Camarote Oficial

*Me incorporé un poco y negué con la cabeza a sus palabras*

-Esto lo puedes hacer, lo harás hasta que ayudes a cada persona en tu camino

*Le había afectado demasiado mis palabras y sólo habían sido una tontería, una enorme tontería decirlas cuando estaba tan desesperada, me levanté finalmente dejando más comido a Usted y fui a sujetarlo de los hombros*

-Tu lo haces más que Bien, has salvado las cosas de muchos Aquí, incluso del tonto de Henry y voy a creer que puedes hacerlo siempre

*Le mire fijamente aún cuando el desvío la mirada para que no notará que podía orar en cualquier momento*

-Eres un gran médico, yo vi esa herida y era realmente profunda, el problema no eres tu, en realidad creo que soy yo

*Desvié la mirada de nuevo. No quería que viera cuánto me afectaba. Sus palabras me parecían mas bien un intento por arreglarme que una creencia sincera.*

-Como podría salvar a alguien si cada vez cometo más errores.
Soy... soy una persona... no soy una máquina Monique. Me pesa mi responzabilidad. Me pesan mis errores y la vida de toda la gente aquí está en mis manos inútiles. No puedo hacerlo más... no puedo

*Tomé sus hombros mientras le hablaba. Realmente me pesaba mi vida, no podía soportarlo.*

*Negué con a cabeza y sin que pudiera evitarlo le abrace por la altura de sus costillas*

-Lo entiendo y por eso tu también debes de hacerlo.
Eres un buen médico y todos aquí.te debemos mucho

*Yo había hecho mal, lo aceptaba y el había tomado la decisión de salvar el brazo dw Henry lo cual era bueno y el había tomado la mejor decisión a pesar de los riesgos*

*Trataba de enseñarle a Allen a ser fuerte cada vez que podía. Intentaba que se acostumbrara a ese peso, porque era nuestro logro cuando alguien lograba vivir, pero también nuestra responsabilidad cuando otros perdían la vida. Era algo que yo había tenido que aprender, a lidiar con la vida y con la muerte, a sobreponerme ante na batalla perdida contra el destino final... Esperaba que lo aprendiera, pero cómo podría hacerlo si quien le enseñaba estaba aplastado por la culpa? Yo creía que podía soportarlo, pero cuando se trataba de personas a las que amaba... era una historia completamente opsuesta.*

-Es mi responzabilidad... pase lo que pase... siempre seré el responsable, monique. No importa lo que haga, peleo una lucha contra un enemigo invencible, que tarde o temprano se los tragará a todos. Y no podré hacer nada para salvarlos... ni a ti, ni a nadie.

*Le dije esta vez soltando las palabras. Estaba herido y desesperado.*

-No importa lo bueno que sea... si algo sale mal... siempre seré a quien culpen todos...

*Incluso ella, siendo cercana a mi, lo hacía. Con mayor razón un desconocido. Con mayor razón toda una tripulación.*

-Eres humano Marko, no un Dios para salvarlos a todos como quisiera y aunque si eres sobre quien caer la responsabilidad al inicio no es tu culpa si haz hecho el mayor esfuerzo que te a dado ti tu apacidad como medico y eso lo tenemos que ver nosotros 

*Las personas a su alrededor, las que estaban junto a los que ayudaba y los seres queridos que estarían con él, yo había cometido un error y lo aceptaba porque al final el había logrado salvar a Henry*

-Los esas salvando Marko esa es la verdad

*No levanté la mirada, a pesar de que ella me estaba abrazando no sentía calor en mi pecho.*

-Y si no hubiera vivido... Si Henry hubiera muerto, pensarías lo mismo?
No quiero tener que vivir con esa... mirada tuya... sobre mi...por el resto de mi vida.

*Tan solo mencionarlo y recordar esos ojos, y sus palabras llenas de ira y resentimiento.... Si Henry hubiera muerto allí, si no hubieramos logrado revivirlo entonces ella seguiría mirandome de ese modo, y continuaría culpandome de por vida. Qué pasaría la proxima vez? Cuando realmente no pudiera salvarlo?*

-Pensaría lo mismo.
Porque tendría que darme cuenta que tu estabas ayudándole y que simplemente el cuerpo de Henry no soporto el procedimiento 

*Me tendrtendría que dar a la idea, era un adulto y sabía que la gente muere todo el tiempo y alguna sin haber recibido un intento de ayuda*

-Por eso es que me disculpo por todo

*Parecía que ninguna de sus palabras fuera capaz de tranquilizar mi espíritu inquieto. Aún con todo, no podía sacarlo de mi mente.*

-Monique...

