Calles de la ciudad

*Me rode por el techo para bajar de la carroza y poder usar de apoyo un costado para poder darle una patada el tipo que habia empezado a disparar constantemente intentando darme, pero la carroza era traspasable asi que mejor me quite del lado de la caja para que no fuera a lastimar a alguien ahi adentro*

-Esto no se le hace a los niños

*Le dije al hombre ahora disparandole yo con mi arma, no le daba minimo le haria huir y que dejara la carroza con los niños, y sino pelearia hasta que cayera rendido*

*Estaba asustado de que alguno de los chicos saliera lastimado. No había podido evitar que los dañaran en la iglesia, pero esperaba poder evitarlo aquí.
Ayudandome de uno de los muchachos me quité la tontería que cubría mi boca y comencé a morder las amarras de mi compañero. Así, si lo liberaba primero, podía liberarme a mi después.
Mientras afuera seguía habiendo disparos y luego la voz de una mujer seguida de más disparos que se alejaron de la carrocería.
Oí murmullos lejanos, música, gritos de fiesta... Estabamos cerca de la plaza de mercado, cerca del muelle...
Pero nos habíamos detenido, de modo que por lo pronto teníamos tiempo de escapar, mientras el sujeto estaba ocupado peleando no se porqué ni con quien.*

*Aproveche para dar un par de golpes mas antes de derribarlo y disparar mi arma para que se quedara quieto, asi ya no iba a molestar a nadie mas de los niños de esa iglesia*

-Bien, eso fue todo

*Dije con firmeza guardando mi arma y y llendo a la carroza para ver como estaban los niños*

-Niños ya estan a salvo

*Les avise para que no fueran a lanzace contra mi en cuanto les abriera la puerta*

*En el tiempo que duró la pelea había logrado cortar las amarras de mi compañero y este, a su vez, me desató las manos a mi.
Comenzamos los dos a desatar a los otros niños y niñas que me sobrecogía el corazón ver temblando como flanes en vestido de tierra y sus rostros mugrientos de llanto.
Cuando oí el último disparo y que los sonidos acababan, me levante silencioso y camine hasta la entrada dejando a José con los muchachos y me levante con las cuerdas en mis manos para espiar por la ventanilla.
Era la voz de una mujer, y pude ver su cabello a través de los agujeros y en medio de la oscuridad, que brillaba rojo como el fuego de las antorchas.
Eso si guarde silencio, y mande a quedarse callados también los niños hasta que abriera la puerta.*

*Al llegar a la puerta empece a buscar la manera de abrirla, quitando el candado, pero no sabia cual hombre tenia la llave y no me iba a preocupar en buscarla, asi que busque una roca grande que no faltaban en el camino y empece a golperarlo, pues no queria que al usar mi arma fuera a asustarlos*

-Ya los saco de aqui

*Le avise dandole con fuerza al candado hasta que abrio, me sonrei quitando los restos para abrir las puertas de la carroza*

-Ya esta

*Dije triunfante separando finalmente las puertas para ver a los niños y saber como estaban*

*me quede en silencio detrás de la puerta y cuando por fin la mujer abrió los cerrojos, Patee la puerta con fuerza y salte a la calle, moviéndome de prisa le quite la espada del cinto y le apunte a la garganta, haciéndola retroceder.*

-Atrás...

*Ordené, hablando en serio.
No podía confiarme de que ella fuera a ayudarnos de verdad y no tuviera segundas intenciones.*

ME hice para atras al ver que la puerta se abria de golpe retrocediendo un par de pasos mientras me cubria con los brazos*

-Oigan eso no se hace

*Les dije en reclamo, sintiendo a alguien acercarse y por desgracia tomando mi espalda, negue con la cabeza levantando la vista para darme cuenta de que era uno de los niños de los mas grandes a mi parecer*

-Eres bueno sujetando una espada, pero aun eres un niño, asi que devuelvemela

*Frunci el ceño ante su exigencia.*

-Y tu eres buena rompiendo cerrojos... Pero eres adulta y eso es un problema, así que retrocede!

*No iba a devolverle la espada y dejarnos indefensos. Si podía intimidarla con esto iba a tomar ventaja aunque fuera a rasguños.
Les hice una seña a los chicos para que empezaran a bajar de la cabina y José ayudó a las niñas más pequeñas a bajar en sus brazos mientras me encargaba de la mujer.*

-Mantente alejada de nosotros... No intentes nada, me oyes?

-El problema es que sea adulta?

*Pregunte ingenua pero sonriendo divertida,di un paso al frente para alcanzar el filo de la espada y tomarla por el lado sin filo*

-Intento ayudarlos, de no ser asi hubiera dejado que la carroza siguiera su camino

*Le dije dado un jalon a la espada*

*Retrocedí un paso desconfiado cuando ella se acercó.*

-Tienes cara de loca. Suficientes para no confiar en ti.

*La estaba provocando a propósito para que dejara al resto de los chicos en paz y pudiesen escapar.*

-Pues entonces ya ayudaste, ahora dejamos tranquilos o gritare!

