Selva Tropical

Te atreves a adentrarte a esta peligrosa selva llega de animales salvajes que podrian estarte esperando solo para hacerte pasar por cena?. Solo recuerda ir bien armado

*Al salir de la clinica e acerque al unico lugar con los arboles grandes y recistentes como para conseguir una rama resistente, lleve conmigo mi alabarda para cualquier cosa e inclusive para hacer un buen tallado de la madera.
Por fortuna no hubo necesidad de adentrarme mucho e la selva para encontrar un buen arbol, el cual tale con mi alabarda y empece a tallarla y darle forma de muleta, asi ya la llevaba preparada para el medico*

*me aleje de la taberna caminando a pasa tranquilo hacia la selva. Siempre era un buen lugar para pensar en viajes nuevos, la encontraba amena, probablemente porque no había gente gritando allí, aunque si se oían algunos monos. También era útil para librarse de la gente que no sabía entender cuando desistir.
Apague el cigarro en la arena, pisándolo hasta que quedo totalmente enterrado para que no hubiera posibilidad de despertar un incendio. Y me interné entre los árboles, pasando por debajo de las ramas y molestando la vegetación lo menos posible. Con el tiempo me había acostumbrado mucho a moverme allí dentro y a los sonidos de la selva
Cuando llegue a uno de mis lugares habituales me acomode en las alturas, oculto en la foresta y empecé a pasear por mi mente la información adquirida*

*Al llegar el barco a la isla iba a salir con tetra. Habíamos hecho planes, pero no contaba con que la iban a necesitar en la cubierta. Me mandaron en un barco diferente, y Tetra me dijo que la esperara en el muelle, así bajé junto con todos los demás.
Pero esperé lo que me parecieron hoooooras y horas sentado sobre un barrilito y ella no vino.
Veía el Aurelia desde aquí, y barcos viniedo y yendo, pero Tetra no vino.
Quizás vi o y no la vi... y ella no me vio.
Miré al rededor y creí verla a lo lejos entre una multitud, asi que corrí para encontrarla y decirle que yo estaba aquí, pero ella no me veía y la multitud me estorvaba. Mientras más me acercaba, menos veía.
Cuando me di cuenta y pude salir de entre toda esa gente, ya ni siquiera estaba en el muelle. Había perdido de vista a Tetra, el barco, y ni siquiera veía el mar desde aquí, asi que me detuve, miré hacia todos lados al cielo como hacía mi hermano cuando quería ubicarse y tuve una idea. Si iba bien, bien alto, lo vería todo. El muelle, el barco, incluso quizás a Tetra. Asi que me fijé en un arbol bien grande en la colina y, habiendolo visto, comencé a caminar hacia allá, y tuve que entrar en un bosque que luego se hizo  selva, cálida y húmeda. No era agradable, porque sentía que me habia mojado por todos lados sin sumergirme en agua.
Pero no era difícil andar, porque había senderos marcados entre la vegetación, muy pequeñas para un adulto, pero grandes para un animal... al menos de los que conocía. Seguramente esas huellas eran de alguien que tuvo la misma idea que yo, y si seguía las marcas llegaría al árbol.*

*Adormecido por los sonidos habituales de la selva y por la calidez del ambiente, había acabado sumiéndome en un sueño ligero, vagamente consciente de los alrededores. Un ligero movimiento sobre mi cabeza me despertó, y levante la vista para ver un pequeño mono estirando su mano hacia mi sombrero. Me quede quieto y volví a cerrar los ojos fingiendo no haberlo notado. Al rato sentí que me quitaba el sombrero y se lo llevaba. Ahora si lo mire, estaba parado a un par de ramas de distancia rebuscando dentro del cuero, como si pudiera sacar algo. Con cuidado para no alarmarlo metí la mano dentro de la campera y saque el pequeño dulce de fruta que guardaba, y estire mi mano con este sobre la palma. El bicho me miro desconfiado un par de segundos, y con la misma velocidad que él agarro el dulce recupere mi sombrero. Me grito ofendido y se metió el dulce apresurado a la boca antes de irse de rama en rama gritando lo que suponía serían improperios en cual fuera el idioma que hablaran los monos. Me reí en silencio, divertido, y volví a colocar el sombrero en su lugar. Los monos eran casi tan fáciles de sobornar como los humanos*

