Recepcion

-Y más con un medico de paciente tan terco

*Me reí, pues el también había demostrado que era muy inquieto aún cuando se trataba de su salud, por suerte parecía estar mejor ahora que en el barco*

- La lista me servirá para saber que cobrar a los anteriores pacientes y que pueda ser útil para los actuales

*Tome la lista y la puse junto a la de nombres para no andar buscando en todos lados cada una*

-Mañana ya podré buscar plantas en la selva y el mar que también nos sea útil

*También pasaría al mercado, quizá logrará conseguir algo util*

*Recibió la lista y asentí. *

-Está segura de que quiere hacerlo sola?

*Pregunté. Iba a ser bastante trabajoso. Aunque alguien tenía que quedarse en la clínica y al parecer iba a tocarme mantenerme al pendiente de los pacientes ahora. *

*Mire a Marko y le sonreí asistiendo con la cabeza*

- No se preocupe, querer es muy diferente a deber, pero la clínica no se puede quedar sin alguien que revise a los pacientes y por ahora es el único que puede hacerlo

*No quería hacerlo sola, pero debía, aquí se necesitaba más ayuda que para traer cosas que quizá fueran menos de lo esperadas, así que me dirigí a la puerta*

-Hasta más tarde

*Le despedí con un ademán de la mano y emprendi camino a la ciudad *

-Ah, si... es lo mas razonable.

*Al menos ella igual lo pensaba, eso quería decir que ella era una persona razonable a pesar de todo y podría arreglarselas por si misma. Asentí y me despedí de ella con una ligera inclinación.*

-Hasta luego. Tenga cuidado, por favor.

*Allen tenia el dia libre hoy, como ayer. Estaba bien que se distrajera un poco despues de toda la presion en el barco. Cuando regresara continuaría con su instrucción.
Debia ir y revisar a Kosher y al hombre del golpe en su cabeza. Él no tenia mucha esperanza de sobrevivir sin embargo tampoco podiamos abandonarlo. Habria que seguir cuidandole hasta que finalmente su cuerpo se diera por vencido.*

*Esa noche había estado siguiendo al grandote de la herrería.
Supe de buenas fuentes que el hombre tenía información que me interesaba, y me advirtieron que sería difícil obtenerla, pero decidí tomar el riesgo... y salí mal.
Se las arregló para sacarme del camino y terminé armando un lío por mi propia cuenta en la taberna, de modo que quebré unas ventanas y me persiguieron los matones de Madame Freya.
Si hubiera sabido que todo era un arreglo de ese sujeto no me habría exacerbado como lo hice ante la primerísima provocación, pero no lo supe sino hasta que esos matones dieron conmigo y me dieron una de las peores palizas de mi vida.
No... no tenía donde guarecerme de la lluvia, aunque esta me lavó la sangre de encima mientras caminaba por el camino a la ciudad, el que conectaba el puerto con mercantil con el area recidencial. Fue allí, de paso, donde encontré la clínica. Esa que casi siempre estaba cerrada pero ahora no, como si fuera un regalo de esos que llegan de arriba. Así que así sin mas entré, y sonaron unas campanillas. 
Como si nadie hubiera oido, nadie vino. 
Caminé unos pasos, encontré una silla y me senté pesadamente.
Estaba cansado... El riesgo me había costado esta vez más de lo que creí, y seguro que me iba a costar mucho más, porque no tenía como pagar el quedarme aquí aunque fuera una noche tan solo para dormir sin mojarme.*

*Cuando empezo a caer la tarde y dsr paso a la noche me apresure más en volver a la clínica, ya era peligroso venir con tantas cosas durante en día, pero llevarlas de noche lo era aun más asi que no tenia de otra que apresurarme, ademas si aprovechaba la noche podría ir a conseguir algas al mar que nos sirvieran para hacer medicina y al día siguiente haría la vuelta al resto de los ex pacientes.
Además amenazaba con lluvia y no queria que nada se mojara, pero también era mejor volver después de esa extraña sensación de persecucion por la que estaba pasando aunque quiza solo fuera mi imaginación debia ser precavida. A poco mas de medio camino empezo a llover y tuve que correr para asi llegar más pronto finalmente alcance a llegar a la puerta clínica me sentí más aliviada y tranquila asi que deje la jaula en el piso para poder abrir, no esperaba encontrar a nadie pues no estábamos trabajando a menos que fuera necesario, asi que después de abrir recogí las cosas t entre cerrando la puerta tras de mi, las campanillas de la entrada sonaron y solo me sonrei, al ver mejor el lugar note que habia un extraño sentado en una de las sillas aunque más bien parecía dormido.
Me adelante a dejar las cosas en el mesón de la recepción y podr acercarme al extraño*

