Exóticas playas

*Estaba acomodándome para buscar la forma mas rápida de salir a la superficie cuando de pronto vi a Aerith al frente de mi. Iba a forcejear pues a diferencia de ella yo no podía respirar bajo el agua, pero ya no tenía la fuerza para resistir y sentía que mis pulmones ya no iban a soportarlo más.
Cerré los ojos intentando soltarme de ella por última vez antes de sentir que sus labios se adherían a los míos y me pasaba aire.
Me sorprendí, por supuesto, pues no creí que algo así fuera posible o al menos a mi no se me hubiera ocurrido nunca.
Así que respire a través de ella... se sentía extraño, como respirar a través de un agujero demasiado estrecho, pero sirvió para no ahogarme y cuando sentí que mi cuerpo tenía la fuerza suficiente, apoyé mis pies en la arena del fondo y tomando a Aerith por la cintura, di un salto ligero que nos llevó directo a la superficie....
Su grito nos hizo avanzar varios metros mar adentro y al notarlo me sonreí ampliamente soltándola para nadar.*

-Bien hecho!... aunque besas terrible


*Me reí y Nade de vuelta a la orilla.

*Le di el mayor aire posible y cuando sentí que nos moríamos le solte y respire profundo cuando salimos a la superficie, no hacia falta pero la sensación era muy agradable, me sonreír a su felicitación pero a lo otro solo hice una mueca de puchero*

-Soy nueva en esto

*Le recorde, empezando a nadar junto a el para regresar a la orilla*

*Al apoyar los pies en la arena de la orilla seguí caminando estilando agua por todos lados.*

-No te creeeo

*Contesté riéndome y respirando profundo cuando llegué a la arena seca me tumbé de espaldas para ver el cielo.*

-Pudiste respirar bajo el agua. Eso estuvo fantástico!
Ya sabes como funciona, o al menos tu cuerpo lo sabe que es lo importante ^^

-Sino fuera así,  entonces no seria mala besando

*Le respondí saliendo igual que el del agua y sentándome en la orilla a su lado*

-Supongo que todo debe ser instinto, no?

*Como con los animales que todo era por instinto*

-Eso quiere decir que de verdad intentaste besarme?

*Interrogué con una mirada astuta y la sonrisa mordaz, llena de ironía.
Ella en realidad ni siquiera había querido besarme en absoluto, no se porque se defendía y daba tantas excusas y me pareció tan gracioso que no pude evitar reírme con diablura*

-Y yo que inocentemente creí que querías salvarme la vida!

-Claro que no

*Dije rapidamente, no entendia porque me decia eso sino era lo que habia querido hacer, de hecho me hizo sentir incomoda por la idea de que habia querido besarlo cuando no habia sido asi*

-Yo solo queria ayudar

*Dije recogiendo mis piernas y abrazandolas para apoyar mi cabeza en ellas*

*Me reí no con burla sino con inocente diablura y me giré sobre mi mismo para verla, recostado a un lado de ella.
Mi sonrisa traviesa, mientras veía su silueta bajo la luna, se transformó lentamente en nostalgia.*

-Me recuerdas mucho a mi madre...

*Murmuré, sonriendo levemente. Tanto en forma como en personalidad.
Mi madre parecía una niña todo el tiempo y con su inocencia tampoco entendía las bromas. Creía que todo se lo decían en serio.*

-Supongo que es la naturaleza de las sirenas...

*Levante la cabeza de mi apoyo para verlo cuando me hablo y no pude evitar verlo con curiosidad*

-De que hablas?

*Pregunte mientras me acomodaba para quedar viéndole de frente*

-De que se trata

-De mi madre...

*Sonreí, sentándome igual que ella pero en vez de recoger las piernas, las dejé estiradas y apoyé las manos detrás de mí mientras que miraba hacia el mar.*

-Si nombre era Leyre y tenía 235 años cuando murió, pero aún lucía cómo una jovencita de 17. La edad no pasaba por sus facciones ni su cuerpo. Era menudita igual que tu, pero muy fuerte cuando decidía que la pelea era inevitable.