*Estaba seguro de que avanzaba y que mi plan era perfecto. No había margen de error, pues tenía que llegar a ese arbol grande y nada mas subirme, como me subía a la cofa del aurelia. Desde allí se veía todo al rededor e imaginaba que iba a ser lo mismo.
Pero caminé y subí y bajé por la colina y caminaba en círculos, pero nunca llegaba al arbol grande.
Cuando admiti aue me habia perdido miré hacia arriba, buscando ver el cielo como antes, pero no se veía.
Habia un techo de vegetación sobre mi cabeza y todo al rededor.*

*unas pisadas demasiado suaves llamaron mi atención, mire hacia abajo por si era alguien que intentaba pasar desapercibido, pero solo vi un niño, que daba vueltas en círculos yendo de un árbol a otro. Lo observe durante varios minutos hasta que era obvio que se había perdido. Espere en silencio sin quitar mi mirada de él, a ver si encontraba la salida por sus propios medios. Si se adentraba más en la selva no me quedaría más opción que bajar antes de que se convirtiera en la cena de algún animal*

*No podía ver nada, por mucho que tratara. Iba a tener que subirme al arbol para ver sobre todo ese follaje, pero cuando lo intenté era muy difícil. La corteza, además, cortaba mis manos al intentar escalar y mis pies se resvalaban por la humedad. Era muy distinto a escalar una cofa, porque tenía escaleras y sogas. Ñas lianas que colgaban del arbol eran muy débiles para soportar mi peso y se cortaron al intentas subir por ellas.
Bufé cansado. No sabía a donde ir, pero tal vez si seguía subiendo la colina encontrara ese arbol grande. Nada más debía subir guiandome por la inclinación del suelo.*

*lo observe interesado cuando intento trepar, era muy inexperto como para andar solo por la selva. Pegue un silbido para llamar su atención y que dejara de ir hacia el matorral de ishanga que tenía colina abajo*

-La salida no es por ahí

*le indique con calma, mirándolo sin bajar de la rama*

-La playa esta por allá

*señale a mis espaldas en un punto especifico, suponía que una vez llegado al agua podría encontrar el muelle y la ciudad sin problemas, en lugar de ir a enterrarse en el manto de plantas que tenía enfrente*

*Oía monos y bichos raros por todos lados. Mi hermano sabía como reconocerlos por el soido, pero yo no. Según Luan, yo no había pasado mucho tiempo en tierra firme como para saber esas cosas aún. De cualquier forma supe, en el momento de oirlo, que ese silvido tan humano no podía hacerlo animal alguno y me volteé de un brinco. Mis ojos recorrieron todo al rededor en un segundo para tratar de encontrar el origen, y luego de nos segundos me di cuenta, cuando volvió a hablar, que estaba arriba de uno de esos arboles que había intentado escalar.
Vi en la dirección que apuntaba, pero negué con la cabeza*

-No quiero ir a la playa, sino a ese arbol grande de la colina. *Le expliqué*

-De cualquier modo, ese sigue sin ser el camino

*agregue ladeando la cabeza*

-Para que quieres ir al árbol? Ve a la playa antes de que llueva

*el clima había estado pesado y pegajoso todo el día, pero hacía solo unos cuantos minutos que la presión había empezado a bajar*

*Me hice sombra con mi mano sobre los ojos para ver mejor. Era un hombre grande que estaba encaramado sobre el árbol, como si fuera un mono. De hecho, habia varios monos cerca de donde él estaba.*

-Es un secreto... pero sabrás si vienes conmigo *Sonreí de forma traviesa, recordando e intentando aplicar los métodos de convencimiento de mi hermano, con los que me había engañado incluso a mi, que era tan inteligente según él mismo, para hacer cosas que de otro modo no haría.
Lamentablemente hasta ahora nunca me funcionó con los adultos.*

*me quede en silencio decidiendo no contestar a su tonta forma de intentar picar mi curiosidad, lo mire evaluando su edad y volví a recostar la cabeza contra el árbol cerrando los ojos*

-Suerte

*le desee sin mirarlo y dejando que hiciera lo que quisiera. Me puse a evaluar cuanto era el tiempo que tenía para seguir descansando antes de que el clima me incitara a volver a la casa*

-Ooouuuummm.... *Reclamé para mi. De cierto modo sabía que no iba a funcionar, pero valía la pena intentarlo.*

-No quieres venir conmigo? Eres grande. Me ayudarías a escalar un arbol?