-Disculpe se encuentra bien? Necesita ayuda?

*Le empece a preguntar moviendolo suavemente para llamar su atención y saber que era lo que hacia ahi*

*Esperé bastante tiempo, pero nadie vino. Tampoco quise moverme ni llamar otra vez pues aquí estaba bien en tanto me recuperaba por mi mismo. Nada más necesitaba un sitio donde guarecerse de la lluvia y aquí se estaba tranquilo. Esos matones no me iban a venir a molestar a este sitio.
Comencé a dormitar a poco de llegar y cuando llegó una persona ni siquiera me di cuenta de que había venido hasta que me habló directamente y despavilé *

-Ah... Ah? Si, si...

*Dije con prisa captando al final lo que quería decirme y abrí los ojos para ver a una preciosa muchacha junto a mi. Abrí los ojos sorprendido y me quedé mirándola, como si estuviera hechizado con su sola presencia.
No era como si me dejara encandilar con las chicas lindas a menudo. De hecho las chicas ni siquiera eran de mi real interés, sin embargo no pude evitar quedarmela viendo embobado. *


-Si... Estoy bien

*Murmuré, cerrando la boca abierta y tragué saliva.
Era evidente que no estaba bien. Tenía media cara hinchada y sangraba de algún lugar cerca de mi ojo izquierdo, además de mi apariencia deplorable. Pro no pude decir otra cosa*

*Le observe cuando se acomodo mejor y pude ver su rostro medio iniciado y el sangrado a la altura de la sien, no precia estar realmente bien*

-Yo no estaría segura

*Le dije sonriendo amable y tendiendole la mano*

-Ven te ayudaré a curar esa herida y revisaremos si tienes alguna otra, de acuerdo?

*Si habia venido aquí era porque tenia la intención de que le ayudaremos y si era así le íbamos a atender como a cualquier otro*

-Que?.... Porque... Que...

*Estaba desconcertaado, como si estuviera fuera de mi. Creía estar frente a la muchacha más bonita que jamás hubiera visto en mi vida entera y no era capaz de decir ni dos palabras correctamente. Seguramente que ella pensaba que yo era estúpido o algo así, aunque en ese momento no me importó demasiado. Tomé su mano y fui con ella sin poner ninguna resistencia, al menos fisica. Asentí, y luego negué con la cabeza*

-Pero... No tengo como pagar una atención.
Solo quería esconderme de la lluvia.

-Porque es fácil ver que estas lastimado

*Ademas no era como si lo estuviera ocultando así que solo necesitaba curar esa herida y revisar si tenia alguna otra, ademas aunque el dinero fuera necesario, también lo era atender a la gente*

-Bueno espero que si estas agradecido por la atención, o si tienes honor o quizá algo de vergüenza volverás a pagarlo cuando tengas

*Le dije con tranquilidad guiándolo hasta la sala de curaciones para empezar a revisar y curar sus heridas*

*La seguí consternado, pero sobre todo embobado por su hechizante belleza y su voz de melodía. No podía negarme a nada si me lo decía con esa voz tan preciosa. *

-Si.. Si, volveré. Con todo lo que quieras.

*Creí en ese momento que podía despojarme de todos mis bienes y dárselos a ella solo para hacerla feliz, y verla sonreír.
Me quedé quieto mientras ella revisaba y limpiaba mis heridas, como si fuera mi madre que me sana a después de pelearme con alguien. Era una sensación tan extraña que pensé por un momento que estaba soñando, hasta que de pronto ella puso alcohol sobre mi herida y dolió.
El dolor provocó un estremecer en todo mi cuerpo y entonces la ensoñación desapareció, por un momento. Me levanté de la silla con una actitud defensiva y la quedé mirando de nuevo. *

-Que estas.... Haciendo...

