Cubierta

-Después querré esas atenciones en casa y no habrá quien me las de

*Le respondí divertida pues una vez que volviéramos a Tortuga todo iba a ser como antes.
Me llamo la atención que alguien se acercaba y mire al muchacho curiosa hasta que me ofreció el sombrero con unas amables palabras sobrebre que no fuera a hacerle daño el sol, lo tome dándole las gracias y sonriendole amplianente*

-Esperare a Marko quien es el que ha cuidado de ella y ademas para la lógica de Adriel seria algo imposible curar en poco tiempo

*Le explique mirando el sombrero y luego a Henry cuando lo tomo para colocarlo sobre mi cabeza, me asome por debajo del ala del sombrero cuando escuche su murmullo siguiéndolo*

-Pero tendría que hacerlo de noche

*Aunque no sabia precisamente como sin causar alboroto*

-Estoy seguro de que alguien te atenderá bien en casa.

*Había notado la manera en que su compañero la miraba y como se esforzaba para hacerle a ella la estancia aquí más cómoda, de modo que procuró ganarse su libertad para ella cuando eran prisioneros. Aunque al parecer era un hombre muy cerrado y la relación personal entre ellos no era buena, estaba seguro de que estaba dispuesto.*

-De noche será estupendo. Si te lanzas al mar durante el día armarías un alboroto! Yo te acompañaré

*Ofrecí de buena gana. Luego le palmeé la espalda y volví a los mapas.*

-Como dijiste que se llamaba tu compañero?

-Yo lo dudo

*Dije más para mi que para el pero sin intensión de esconder lo que pensaba en realidad*

"Ademas de que no puedo entrar de dia" -Por mi está bien, y te lo agradezco

*Le dije sinceramente siguiéndolo de nuevo hasta donde había estado antes*

-Adriel o mejor dicho Alexandriel Stiles

-Si! Eso era. A-lex-an-driel
Tiene un nombre muy largo. Adriel es más cómodo aunque no menos extraño.

*aunque dado su sentido del humor era poco probable que me dejara llamarle de ese modo.*

-Ya comieron algo?

-Yo le llamo medico, porque cuando lo conocí pasaron varios días antes de saber su nombre

*Le explique mirando hacia el mar, siempre tuve que entrar de noche pero pedía apreciarlo de dia*

-Aun no, solo hemos tomado algunas cosas para curar al herido

*Le explique tranquila mirando lo que hacia *

-Oh... y hace cuanto tiempo lo conoces?

*Pregunté, anotando unas coordenadas en un trozo de papel para pasárselas al timonel.Hubiera timoneado yo mismo si Marko me lo tuviese permitido.*

-Estamos cerca de una isla en la que podremos reabastecernos de agua y alimentos frescos. Por ahora, puedes tomar lo que gustes de la cocina para ti y tu amigo enfermo.

*Ofrecí dándole vueltas a la situación entre los dos. Parecían no llevarse bien, a pesar de todo, sin embargo me parecia mejor así, pues un inmortal me tinca a despreciable y a una sirena se le estaba prohibida una relación sentimental con cualquier ser humano.
Eso también debería decírselo, en algún momento.*

-Desde más de diez años

*Le respondí mirándole de reojo y luego al timonel, como si aprendiera lo que hacia aunque más bien era porque me daba curiosidad*

-Eres muy amable pero al menos yo quiero esperar a comer como los demas

*Asi seria equitativo y yo no tenía problema con eso*

-Aammm...

*Fruncí el ceño pero luego me encogí de hombros.
No me competía a mi el como se trataran entre ellos, aunque me parecía extraño, si no absurdo, que siguiera llamándolo de ese modo tras diez años de conocerlo sólo porque tardaron en presentarse.*

-No te preocupes! Ya todos desayunamos temprano. Faltan sólo ustedes dos y el cocinero estará complacido en que le pidas algo.

*Le sonreí levantando las cejas. Todos estaban complacidos con ella y hacían todo cuanto pedía.*

-Eso e s una buena noticia
*Pero no tenía problema en comer lo mismo que el resto de los tripulantes a fin de cuentas así creía yo que debía de ser*

-Cuanto tardaremos en llegar a esa isla que mencionas?

*Quizá ahí le diera tiempo a Adriel de recuperarse de su malestar*

-Deberiamos llegar antes del atardecer.
Mira!

