Calles de la Ciudad

*Emprendi mi camino con calma porque si lo hacia rapido el traqueteo de la carreta causaria que las botellas se quebraran asi que era menor ir tranquila, ademas no terminaria antes por ir a prisa.
Despues de unos metros de avanzar hice mi primera parada cambiando las botellas de leche segun los pedidos que me habia dicho Gabrielle desde antes. Una vez abajo empece a jalar a los caballos mientras caminaba, porque los siguientes pedidos eran cercanos al primero*

*Caminé varias horas buscando a Karen en las calles.
No quise ir a la lechería directamente a verla porque la otra chica que siempre estaba con ella era molesta. Sabía que Karen hacía entregas, así que caminé mucho pasando por las mismas calles una y otra vez y ya era tardísimo cuando escuché unos cascos de caballos caminando lentamente, junto al campanilleo de botellas chocando unas con otras.
Ajusté mi sombrero sobre mi cabeza y me senté en una escalinata a un costado del camino esperando a que pasara*

*Mi camino siguió por largo rato con las entregas, me había entretenido mas por el hecho de levantar los pedidos y porque había vendido gran parte del queso que Gabrielle me había hecho cargar y eso era bueno.
Logre hacer todas las entregas en buen tiempo, pero aun quedaba algo de queso y me había ocupado en recorrer las calles para venderlo completamente antes de volver a la lechería, cuando pase por una calle se me hizo curioso ver a alguien sentado fuera, sabia que había ladrones así que decidí pasar sin prestarle atención esperando que él hiciera lo mismo a pesar del ruido que llevaba*

*Cuando vi pasar la carreta, por mucho que me fijé en la niña no pude reconocerla y ella, al parecer, tampoco a mí.
Era de la edad precisa, su trabajo era el mismo, pero su apariencia era tan diferente a lo que era años atrás que parecía no ser la misma persona.
Me levanté y comencé a caminar por detrás de la carreta, siguiéndola desde unos metros de distancia.*

*Un escalofrió me recorrió el cuerpo cuando viendo de reojo el tipo se levanto, pero sabia que no debía entrar en pánico debía ser valiente y enfrentar cualquier cosa.
Di un suspiro y detuve a los caballos, si algo pasaba solo mandaría de regreso a la lechería pues ya sabían llegar y todo estaba en la carreta y yo podría distraer al tipo.
Me gire sobre mi misma para ver al hombre detenerse*

-Se le ofrece algo?

*Pregunte con cuidado sin apartar la mirada de él, cualquier paso en falso y empezaría a gritar*

*Cuando se detuvo, de la impresión me detuve también y la miré por debajo del ala de mi sombrero.
Creí que me estaba ofreciendo algo de su mercancía, pero no quería nada de eso en realidad*

-Eh... no, gracias...

*La miré al rostro.
No... no era ella...
Pero y si era y solo me estaba confundiendo?
Entrecerré los ojos tratando de reonocer a la niña que había conocido antes, pero no estaba allí.*

-Busco a una persona.

*Comenté, dando unos cuantos pasos al frente para acercarme a ella.*

-Entonces porque esta siguiéndome?

*Pregunte un poco mas a la defensiva sino quería nada de lo que vendia entonces que podía ser. Pero al escucharle le mire un poco sorprendida*

-Se puede saber a quien? quizá pueda ayudarle

*Murmure un poco mas relajada pero sin dejar de estar al pendiente en todo momento, especialmente cuando se acerco mas*

-Tal vez...
Quizás ya no siquiera esté en esta isla esa persona a la que busco.

*Habíamos escapado juntos de Port Royal y estuvimos un largo periodo en Dominica antes de yo tener que volver a Tortuga a buscar a Dean.
Desde entonces no las había vuelto a ver y solo ahbía una cosa que me faltaba por hacer para reconocer completamente si era o no la niña que buscaba
Así que me acerqué hasta quedar al frente de ella y tomé su muñeca para acercarla a mí y olerla.
Su olor también era diferente...*

-Bueno porque no me dices su nombre y pueda darte una respuesta

*Sugerí encogiéndome de hombros, llevándome una mano a la cabeza distraída. Cuando me di cuenta de lo cerca que estaba quise retroceder pero ya me había sujetado por lo cual con mi mano libre fue directo a su rostro dándole una bofetada para que me soltada*

-Q...que, que te...te has... te has creido?

