Calabozos

*Me quede mirandole un par de segundos hasta que una tos me hizo desviar mi atencion y me encontre con el hombre de antes que habia despertado por fin.
Este volvio a tocer y luego escuche a Marko a quien mire con preocupacion, pero solo di un suspiro y me levante para abrir*

-Ten cuidado

*Le pedi acecandome a la puerta para cubrirla en caso de que ese hombre se le ocurriera hacer una tonteria*

*Sabía que era peligroso, pero no podía dejarlo solo así de modo que entré sin dudarlo con mi maletín en mano y me incliné al lado del hombre que luchaba por respirar.
Lo giré en cuanto pude para que expulsara por la boca esos coágulos de sangre oscura.
La estaca habia dañado bastante tejido interno y había producido una hemorragia importante de modo que al sanar sus heridas y comenzar a respirar, el coágulo en su interior aún seguía obstruyendo el paso del aire.
Lo recosté de nuevo al notar que dejaba de respirar de nuevo y comencé a presionar su pecho, como si le realizara una reanimación.*

-No puede respirar.
Se está ahogando.

*Advertí.
Si lo dejaba así probablemente volvería a morir, y no estaba seguro... Quizás no volviera a despertar, pues esta vez no se trataba de una herida que podría sanar con el tiempo*

*Me quede en la puerta mirando lo que hacia, pero sin llegar a interferir en ningun momento ya que el era el experto*

-Que se puede hacer?

*Pregunte apenas acercandome porque no podia dejar la puerta desprotegida*

*Me faltaba el aire y podía sentir la obstrucción en mi pecho y en mi garganta de modo que toser con fuerza era la reacción natural.
Pero mientras más lo hacía, menos podía aspirar aire y comencé a ahogarme con mi propia sangre a tal punto que dejé de respirar.
Mi pecho se hundía intentando aspirar aire, pero mis vías estaban bloqueadas.*

-Por favor, acérquese

*Le pedí sin dejar de comprimir su pecho para bombear aquello que le obstruía fuera de él.*

-Continúe haciendo esto, comprima su pecho de esta manera y no se detenga

*No creí posible que ella supiera realizar reanimación cardio pulmonar. Era una técnica médica bastante nueva para salvar la vida del ahogado o para hacer latir el corazón que se había detenido momentáneamente y no había tiempo para explicarle, solo le demostré con mi ejemplo y esperaba pudiera hacerlo correctamente por imitación.*

*Cerre la puerta atras de mi, a fin de cuentas tenia las llaves y podia sacarnos en cualquier momento*

-De acuerdo

*Dije mirandole un par de segundos antes de poner mis manos en el pecho del hombre imitando lo que el hacia*

-Bien... cuando yo le indique, deje de hacerlo...

*Conté cinco segundos y le hice una seña.*

-Ahora.

*Entonces tomé aire y le insuflé en la boca al hombre para llenar sus pulmones a la fuerza*

-Prosiga.

*Le mire mientras esperaba a que me diera la indicacion, asi que cuando lo hizo deje de presionar mientras esperaba.
Continue cuando lo indico nuevamente, no entendia que era lo que estabamos haciendo pero tampoco iba a preguntar*

*Tras cinco segundos más volvimos a realizar el mismo procedimiento, insuflando aire en la boca del hombre para que respirase y Monique presionó nuevamente su pecho.
Estaba por hacerlo una quinta vez cuando el hombre por fin reaccionó y tosió fuertemente, casi vomitando una gran cantidad de sangre coagulada ante lo cual le voltee a un lado rapidamente para que acabara respirando por si mismo.
Sonreí triunfante y contento de que hubiera funcionado.*

-Muchas gracias, Monique.

*Le agradecí, mirándola de reojo como había terminado de cansada.*

-Se siente bien?