*La abracé con fuerza esta vez, deseando que esa presión dentro de mi se desvaneciera.
Creía que una disculpa sincera lo lograría, pero mi dolor era mucho más profundo.*

*Me tomo por sorpresa su abrazo pero no me moví ni rompí el que yo le daba, el era bueno y siempre iba a ser una gran médco*

-Aquí estoy, tranquilo

*Frote.mi mano.conta su espalda, el necesitaba recuperarse, pero iba a hacerse a su tiempo*

*Ya no contuve mi llanto. No me avergonzaba lo que sentía, me avergonzaba lo que yo era... y lo que no era.*

-Lo lamento, Monique... Lo siento tanto...

*Ella creía en mi ahora... pero después de lo que había ocurrido, yo no.*

--Tu tranquilo estaras bien

*Le dije intentando darle todo el consuelo que necesitará aqgorany aún despues*

-Tu eres un gran hombre

*La abracé con fuerza, me sentía terrible y ya no funcionaba tratar de fingir que todo estaba bien.*

-Ya no puedo... no puedo... deja de decirlo.

*No lo era. Ella solo decía eso para hacerme sentir mejor, pero no lo creía realmente, ni yo. Un gran hombre? Cuándo, o porqué. Qué era lo que nos hacia grandesa los seres humanos? Ser bueno en algo, ser útil para otros, ser poderoso o tener muchas cosas?
No, todo ero era efímero. No había nada que pudiera engrancecer a un hombre en este mundo.*

-No lo diré, pero seguiré pensándolo

*Declare dejando decir las cosas para que el pudiera calmarse, seguí frotando mis manos en su espalda, era sólo un poco más alto que yo pero ahora parecía un niño y esperaba que eso se le pasará pronto *

*Que vergonzoso.
Después de esto con mayor razón ella nunca me querria.
No soportaba la presión? O es que realmente estaba tan exhausto que se me volvía realmente pesado lidiar con todo?
No estaba seguro. De lo que si estaba seguro es que me arrepentiría de todo esto cuando se me quitara esa supersensibilidad emocional.*

*Para ser un hombre bastante tranquilo, había terminado bastane emosional, me causaba un poco de gracia y al mismo tiempo ternura,  igual no dije nada, sólo esperaba que volviea a la tranquilidad de antes cuando descansará y las cosas tuvieran un poco más de rumbo para todos*

*Me sentía tonto, pero no podía negar que desahogarme de esa manera se sentía ... muy bien...
Cuando mi maestro me dijo que hasta los doctores necesitan ciertos tipos de tratamiento, no me imaginé a qué se refería.
Veíamos cada día cosas terribles, enfrentabamos situaciones de vida o muerte, experimentabamos la presión de salvar una vida y el peso de perder otras. Obviamente, ningun ser humano podía soportar eso por mucho tiempo, y yo no tenía a bordo oportunidad alguna de recrearme. Estaba siempre trabajando, al pendiente de todos, y este había sido un viaje demasiado largo.*

-Lo siento Monique... esto no debió haber ocurrido.

*Le dije luego de llevarme una mano sobre los ojos, fregandolos, pero sin dejar de abrazarla.*

*Me imaginé a todos más tranquilos cuando me fuera, para empezar Henry ya no se quedaría de que estaba metiéndole donde no debía, lo cual haría que siguiera educando a Jared como hasta ahora, Mario no tendría que recibir desplantes de mi parte si se llegase a complicar su trabajo, él haría sin distracciones lo que mejor hace Y Jared esperaba que el sólo fuera feliz teniendo a su hermano ya después yo pasaría a ser sólo un recuerdo, mi pensamiento iba a un simple saludo si llegaba a encontrarlos de nuevo,  Pero las palabras de Mario me trajeron de regreso al barco*

-No hay problema, es normal querer desahogarse y sacar las frustraciónes

*El debía ser el que mas carga emosional llevaba así que estaba bien, sin embargo no me soltó del abrazo pero no quise parecer mala y me quede igual*

-Supongo... supongo que si.
Nunca antes había sido necesario.

