Calabozos

*Me asome a la celda donde estaba Marko para ver que pasaba pero el seguía en el suelo así que me acerque a el. La celda de ellos estaba cerrada y la puerta también , tendría que cargar a la mujer para irse y dudaba que les diera tiempo así que podía prestarle atención a Marko*

-Creo que tendremos que esperar

*Dije ayudándole a levantarse para salir ambos de la celda y poder seguir al pendiente de ambos huéspedes*

-Te rompió algo?

*Fue lo primero que pregunte revisando sus brazos uno a uno pero al no notar nada parecido a una fractura solo empecé a frotarlo entre mis manos para disminuir el dolor*

*Me apoye en Monique para levantarme, aunque sentia mis hombros y mi cuello rígidos como tablas y dolían al moverme.*

-No... Sólo...creo que es un calambre.

*Conteste con voz quejumbrosa, pero agradecido de que no hubiera quebrado nada*

*Di un suspiro de alivio al escucharle y le senté en el banquillo que me había ofrecido antes para empezar a darle un masaje desde los hombros y bajar por sus brazos poco a poco*

-Me hubieras advertido

*Yo no sabia como era el hombre y no había esperado que reaccionará de manera tan violenta cuando le ayudábamos*

-Advertido?
De que...

*La expresión de dolor no se me quitaba, aunque ahora era intermitente, mientras no intentara moverme.*

-Bueno... no sabía que iba a reaccionar de ese modo.

*A pesar de haber demostrado ser un hombre violento antes, no creí que fuera a hacerlo así ahora que en realidad lo habíamos salvado.*

-de que era un salvaje

*Si, no me importaba que lo escuchara porque eso era, un salvaje que solo parecía conocer la violencia. Aun así concentre mi atención en Marko masajeando sus hombros para liberarle de la atención del calambre, agredeciendo que sólo fuera eso y solo pasará un mano rato *

*Los escuchaba murmurar a lo lejos hasta que la mujer pronunció sus últimas palabras más ruidosamente que todo el resto.
No me ofendió, en absoluto.
Prefería ser así a estar a la merced de un montón de piratas. Además, ese hombre se lo merecía, eso y algo mucho peor por haberme besado mientras no podía defenderme.
Que no se confundiera, porque si lo había sentido.
Ahora era cuestión de esperar. Tenía un arma, tenía a Aerith. Solo era cuestión de esperar el momento adecuado para largarnos de aquel barco.*

*Me sonreí, seguido de un quejido de dolor que me hizo ponerme serio de nuevo pues sonreír hacía doler mi cuello*

-Eso... es subjetivo.

*Contesté, aguantandome los masajes que al principio dolían, sin embargo poco a poco fue soltando mis músculos y abandonando la tensión.*

*Miraba de cuando en cuando a los prisioneros pero no deje de atender a Marko hasta que la tensión desapareció por completo*

-Ya quedo, es mejor ir por Henry ahora si

*Le pedí dando un ultimo apretón a sus hombros y soltándolo finalmente*

*Fue bastante tedioso descontracturar el calambre sin embargo los masajes fueron muy efectivos y cuando finalmente ya no sentí tanta tensión, al menos podía ponerme de pie, lo hice y volteé a mirar a Monique.*

-Estará con Jared. Cree que sea buena idea molestarle ahora mismo?
Despues de todo, están ya encerrados los dos y no podrán hacer mas lío.

*Intenté persuadirla.
Había sido un dia pesado para todos y sobre todo para el capitán, que vivía preocupandose por todos a bordo.*

-Vamos a buscar algo de comer primero, les damos algo a ellos y mañana podremos ver que hará el capitán con los prisioneros, no le parece mejor?

*Habíamos pasado gran parte del día aquí abajo sin comer nada, y eso me tenía claramente bastante agotado.*

-Creo que solo es mi inseguridad

*Respondi encogiendome de hombros y mirando a Marko antes de dar un suspiro*

-Cuanto durara la joven dormida?

*Eso era lo importante pues mientras ella siguiera así dudaba que intentarán algo*

*Asentí brevemente de forma comprensiva y luego vi hacia la celda

-Probablemente al rededor de seis horas más.

*Conteste calculando más o menos el tiempo que ya había pasado y la cantidad de sedante que le puse en el rostro.*

-Aunque... No estoy seguro de como funcione eso en las sirenas y si será igual a los humanos.

-Esperemos que si, porque necesitara mas si queremos pasar la noche sin contratiempos

*Le informe con tranquilidad, quiza hubiera sido mejor dejarlos en celdas separadas para poder seguir sedando a la chica, pero ya los habiamos juntado y no habia marcha atras*

-Vayamos por la comida y luego nos preocuparemos por eso

*Asentí conforme.
A ella la podía sedar junto con aquel hombre con una bomba de sedante, solo que debía ser tan preciso como certero con la cantidad de producto o podía matarlos a ambos.
Le ofrecí una mano a Monique para que me acompañara.*

-Muchas gracias, por cierto, por aquel masaje.
Fue al menos el doble de efectivo que cualquier medicamento ^^

*Le sonreír a Marko y tome su mano cuando me la ofreció para asi salir del calabozo cerrando la puerra*

-No fue nada, me alegra que sirviera

*Porque ademas era lo único que podía hacer para que todo fuera bien con el después del ataque de ese salvaje*

*Cuando salimos y nos enfrentamos a las escaleras, la hice pasar delante de mi para que subiera primero.*

-Si necesito otro masaje, la contrataré esta vez para que me haga el favor ^^

*Sonreí animado y le seguí escalera arriba.
La comida no sería sabrosa y abundante, pero al menos recibiríamos la ración diaria que correspondía.*

