Plaza Central

*Detrás de mi escuche pasar al medico pero solo la expresión de sorpresa de Carlos me hizo voltear a verlo en el momento que decía que me diera prisa, le reste importancia e hice un ademan para que el chico tampoco se lo tomara enserio, volví a mirar a Carlos sonriendo emocionada*

-Pero para que me buscabas?

*Le pregunte curiosa dejando que el medico se adelantara pues podía alcanzarlo rápido aunque se me adelantara mucho y no me preocupe demasiado*

-Bueno mas que nada para agradecerte lo que me ayudaste en el barco

*Me explico con tranquilidad, su hermano menor había sufrido un accidente durante el viaje que le hubiera costado la vida si nadie le hubiera ayudado. Y aunque yo había dado indicaciones y ayudado un poco todos abordo habían hecho mucho*

-No tienes que agradecérmelo lo hacia de corazón

*Solo había puesto en practica lo que había aprendido con el medico y solo podía usarlo en ayuda de los demás.*

-Quieres platicar un poco? acompáñame a la clínica entonces

*Pregunte curiosa y luego el asintió con la cabeza, lo que me animo a invitarle hasta mi destino en a clínica seria un viaje corto pero seria bueno caminar un poco, me incline a tomar el baúl de nuevo pero Carlos evito que lo tomara*

-Yo te ayudare, es lo menos que puedo hacer

*Asentí con la cabeza y le agradecí el esfuerzo, una vez que estuvo listo empezamos a caminar mientras manteníamos una amena platica durante el camino*

*Sentí que se me comprimía el estómago cuando sentí la afilada y fría cuchilla de la indiferencia.
Fruncí el ceño y continué caminando, haciendo caso omiso a mi al rededor aunque no pude, por más que intenté, ignorar por completo la conversación que llevaban esos dos atrás de mi. Como si quisiera provocarme aú más, Aerith se le ocurre pedirle al sujeto que nos acompañara sin siquiera tener la decencia de presentarlo, o presentarme a mi ante su tan estimado amigo.
Como si yo no existiera o incluso como si fuera solo un extraño en el camino, pasaron a mi lado y adelante de mi mientras platicaban animadamente los dos.
No pude aguantarlo. No se si verlos conversar tan familiarmente o si fue por la molestia de mi pierna que no pude continuar. Me detuve, con el rostro contraído y me apoyé contra mi bastón en primer lugar y luego, acercándome a una edificación, contra la pared de piedra.
No podía continuar, ni quería continuar si tenía que ir escuchando las estupideces que hablaban ambos, como si se conocieran de toda la vida*

*En la platica tan entretenida no me di cuenta en que momento pase al medico pues a fin de cuentas el iba en sus cosas y a mi me alegraba no tener que ir de mal humor hasta la clínica.
No me di cuenta de la ausencia del medico hasta que Carlos termino de contarme sobre su hermano, en ese momento mire a todos lados pero no vi al medico y me detuve de golpe*

-A donde habrá ido?

*Pregunte al aire pero luego escuche a Carlos decirme que si buscaba al hombre que había ido delante de nosotros lo habíamos pasado y estaba descansando. Di un suspiro y me senté en el suelo para poder esperarlo. Sin embargo Carlos me dijo que tenia que volver porque su hermano estaba solo en casa, me dio una pequeña cajita como obsequio y dejo el baúl a mi lado, me despedí de el y finalmente el volvió a su camino mientras yo esperaba al medico y observaba la cajita con curiosidad*

*Me quedé un buen rato descansando contra el edificio, hasta que perdí de vista a Aerith con su pareja.
No quería demorar demasiado pues no quería dejar sola a Aerith con ese individuo tan sospechoso y mal educado... pero perdí la noción del tiempo en unos segundos.
El sol me llegaba de lleno sobre la cabeza y me sentía mareado por el esfuerzo.
Había estando soportando todo el día esa maldita estupidez y no se había sanado aún. Se suponía que mis heridas sanaban de prisa pero aunque nunca tomé el tiempo en relación a la gravedad suponía que esta vez demoraría bastante, pues recordaba aquella vez quedisparé a mi cabeza... Después de volver a la vida estuve bastantes días en recuperación. Esta vez podría no ser diferente. Después de todo la herida en mi pierna no había sido algo simple.
Hubiera dado cualquier cosa por algo de líquido, pero Aerith se lo había llevado todo en el baúl. Di un suspiro profundo y me deshice de mi apoyo.
Tenía que darme prisa de una forma u otra pues, conmigo a bordo o sin mi, el barco zarparía hacia tortuga y no podía perderlo.
Caminé con todo mi esfuerzo los metros que me quedaban hasta la clínica, al rededor de medio kilómetro a paso de tortuga y con el sol sobre mi cabeza me dejaron exhausto, luego de media hora que demoré en recorrer esa corta distancia me encontré a Aerith sentada en el pórtico.*

-Ya está listo el equipaje?