*Mirarla hacia que todo se volviera confuso y desconcertante. Oír su voz causaba que perdiera toda mi fuerza de voluntad, convirtiendome de pronto en alguien tan obediente como un niño. *

-Que amable

*La verdad es queria nada más que la paga justa por la atención y eso era suficiente, pero me pareció amable su comentario.
Lo hice sentar en la silla cuando entramos a la habitación y acerque las cosas para limpiar su herida y saturar para que dejara de sagrario, pero cuando limpiaba con el alcohol se levanto de golpe y le mire curiosa*

-Te ayudo a curar tus heridas, si te lastime seré ma cuidadosa

*Aunque ya era bastante cuidadosa, porque tenia que cuidar lo poco que teníamos para ayudar a los demás y no gastarlo descuidadamente*

-Despues podrás descansar

*Abrí los ojos como sorprendido y luego asentí, para volverme a sentar y quedarme quieto. *

-De acuerdo... *Contesté con el ceño fruncido.
Yo no era así de dejado. Nunca lo fui ni con mi madre así que me sentía algo incómodo de como me impulsaba a obedecer tan felizmente y nomas la dejaba hacer lo que quisiera. *

-Quién eres..

*le pregunté quedándome quieto y esta vez, cuando dolió, me lo aguanté*

-Soy la asistente del medico, me llamo Aerith

*Le respondi sin problema mientras curaba y cerraba su herida con una pequeña sutura después de algo de anestésico local*

-Bien ya esta la de tu rostro, tiene alguna otra?

*No queria invadir su privacidad si no había necesidad asi que esperaria a que el me lo dijera, sino pues el podría irse a descansar y yo a acomodar las cosas antes de ir al mar*

*Eleevé ambas cejas con sorpresa pues su nombre era inusual y nunca lo había oído*

-Tienes... Nombre de ángel.

*Murmuré viéndola. Hasta parecía tener un aura preciosa todo al rededor y sus manos se sentían ligeras y diestra mientras me suturaba. No lo sabía, pero en ese momento esa sensación de destreza se debia a que yo no sentía nada más que por destreza suya. *

-Yo soy David.

*Le dije con una sonrisa ligera y la mirada tranquila.
No sentía ningún tipo de atracción sexual por ella en realidad, sólo era una especie de enamoramiento infantil, un sentimiento mezcla entre admiración e inquietud. *

-Ah.. No lo sé.
Me han golpeado bastante esta vez pero... No estoy seguro.

*Me dolía todo el cuerpo, no sabía exactamente dónde.

-De ángel?

*Cuestione con duda, nadie me habia dicho algo asi y me causo algo de gracia pero solo sonrei pues no quería que se lo tomara a mal*

-Un gusto David

*Asegure pues no veía nada de malo conocer mejor a un paciente, al menos no era tan insinuativo como el resto*

-Bueno puedes ir detrás de aquella mampara y revisarte? De esa manera saldremos de la duda y si no hay nada grave podrás descansar

*Le dije señalandole hacia donde tenia que ir, junto a la camilla que servia en caso de tener que curar algo en su cuerpo*

*Asentí, asegurando que así era. Un nombre tan inusual y exótico que solo podía ser el de un angel. Luego sonreí*

-El gusto es mío.

