Angelica Black

por **Angelica Black** 24th Agosto 2010, 10:35 am

Angelica Black

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Mi historia se remonta veinte años atrás… una fría noche de invierno nací… entre truenos, lluvia y relámpagos llegué al mundo… aquel día nadie podía imaginar lo que escasos años más tarde ocurriría conmigo…

Nací en una pequeña población al sur de España… mis padres me pusieron por nombre… bueno que importa eso… todos me conocen como Angelica Black… es el nombre que adopté como pirata… es ahora mi única identidad.

Mi vida comenzó muy tranquila…en aquella población portuaria era muy feliz… vivía cerca del puerto y todas las mañanas me sentaba bajo el faro con la vista perdida en el horizonte anhelando el regreso de mi padre…

Mi padre… un buen hombre… era marine un corsario al servicio de la corona española… pasaba largas temporadas fuera de casa haciendo travesías al nuevo mundo y trayendo oro hacia España…
A su vuelta siempre me contaba lo que allí había visto… Era tal mi ilusión… lo único que había visto siempre era el mar…el puerto…los barcos… yo quería ser como mi padre…
Éramos muy felices hasta que algo sucedió… yo tenía siete años y en aquel momento no lo entendí… ahora que soy libre si. Era un hombre, con un navío a su mando, el cual cargaba de oro en el nuevo mundo…un hombre débil como todos y el poder y la ambición fueron más fuertes que su buena voluntad…como muchos otros corsarios habían hecho ya antes lo abandonó todo…un día no regresó, se quedó allí, con su navío cargado de oro y se convirtió en pirata…cambió su nombre por otro y hoy entre nosotros navega… famoso y conocido por todos… ajeno a mi identidad…

Me quedé sola con mi madre…una gran señora donde las haya. Tenía tres hermanos…mayores que yo los tres…casados…con hijos…hombres honrados que trabajaban por su familia.
No podían hacer más de lo que ya hacían pero aún así siempre estuvieron del lado de mi madre y mío. Pasó el tiempo…cumplí los doce…parecía que mi suerte empezaba a cambiar… dentro de la desgracia éramos felices…pero la felicidad no duró mucho…mi madre enfermó gravemente… estaba muy mal, ya no podía salir adelante…
Por aquel entonces el mayor de mis hermanos trabajaba para unos nobles españoles en su mansión junto a su esposa…Llegó un día a nuestra casa…a mi me hicieron salir al patio mientras él y mi madre hablaban…gritos y luego sollozos es lo único que pude escuchar. Luego él salió, me miró fríamente…fue una mirada que nunca antes había visto en él…una mirada que transmitía codicia…
Yo no entendí nada y hasta unos días más tarde no supe de que habían hablado… que era lo que él había dicho para hacer llorar a mi madre…
Una mañana me levanté y ella estaba peor… horas después murió dejándome sola… antes de morir me dijo algo: “eres libre, siempre lo has sido y debes seguir siéndolo, no dejes que nadie te diga jamás lo que debes hacer”.
No entendí nada…fue tal el dolor por su perdida que no pensé en sus palabras hasta pasados unos días. Fui a casa de mi hermano menor, junto a su mujer y sus hijos… eran encantadores pero pobres…sabía que cuidarme a mi era un cargo para ellos.
Fue entonces cuando vino mi hermano mayor y tras hablar durante horas en privado con mi otro hermano se marchó. A su marcha mi hermano me dijo lo que pasaba…En aquel entonces muchas familias aspiraban a casar a sus hijas con nobles, asegurándose así su supervivencia y salida de la pobreza….mi hermano había concertado mi matrimonio con el hijo de los nobles a los cuales servía…al día siguiente él vendría a recogerme y a llevarme con sus jefes…no sabía que hacer, era aquel el futuro que yo quería? Pasar el resto de mi vida con alguien a quién no amaba sólo para sacar a mi hermano mayor de su miseria? Es más a mis doce años realmente sabía lo que era amar?

Recordé las palabras de mi madre…yo era libre…y nadie debía decirme lo que tenía que hacer… Recordé también las historias que mi padre me contaba…el mar es la libertad…No lo pensé dos veces…esa noche escapé…no tenía dinero…no tenía nada…solo mi dignidad. No sabía donde ir así que fui al muelle y me escondí en la bodega de un navío ajena a lo que allí iba a ocurrir. Horas más tarde me despertó un balanceo…ya no estábamos en el puerto, estábamos en alta mar. Pasé semanas escondida en esa bodega, asustada…pues sabía que si me veían sería mi final.
Durante esas semanas escuchaba a los marineros cuando bajaban a la bodega, eras corsarios como lo había sido mi padre. Parecía que todo marchaba bien, hasta que una noche el barco fue asaltado por…piratas! Querían el oro…aunque aquel navío no transportaba oro aun…tras matar a muchos de los marineros bajaron a la bodega a por el oro y uno de ellos me encontró escondida tras unos sacos. Riendo me cogió y me llevó con su capitán…creí que ese era mi final, que era el principio de mi pesadilla…pero realmente fue el principio de vida.
Tras hundir aquel barco español y ya sobre la cubierta del navío pirata su capitán me miró sonriendo. Mandó que me encerraran en su camarote y allí me quedé durante días asustada hasta que llegamos a tierra…
Era una isla un tanto extraña…bajamos en un pequeño bote por un río…antes de desembarcar oí decir a un pirata que íbamos a ver a la amante del capitán…
Llegamos a una especie de aldea construida dentro del río, allí nos esperaba una extravagante mujer. Tia Dalma era su nombre. Los piratas se marcharon y con ella me quedé…su excentricismo y sus alocados gestos me asustaban pero ella llegó a ser como una nueva madre para mí…tras pasar un tiempo aquel pirata volvió…Héctor creo que le llamó y con él me embarco empezando así mi vida en el mar. Durante los siguientes años apenas vi a Tia Dalma. Cambié cuatro veces de capitán y de cada uno de ellos aprendí cosas nuevas… Al cumplir 19 años Tia Dalma me hizo el mayor regalo que jamás hubiese podido soñar…me regaló la libertad, me regaló la Rosa de los Vientos…nunca sabré de donde ella sacó dicho navío…sólo que se que está protegido por ella… Ahora yo soy su protegida y a cambio guardo su mayor secreto, el secreto de su verdadera identidad. Tengo mi propia tripulación y navego a mi antojo teniendo siempre presente el consejo de Tia Dalma: este es un mundo de hombres, hazte respetar, sólo así serás libre.

Soy pirata si…diferente…tal vez por mi juventud…o tal vez por el simple hecho de ser mujer… Aparentemente parezco dulce e inocente…esa es mi mayor arma…las apariencias físicas engañan…

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Angelica de niña:

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Cuando fui nombrada capitana:

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