*Apunté al horizonte con mi mano para mostrarle un minúsculo bulto oscuro que sobresalía de la línea imaginaria, allí donde el cielo se confundía con el mar azul.*

-Es aquella. No es grande, pero tiene una alta montaña de la cual fluye un riachuelo todo el año, así ue podremos encontrar buena cantidad de flora y fauna comestible.

-Eso es grandioso!

*Asegure sonriendo ampliamente y mirando lo donde me señalaba, eso seguramente alegraría a Adriel*

-Entonces al menos habra mas alimento

*Eso era lo mejor de todo, podríamos tener mas plantas medicinales*

-Si, pero por lo pronto, deberías comer de lo que hay en la cocina.
Si tienes suerte quedará aún algo de pescado ahumado.

*Aunque el cocinero sabía racionar muy bien la comida, muchas veces resultaba que los restos acababan en el pozo sin fondo e su estómago cuando las porciones no se reclamaban dentro de unas horas.
Iba a bajar por las escaleras, pero me detuve de pronto y volteé a ver a Aerith con interrogante.*

-Sabes como sigue el estado del hombre que cayó de las vergas esta mañana?

*Pregunté, pues no había tenido tiempo de enterarme, así como tampoco había alcanzado a bajar a ver a Jared.*

-De acuerdo, ire

*Dije, para verlo con la intención de irse pero luego solo volvió hacia mi*

-Adriel le estabilizo y ahora descansa, pero aun esta en horas peligrosas para su vida, lo vigilan allá abajo

*O eso esperaba porque Adriel me había sacado de ahí abajo*

-Bien... tengo que ir a verlo por lo pronto.

*Reflexioné para mi y luego mire a la sirena que seguía allí. Le sonreí y le hice una seña con la mano.*

-Nos vemos luego entonces. Cuando hayamos llegado a la isla te enterarás si estás despierta. Sube entonces cuánto antes a la cubierta.

*Le guiñé un ojo y bajé a prisa los escalones para escabullirme por las escotillas a los pisos inferiores.
Podía ausentarme, aunque fueran unos minutos, para saber cómo iban las cosas allá abajo con Marko y los heridos.*

-Que te vaya bien

*Le desee con un ademan de la mano pero él volvió a verme y a decirme lo de la isla así que asentir con la cabeza*

-Aquí estare

*Le asegure esperando que el se fuera para yo ir al comedor buscar algo que comer*

*Luego de ver a Jared un momento tuve que despertar a Adriel para avisarle sobre lo de nuestra parada. Por supuesto, no se tomó muy a buenas que lo despertara, pero le agradecí que hubiera tratado tan bien a Jared y al resto de mi tripulación. No me dio pie a continuar una conversación más extendida con él, pues se cerraba constantemente a seguir cualquier tema dando una respuesta tajante, de modo que al poco rato, desistí.
Luego de ello volví junto al timón hasta que el vigía dio la alerta de que estabamos por llegar, así ue tocó las campanadas y me quedé organizando las labores.
Las velas se recogieron a excepción de las de mesana y los remeros comenzaron a remar en la dirección opuesta al rumbo, mientras el timonel daba un giro todo a estribor.
El barco se detuvo entonces en ángulo preciso con las olas de modo que no pegaran de costado al barco y la tripulación comenzó a reunirse en la cubierta para recibir instrucciones.*

*Fui al comedor como habia dicho Henry y de la misma manera el cocino me atendio, pedi lo mismo que el resto pero no falto la porcion extra de fruta y comida a pesar de no haberla pedido, pero lo agradeci sinceramente, me sente y la disfrute tranquilamente en lo posible pues no me acostumbraba a las miradas de los demas pero fuera de ahi no paso nada mas. Me quede ahi pues de una manera u otra termino completamente sola y pude mantenerme relajada hasta que escuche una campana y fue que sali a la cubierta para saber que era lo que pasaba.
Me encontre con todos trabajando como cuando llegabamos a puerto, pero con mas ajetreo y sin un puente para bajar*

