Cubierta

*Abrí la boca como para decir algo, pero no dije nada al final. Sólo agaché la cabeza avergonzado, porque ella sabía de todo lo que le ocultaba a Jared y, aunque ella sabía porqué, no entendía que saber la verdad sólo dañaría mucho más al muchacho.*

-Te lo agradezco mucho.

*Le dije antes de verla bajar las escaleras*

Luego de que Tetra se marchara, envié alguien a buscar a Marko.
El brazo me dolía mucho y casi no podia moverlo. Eso solo podia significar algo malo, asi que me dirigí a mi despacho Para encontrarme allí con el médico.
Esperaba que tetra tuviera exito con jared. Cuando regresaran yo hablaría con él acerca de lo que le estaba pasando.*

Aerith Celes escribió:*Me quede junto a Adriel,  ademas de refrescarlo con la brisa que le daba con el cuero, a parte de que si me movia lo mas seguro era que lo molestaria y le incomodaria lo cual no queria hacer por eso me quede sin moverme de su lado, hubiera preguntado a Henry por alguna actividad que pudiera hacer, pero desde que habiamos regresado de explorar la isla el se habia desaparecido y suponia que estaba con su hermanito al cual no habia vuelto a ver desde que habia hablado con Henry de la verdad de Adriel y la mia.
Pensando en esas y muchas cosas me quede mirando el horizonte sin dejar de refrescar a Adriel y esperando que el descansara al menos un poco*

*La briza y el malestar pudieron conmigo mas que cualquier otra cosa y termine quedandome rendido al sueño junto a Aerith. No supe de nada más de lo que pasó hasta esa misma tarde cuando el sol comenzó a menguar en direccion al horizonte, y la briza se volvio mas fresca.
Recobré la consciencia poco a poso, primero oi las voces de la gente, luego las olas del mar.
En un momento senti la briza y entonces fui consciente de que me entumía de frío y abri los ojos con pesadez.
Mi cabeza estaba recostada sobre lo que parecía una almohada cómoda y de agradable perfume; tendido de espaldas sobre el suelo enfoqué la vista, parpadeando un par de veces hasta lograr distinguir un rostro.*

-Aerith...

*Susurré con la garganta seca y raspada.
Me sentia debil y cansado, asi que despues de verla volvi a cerrar los ojos.*

*Adriel se quedo completamente dormido y tuve que poner el vaso con agua junto a mi para que no se derramara el liquido, poco a poco lo hice ir acomodandose sin perturbar su sueño hasta que finalmente apoyo la cabeza en mi regazo, no habia dejado de abanicarlo y cubrirle lo mejor posible el sol, pero no era mucho lo que podia hacer estando bajo aquel astro.
Aun asi no me movi mientras el descansaba y vi pasar parte del dia, porque en algun momento me quede dormitando, pero con el pendiente de que Adriel dormia me despertaba para ver que siguiera bien. El ocaso llego y junto a el escuche un murmullo y al bajar la mirada me encontre con que Adriel empezaba a despertar*

-Aqui estoy, necesitas algo?

*Le informe antes de preguntar si queria algo, se veia enfermo pero solo podia intentar hacerlo sentir bien para que se recuperara*

*A pesar del mareo y todo el malestar, oír su voz era mejor que la brisa.*

-Agua...

*Estaba sediento y deshidratado por causa de los vómitos y que estaba dormido casi todo el tiempo como para poder beber lo suficiente.
Solo quería beber algo para quitarme esa sensación de sequedad, y por si acaso servía para darle algo más de fuerza.*

-Claro que si, te ayudo a incorporar

*Le dije levantando levemente su cabeza para acercar el vaso con agua a sus labios, lo habia mantenido limpio y a la sombre lo mas que podia para mantener el agua fresca, pero lo dudaba*

-A ver si le sirve

*Sino, tendria que ir a buscar mas agua fresca para que pudiera tomarla tranquilo y sin preocuparse*

*Me apoyé un poco en el suelo para incorporarme mientras ella me daba de beber.
Sentí alivio al contacto con el líquido que me pareció la bebida más dulce que jamás hubiera probado. No importó que estuviera tibia o que tuviera sabor amarrado por causa del recipiente en que había estado. Bebí todo el caso hasta el fondo y luego me recosté de nuevo, temblando ligeramente entre que tenía frío y calor al mismo tiempo, con una sensación de agonía que se incrementaba cada hora.*

-Gracias...