*Podía llegar a gritar muy fuerte si ella se me acercaba más, tanto como para llamar la atención de la GE e de los al rededores. Pero entonces sentí que la espada salía disparada de mi mano pues a pesar de sostenerla bien, no la sostenía con fuer,a a causa del dolor de los golpes y mis heridas, sobre todo aquel disparo que había recibido y que no había podido tratar.*

-Bueno eso es normal en los piratas

*Si, habiamos perdido de alguna manera la cabeza y se reflejaba en nuestras facciones, pero loco no era siempre malo*

-Deberian quedarse en la carroza, los llevare de regreso a la iglesia el tramo es largo

*Le dije mirando de reojo a los niños que seguian bajando y luego note que fue tan facil quitarle la espada*

-Estas herido?

*Pregunte guardando mi espada para acercarme a el y revisarlo*

*Esta era estúpida.
Nosotros no necesitábamos de nadie para regresar a la iglesia. Nos habíamos criado en las calles de esta ciudad y sabíamos perfectamente que dirección tomar y la ruta más segura y rápida.
Me sorprendió cuando se me acercó y sólo retrocedí para apartarme de ella, pero mi pierna herida tropezó y caí de sentaba al suelo.
A esas alturas el carro ya estaba vacío y los niños mayores se habían llevado ya a los más pequeños, perdiéndose en la oscuridad de los callejones.*

-Que te importa, vieja loca.

*Contesté con molestia y cansancio.*

*Me lleve la mano a la cabeza preocupada cuando cayo al suelo ya que no quería que me acercara, di un suspiro y saque un pañuelo de entre mi ropa, incandome junto a el y llevando mis manos a su pierna*

-No te digo que confíes en mi y pero tu si necesitarás ayuda

*Le dije tomando con fuerza su pierna para poder vendarla con el pañuelo para que no siguiera sangrado al menos hasta que le curaran*

-Eres fuerte, pero así herido tardaras mas en llegar

-No la tya... No te metas!

*Era testaruda, bastante total además porque no sacaba mucho con un pañuelo pues la bala seguía allí dentro.
Iba a escapar, pero ella tomó mi pierna con fuerza y forcejear sólo un poco antes de darme cuenta de que no iba a poder sacarle.*

-Desde... Desde cuando...

*Habían pasado muchas cosas hoy, habían muerto mis amigos de siempre, habían lastimado a los niños que cuidaba, y yo no había podido hacer nada para defenderlos con mi fuerza actual y el estado en que me encontraba*

-...desde cuando los habitantes de esta puta isla se han vuelto tan amables...

*Y no lo decía sólo por ella, sino por los padres de Hawkins además...
Había nacido aquí siendo el hijo de nada más que una prostituta, para quien yo no era más que un estorbo para su trabajo.
Me botó cuando tenía dos años de edad y nunca más volví a saber de ella. me había criado en las calles, sólo como un bastardo, y la gente me consideraba un fallo del destino...alguien que nunca debió nacer.
Por eso no me molestaba vivir en la miseria, pues eso era lo que merecía por ser un error de la naturaleza.
Porque había nacido?
Es algo que constantemente me preguntaba. De i que era para cuidar de los otros niños, pero ni siquiera eso podía hacerlo bien.*

-...dime...vieja loca... Hay tantas cosas buenas que podrías disfrutar en la ciudad... Y vienés a perder tu tiempo con un guacho miserable...

*Me senti impotente y humillado, como la peor basura del mundo, como cada vez que sentía que le importaba a otros. Sabe a que no era verdad, que ese interés era pasajero y sólo para aumentar el ego de esos idiotas que se hacían los altruistas. Que se creían mejores por ayudar a basuras como yo.*

-En serio...estas realmente loca...

*Mi voz se quebró por un momento, pero reafirme mi orgullo, pues aún debía regresar a la iglesia y cuidar a los pequeños.

-Eres terco como una mula

*Le dije con sencillez mientras me sonreía divertida por su actitud tan evasiva al no querer ayuda de nadie*

-No toda la gente es mala, aunque hayas tenido malas experiencias

*Le dije mirándolo de reojo mientras terminaba de aplicar el vendaje de torniquete*

-Enserio crees que hay cosas buenas en esta isla de piratas y matones?

*Pregunte curiosa, no habia nada que no fueran las tabernas, el burdel, para mi nada de wso eran cosas buenas*

-Vamos te acompaño de regreso para asegurarne que llegas

*Le tendi la mano para ayudarle a levantarse y acompañarlo, pues sabia que no ne dejaria llevarlo*

-Prefiero ser una mula que un perro rastrero.

*Discutí amurrado y la mire por lo bajo. Ella no tenía idea.*

-Es lo que hacen todos. Alcohol, prostitutas... Eso es lo que buscan todos al venir a este lugar.
Es lo mejor que esta isla les puede ofrecer.

*Aún estaba aprensivo de confiar en ella, pero tomando en cuenta donde estábamos, dudaba poder encontrar a alguien más que me ayudara por aquí cerca.
Tome su mano cauteloso y me apoyé en ella para levantarme.*

-No quiere decir que confié en ti... Solo me aprovechó de ti, de acuerdo?

