modos.*

*Despues de que comiera la primera cucharada lunes ofrecimiento otro mas sin miel, alternandola con la otra para que la comiera son problema y solo la que soportara su cuerpo*

-Sólo sera un poco solamente

*Le asegure sonriendole y teniendo cuidado de no tirar nada*

*Comí un poco más, sólo un par de cucharadas, y me negué a comer más.*

-Necesito beber agua... estoy mareado...

*Les hice saber, llevándome los dedos sobre la frente y cerrando los ojos, que parecían hundidos de malestar con la manchas oscuras que habían aparecido debajo de mis ojos, con forma de media luna, y me daban la apariencia de alguien que estaba arruinado por la edad.*

*Deje la fruta de lado y deje la fruta en la mesa para poder tome el vaso de agua y dárselo*

-Mucho dulce también hace daño

*Creia yo que era eso lo que le había causado el malestar que ahora lo aquejaba*

-Con cuidado

*Le pedí dejando que el fuera el que ne diera la pauta para darle o dejarle de dar*

*Negué con la cabeza.*

-Es sólo que mi malestar no pasará hasta que haya descansado un poco más.

*La comida me ayudaba, aunque hubiera preferido que fuera algo más contundente. Durante la última semana mis comidas se habían reducido a dos raciones diarias que consistían en dos vasos de agua y un pan seco que, con suerte, traía algo de fiambre dentro.
Las raciones buenas debían concederse a los marineros que realizaban el trabajo pesado, de no ser así, no iban a soportar sus labores hasta alcanzar nuestro destino. Así, los miembros de la tripulación con un esfuerzo fisico evidentemente menor, quedábamos relegados a las raciones menores.
No era como si yo no tuviera que hacer trabajo pesado, pero era una resistencia de largo plazo, no como los remeros, por ejemplo, o quienes estaban el dia entero bailando entre las jarcias.
Al final, mis energías se habían ido agotando poco a poco, muy lentamente, y sin dormir ni comer adecuadamente esto era el final resultante... Una baja de azúcar que me había dejado incapaz delevar a cabo mis tareas durante el resto del día,al menos.
Allen me dejaba preocupado con su angustia, así ue antes de dormirme le dirigí una mirada satisfecha y una amplia sonrisa, debilitada solo por el cansancio.*

-Allen... prometerme que no vas a descuidar a los demás por estar al pendiente de mi.

*Le dije con seriedad.*

-Yo voy a mejorar, pero Kosher necesita tu atención constante. Si le sube la fiebre y ocurre algo que te parezca extraño, despiertas sin dudarlo y haré lo posible por darte una buena instrucción y ayudarte en lo que este en mis manos hacer.

*No quería que los demás pagaran cuenta por mi falta de responsabilidad conmigo mismo.
Eso no me lo podría perdonar nunca.*

-Bueno con esto al menos empezaras a entrar en calor

*Comente dejando todo de lado y dejándolo acomodado contra mi para que descansara *

-Además yo estaré al pendiente de lo que necesite asi que no tendrás que preocuparte demasiado

*Agregue a las palabras de Marko ya que mientras Henry no me necesitara estaría aqui*

*Allen asintió a nuestro consejo y prometió ser prudente. Felicitado y todo, se marchó con mejor ánimo y yo pude descansar al final.*

-No te incomodará luego tenerme encima?

*Pregunté ya medio adormilado, sintiendo que la nube de un sueño se cerraba sobre mi y bajaba una espesa niebla que me embotaba los pensamientos.*

-Porque encima?

*Cuestione curiosa, no veía porque terminaría de esa manera ya que sentada yo y el recostado no había problema, además me tocaria estar en vela para cuidarlo*

-Ya descansa

*Le sujeri mientras esperaba el sueño lo tomara*

-Encima...

*Susurré más del lado del sueño que de la vigilia. Abrí los ojos para ver a Monique, pero la carga de luminosidad de al rededor me obligó a cerrar los ojos otra vez.
Entonces creí sentir el perfume de Monique, y la imaginé con su cabello largo y dorado como si guardara entre ellos los mismisimos rayos del sol, como la había visto la primera vez.
Di así el paso definitivo que me llevo directamente a los brazos del abismo oscuro que eran los sueños, reflejo de los deseos y temores de los hombres.*

*Quise entender que era lo que decía pero él al final no tardo en quedarse dormido lo cual esperaba que realmente le ayudara a recuperarse, me quede junto a él cuidándolo, lo cual me recordó el tiempo que estuve con Henry y cuidaba de él para que los tripulantes no le hicieran daño mientras dormía*

*Una vez abajo y llegando con el hombre en cama coloque unos paños limpios en la herida para que se detuviera un poco el sangrado*

-Debo calmarme y hacer lo que recuerdo

*Me dije a mi misma respirando tranquila y haciendo poco a poco lo que había aprendido de Adriel para estabilizar al hombre en lo que llegaba mi compañero*

*Después de recibir el mensaje de urgencia no tardé mucho en bajar y mis ojos captaron de inmediato por la conmoción que había provocado el accidente en ubicar su paradero.
Fui de prisa hasta allí y, como si estuviera en mi propia clínica, le di el maletín de herramientas del otro médico a Aerith y comencé a dar órdenes mientras me inclinaba sobre el hombre herido.*

-Infórmame, Aerith.

*Exigí luego de pedir agua caliente, una llama desnuda y paños limpios a quienes estaban allí curioseando, en parte que salieran de estorbo y para que sirvieran de algo.
Le abrí los párpados al herido para revisar sus pupilas.*

-Voy a necesitar alcohol, del más fuerte que tengan a bordo.

*Le pedí por último a un muchacho que miraba como espantado, y salio corriendo como si la orden le hubiera dado alas.*

-No paso mucho antes de que Adriel llegara y me hice a un lado tomando el maletín que me daba y abriendolo a un lado de mi para poder saber con que contábamos*

-Cayo desde la arbolada del barco y tiene traumatismo en el cráneo

*No era mucho que informar solo había intentado contener la hemorragia y la inmovilización. Lo demás el parecía que lo hija a hacer especialmente cuando le empezaron atraer las cosas a Adriel para que trabajara*

*Las pupilas del sujeto estaban dilatadas, aunque parejas, lo cual fue un alivio.
Durante mis años de servicio había visto de todo un poco y por lo general, cuando las pupilas estaban dilatadas de forma dispar, significaba que si o si el paciente moriría en las próximas horas, pues su cerebro había sufrido daño.*

-Ha tenido suerte...

*Murmuré mientras revisaba la cabeza del lado contrario del golpe y al reconocer las lesiones principales, corté su ropa con el escalpelo dejándole sólo con el taparrabos y comencé a inspeccionarle en busca de fracturas.
Mis dedos detectaron de inmediato unas fisuras en su ante brazo y en la cadera.*

-Tal vez no tanta suerte...

*El brazo podía repararlo, pero su cadera quedaría dislocada si la fractura era grave.*

-Necesito que le des jugo de adormidera y ates sus pies al camastro.
Esteriliza el escalpelo y ten a mano vendas limpias.

*Le ordené a mi ayudante, pues tendría ue limpiar la herida de su cabeza y probablemente quitar un poco de tejido, que sería la intervención más riesgosa.
Como lamentaba no tener conmigo mis herramientas personales pues las había diseñado y construido específicamente para utilizarlas en esta clase de emergencias. El drenaje, los dilatadores y otros... aunque un buen médico tendría que ser capaz de salvar una vida con sus propias uñas si fuese necesario.*