*Le hubiera pedido a ella que me matara otra vez. Si se lo hubiera pedido para no tener que pasar por esto consciente. Pero me había dejado claro su desagrado a la idea de asesinarme por mucho que volviera luego a vivir. Por respeto a ella, y solo por eso, me estaba aguantando toda esta humillación.*

-Te conseguire una manta y quiza puedas tolerar algo de comida?

*Le sujeri miradolo preocupada, aparte lo cabellos de su frente para poder ver su reaccion y saber si estaba de acuerdo o no*

-Has dormido un poco, quiza te caiga bien comer algo y volver a dormir

*No me gustaba verlo tan desmejorado, especialmente cuando el era tan orgulloso como para mostrarse debil ante los demas*

*No me gustaba que otros me vieran así de débil, tan sólo a ella se lo permitía, no sé porqué. Por eso estaba aquí escondido en este rincón donde nadie transitaba salvó un par de veces al día, y estaba tan encogido que siquiera reparaban en mi presencia.
Los dedos de Aerith sobre mi rostro provocaron un escalofrío involuntario y abrí los ojos. En otro momento habría escalado de su cercanía, de seguro. Pero sentirme mal y necesitar su cuidado me estaba haciendo entender poco a poco que su cercanía no era tan terrible como me hacía creer mi mente muchas veces.
Asentí con la cabeza, no porque creyera que tenía razón, sino porque ella estaba buscando una excusa para ir y estirar las piernas y yo, una para que me dejara un rato tranquilo.
A pesar de mi aprendizaje social, aún me parecía abrumador tenerla todo el tiempo cerca de mi.*

-Bien, te ayudare a sentar de nuevo

*Le dije sonriendo amable y empece a ayudarle a incorporarse poco a poco para que no se fuera a marear, levante su espalda y lo gire un poco para recargar su espalda asi finalmente se quedara sentado*

-Preparare algo ligero

*Le avise y me levante para poder ir a la cocina a conseguirle algo de comer y despues una manta para al menos que estuviera comodo en este lugar*

*Le permití ayudarme a pesar de que sabía que lo único que lograba era molestarme con sus atenciones. El mareo no se iba a quitar a menos que me bajara del barco.

-De acuerdo...

*Me quedé quieto en la posición en que ella me había dejado. Estaba cómodo, dentro de todo. Tan solo echaba de menos algo de abrigo porque comenzaba a hacer mucho, mucho frío una vez el sol dejaba de alumbrar.
Me preguntaba donde estábamos, si faltaba mucho para llegar al puerto.
No tenía idea de navegación pero si de estrellas pues las miraba a menudo. Quizás podría aprender a orientarme mirando el cielo... Supongo que sería sencillo.

*Fui a la cocina a buscar algo de comer para Adriel, pero sabia que él no comeria nada que no estuviera seguro que estaba bien preparada y desinfectada, todas esas cosas que el cuidaba mucho, asi que le pedi al hombre de la cocina que me permitira usarla para prepararle algo a Adriel.
No fue mas que fruta y hervi agua para que tomara sin preocupacion alguna, tarde un rato pero cuando lo tuve listo agradeci y me retire con las cosas en la mano, luego de ahi pase a las literas donde tambien me puse a buscar una de las mejores y mas limpias mantas que pudiera encontrar, asi tambien me la lleve conmigo a la cubierta de nuevo para darselo.
Llevaba ambas manos ocupadas pero no me fue dificil volver a la cubierta con todo y fui hasta el rincon donde habia dejado a Adriel quien permanecia ahi esperando*