*Pregunte son plena sorpresa y miedo en el rostro, retrodeciendo hasta estar detrás de los caballos*

-N...no se te...ocurra...hacerlo otra...otra vez

*Le adverti aun buscando la protección del otro lado de los caballos*

*A causa de la bofetada mi sombrero voló de mi cabeza y se fue con el viento hacia la orilla del camino.
Me quedé quieto unos instantes y levanté la cabeza con seriedad.*

-Lo siento... no eres a quien busco después de todo.

*Dije dando media vuelta para ir a recoger mi sombrero y colocarlo en mi cabeza.
Estiré los brazos hacia arriba, bostezando.*

-Golpeas como niña.

*Dije luego frunciendo el ceño, pero en realidad me había dejado los dedos bien marcados en la mejilla y ardía.*

-Te dije que si me dabas un nombre podría ayudarte

*Le recordé con un poco de enojo por lo que había hecho ya que me asusto bastante*

-Pues que esperabas, soy una mujer

*Dije mirándole con los ojos entrecerrados antes de salir de detrás de los caballos*

--Pues que golpearas como la gente.
Tienes manos de seda...

*Dije cuando ella se fue. Pero me di la vuelta y seguí caminando por el camino.*

-Karen

*Exclamé luego al ver que se iba, colocando mis manos en la nuca y caminando por la dirección contraria.
Ya la iba a encontrar, si es que seguía allí la encontraría.*

*Detuve de nuevo los caballos y me voltee a verle*

-Yo soy Karen

*Dije alzando la voz para que me escuchara, aunque no sabia si lo haría*

*La escuché gritar algo pero a la distancia y con su voz de pajarita apenas pude oirla.
Me di media vuelta y la miré a la distancia, quitandome el sombrero para acomodar el parche de mi ojo.
Mi vista iba empeorando con los años a pesar de que había tratado de mil maneras de sanar mis ojos.
A la distancia que estaba de la mujer ya apenas veía su rostro.*

-Suerte!

*Agité la mano sonriendole y luego me llevé una mano sobre la marca de la suya.
Ese golpe me hacía recordar una situación que había ocurrido años antes con Karen y Gabrielle, cuando aún estábamos en el orfanato.*

*Al ver lo que hacia supuse que no me habia escuchado pense en ir a decirselo pero y era tarde asi que era mejor volver antes de que Gabrielle se preocupara.
Le despedi con un ademan de mano que a diferencia de mucha gente era de abrir y cerrar la mano en lugar de moverla de un lado a otro, y que lo hacia desde niña.
Una vez me despedi subi a la carreta para regresar mas rapido a la lecheria*

*La quedé mirando cuando se despidió y subió a la carreta.
Solo había una persona en el mundo entero, en todos los años que llevaba viviendo, que saludaba y se despedía de esa manera.*

-Karen... ?

*Pero era imposible.
La había mirado detenidamente. Había hablado con ella, la había olfateado y no se parecía en nada a la Karen que yo conocía.
A pesar de eso, mi instinto me continuaba impulsando a hacer algo estúpido.... Correr.
Comencé a correr, cuando aún podía oír el tintineo de las botellas vacías chocar entre ellas en la carreta, y fui detrás de ella.
Los cascos de los caballos eran cada vez más tenues pero continué corriendo incluso cuando la carreta desapareció de mi vista.
Doblé una calle y me detuve para prestar oído. Entonces al mas mínimo tintineo, continué corriendo.*

*La calle estaba a oscuras. Lo único que alumbraba al rededor era el pálido resplandor de la luna que apenas era visible a travéz de las nubes que la cubrían parcialmente.*

-Esa tonta. Perderse todo el día sabiendo que estoy sola...
Me las vá a pagar de alguna manera ¬¬