*Henry siempre me decia que no debía hablar ni confiar en desconocidos, pero siempre creí que era porque a Henry no le gustaba que nos conocieran. De manera que no había ningún problema en hablar y buscar ayuda siempre que no le dijera nuestros nombres.*

-No hay nada que me agradaría más

*comente con sarcasmo dando un bostezo y bajándome el sombrero sobre los ojos*

-Vete a tu casa antes de que te encuentre algo más grande que tú

*le advertí por tercera vez. Tenía más posibilidades de encontrarse una boa o de caer en la hierba venenosa de más adelante, que de poder escalar un árbol, o siquiera encontrarlo*

*Sonreí ampliamente con ilusión.*

-En serio?! *Pregunté sin entender su sarcasmo, porque nadie me hablaba con ese sentido nunca. Por eso es que me confundí cuando me dijo que me fuera.*

-No tengo casa. Vivo en un barco.

*Le dije sonriendome.*

-Tú eres más grande que yo.... asi que... *Y realmente, no podía existir nada más grande que él en la tierra, a menos que fuera una ballena.
Era un hombre gigante, y me comencé a preguntar cómo era que ese árbol podía soportarlo encima.*

*volví a echar una mirada al niño, definitivamente estaba en edad de entender el sarcasmo*

-Pues vete a tu barco

*lo que me faltaba, el hijo de un mercante dando vueltas por la selva*

-Algo a lo que le interese usarte de cena me refería

*el suave susurro del viento había cobrado volumen lentamente, y una ráfaga sacudió los árboles más débiles, había llegado el momento de irse. Me baje del árbol pasando de una rama a otra hasta que el suelo estuvo a una distancia respetable para alcanzar con un salto. Caí en cuatro, y me erguí acomodándome un poco la ropa y sacudiéndome las hojas*

-Vamos

*indique al niño pasandole por al lado y caminando hacia la playa*

*Fruncí el ceño en disconformidad con su orden. Él no podía decirme qué hacer o a dónde ir. Tenía que subir al arbol para encontrar a Tetra.*

-Es que para eso quiero subir al árbol grande de la colina. *Traté de explicar. Henry siempre decía que para moverse hacia cualquier sitio, uno debía tener un punto de referencia. Si veía el mar, el muelle, la ciudad o el barco, sabría hacia donde bajar. Porque si llegaba a la playa sin mas al final no iba a saber si caminar hacia la derecha o hacia la izquierda para encontrar el muelle de nuevo.
Retrocedí un par de pasos con impresión cuando vi que él bajaba del árbol, y el odo en que lo hacía, pero en seguida sonreí entusiasta.*

-Vaya! Me enseñs a bajar así de los árboles? *Le pedí, siguiendolo con la mirada cuando pasó a mi lado.
Sería que me llevaría al árbol grande por fin? Seguro que habia cambiado de opinión, asi que lo seguí.*

-Yo no puedo subir o bajar siempre solo. A veces necesito ayuda, pero si me enseñas, entonces podré bajar solo siempre. As, fuas! Y caer como un gato!
Es cierto que mientras mas grande se es, es más fácil hacer las cosas bien? *Henry, al menos, siempre me decía que podría hacer tal o cual cosa cuando fuera mayor.*

*ignore la mayor parte de sus preguntas, había olvidado lo charlatanes que eran algunos niños. Solo seguí caminando, escuchando sus pisadas para asegurarme que me siguiera*

-Que clase de rata de barco eres que no sabes cuando viene una tormenta?