-Ya regrese con las cosas que te prometi

*Le dije arrodillandome en el suelo, deje el vaso y el plato de comida en el suelo para tomar la manta y cubrir a Adriel desde su espalda hacia el frente*

-Ahora vamos a comer un poco

*Iba a esperar a que él decidiera si queria comer o beber agua, no importaba si tenia que quedarme a cuidarlo para que tolerara y descansara*

*Con la calma y todo podría haberme vuelto a dormir si no fuera porque antes de lo que hubiera pensado, Aerith estaba de vuelta. No creí que demorará tan poco tiempo, nunca demoraba tan poco en hacer un mandado.
Dejé que me abrigara, aunque solo porque la manta olía a hierbabuena y no a orines humanos como la mayoría de las cosas a bordo. Luego miré la comida y el agua con cierta desconfianza. Quise tomar la jarra de agua y la olisqueé*

-La hiciste hervir.

*Comenté mirándola por lo bajo seriamente.*

-Bien hecho.

*Alavés su proceder, llevandome la jarra a la boca está vez con toda confianza. Por fin alguien aquí que hacía las cosas correctamente.*

-Hice todo yo misma, cuidando la higiene

*Era un quisquilloso en esas cosas y si podia le iba a dar ese lujo para que se pusiera bien o al menos no siguiera empeorando y mientras me lo permitieran en el barco, por suerte todos a bordo eran amables y con eso Adriel podria estar tranquilo*

-Come un poco y vuelve a dormir, quiza eso te ayude a ir mejorando un poco

*Le pedi amablemente volviendo a sentarme a su lado y dejando que él hiciera las cosas a su tiempo*

*Bebí el agua con una sensación des seguridad que no tenía hace bastante tiempo, de verdad, pues aquí todo estaba hecho en este ambiente tan poco saludable, d modo que saber que Aerith misma había manipulado mis alimentos y solo ella, me daba más confianza para comer, y con ganas.*

-Te lo agradezco mucho

*murmuré bebiendo lentamente.
Esperaba que esto me ayudara comonestas Aerith, pues uno sabía que tanto más iba a poder soportar estar de inútil, sabiendo que el trabajo de u barco era tan duro que se necesitaban todas las manos posibles, sobre todo con los enfermos.*

*Al menos iniciar con agua no le causaría deshidratación y poco a poco podría ir ingiriendo alimentos para poder tomar fuerzas, había estado bien un rato y si lograba que así estuviera un poco mas hasta mejorar lo haría.*

-Se ha ido todo el dia.

*Comente mirando las estrellas sobre nosotros, era una bonita vista desde ese punto, aunque en la isla también tenia un buena vista por las noches no se compara*

*Bebí el agua tranquilamente y no sentí ningún rechazo en mi estómago.
Aparentemente el creer que el aguantaba contaminada también incluía en la resistencia a la comida de mi cuerpo.
Volví a mirar a Aerith y luego al cielo.*

-Te gustan las estrellas?

*Le pregunté como si nada, volviendo a beber un poco más de agua.
No me apetecía comer nada, pero no pasaría nada peor que vomitarlo todo si lo intentaba.*

-No te parece aterrador estar entre dos de las inmensidades más impredecibles del universo conocido?
Flotando en un pequeño barco de madera, entre el mar abierto y el cielo desnudo...

*Era atrrrador, sin duda.
No veía cual era la gracia que le veían a esto todos los marinos y piratas.*

-Me gustan como se ven desde un punto libre

*Uno libre como este porque estando desde la isla los arboles te limitan ver el cielo con tanta libertad, aun estando en la playa*

-Aterradoras?

*Cuestione curiosa intentando analizare su punto de vista*

-Como personas acostumbradas a estar en tierra si resultan aterradoras, pero siento que la adrenalina que suelta el cuerpo estando bajo lo inesperado o incontrolable es lo que motiva a los que gustan de estar aqui

*Y por su lado también estaba bien si nada te ataba a estar en tierra *

*La miré confundido.*

-Adrenalina? De qué diablos estás hablando.