*Pregunté a media voz, mirandola por lo bajo... y qué es lo que traía en su mano?
Miré el artilugio con curiosidad y fruncí el ceño.*

Karen Lecourt escribió:-Aun así no entiendo tu evasiva hacia la presencia de Gabrielle

*Dije con sinceridad, pues si no tenia nada en contra de ella bien podía dar igual si nos la encontrábamos.
Le sonreí al escucharlo y le abrace por el cuello desde atrás*

-Yo también me la paso muy bien contigo

*Aunque to siempre trataba de pasarmela bien, y se notaba especialmente al ver que aun herida intentaba divertirme*

*Me sonreí y fingí ahogarme cuando me abrazó por mi cuello, inclinandome hacia atrás.*

-Que no me dejas respirar

*Dije en broma, riendome luego de su reacción.
Claro que lo pasabamos bien juntos. Había procurado cuidarlas a ella y a Karen cuando eran mas pequeñas. Eran las dos como mini hermanitas para mi junto con Christine, aunque de esta última no supe más después de salir del orfanato.
Esperaba que fuera donde fuese que estuviera ahora, le fuera bien.*

-Entonces... cuentame que ha sido de ti desde la última vez que nos vimos ^^
Ya tienes novio?

*Las chicas esperaban tener novio ya a su edad, si no antes. Aunque con la forma de ser de Gabrielle dudaba que dejara que alguien se le acercara*

*Me solte de su cuello para tomarlo de los hombros al escuchar que no le dejaba respirar y me asome por un costado para verle mejor, fruncí el ceño al ver que bromeaba pero luego sonreí*

-Pues lo que has visto hasta ahora, vivo con Gabrielle y le ayudo en la lecheria, ademas eso no mucho

*Respondí con tranquilidad sin poder evitar reírme a su ultima pregunta a la cual negué con la cabeza*

-Claro que no, no tengo novio

*Y no era porque no queria sino simplemente no habia nadie a quien pareciera llamarle la atencion*

-Nada mas? En serio?
No me vas a contar cómo llegaron aquí?
Lo que sucedió luego de que dejé la isla... nada?
Han pasado años y todavía no sabes contar historias XD

*Me burlé, riendome a carcajadas.*

-Anda... yo te voy a contar mi historia como tu me la cuentas a mi.
Yo salí de Port Royal huyendo de los militares, y desde entonces he estado buscando a mi padre... Además de eso no mucho...

*Dije de forma vana, imitando su modo de hablar medio riendo, pues quería que se diera cuenta lo aburrido que había sonado todo*

-Bien, bien

*Le dije para que se relajara sobre ese asunto*

-Bueno por desgracia no supimos nada de los padres de Gabrielle después de salir del orfanato, así que no teníamos a donde ir pero Gabrielle recordó de donde había estado viviendo cuando la encontramos en Dominica así que ella volvió aqui y yo la seguí...no recuerdo si llegaste con nosotros o después

*Dije al final pensativa*

-Bueno, el caso es que Gabrielle consiguio seguir en su antiguo trabajo en la lecheria y al morir la anciana dueña del negocio se lo dejo a Gabrielle aunque yo ya le ayudaba un poco

*Segui contando, recordando un poco de todo lo que habia pasado*

-Nos quedabamos en la lecheria hasta que Gabrielle consigui una casa sencilla de campo y nos fuimos a vivir ahi, despues de eso vivimos y trabajamos juntas, pasando cosas buenas y malas pero salimos adelante

-Y de la prisión de orfanato pasaron a encerrarse en la prisión del trabajo...

*Dije sonriendo a medias con pesar, después de oír todo el resto de la historia.*

-Pues... la verdad es que tenías razón.
No hay forma de hacer divertida una historia taaan aburrida XD

*Reí a carcajadas, acomodandola detrás de mi espalda*

-No has viajado? No haz vuelto a Tortuga o a Port Royal?

-Bueno, eramos pequeñas y no teníamos a nadie ni nada, yo jamas fui buena peleando ni haciendo algo importante. La piratería no era exactamente lo mio

*Hubiera querido en algún momento ser pirata pero Gabrielle siempre decía que era demasiado blanda para eso y era verdad, ni aun ahora era demasiado buena en las cosas que hacia a pesar del esfuerzo*

-Te lo advertí, pero querías escuchar la historia de unas niñas que dejaron la libertad para sobrevivir, ahora solo nos gusta y nos acostumbramos

*Y se había vuelto nuestra forma de vida, y aunque le pareciera aburrida ahora a nosotras nos parecía la mejor manera de vivir*

-No he viajado, aunque en ocasiones he llegado a ver a las personas de antes

-Bueno... Gabrielle también parecía tenerle cierto desprecio a los piratas.