*Recordarla me hacía sonreír, siempre tan curiosa de nuestro mundo, siempre con esa sonrisa que muchas veces consideraba tonta. Me exasperaba su inocencia que a menudo parecía ingenuidad, y pecaba de llamarla ignorante dentro de mi corazón porque ella no entendía el mundo, cuando sólo era bondad lo que practicaba para con todos.*

-Era ingenua y despistada. No entendía las bromas ni cuando uno trataba de insultarla con juegos de palabras. No captaba insinuaciones, sólo lo que le decías con palabras claras y directas. Pero si eras rudo con ella, le heridas el corazón tan profundamente que podía llorar durante días sin detenerse.

*Yo la había hecho llorar con mi estupidez. Poco antes de ser asesinada le dije que no quería volver a verla, pues no entendía que si se quedaba en el Whynah su vida corría peligro.
Creí que de ese modo ella se marcharía, pero fue todo al contrario y, al final, Dannia la cazó como si fuera tan sólo un pez cualquiera, y despedazó su cuerpo pedazo a pedazo entre sus gritos desesperados de dolor que yo aún podía escuchar a veces cuando el viento soplaba muy fuerte.*

*Me le quede mirando mientras escuchaba lo que decía de la pequeña historia sobre su madre, era extraño escuchar que decía eso de un sirena cuando los cuentos de marineros decían todo lo contrario, aunque no dudaba de su palabra porque el conocía todo eso gracias a su madre*

-y te la recuerdo por que me consideras ingenua y despistada ?

*Le cuestione curiosa, pues era lo primero que me había dicho, pero no entendía a que venir su comparación*

*La mire de reojo pues su pregunta despertó de pronto en mi el mismo sentimiento que tenía a veces con mi madre cuando ella hacia preguntas tan obvias. Pero en vez de irritarme, me sonreí. Creí que nunca más podría tener esas sensaciones con otra persona, y sentí un nudo en mi garganta cuando negué con mi cabeza.*

-Porque eres... más fuerte de lo que crees.
Eres un ser increíble y único, con la habilidad de mantener la pureza de tu corazón aún estando en medio de los lobos.
Porque tu corazón es frágil, pero sana con rapidez y solo quieres el bien para los que amas.

*Sin darme cuenta, mientras hablaba, había abierto las compuertas que retenían mis emociones y dejé que mis lagrimas fluyeran libremente.
Cuando me percaté de ello, al sentir unas cosquillas sobre mis mejillas, me llevé una mano sobre los ojos para esconder esos sentimientos, pues eran sólo mios para compartirlos con la memoria de Leyre.*

*No pude evitar sonrojarme por sus palabras eran de las pocas personas que me habían dicho algo asi, que no estaba acostumbrada a que decir en respuesta*

-Gracias

*Era lo único que se me ocurría decir, en cuanto vi que lloraba me voltee para dejarle en la privacidad de sus sentimientos*

*Recordaba a mi madre porque ella tenía actitudes similares, pero ella no era Leyre y estaba lejos de serlo. Más aún cuando bo sabía nada de su especie y había hecho toda una vida junto a los humanos.*

-Anda... poco a poco aprenderás todo lo que tienes que saber. Luego de ello tu tendrás que decidir si quieres volver al mar o seguir viviendo entre los humanos.

*Le dije una vez recobre la compostura.
Me levanté y busque algunas caparazones de caracol en la arena para llevarle a Jared, ya que el no iba a poder bajar a la playa con su pie como lo tenía.*

*Le mire de nuevo cuando volteeo a verme y le sonrei levemente para luego mirar el barco donde dormia Adriel y me sonrei nuevamente*

-En el mar no conozco a nadie, mi vida en realidad ya fue hecha entre los humanos

*Desde el dia en que mi padre me encontro y me crio, seguramente con el paso de los años el se dio cuenta de lo que era, porque mientras el envejecia yo seguramente seguia igual*

-Pero sera bueno saber la realizad de mi naturaleza

-Que.pre es bueno saber de donde vienes para saber a dónde irás.

*Me encontré un cangrejo enterrado en la arena que estaba metido dentro de un caracol y al moverlo salió corriendo do hacia las olas.
Tal como ese cangrejo que buscaba su seguridad adentrándose en el mar, estaba seguro que algún día Aerith también correría a su hogar buscando refugio. Era inevitable al fin y al cabo. Hasta a mi mismo, que no era del todo una criatura del mar, este me llamaba.*

-Quieres regresar?