*No tenía ni idea de a qué se refería con Adrenalina. Ni siquiera había escuchado esa palabra jamás sobre algo que soltara el cuerpo al encontrarse bajo una situación así.*

-Si a lo que te refieres es al gusto por sentir temor... Creo que eso solo lo experimentan los estúpidos que buscan morir jóvenes.

*Adrenalina... Bah!
Que palabras se pasaba inventando está mujer.
Volví a beber agua y miré e nuevo al cielo. Las estrellas eran fascinantes y ella tenía razón. Verlas desde un lugar abierto solo intensifican ma sensación de aplastamiento. Pensar que no significamos nada en comparación a las maravillas del universo.*

-Prefiero los lugares altos...*O, en realidad, no. Odiaba las alturas tanto como las profundidades.*

-Se oye bien, mas bien seria para los que no quieren morir, que hacen todo lo posible para salir libres de esa situacion

*Era divertido intentar inventar cosas como él, aunque siempre resultaba mal en mi caso*

-Tu siempre prefieres las cosas contrarias a las mias

*Le acuse con una leve sonrisa, si yo decia blanco él decia negro, algunas veces era divertido pero otras veces causaba discusiones*

-Si no quisieran morir entonces evitarían exponerse a esos peligros. Eso no es adrenalina. Eso es estupidez.

*Corregí mientras examinaba el plato de comida.
Olía bien, y parecía una especie de sopa, así que mejor la tomaba antes de que se enfriara.
Me sonreí de medio lado al escucharla y me causó algo parecido a la gracia.*

-Es porque estoy cuerdo y tú no.

*Comenté bromeando antes de beber del plato. Tenía un olor exquisito, y el sabor no lo era menos.*

*Me sonreír a sus comentarios era claro que no era un tema en el que fuéramos a quedar de acuerdo, asi que solo di un suspiro*

-Eso dices pero mas bien es al revés

*Si el era el loco aunque suponía que todos teníamos algo de locura, le mire de reojo cuando tomo el plato de comida y lo examino, si lograba tolerar eso y el agua se iría reponiendo poco a poco*

*Hice caso omiso de su correccion pues de verdad creía que a ella le faltaban algunas tablas para el puente, de modo que ya no dije nada y me preocupé de comer.
Tranquilamente bebí un trago de sopa caliente y luego otro, soplando entre tanto. Estaba buena, como no habia probado desde que habiamos naufragado, y me di cuenta de que echaba de menos la comida casera de Aerith. Aunque al inicio no cocinaba nada bien, con el tiempo habia ido mejorando, o quizas es que yo me habia ido acostumbrando poco a poco su manera de cocinar... cualquiera de las dos cosas que sucedieran, producían que ahora mismo encontrara que este plato de sopa me sabía a la comida de los dioses.*

*Después de eso ambos guardamos silencio, él comía y yo apreciaba la vista que me ofrecía el cielo, aqui no habíamos hecho gran cosa y menos ese dia que el se había quedado dormido y yo cuidando de él.
Por suerte pareció que la comida le cayo bien esperaba que así siguiera y no pasara por ese mal estado al no comer ni beber nada en días, suponía que ahora tendría que pedir muchos permisos para entrar a la cocina para darle de comer*

*Aún cuando me gustará mucho, llenar demasiado el estómago causaría que me enfermara de todos modos, así que haciendo el plato al tercio y dejé el resto, pues no quería arrebatar mi estómago.
De pronto oí un alboroto en la cubierta, que alguien buscaba al médico a bordo.
Había una emergencia abajo en las literas y no había doctor disponible.
Hice el amago de querer levantarme, apoyando las manos en el suelo, pero aún cuando me sentía mejor, no pude con mi propio peso y perdí el equilibrio de nuevo, sentándome en el suelo.*

-Quisiera ir a ver qué ocurre?

*Sugerí a Aerith.*

-Podrias intentar serles útil.

*Le dije, no con la intención de decir que no había servido de nada hasta ahora, sino que se esforzara al máximo para usar sus habilidades en ayudar a los demás*