*El sujeto fue a despertarme .mientras estaba descansando y me vi obligado a mantener su conversacion hasta que se fue.
No entendí demasiado lo que dijo sino un par de cosas. Nos detendríamos del viaje durante unos días y sería esa tarde. Por desgracia no pude volver a quedarme dormido, pero cuide del niño en la habitación hasta que oí las campanadas de la cubierta.
Estaría bueno bajar a la isla a buscar cosas que pudieran servir como medicina y para mis dolores de quemadura. Por mientras encontré aceite de coco en un cajón así que hice una pomada con ello para ponérmelo en la espalda, en aquellos sectores que mi mano alcanzaba, me puse mi camisa y subí a la cubierta, donde me mantuve aparte de todo ese molesto grupo que se reunía frente al puente de mando.*

*Subí a la cubierta brincando los escalones para llegar ñas rápido y saber que haríamos, sin embargo a pesar de estar todo tranquilo no pasaba desapercibida la situación quieres causaba la sirena.
La mayoría de los hombres la habían rodeados y ofrecido un lugar donde sentarse a esperar bajo la sombra de un sombrero que traía puesto, no todos le hacían platica pero parecian estar agosto solo con estar cerca de donde estaba*

-No lo entiendo....

*Murmure para mi acercándome al puente de mando para saber que haríamos en la isla ademas de conseguir las provisiones *

*Esperaba que el capitán e está porquería hablará pronto, porque .e sentía incómodo entre tanta gente y por sobre todo porque ese tumulto se conoce traba en su mayor parte al rededor de aerith, llenándola de atenciones. Me hacía sentir extrañamente molesto, y claro, porque ella disfrutaba de ello. Mas de una vez me había insinuado que ella quería que la tratara de ese modo, pero no, yo no sabía hacerlo. Simplemente no me nacía ahcer algo así, tan servil y humillante, esos parecían babosos estúpidos... como si estar junto a Aerith y conversar con ella fuera taaan agradable. Pues los estúpidos para los estúpidos, pensé para mi de puro cabreado que estaba.
Me crucé de brazos y me mantuve alejado e impaciente, comencé golpear el suelo con el talón de mi bota*

*Miraba a la chica que a diferencia de cuando habían llegado se mostraba más alegre y gusto de lo que no había logrado verla hasta ahora, pensaba en ello cuando escuche el golpeteo en la madera de cubierta y voltee a verde que se trataba ni más ni menos que el compañero de la sirena*

-Perforar la madera de cubierta con tu zapato de señorito no hara mejor las cosas

*Dije mientras miraba al hombre que siempre en apariencia estaba de malas aunque no dudaba que así estuviera siempre*

*Yo sólo esperaba sin dirigir una sola palabra a nadie hasta que oí una voz que, aunque femenina en tono, no tanto en su entonación y vocabulario.
Mire a la locutora de aquel impropio de arriba a abajo, levantando una ceja en la mirada mas despectiva que podía dirigirle a una ... mujer? Porque en realidad lo parecía y al mismo tiempo me cabía la duda... Tuve que dirigir mi mirada a su garganta y sólo la ausencia de una manzana de Adán me confirmó que se trataba en realidad de una mujer y no un hombre aparentando ser una, que en los barcos pirata por cierto había muchos.*

-No te pedí tu opinión, furcia exagerada.

*Le contesté sin reparo alguno y sólo para demostrar que me daba igual es que continué golpeando el suelo. No era como si golpeara tan fuerte tampoco como para que se rompiera.*

*Arquee una ceja y puse los ojos en blanco al darte cuenta que observaba a identificar mi aspecto, lo que muchos hacían al darse cuenta ale no era un grumete y era en realidad la amiga del capitán que daban por muerta*

-El señorito se sintió ofendido, que marica

*Dije con el mismo tono despectivo que el había mostrado conmigo y lo cual me causaba gracias porque el único que me hablaba en ocasiones de esa manera era Dom, y el si daba miedo. Ademas el había ofendido primero y no me iba a dejar*

-Si yo soy marica, mirate en un espejo. Parece que hace mucho que no lo haces.

*Volví a mirarla de arriba a abajo, haciendo un desprecio para darme media vuelta y caminar en la dirección contraria. No iba a quedarme alli para que una furcia de barco me estuviera molestando.*

-Yo no escondo lo que soy niño bonito

*Le dije encogiendome de hombros, sabia que no era la mejor chica, ni la mas bonita, me comportaba como hombre y eso que? a nadie tenia por que importarle pues a fin de cuentas yo estaba bien con eso y las personas que me querian tambien.
No le segui pues me daba igual lo que hiciera asi que solo fui hasta donde el resto para saber que hariamos ahora*