Camarote Oficial

*Bajo el efecto de los cedantes que me había dado Marko, dormi bastante bien durante la operación y los minutos siguientes a ella, sin embargo poco a poco mis pesadillas regresaron y comencé a agitarme durante el sueño.*

*Me habia quedado en mis pensamientos esperando a que Marko volviera para que revisara a Jared, pero paso un buen rato sin que el apareciera, supuse que estaba entretenido con Aerith como lo estaban todos desde que habia llegado al barco.
Me acordaba que cuando habia llegado ni siquiera habiamos empezado a hablar adecuadamente, pero no habia sido algo que me importara, pero con los dias habia empezado a ser amable, quiza por ser amiga de Henry su capitan pero era agradable que alguien no me tratara como un hombre de tripulacion. Quiza me habia acostumbrado a algo que sabia que no podia ser o solo me agrado la idea de ser una chica para alguien, lo cual me hizo sonrei desepcionada por mi propia estupidez de creer cosas que no eran.
Sali de mis pensamientos cuando escuche y senti a Jared moverse inquieto y voltee a ver al niño que parecia tener pesadillas, asi que me acomode junto a él en la orilla de la cama para intentar calmarlo con pequeñas muestras de cariño en su cabello, estando con Jared por alguna extraña razon mi mente jugo conmigo imaginando situaciones entre Marko y Aerith que no supe porque tenia que estar pensando y me vi molesta con él, ademas de conmigo misma porque estaba siendo una tonta con algo que no tenia nada que ver con la amistad que teniamos Marko y yo, por lo que me escondi detras de la cabeza de Jared, cerrando los ojos e intentando pensar en otra cosa*

*Regresé al camarote tan pronto pude y entré con cuidado pensando en que Henry y los demás ya dormían, y no me equivoqué pues el capitán se había quedado dormido como un niño pequeño y cansado, por encima de sus mantas, la ropa puesta y destartalada y con los pies que le colgaban por la orilla hasta el suelo.
Me acerqué sigilosamente y le retiré las botas con cuidado, así como la chaqueta dando empujones suaves a su cuerpo aunque no se para que, si tenia el sueño igual de pesado que Jared y mas estando bebido.
Cuando acabé me hice de una manta doblada y la estiré por encima de él de modo que no tardó en acomodarse por su cuenta abrazando la almohada.
Como había prometido, pues no olvidaba una promesa sobre todo si la hacía a alguien importante, regresé a la habitación de Jared, abriendo la puerta con cuidado de no despertar al niño ni a Monique, que supuse estaría con él.*

*Cuando me acomode junto a Jared espere a que se pasaran sus pesadillas, pero creo que el tiempo se me hizo eterno esperando a Marko que al final me quede dormida junto al niño, no sabia porque sentia una opresion en el pecho que iba en aumento mientras mas daba vuetas al asunto de Marko y Aerith, aunque en realidad nunca supe por que sino tenia una verdadera razon para sentirmede aquella manera, que podia entender como tristeza, miedo, enojo desepcion y no era agradable estar de esa manera*

*Al abrir la puerta encontré a ambos dormidos, lo cual por alguna razón me infló el vientre y solté un suave suspiro aliviado.
Monique estaba descansando por fin y estaba cuidando al niño, aunque al acercarme me di cuenta que el pequeño lo estaba pasando un poco mal, de manera que entrebusqué en mi morral un poco de adormidera y le introduje con cuidado un par de gotitas entre los labios, pues esa cantidad sería suficiente para hacer dormir plácidamente a su pequeño cuerpecito. Más lo haría dormir tan profundamente que no volvería a despertar.
Luego de ello cubrí a Monique con mi propia capa, la cual retiré de sobre mis hombros esperando que mi calor la abrigara mejor en esta fría e incómoda noche, de la cual quedaba poco, pues el horizonte ya comenzaba a clarear trayendo con él el nuevo día.*

*Estaba durmiendo placidamente hasta que senti algo sobre mis hombros y abri los ojos repentinamente, me incorpore un poco para ver que era lo que pasaba y me encontre con Marko junto a la cama, me alegre de verlo pero solo me le quede mirando unos segundos antes de acomodarme de nuevo*

-Por fin terminaste de "atender" a Aerith?

*Cuestione remarcando el atender porque habia sido mucho el tiempo que habia perdido con esa muchacha antes que venir con Jared que era quien lo necesitaba de verdad*

*Vi durante unos segundos por la ventana el horizonte enrojecido, como si de una isla lejana se tratara, cubierta de fuego incandescente, cuando de pronto oí una voz débil y sin embargo pude entender cada palabra y lo que es peor, la intención.
Me giré sobre mi sorprendido pues no me esperaba que estuviese despierta, y al mismo tiempo me sentí culpable y avergonzado porque llevaba la razón. Había tardado, pero no era nada de lo que ella podría estarse imaginando.*

-Disculpa, no quería molestar tan tarde. 
Tuve algunos inconvenientes.