*Reflexioné luego. La verdad más que desprecio era un odio extraño, confundido con miedo que dejaba entrever cada vez que me veía.*

-Por eso no le caigo bien XD
Las personas de antes? Como quien?
Haz visto a Cristine?

-Si, imagina que le dijera que queria ser pirata cuando tenia diez años

*Murmure divertida apoyándome en mi brazo para poder ver su rostro desde ese angulo*

-La vi uno o dos veces en este tiempo, pero parece que solo viaja conociendo las islas o solo por gusto de ver lugares

*Le platique pensativa*

-Pero a la que mas he visto es a esa mujer pelirroja con la que viajaba antes de quedar en el orfanato...Cassandra

*La veía bastante seguido como si buscara a alguien por esos lugares, pero siempre que andaba por aqui iba a comprar a la lecheria para vernos a Gabrielle y ami*

-De verdad?
Me gustaría poder encontrarmela un día. La verdad es que he estado ocupado haciendo una y otra cosa y nunca tengo tiempo para hacer visitas sociales.
Recuerdo que ella tenía un interés tremendo por recorrer el mundo.
Espero que sea eso lo que esté haciendo ahora.

*Cristine fue la primera persona que conocí en el orfanato y la única que me cayó bien desde el comienzo, a pesar de que la trataba con bastante indiferencia a veces.*

-Cassandra?.... No la conozco

*Afirmé, mirando al frente, pensativo.
Cuando me describían a alguien como Pelirrojo, lo primero que me venía a la mente era Dannia y sus ... cosas raras...
Me daba un escalofrío y me bloqueaba de pensar más allá.*

-Seguramente en algún momento te la encontraras y podrán conversar

*Estaba convencida aunque seguramente se tardaría un rato si ellos seguían viajando de esa manera tan consecutiva*

-Estoy segura que si la conoces, es solo que quizá no te acuerdes porque no es alguien que te haya interesado mucho

*Murmure divertida, siempre había mostrado poco interés a muchas cosas e inclusive a mi cuando lo conocí*

-Y entonces ya me contaras que hiciste tu en este tiempo?

-Y cómo podrías estar taaaan segura?, eh?

*La miré de reojo como culpándola de algo y luego me reí para mi mismo.*

-La verdad es que conosco mucha gente, pero como viajo tanto de un sitio a otro, me olvido rápidamente.
Hay veces que incluso me abordan personas que creí no conocía y me empiezan a relatar eventos y.. claro! son viejos amigos ^^

*Conté como si fuera una anécdota graciosa.*

-Bueno, en todo este tiempo...

*Miré el celeste y profundo cielo despejado sobre nuestras cabezas y di un suspiro pesado.*

-Luego...
Luego de que nos escapáramos del orfanato, tomé un barco que me llevó en un par de días a Isla Caimán.
Allí había un barco, un tal Cavendish era su capitán, y oí que pertenecía a la mismísima hermandad a la que Dean estaba ligado.
Pero por más que insistí no quiso llevarme en su barco, así que me subí a escondidas.
Era la única pista que tenía de Dean, y supe por medio de otros piratas que se reunirían todos los de la Hermandad Real en el pantano de Tia Dalma, la isla a la cual solo unos pocos pueden llegar.

*Expliqué sin entrar en muchos detalles.*

-Pero Cavendish me descubrió y me hizo caminar por la plancha.
Nunca supe nadar bien y no superé jamás mi miedo al agua, así que creí que sería mi fin... Pero alguien me rescató.
Cuando recuperé la conciencia estaba en la casa de una anciana que me cuidó hasta que pude valerme por mi mismo.
Me di cuenta de que había perdido mi unica oportunidad de volver a ver a Dean... por idiota.
Desde entonces no fui capaz de encontrar una buena pista de él nunca más. De vez en cuando oigo su nombre en las tabernas, pero nada que me lleve a acercarme a su actual paradero.

-Porque te conozco

*Le acuse sacándole la lengua y haciendole una mueca también*

-Me alegra escuchar que tuviste muchas aventuras, aunque ahora que me dices eso me preocupa lo de que hayas estado herido o lastimado

* Dije mirandole desde atras*

-Yo no frecuento esos lugares pero puedo hacerlo cuando me recupere, para ayudarte a saber algo

-Que te preocupa que haya estado lastimado?