*Me daba gusto, o quizás solo me entusiasmaba la idea de conocer a alguien que se sentía tan especial. Entonces miré hacia donde indicaba y asentí antes de levantarme sin prisas y caminar por detrás de la mampara. Era un simple conjunto de varias planchas de madera con marcos de bronce unidas mediante bisagras simples, como los separadores de ambiente de las casas de los ricos pero mucho menos elaborado, sin adornos ni encajes... solo un separador.
Me quedé de pie detrás de él, armandome de animos para revisarme... La verdad es que no tenía ganas de hacer nada. Solo deseaba poder quedarme quieto y dormir, pues moverme dolía y era incómodo y pesado.
Me quité poco a poco la chaqueta de cuero, desatando una hebilla y la siguiente con lentitud, pero el movimiento de mi cuerpo al echar los brazos hacia atrás fue demasiado para mi en ese momento y emití un profundo quejido por un dolor agudo que se extendió desde la parte baja de mi espalda hacia mis piernas y mi hombros, en todas las direcciones posibles. Intenté sostenerme del armado de madera, pero este se tambaleó junto conmigo y perdí el equilibrio. En un parpadeo, estaba inclinado con una rodilla en el suelo intentando permanecer al menos sobre mis piernas.
Llevé instintivamente una mano hacia atrás, sobre mis caderas para sentir entonces con mi mano la desagradable viscosidad de una gran cantidad de sangre que brotaba desde algún lugar, no sabía exactamente dónde.*

*Estaba terminando de preparar la bandeja con las cosas si es que íbamos a necesitar hacer la curación cuando escuche el quejido del hombre y frunci el ceño*

-Se encuentra bien?

*Pregunte acercándome pero antes de estas a un par de pasos la mampara cayo y el estaba también arrodillado en el sueño, me apresure y le ayude a levantarse para guiarlo a recostarse boca abajo en la camilla*

-Tendrae que revisar yo, de acuerdo

*Le adverti notando que su espalda estaba entera empapada de sangre y asi np iba a poder saber desde donde venia esa sangre asi que empece a levantar su camisa para revisar su espalda y me encontré con una herida sobre su cadera y al costado izquierdo*

-Esto es algo grave, quédate aquí iré por ayuda

*Le adverti para que ya no se moviera y esperara tranquilamente hasta que volviera. Asi que me apresure salir de la habitación, buscaría a Marko con los pacientes delicados*

*Volví a quejarme cuando ella me levantó, casi por la fuerza, y me hizo caminar hasta una especie de cama de atención que por la torpeza de mis movimientos crujió hasta que me quede quieto sobre ella. No pensé que fuera tan malo, después de todo era normal salgar y que doliera después de que te golpeara como habían hecho conmigo. Sin embargo ella de pronto dijo que era algo grave, con una voz tan preocupante que sentí que mi corazón daba un brinco*

-Que tan... No.
No se vaya... *Le pedí, pero ya me había dejado solo y a pesar de que intenté convencerme de que no demoraría, tardó y tardó lo que me parecieron horas en lo que fueron solo unos segundos, pues me imaginé que me estaba muriendo y mil cosas se me pasaron por la cabeza.
Mi corazón se aceleró de pronto y lleve mire mi mano manchada de sangre... Tanta sangre como nunc había visto.
No pensé que iba a morir en un lugar como este, solo y sin haber cumplido mi cometido a causa de una idiotez.
Esta clase de cosas no las contaban en las historias de aventura... *

Alexandriel Stiles escribió:*Fruncí ligeramente el ceño pues ella estaba mejor preparada que eso. Lo único que se me ocurrió fue que se asustara al ver mucha sangre y que el paciente se le desvaneciera le hizo olvidar de pronto el procedimiento de emergencia. Solo corrió a buscar ayuda, a alguien que hiciera el trabajo por ella.*

-La contención mecánica es más efectiva. No puedes confiar en qué la gravedad hará todo el trabajo, sobre todo si se trata de heridas graves.-

*La corregí de inmediato, como siempre lo hacía. Si lo hacía más tarde probablemente se me iba a olvidar, y si esperaba que lo aprendiera por las malas, ella sufriría tarde o temprano la decepción de perder un paciente por negligencia, y prefería ahorrarle ese sufrimiento. En cambio de seguro me odiaría un poco más, como cada vez que le hacía recomendaciones. Pero al menos mi sacrificio servía para hacerla una mejor asistente y, quien sabe, quizás en el futuro hasta podría ella ser médico de cabecera en su propia clínica.*

*Le mire unos segundos antes de asentir con la cabeza, sabia el procedimiento, pero con que hacia presión aparte de mis manos, no podia hacer eso y buscar ayuda*

-Lo recordare la próxima vez

*Comenre con seriedad pero tranquila pues sabia que tenía razón  pero que más podía hacer no teníamos muchas cosas a la mano en estos momentos, por eso había acudido a pedir ayuda con menos suministros ellos podían hacer mejor trabajo*