*Me disculpé con gran pesar, inclinandome ligeramente con una disculpa.*

-Si, inconvenientes con la sirena?

*La verdad es que si me molestaba que le pusieran atencion cuando o era la unica en el lugar, pero al parecer yo ya era solo uno mas de los tripulantes. Aun al parecer para mis amigos*

-Bueno, que mas da, no es mi asunto

*Dije empezando a incorporarme, el ya iba a cuidar de Jared y yo tenia que ir a ayudar a los demas para que el barco fuera de nuevo seguro*

*No se porqué, pero parecía como si Monique estuviera culpandome de algo que ni ella misma sabía con certeza que era, pero que la ponía realmente molesta.*

-No hay razón válida por la cual deba mentir al respecto, menos aún a ti.

*Contesté leyendo sus palabras entre líneas. 
No me creía.
En eso la vi levantarse y me acerqué a ella.*

-Donde vas? Creí que ibas a seguir descansando que lo necesitas.
Además, ya hay suficientes manos trabajando en la cubierta.

-Ire arriba, puedo dormir en cualquier lado tu debes cuidar del niño

*No era asi, pero estaba molesta y peor aun que solo era porque me estaba haciendo ideas que no tenian ningun sentido en realidad*

-Ademas el aire fresco me vendra bien

*Quiza me ayudara a despejarme y dejar mis tonterias lejos, donde deberian estar*

*Mi mirada se llenó e angustia y preocupación y negué ligeramente con la cabeza.*

-Dime al menos porque estás enfadada.
No puedo creer que tanta indignación sea sólo porque demoré un poco mas de lo que estimaba.

*Pregunté con tono suavizado e intentando buscar su mirada con la mía, pero ella estaba esquivándome.*

-Enfadada, yo no estoy enfadada

*Y si lo estaba no tenia motivo pues como habia dicho, no era mi asunto y no tenia porque estar interviniendo, pero sus palabras era como si me insitaran a seguir reclamandole sin razon*

-Vaya demora, debio ser interesante para que se haya prolongado

*Dije ya de pie y quitando la capa que habia puesto, traia mis zapatos asi que solo empece a ir a la salida*

-Si lo estás... Monique, tu no eres así.

*Le recordé en un intento vano por tranquilizarla, pero cuando la oí Negué con la cabeza.*

-Te equivocas.

*Me daba vergüenza, pero era mucha más la tristeza y el dolor que infringían sus palabras y su mirada tan frías e indiferentes de modo que cuando se quitó mi capa y comenzo a caminar, alargue mi mano para tomar la suya y detenerla.*

-Moniqje... déjame explicarlo, por favor.

*insistí, aún cuando no hubiera mucho que explicar.
Nada de lo que ella pudiera imaginar, que apenas yo podía figurarme de que se trataba, era cierto o siquiera probable.*

-No lo estoy

*Dije ya dandole por sanjado el asunto pero el me detuvo sujetandome de la mano y solo lo mire de reojo desde su mano hasta su mirada la cual solo me negue a ver*

-No hay nada que explicar, ni siquiera es mi asunto

*Tirando levemente de mi mano para que me soltara y poder irme, yo sabia que estaba mal y lo que necesitaba era despejarme tenia que aclarar mis ideas y asi poder pensar adecuadamente como lo hacia siempre, no como ahora que nos sabia que era lo que me pasaba*

*Intente por todos los medios de que me escuchara, o al mismo nos me diera la cara, pero ella me negó su mirada y en el momento en que soltó tan bruscamente su mano de la mía me di cuenta de que ella no iba a escucharme siquiera.
Sentir un rechazo tan categórico destrozó mi corazón y sentí que me apuñalaba un millar de veces con el frío cuchillo de sus palabras, y se marchó dejándome de pie, frío y en silencio como una estatua, en incomprensión de porque había llegado a ser merecedor de un trato así.
Baje la mirada al.suelo, llevándome una mano sobre el rostro con profunda tristeza isteza y me giré sobre mi mismo hacia la ventana, dando la espalda a la puerta, y vi con mis propios ojos el nacimiento del Sol, y el inicio del nuevo día que ya había comenzado de mala manera...*

*Yo no era consciente de nada, sólo entre mis sueños sentía el dolor de mi pierna y los tendones, pero en cuanto la medicina de Marko comenzó. Ahacer efecto de inmediato olvide el dolor e incluso los sueños malos que había tenido se desvanecieron, de manera que no recordaria nada al despertar.*

*No pasó ni medio minuto, segundos apenas entre que Monique se marchó, vi los rayos del sol asomarse por encima del horizonte y en mi mirada se reflejó una resolución.
No... no lo iba a permitir.
Ella iba a escucharme aunque tuviera que gritarle en la cara, porque se hacía ideas erróneas de mi y de todo sin siquiera tratar de entender la situación.*

-Si ella se enterase...