*Pregunté incrédulo y me reí.*

-No deberías preocuparte mejor de lo que pase ahora que de lo que ha podido pasar antes?

*Me causó gracia, pues nunca yo mismo me había preocupado de algo que haya pasado y menos aún de algo que "
podría haber sucedido"
*

-Si llegas a saber algo alguna vez tendrás que recordarlo hasta que regrese por estos lados para decírmelo.

-Bueno me preocupa por que no se si estuviste bien, aunque igual me hubiera preocupado si lo hubiera sabido en el momento

*Respondí haciendo un puchero pues no tenia nada de malo que me preocupara antes o ahora ya que igual me preocuparía en cualquier situación*

-Por supuesto que lo recordare especialmente si es información para ayudarte

*Aseguré sonriendole tranquilamente, ademas si había otra aventura que me contara a su regreso estaba bien para mi*

-Hubo malos momentos, pero nada de lo que tengas que inquietarte ahora

*Me reí aún de ella y me detuve ya saliendo del mercado, donde la multitud se volvía menos avasalladora.*

-Quieres bajar un momento?
Ya no pesas como una niña de 9 años, sabes?

*Continué riendo. La verdad es que estaba cansado de cargarla, no solo a ella sino a ese enorme y pesado vestido que llevaba puesto, lleno de armados para hacerse volumen y el yeso del corsé. Cosas a las cuales nunca le había encontrado mayor utilidad más que formarle músculos en las piernas a esas mujeres pretenciosas que tenían que cargar con ello todo el día, todos los días....*

-Al menos eso hace que me quede tranquila

*Dije divertida ladeando la cabeza para verle tranquila hasta que escuche lo que dijo y asentí con la cabeza*

-Si, lo comprendo.
Bájame, sin preocuparte ya se que debo pesar demasiado

*Le asegure mirando a los lados para saber donde podía dejarme sentada*

*Caminé solo un par de pasos más para acercarnos a un par de estacas de tienda que estaban enterradas en el suelo. Allí Karen iba a poder sentarse así que la bajé al suelo y mientras ella se acomodaba, estiré mi espalda con mis manos apoyadas en mi area lumbar y luego los brazos hacia arriba.
Sentía que se me había adormecido todo y me dolía el cuello*

-No te cansa andar con tanta ropa encima?
Siempre me he preguntado... porqué utilizar tantas cosas. No es más fácil vestirse con lo justo y necesario por la mañana en vez de demorar tanto en corsettes y esos... armados de ... cosas?

*No estaba segur de los nombres, solo sabía que lo llevaban debajo de todas esas toneladas de tela que eran sus vestidos, además*

*Me acomode cuando me bajo y voltee a verle sonriendo, si se había cansado de llevarme en su espalda. Mire mi ropa a escucharle y levante un poco el faldón para ver la parte de abajo*

-Tiene algo que ver con los niveles o algo asi me explico una vez Gabrielle

*La verdad jamas lo entendi y no me importaba pues tambien ella me habia regalado algunos de los vestidos que tenia, pero mire lo que levantaba el falon y empece a tirar de el con fuerza hasta que se escucho que se rompia y empece a tirar de la tela sacando todo lo que habia debajo del faldon del vestido hasta que quedo menos esponjado*

-Asi esta mejor?

*Cuestione dejando toda la tela de lado*

*La miré de reojo con los brazos aun estirados hacia arriba, sin embargo me sorprendió que comenzara a tirar y romper su vestido solo por lo que yo le había preguntado y cuando se volvió a verme e hizo esa pregunta, la miré extrañado, retrocediendo un paso.*

-No dije que estuviera mal... Si te digo que tu cabello es extraño, también te lo quitarás?

*Pregunté con el ceño fruncido. No recordaba que ella fuera tan... "
especial"
*

-Ahora a ver como caminas por la calle medio desnuda...

*Me burlé, riendo por lo que había hecho.*

-La ropa es reemplazable, mi cabello no aunque lo cortara, lo prefiero asi

*Le corregí sonriéndome divertida a pesar de su molestia*

-Desnuda? solo le quite el el relleno de abajo, ando tan vestida como siempre solo mas ligera sin tanto bulto abajo

*Dije encogiendome de hombros pero luego solo me rei*

-No puedo caminar, deje mis muletas en la lechera y tu me cargaste asi que puedo permanecer sentada aqui hasta que alguien me ayude

*Y en esa isla no habia mucha gente que lo hiciera y tendria que irme por mi propia cuenta*

*La miré como si se tratara de una loca y le hice una seña*

-Anda, te llevo de vuelta.
El sol te ha freído los sesos.

*Me acomodé de nuevo frente suyo para que subiera.*