*Mi linterna tenía poco aceite. Lo había gastado para ir a buscar el caballo de Karen la semana anterior, cuando se escapó del establo por la noche.
Di un suspiro y arropé la capa sobre mis hombros. Estaba helando.
De pronto escuché un ruido de pasos detrás de mi y volteé a ver... No había gente y vi, con cierto alivio y sintiendome tonta, que algunas hojas seas de los árboles rodaban por el suelo llevadas por la briza.
Seguro eso haría que escuchara ruidos.
Me giré de nuevo pensando en el resto de caino que me quedaba.
Pronto ya no habría más casas y que estaría sola en medio del territorio rural.
Eso me asustaba un poco, pero no me podía quedar en medio de la calle toda la noche, así que di los pasos con rapidez.
Pero al dar la vuelta alcancé a ver una gran sombra en frente de mí que se me avalanzaba encima y entonces di un grito asustada, sintiendo un golpe y cayendo al suelo.
La linterna se rompió al caer y el aceite inflamado comenzó a arder sobre el empedrado, en medio de un forcejeo con una persona mucho más grande y fuerte que yo, que pudo someterme con facilidad presionando mi rostro contra la gravilla.*

*Había estado observando a esas niñas durante un buen tiempo. Cada día recaudaban una buena cantidad de dinero que se gastaban de seguro en tonterías de niñas y pagando impuestos.
Yo lo necesitaba mucho más y ahora era mi oportunidad de obtenerlo.
En cuanto ella se despistó del camino me avalancé sobre la chica y la derribé al suelo.
Sería tan fácil como quitarle la cabeza a un pescado.*

-Dame tu dinero... *Le dije a la chica manteniendo su cabeza en el suelo aunque no dejaba de gritar, así que puse el filo de mi daga sobre su cuello. mientras la registraba con mi otra mano.*

-Solo quiero el dinero. *Le repetí*

*En medio de la noche lo unico que escuchaba era el ruido de los cascos del caballo, esperaba encontrar a Gabrielle pero no encontraba rastro de ella.
Repentinamente en el silencio escuche un grito, el corazon se me estrujo porque si le pasaba algo a Gabrielle seria mi culpa al igual que con el hombre que habia ido a parar a la clinica por mi caballo, de un segundo a otro hice correr al caballo para llegar mas rapido hasta llegar al final de las casas.
Pronto vi a la distanca el fuego que se consumia y un par de sombras que peleaban, me di prisa e hice al caballo levantar cuando ya estube a un lado, usando sus patas para alejar a quien fuera*

*Miré al rededor cuando oí los cascos de los caballos y me aseguré de registrar a la chica por completo hasta encontrar lo que buscaba.
La recaudación del día.
Me sonreí triunfante y miré hacia atrás al caballo encabritarse, apartandome en el mismo segundo antes de que me cayera encima.*

*Fue un solo segundo desde que sentí que me soltaba para girarme y ver las patas de un caballo sobre mí.
Rodé por el suelo para salir de su paso, quedando a casi metro y medio del caballo, tirada en el suelo con el corazón palpitando a mil por hora.*

*Una vez que el caballo se asento, lo gire para atacar al que se habia apartado primero*

-Devuelve lo que hayas tomado

*Dije con firmeza dispuesta a lanzarle e caballo encima y que lo aplastara*

-Gabrielle si eres tu levantate

*Pedi sin siquiera mirarla porque no queria perder el control del caballo y caer*

*Me levanté de inmediato con la cartera de la muchacha en mis manos. De ninguna manera lo devolvería. Necesitaba ese dinero y no iba a regresarlo.
Me sonreí de medio lado y lancé la daga con la que había amenazado a la chica hacia el caballo, dandole en toda una pierna.
Con eso no podría correr y menos perseguirme, así que después de hacerlo solo largué a correr buscando refugio entre las sombras.
No me importaba la daga... con tal que con ese dinero podría comprar diez de ellas y mucho más.*

*Era la voz de Karen. Esa voz molesta y chillona que ahora me alegraba de escuchar y al mismo tiempo encendió toda mi furia.*

-Cállate, estúpida, ya estoy de pie!

*Dije levantándome, aunque con las piernas temblorosas por la impresión. Ví al hombre correr y iba a ir detrás de él, pero me flaquearon las fuerzas y por mucho que quisiera levantarme caminar, mis piernas no eran capaces de dar ni un solo paso.*

-Qué haces?... persíguele! *Dije desesperada al notar que me faltaba la cartera. El tipo se la había llevado.... todo el día habría sido en vano...*