*pregunte sin molestia mirándolo por encima del hombro, sus padres deberían haberle enseñado al menos eso*

-Sabes guiarte desde el muelle?

*No contestó mi pregunta, pero no me molesté. Estaba acostumbrado a los adultos de su clase. Parece que era una actitud común de los adultos hacia las personas de mi edad. Luan era igual, dn lo que recuerdo, al principio.
Fruncí el ceño.*

-Una tormenta?

*No, no me había fijado pues venía pensando en otras cosas, como llegar a la cima de la colina. Cuando lo mencionó recién presté atención al aire y ... magia! *

-Ooooh! No había prestado atención! *Dije apresurando el paso. Inmediatamente sentí un escalofrío por la espina*

-Mi hermano me enseñó, pero a veces no me fijo.

*No se si era de distraído o tan solo porque me concentraba mucho en mis propios asuntos que no me fijaba en nada más*

-No es algo que te fijas cuando tienes tiempo, es algo que deberías saber sin tener que fijarte

*le corregí sin mirarle. Seguimos caminando hasta el limite de la selva y la playa y me detuve, desde allí se podía ver claramente el muelle*

-Sabes guiarte desde el muelle?

*repetí lentamente con firmeza volteando a verlo y cruzándome de brazos*

-Mmmh... aaah... *Me encogí de hombros. No sabía como o porqué, pero no me fijé. Para mi no era algo tan natural, porque no era yo quien habitualmente se tenía que fijar en eso.
Cuando se detuvo, ke detuve también.*

-Qué?... yo creí que ibamos a la colina. *Reclamé con decepción. Ya no estabamos en la colina, sino en la playa. Miré en la dirección del muelle y negué con la cabeza. Conocía el barco, pero no quería regresar al barco y menos aún si iba a haber tormenta.*

-Si va a haber mal tiempo tengo que encontrar a mi amiga primero, y para eso tengo que subir allá. Si subo alto se ve todo mejor.

*Le apunté al árbol más alto del bosque, que se veía desde aquí en la cima de la colina de la selva.*

*mire hacia el árbol que señalaba y luego a él, alzando una ceja*

-Que parte de tormenta y de morir rostizado por un rayo es la que se te escapa?

*no entendía como es que los mercantes llegaban a la edad de reproducirse si eso es lo que enseñaban a sus hijos*

-Ve a donde sea que se hospede tu tripulación y quedate allí hasta que sepas como no ser comida de peces

*le indique palmeando su espalda para que avanzara hacia la ciudad*

-Aaah....*No sabía que hacer.
Él tenía razón. Si subía y me llegaba un rayo quedaría igual que Bocanegra, nuestro antiguo vigía. Pero si no iba, nunca sería capaz de encontrar a Tetra en esa ciudad tan grande.*

-Pero no se... es que... es que tengo que encontrar a mi amiga primero. Si no, no voy a saber a donde fueron.

*No era justo. Era el último día en que podía estar con tetra y ella me abandonó. Se suponía que iba a despertarme cuando fuera momento de bajar, pero me desperté solo y me metieron en un bote con otros tripulantes. Luego no llegó, y ahora no iba a poder encontrarla.
Hice un puchero. Si llovía, iba a mojarme y no sabía ni siquiera como volver al barco sin los botes.*

-No se vale...Se supone que Tetra iba a estar conmigo todo el día. *Me hinqué, escondiendo la cabeza entre mis rodillas. Tenía ganas de llorar. Mi plan no funcionaba si había tormenta. Ojalá no hubiera tormenta.*

-No es una ciudad grande, muchacho

*había como dos lugares a los que podrían haber ido a comer y beber algo que era lo que seguramente estaría haciendo cualquier tripulación recién llegada. Di una mirada al cielo cuando recibí la primer gota en mi sombrero, si seguíamos perdiendo el tiempo ahí, acabaríamos empapados. Sin embargo voltee a verlo cuando menciono un nombre. Lo tome del chaleco y lo levante del suelo para sus ojos quedaran a la altura de los míos*

-Tu amiga es una mujer rubia de cabello corto?

*pregunte con tranquilidad sintiendo otra gota caer sobre mi hombro*