*Me aparte cuando el hombre por fin reacciono y me sente en el suelo del otro lado, cansada y agitada por el esfuezo de estar haciendo esa presion en el pecho del hombre.
Le sonrei a Marko cuando agradecio pero solo me quede sentada esperando recuperarme*

-Estoy bien

*Asegure dando un suspiro, recargandome contra los barrotes*

*Sentía la falta de aire y la debilidad de mi cuerpo y no podía respirar, por eso es que cuando pude al fin inhalar aire mi consciencia volvió de pronto aunque sentia que la percepción de lo que sucedía a mi al rededor aún difusa.
Con las manos en el suelo  húmedo y lleve mi mano hacia el cuello del hombre a mi lado y le hice una llave, tirándolo de rostro al suelo y jalando sus brazos hacia su espalda.
Sentía hostilidad a mi al rededor. Sentía peligro y, a primera vista, no vi a Aerith por ningún lado al rededor.
Quise hablar y preguntarles a esos sujetos donde estaba ella, sin embargo la voz no salió de mi garganta sino sólo una exhalación muda y luego una carraspera, como si eso pudiera hacerme salir la voz, pero eso no funcionó tampoco.*

*Asentí brevemente. Dejaría que se recuperara, pues lo que había hecho no era nada sencillo sobre todo tratándose la víctima de un hombre adulto.
Iba a voltear a verle y ayudarle a incorporarse, sin embargo cuando apenas alcance a voltear me vi de pronto con el rostro en el suelo y un dolor intenso recorria mis brazos, hombros y espalda.
No pude menos que gritar del dolor y la sorpresa de verme en tan sólo un parpadeo reducido a un bulto maleable cuyos brazos eran estirados en una posición completamente anormal. Sentía que en cualquier momento podrían quebrarse.*

*Me levante de golpe al ver el movimiento del hombre y que de pronto Marko estaba en el suelo y ese hombre haciéndole daño. Desenbaine mi espada y le mire con amenaza pero sin moverme de donde estaba*

-Sueltalo, no es hombre de pelea y le haces daño

*Le dije intentando ser prudente aunque amenazar a un hombre que tenia a merced un amigo no lo era*

*Intentaba hablar, intentaba preguntar mientras lo tenía sostenido, aunque pareció a juzgar por su grito que no acostumbraba a hacer demasiadas flexiones o que yo no habia sabido controlar mi fuerza.
Levante la mirada a la mujer, pero al abrir mi boca no salió palabra alguna.
La miré con desafío.
Ellos tenían a Aerith en algún sitio. Si no me lo decía ahora, iba a quebrar los brazos de su amigo.*

-Tu amiga esta bien

*Le dije, suponia que eso era lo que queria saber*

-Pero si tu lastimas a mi amigo, tu amiga no lo va a contar

*Le adverti con tranquilidad manteniendo el arma en alto, porque iba a reaccionar del mal modo si Marko salia lastimado*

*Mi expresión se enfureció y presione un poco más los brazos del sujeto, pero sin llegar a causarle daño.
No veía a Aerith y no podía estar seguro de que estuviera diciendo la verdad.
Quería verla sana y salva, o sería su amigo quien no pudiera levantar ni una pluma por el resto de su vida*

-Te estoy poniendo a prueba?

*Me sonrei de medio lado, pero solo me quede en mi lugar guardando la distancia*

-Le haces algo malo y tu amiga se muere, asi de simple y asi de facil

*No iba a pelear con el pero mientras estuvieramos los tres en la celda no iba a ganar nada ninguno*

-Calmate y podras ver a la chica

*Negué con la cabeza.
No era una prueba para mi. Aerith por ningún motivo iba a morir, porque por ningún motivo dejaría que le hicieran daño si es que estaba aún ilesa. Me ergui, trayendo al hombre conmigo le hice ponerse de pie y lo coloque como escudo delante de mi, mirando a la mujer por encima de su hombro.*

-Donde.

*Parafraseé, pronuncia do como si hablara pero no salió de mi boca sonido alguno.

-Sueltalo, es mas facil que negocies con nosotros a si viene el capitan

*Le pedi con amabilidad, una vez llegara Henry no se iba a andar por las cuerdas con el asunto, di un suspiro y me acerque a la puerta para salir de ahi cuidando que no se me lanzara encima y evitando asi que saliera aunque dejando a Marko a su merced*

-Ya regreso Marko

*Le asegure sonriendole y pasando a la otra celda, para mi suerte esa mujer estaba durmiendo, abri la celda y saque a la chica arrastrando la manta en la que estaba y llevandola a afuera para dejarla a la vista del hombre*