*Subi las escaleras en cuanto me dio el pase y al escucharle le mire de reojo hacia atras y sonrei*

-Solo dime cuando lo necesites

*Era una de las pocas cualidades buenas que tenia, asi que usarlo no era ningun problema siempre que fuera necesario*

*Con ayuda de Allen baje a los calabozos llevando las mantas que ibamos a designar a los prisioneros.
Al entrar deje las mantas sobre el banquito para que no se ensuciaran mas de lo necesario, aunque con el frio daria igual como estuvieran*

*Allen bajo junto con Monique llevando más mantas con él ya que le habían pedido que ayudara a pesar de que la mujer parecía poder sola con todas las mantas y todavía más.
Allen bajo en silencio a pesar de que por su cabeza rondaba insistente una interrogante, pero cuando llegaron al fin al fondo del barco y habiendo dejado las mantas sobre las de Monique, dio un vistazo a los prisioneros antes de voltear se a la mujer.*

-Usted y el señor Marko salen juntos?

*Preguntó de pronto con una sonrisa traviesa y ya que sabía como se podía tomar un adulto esa clase de preguntas,  dispuesto a correr si era necesario.*

-Ahora si tendremos todo tranquilo

*Murmure cuando Allen dejo las otras mantas, pero al escuchar al niño voltee a verle con sorpresa ante su pregunta*

-N...no, por supuesto que no

*Le respondi rapidamente al niño mirandole entre confundida y atonita*

-Por que crees algo asi?

*Allen se río y asintió enérgicamente.*

-Kosher y yo hablábamos de eso. Marko actúa diferente contigo que con el resto de nosotros. Debe de ser porque le gustas.
Puedo tutearte, verdad?

*Dio unos pasos a un lado y luego retrocedio hasta pegar la espalda a la puerta de la celda, balanceándose distraído.*

-Kosher dice que a Marko le hace falta una esposa. Tu podrías ser ella.

*Las palabras del niño no hacían mas que apenarme incluso ruborizarme por lo inesperado que eran*

-Yo creo que están mal entendiendo

*Si, seguramente porque nos llevabamos bien y solo eran malos entendidos que causarían problemas*

-yo creo que ya están hablando cosas de mas, así que andante a cuidar a kosher

*Le rete y mande a que hiciera para que dejara de ponerme nerviosa y meterme ideas solo mal entendidas *

*Desde mi celda escuche toda la sarta de estupideces que hablaba el muchacho y la mujer a medida que se acercaban. 
Durante todo el tiempo que estuve allí sólo con Aerith estuve pensando la forma en la que podríamos escapar. Conocía la estructura de un barco, que a pesar de que a veces eran más grandes o pequeños, tenían diferente distribución o más compartimientos, todos tenían la misma estructura básica por lo que no sería difícil encontrar el camino a la cubierta.
Tenía además algunos datos interesantes, y es que acababan de pasar por una rebelión a bordo y su tripulación había disminuido bastante después de que claramente no hubieran conservado como prisioneros a los rebeldes. Dado el momento, apague las lamparas dentro de la celda para quedar a oscuras de manera que sólo el pasillo estaba iluminado con la linterna que colgaba de la pared y el interior de la celda se mantenia a oscuras en su mayor parte. La había utilizado para calentarme, pero Aerith mostraba ya signos de despertarse y en cuanto lo hiciera, pondría en marcha mi plan de escape. Cuando el joven se apoyo en los barrotes no me fue difícil levantarme y caminar hacia la puerta sin que ninguno de los dos lo notara y sacando mi mano por entre los barrotes, rodeé el cuello del muchacho y me acerque a su oído.*

-Tráeme algo de comer.

*Susurré con mi garganta dolorida y aún sin poder proferir un sólo sonido.*

*Iba bajando la escalera con la bandeja con comida cuando escuché una exclamación de la boca de Allen.
No parecía como una de estar jugando, sino mas bien con sorpresa y de inmediato imaginé que había pasado algo de modo que apresuré el aso escalera abajo sorteando ya los últimos escalones para abrir la puerta del calabozo.
Fruncí el ceño y como acto reflejo desenfundé el arma que tenía guardada bajo mi camisa por detrás y le apunté.*

-Suelte al muchacho ahora mismo, señor.

*Le amenacé con seriedad.*

*Iba a acercarme para asustarlo sin embargo el hombre se me adelanto, me sorprendió manteniendo mi distancia, no creía que fuera a lastimarlo pero ya no sabíamos con estas personas.
Di un paso al frente y en eso entro Marko, pero me adelante para alcanzar a Allen. *

-Suéltalo por favor, les daremos cobijo y comida

*Le dije intentando hacer que sus manos soltaran al muchacho no tenía por que lastimarlo *

-Aléjate.

*Dije a la mujer, imperativo.
No tenía voz, pero estaba seguro de que ella de todos modos podría escucharme.*

-Quiero nuestra libertad, cobijo, comida y un bote.

*Exigí, sin dejar que apartara al muchacho de entre mis manos y aún más lo presioné con mis brazos contra los barrotes que nos separaban.
No me inmuté con el hombre que me apuntaba ni con su arma. Aún si disparaba era improbable que me diera a mi con el proyectil sin lastimar al niño que me servía de escudo.*

-Lo único que quiero es estar tranquilo, donde no se nos juzgue por nuestra naturaleza.

*Susurré, forzando mi garganta para que esos susurros sonaran fuerte, pero eso provocó que mi garganta escociera y comencé a toser con fuerza, aunque sin disminuir la presión de mis brazos.*