*La bruja entró a la enfermería y yo la seguí, pero como iba siguiendola bien de lejos, me demoré en entrar donde ella había hecho así que uando llegué ella no estaba.
Abrí la puerta despacito, y lo primero que oí fue un quejido. Alguien se quejaba como si fuera un fantasma o algo así, de modo que me asusté pero abrí la puerta aún mas lentamente para espiar.
La bruja no estaba, pero había un hombre sobre lo que parecía ser una mesa. Cuando me acerqué entendí que era él quien se quejaba, así que fui a ver que es lo que tenía.*

-Qué pasó?
Te hechizó la bruja?

*Pregunté, y entonces me di cuenta que sangraba.
Me asusté un montón, pues las veces que había visto tanta sangre siempre había terminado mal.
Seguro que la bruja había hecho esto porque este hombre la interceptó, quitandole las gallinas que llevaba en el canasto!*

-Ay... ay...

*Me puse nervioso, mirando a todos lados pues no sabía qué hacer.
Entonces fue que oí a unas personas que venían, entre ellas, la bruja!*

*Asentí con firmeza, esforzándome por seguir el ritmo tras ella. No se que horas serían, podía ver que afuera estaba oscureciendo rápidamente. Tenía hambre... Quizás fueran Cerca de las ocho, aunque últimamente mis comidas estaban tan desordenadas que bien podía ser más tarde, o mas temprano. Ya no podía confiar en mi reloj biológico.
En cuanto llegamos a la sala de recepción, lo primero que vi fue al paciente en la camilla y luego, junto a él, a ese niño molesto que andaba dando vueltas por todos lados desde que lo conocí. No se quedaba quieto y parecía hasta que se multiplicaba para armar líos en todos lados al mismo tiempo.*

-hey! Que estas haciendo. Apártate!

*En cuando entramos me quede a un lado de la puerta mirando al niño, hermano de Henry y no supe como fue que llego ahí, es más ni siquiera sabia como es que habia llegado a la clínica, no lo había visto desee que bajamos del barco*

-Tranquilo Adriel, revisa al paciente yo llevare al niño con su hermano, esta bien?

*Le hice saber, pero pregunte su opinión, si necesitaba mi ayuda lo más que podría hacer es sacar al niño y esperar que alguien más le ayudara a ir con su hermano, fue por eso que fui hasta Jared*

-Ven Jared

*Le pedí tendiendole mi mano para guiarlo al menos fuera de la habitacion*

*Negué con la cabeza a la idea de la bruja de ir con ella y fruncí el ceño antes de salir corriendo, haciéndole esquive a la mujer y al sujeto muerto para ir donde estaba mi hermano.
Él sabría que hacer para ayudar a la nueva víctima de la bruja. *

-No, te necesito aquí.

*Le dije de prisa a Aerith antes de que se fuera con el niño, evadiendo sus labores. No se porque no quería estar aquí y asistir e, ahora que necesitaba su ayuda más que nunca pues aunque había venido, como me pidió, no podía hacer mucho en mi condición. Tenía que ser ella quien hiciera lo que yo le decía para salvarle la vida al paciente. *

-No hay tiempo para estas estupideces... Fuera de aquí antes de que te corte una pierna, niño!

*Queria asustar lo y quizás así se marchara. Y resultó, por suerte*

-Conten esa hemorragia, de prisa.

*Le dije a Aerith, acercándome una silla junto a la camilla del paciente y me senté a su lado para tomarle el pulso y su temperatura. Entonces me di cuenta de lo grave de la situación. *

-Hey... Hey!...

*Traté de hacer que el paciente reaccionara, pero estaba conmocionado. Bien sabía que la conmoción podía matar más rápido que una hemorragia. El miedo a la muerte era un arma muy poderosa contra los hombres jóvenes*

-Se que me oyes... Vas a estar bien, si?
Vamos a ayudarte y te pondrás bien.

*Le dije con nada de tacto en realidad, pues mi tono siempre sonaba autoritario y brusco. No era como si yo fuera muy capaz de calmar a alguien