-Duerme, pero no por mucho sino lo sueltas

*Dije haciendo bajar mi espada justo delante de la chica*

*Negué con la cabeza de nuevo, pues no estaba dispuesto a negociar mie tras ella no me asegurara que lo que yo quería estaba disponible y en condiciones. Lo que ella proponía ahora era entregar mi garantía sin haber recibido ningún producto.
Eran comerciantes, tendría que saber como funcionaban las cosas.
Cuando comenzó a moverse la seguí con la mirada, girando a medida que ella avanzaba de modo que no le di la espalda en ningún momento.
De pronto, de en medio de la oscuridad de la celda contigua, extrajo un bulto arrastrandolo al pasillo.
No comprendí de que se trataba sino hasta que vi entre las mantas la cabellera rubia de Aerith.
Mi cuerpo se tenso al verla allí, tan expuesta e indefensa, e involuntariamente torcí el brazo del hombre que sólo me percate de ello cuando lo oi gritar.
Lo solté de inmediato y pase por encima de él para avanzar hacia la puerta y salir al pasillo.
No creía que sólo durmiera. Aerith jamás había tenido el sueño tan pesado.
Empuje la reja de barrotes para abrirá, pero esta no cedió. La sacudí y le di golpes furioso, pero no pude derribarla, de modo que le dirigí una mirada llena de odio a la mujer y luego la espada sobre la cabeza de Aerith.*

-Abre...abre!

*Exigi, esforzando mi garganta por hablar sin embargo no salía ningún sonido de ella.*

*Me le quede mirando con los ojos entrecerrados al escuchar el grito de Marko, sin embargo lo solto de inmediato y me senti mas tranquila, asi que tome de nuevo las mantas sobre las que descansaba la mujer y empece a arrastrarla de nuevo a la celda, metiendola hasta al fondo sobre el heno que habia estado durmiendo antes*

-Creo que sabes que en su situacion debo tener las precausiones necesarias

*Le adverti dejando la celda de la mujer abierta para luego ir a cerrar la puerta de la entrada.
Luego volvi a la celda del hombre y abri la puerta para que saliera, teniendo la espada en mano para que no hiciera una tonteria*

*Me puse más ansioso todavía cuando comenzó a llevar a Aerith adentro de la celda e intenté abrir la cerradura con mis manos, pero estaba muy bien hecha.
Miré a mi al rededor, el hombre tirado sobre el suelo y un maletín y mientras la mujer arrastraba a Aerith de vuelta, fui allí y conseguí un buen pedazo de hierro modelado.
El sujeto era un médico, igual que yo, de modo que su maletín estaría lleno de cosas que yo también sabía usar
Con ello regrese a la puerta y ella abrió.
La miré de reojo con desconfianza... Debí imaginar que sucedería algo mal si dejaba a Aerith a cargo. Debí haber previsto que, tratándose de piratas y mercantes corruptos, nuestro viaje no iba a ser un paseo agradable.
Avance lentamente, sin darle la espalda, mirándola desafía te en todo momento.
No temia por mi ahora. No tenía miedo de que me lastimará ni que me quitara la vida, sino que temía por Aerith y su seguridad, de manera que hice lo que esta mujer me decía, aún cuando no me parecia nada bueno.*.

-Marko, estas bien?

*Pregunte mirandolo de reojo y esperando a que saliera el medico y se metiera a la celda de la mujer antes de ir a cerrarla*

-Ve por Henry, Marko, creo que sera mejor arreglar esto pronto

*Le pedi quedandome junto a la puerta de los ahora prisioneros*

*Fue el dolor más agudo y extendido que haya sentido nunca antes en mi vida, sobre todo al final, creí que habría quebrado uno de mis brazos al sentir la presión tan fuerte.
Caí inevitablemente al suelo una vez me.soltó, respirando pesadamente, inmóvil, sólo viendo apenas lo que ocurría y con la expresión de dolor pegada al rostro.
Asentí levemente cuando escuche a Monique hablarme y sólo entonces intenté mover los brazos. Sin embargo dolían tanto como si los tuviera clavados al.suelo.*

*Me mantuv al pendiente en todo momento hasta después de entrar en la celda, me la que de mirando atentamente y alerta a cualquier tontería que pudiera hacer y cuando cerro con llave, recién entonces retrocedí para ir junto a Aerith.
Pude saber que es lo que había pasado sólo con sentir el olor a formol que subía de su rostro.
La habían dormido artificialmente y era por eso que no despertaba.
Si hubiera estado despierta seguramente habría encontrado la forma de escapar hace mucho.
Revise su pulso, su frecuencia respiratoria y su herida en el abdomen.
Parecía haber recibido buena atención, al menos*