*Siempre habia sabido lidiar con mi trabajo. Era otro factor el que me tenía mal. Era ella... Monique.
Mi interés por ella había crecido tanto sdurante estos meses que cualquier reproche de su parte parecía que derrumbaba todo lo que me importaba. Que ella me llamara... de formas tan hirientes me había afectado más de lo que jamás imaginé.*

-Pronto llegaremos a la isla... y todos podremos descansar.

*Todos excepto, por supuesto, yo. Tendría que continuar al pendiente de mis pacientes.
Me alejé de Monique con mis manos sobre sus hombros y agaché la mirada.
No estaba seguro de poder verla directamente a los ojos de nuevo... con lo mucho que me gustaba verla así.*

-Que bueno que estés un poco mejor

*Era Lo importante, así terminaría esta jornada y podría empezar otra desde cero*

-Procura hacerlo tu también, pide ayuda Adriel para que tus pacientes tengan atención extra y tu al menos un descanso sin preocupaciones

*Le sugerí manteniéndome en mi lugar cuando se alejo y le mire atenta, el sólo miro hacia otro lado, aquí ya estaba todo terminado*

-Él también está enfermo. Tendré que cuidarlo también por un tiempo antes de que él me ayude a mi.

*Llevé mis manos desde sus hombros hasta su cuello y levanté su rostro para poner mi frente sobre la suya, con mis ojos cerrados para no tener que verla. Me daba en extremo vergüenza mirarla.*

-Lo siento, Monique.
Nunca... nunca voy a ser lo suficientemente bueno para ti.

*No, nunca lo sería. Me criticaba por mi educación, al principio... creía que yo era distinto solo por haber aprendido un oficio en una escuela prestigiosa. Luego creyó que yo podía sentirme atraído por la sirena y ahora... pues... no había porqué recordarlo.
Debía creer que era un inútil, poco hombre, patético.*

-Pero... nunca voy a dejar de quererte...

-El tiene a su compañera y no deja que nadie más se le acerqué, no te preocupes por él 

*Lo había visto alejar a todo mundo menos a esa sirena, parecía tenerle mucha confianza y aprecio para ser alguien que no quería a nadie cerca, pensé que me soltara para irse a atender su trabajo,m pues había dicho que tenía pendientes.
Pero en lugar de eso sus manos estaba en mi cuello y su frente contra la mía, sentí el rostro calentarse y seguramente tomar un color rojo, normalmente no tenía problemas con la cercanía de los hombres siempre que yo daba el primer paso, pero Marko estaba demasiado cerca y sus palabras terminaron por mostrar mi completa sorpresa y timidez*

-Ma..Marko 

*Me sentía acalorada, nerviosa, una persona completamente distinta a la que era y más porque él era el único que causaba ese efecto tan radical en mí*

-N...no digas... eso

*De por si no podía controla ese acaloramiento y el nerviosismo que hacían me sintiera mareada y con una incomodidad en el abdomen poco usual*

*Fruncí mi expresión con profunda tristeza.
No... ella nunca iba a quererme de la forma en que yo la quería.
No me quería ni cerca de ese modo. Yo era para ella, a duras penas, un conocido.*

-Está bien...

*Murmuré soltando mis manos de ella y luego me aparté de ella.
No era la primera vez que me decía eso. Esta vez le haría caso. No volvería a decirlo.*

-

*En cuanto me soltó tome sus manos con las mías, no quería que estuviera triste por algo que quizá había tomado a mal, respire profundo*

-Abre los ojos y mirame

*Le pedí con tranquilidad pero sabiendo que mi rostro expresaria más cosas de lo que las palabras lo harian*

-No me molesta escuchar tus palabras, pero la reacción que causan en mi es lo que me hace que sean difíciles de asimilar

*No lo lo ba a soltar, pero tampoco también sabía que no debía mantenerlo así si iba a irme de aquí, así que baje la mirada y libere sus manos de las mias*

*Abrí los ojos y la miré, tal como me lo dijo.
Mirarla parecía ser difícil mientras no lo hacía, pero una vez vi sus ojos de nuevo... sentí una paz que difícilmente podía describir con palabras.*

-Te... te molesta escucharme? *Pregunté con angustia mirando sus ojos. Quería asegurarme e que me dijer la verdad... la verdad sin rodeos, y solo mirandola a los ojos podría saberlo*

*Levante la mirada de nuevp hacia el y negue con la cabeza*

-No me molesta, sólo que me sorprende 

*Más que sorprenderme me avergonzaba que el se hubiera fijado en mi de esa manera, cuando la que no era digna, era yo con todos mis defectos mas que virtudes, me sonrei levemente*