-Ahora perro rastrero

*Me rei divertida realmente estaba siendo lo mas brusco posible a pesar de que solo me causaba gracia tratar con el*

-Bueno, no tomo sola....y dudo que quiera de compaña a una prostituta o a algun borracho de la isla

*Y menos de la isla, tenia mejores cosas que hacer que perder el tiempo en esas cosas, ademas no perdia ni ganaba nada en ayudarle, pero tampoco estaba de mas hacerlo*

-Bien, entonces aprovechate

*Con que se ayudara de mi era suficiente*

-Cállate la boca, vieja loca.

*Murmuré mientras tiraba de su mano para levantarme, aunque el esfuerzo me supuso un fuerte dolor en las costillas y perdí la fuerza de inmediato. Tuve que aferrarme a ella con todas mis fuerzas y aún así parecía que caería en cualquier momento.*

*Corrí lo más rápido posible esperando alcanzar la carreta que llevaba a los muchachos, pero la carreta se había alejado de prisa y dudaba poder alcanzarla antes de llegar al muelle. 
Decidía en el camino si seguir por él o tomar un atajo directo al muelle, cuando de pronto oí disparos y gritos, como en la iglesia.
Supe que serían ellos y apresuré el paso hasta que, a lo lejos, pude ver a dos personas junto a una carreta detenida en medio del camino.*

-Aubrey!

*Grité, corriendo a pesar de sentir que los calambres me mordían las piernas.*

-Tranquilo brabucon, dejate de tonterias

*Le exigi, dejando que se acomodara para levantarse, pero parecio que su cuerpo le fallo y le tome con la otra mano porla cintura para darle soporte y poder ayudarle a avanzar, teniendo cuidado de no lastimarlo demasiado*

-Creo que te buscan

*Dije al escuchar una voz de niño gritarle y venir corriendo hacia aca, pero al levantar la vista para ver quien era, me sorpredi viendo los cabellos plateados de Anne en un crio que corria como loco hacia donde estabamos*

-Taylor?

*Cuestione curiosa, preocupada y realmente sorprendida por lo que estaban viendo mis ojos*

*Me quede recargado contra ella unos segundos dos hasta que escuché la voz de ese crío tozudo de la colina.*

-Hawkins.... I...imbécil....

*Murmuré con la respiración entrecortada y sentí que mi cuerpo se desvanecía, aún cuando me resistí lo máximo que pude y me hice el fuerte sólo para acabar rendido ante mis heridas, pues mi cuerpo ya no pudo soportarlo.*

-Aubrey!!

*La distancia que me separaba de la carreta, justo después de haberla notado, disminuyó rápidamente y, mientras me acercaba, note que había alguien junto a mi amigo, pero no era un hombre... No... No parecía un hombre y su cabello rojo se me hizo muy, muy familiar.*

-Tía... Tía Cassandra....
Tía Cassandra!!!

*Grite dando largas zancadas hasta que llegue junto a ella, tire la antorcha y me lance sin detenerme a abrazarla, casi llorando de alegría de verla a ella junto con Aubrey y que lo había rescatado.*

-Tía.. Tía Cass... Aubrey... Los chicos...
Los robaron y están todos heridos. ..en la iglesia
Y Nick... Único esta allá también y con ese hombre

*Intente explicarle pero estaba cansado y shockeado por todo lo que había ocurrido.
E
Me di cuenta entonces que Aubrey también estaba sangrando y que estaba inconsciente te.*


-Aubrey!
Aubrey estará bien?!
Tenemos que volver!

*Le dije alterado a Cass tomando de su mano para tirarla conmigo.*

-Enano que estas haciendo aqui?

*Pregunte mirandole curiosa y respondiendo su abrazo, acariciando su cabello para tranquilizarlo, termine besando su cabeza*

-Tranquilo, respira y dime con tranquilidad que pasa, pero....donde esta Nico?

*Pregunte maneniendo al chico bien sujeto para que no se me fuera a caer, pero al ver la preocupacion de Tay por el, palmee su espalda*

-Estara bien

*Le asegure, acomode a ese niño Aubrey en mi espalda para llevarlo, tomando la mano de Tay para empezar a seguirlo*

-Estábamos en la iglesia y llegaron unos sujetos que empezaron a disparar... Aubrey nos protegió de que nos atraparan, pero le capturaron y luego...

*Sentí que iba a demorar demasiado en contarle toda la historia con calma, de modo que la tome de la mano y comencé a correr de vuelta a la iglesia.

-Ven, de prisa!
Le contaré en el camino!

*Le dije y corrí, como tomado por el diablo, en dirección a la iglesia.
Solo esperaba poder llegar a tiempo...*

-Eso lo entiendo, lo que no entiendo es que hacian ustedes ahi a esta hora deberian ya estar cenando en casa

*Lo queria saber todo, pero me preocupaba el hecho de que el habia dejado a su hermana sola en un lugar que se habia vuelto peligroso*

-Sigueme explicando

*Le pedi, siguiendole el paso lo mas cuidadosa posible pues traia al niño herido en la espalda y no queria que se me cayera*