*Asenti con la cabeza mientras seguía mirando el barco, si las lamparas estuvieran apagadas se vería mas tétrico y podría asustar a cualquiera.
Escuche hablarme y voltee a verle*

-Si ya es hora por mi está bien

*Quería poder durmiera otro poco antes de bajar con el resto a la recolección de las frutas*

-Lamento haberte despertado.... se que mañana tendremos un día muy agotador.

*LE DIJE MIEntras revisaba por todos lados la caracola que le iba a llevar a Jared y le incliné para lavarle la arena pegada con el agua del mar.*

-No importa, agradezco más que te dieras el tiempo en enseñarme

*Aunque era mejor cuando nadie se diera cuenta de las cosas o seguramente tendría problemas *

-Entonces volveremos

-ano es nada.
Q decir verdad me complace ayudarte. Eres algo así como.... como mi tía.


*Me reí divertido pues significaría que Calypso era mi abuela y Atlas, el Titán, mi bisabuelo. Trataba de no pensar en ello, aunque siempre regresaba a mi mente el error de.mi nacimiento cuando mis manos inconscientemente cometían terribles atrocidades. Quizas estaba maldito hasta tres veces, por mi padre, por mi abuela y por los dioses, cargando a mis espaldas un peso idéntico al de Atlas, por ser su descendiente.
Mire a Aerith hacia atrás que no se había levantado aún, y le tendí una mano.*

-Vamos... no querrás llegar cuando amanezca.

*Porque entonces muchos podrían llegar a vernos.*

-Que extraño es eso

*Aunque sonaba divertido pensar de esa manera cuando habíamos dejado de traer familia, estaba aun sentada cuando el empezó a andar pero casi enseguida se volteo a ayudarme para levantarme aunque no lo necesitaba, aunque si me ayude de el*

-Seguro que no tardaremos tanto

*Solo estábamos a unos metros del barco, pero si me apresure porque no había nada malo en nadar, pero caminar sobre el agua seguramente si seria extraño*

-No, pero no me gusta ir de prisas.

*Y si nos íbamos casi amaneciendo iba a tener que apurarme. Me guarde la caracola entre las ropas una vez Aerith se levantó y entramos al mar.
Esa sensación increible de que el agua me abrazaba mientras me sumergía poco a poco, el luchar contra las olas al principio para luego sumergirme por completo, no había nada más agradable que oír el sonido de las profundidades, ese gorgoteo silente en mis oídos y mi cuerpo como si flotara suspendido sobre la nada. Confiaba en que las aguas me sostendrían firmemente allá a donde fuera.*

-Pues entonces irnos ahora

*No quedaba mas que orcos ahora para no apresurarnos, no había convertido mis piernas en cola ya que le gustaba nadar como me había enseñado desde el principio y aunque eran sensaciones completamente diferentes nadar con una y con otra siempre estaba feliz de estar en el agua cuando por las mañanas no podía disfrutarlo adecuadamente*

*Me sumergi después de tomar aire y nadé a ras del fondo marino jugando con los bancos de peces de colores y las algas ondulantes.
Amaba el mar más de lo que se podía amar a un ser humano, era mas hermoso de dia y de noche que cualquier paisaje sobre la superficie.
Cuando pensaba en esto y que mi cuerpo humano me ataba a las tierras de allá arriba, no podía menos que sentir envidia de sirenas y tritones. No podía comprender como es que podía haber de ellos que quisieran vivir como nosotros.*

*Segui a Henry al entrar al agua, mientras el parecia disfrutarlo yo seguia curiosa de ese lugar porque era tan enorme y guardaba tantos secretos que seguramente yo sabria si no hubiera terminado en tierra hace ya tantos años, aun asi podia disfrutar de lo que podia ver por ahora y quiza mas noches que pudier salir al mar cuando llegara a tortiga*

*Me detuve a acariciar la panza de una raya cuando esta pasó por sobre mi y me regocijé por dentro al ver los bancos de peces brillantes.
Sin percatarme del tiempo o la distancia, nadé más allá del barco siguiendo a un par de delfines que correteaban de un lado a otro.
Sólo cuando sentí que ya no podía sostener el aire fue que salí a la superficie a respirar y pude ver la maravillosa extensión iluminada por la luna.*