*Me dije a mi mismo, pensando en la sola idea de derramarle mis sentimientos y se me hizo un nudo en el vientre.
Ella era decidida y tozuda, distinta a toda mujer que había conocido, de carácter fuerte incluso más que el mio, pero era mujer después de todo y sabía que en el fondo deseaba una explicación, aunque su orgullo se negara a aceptarlo.
Por eso es que en esa fracción e segundo en que me giré sobre mi mismo, di un paso y medio y volvi a darme la media vuelta para salir tras ella.
Si no jugaba mi última carta ahora, no habría otra oportunidad de hacerlo.*

*La medicina funcionó bien durante un par de horas.
Amaneció como a las seis de la madrugada y cuando el sol apuntaba las nueve, el dolor de mi pierna se incrementó e golpe y sentí un dolor intenso que me despertó del profundo sueño que había mantenido toda la noche.
Emití n quejido e intenté moverme, pero sentía la pierna entera como si fuera un saco lleno de arena mojada y cuando la forcé me dolió mucho más.
Ahogué un grito agudo en la almohada y mordí la tela antes de llevarme las manos al rostro y empezar a llorar, porque me dolía demasiado.*

-Jared? Ay Jared... que pasa.

*Exclamé apenado cuando lo vi llorando desconsoladamente sobre su cama.
Me dijo que le dolía la pierna y supe que era la pierna que Marko había estado limpiando la noche antes pues al revisarla tenía una venda rodeando su pie.
Entendía que pudiera doler porque se veia medianamente inflamada así que intente consolarlo.
Me culpaba dentro de mi por no estar más atento a él, porque habia bebido demasiado como para quedarme despierto y consultar con Marko en cuanto a cual era el daño que Jared había sufrido, así que ahora siquiera sabía cómo proceder. Era un completo ignorante cuando se trataba de medicina, salvo para el dolor de estómago leve y las heridas de cuidado doméstico. Tuve que dejar a Jared y pedirle a alguien que fuera a buscar a Marko, sea donde fuera que estuviera, que lo necesitaba de forma urgente. Luego volví a prisa con Jared y trate de calmarlo haciéndole beber hidromiel fría y secándole sus lágrimas mientras lo mantenía abrazado.*

-Marko vendrá en un momento y te hará sentir mejor.

*Le murmuraba para que dejara de llorar con esos hipidos que siempre conseguían ponerme nervioso. Cuando niño yo nunca había logrado consolar a Jared y dependía e otros para que lo calmaran en mi lugar, como Luan. Ahora mismo me sentía igual de incapaz que en ese entonces, con un niño desconsolado de dolor entre mis brazos y yo incapaz de brindarle bienestar.
Pronto por todo el barco se enteraron de mis órdenes, pero no importaba por donde buscarán a Marko... él no aparecía.*

*Poco después de salir a cubierta y darme cuenta de todo el problema que llevaba la ausencia de capitaneado, entré al camarote sin siquiera golpear y me guié por la voz en llanto que resonaba en las paredes de madera.
Al llegar abrí la puerta de golpe y entre*

-cual es su emergencia??

*Esperaba a que viniera Marko y creí que era el cuando alguien abrió a puerta, pero en su lugar apareció l otro sujeto... aquel inmortal.*

-Qué estas haciendo tu aqui?! Donde esta Marko?

*Exigí saber abrazando a Jared pues no confiaba en este tipo y no dejaría a Jared en sus manos, menos ahora.*

-Yo mande llamar a Marko, no a ti.

*Insistí mientras Jared no paraba de llorar y se aferraba a mi casaca ocultando su rostro.
Él habia visto a Aerith matarlo, y me preocupa upaba que al verlo le diera mucho miedo.*

-Tu médico a bordo no está. Nadie ha podido dar con él al menos hasta que me enteré de que lo necesitabas así que vine en su lugar.

*Le dije acercándome y escaneando la habitación con una mirada al rededor.*

-presido la clínica de la isla Tortuga desde hace doce años. Tengo la experiencia suficiente como para saber qué hacer.

*Sin esperar ni pedir su permiso me incline junto a la cama para revisar el vendaje. Comencé a des envolver el pie y vi la herida, con tres... cuatro puntos de sutura y el pie hinchado como un nabo.*

-Sabes donde tiene las reservas de plantas medicinales?

*Era preciso desinflamar o podía estirarse tanto la piel que dañaría los puntos de sutura, rasgando el tejido y provocando riesgo e infección.*

*El conflicto sentimental y logístico me dió una punzada en el pecho y mi estómago se estrujó.
En ausencia de Marko no había nasñdie más capaz de tratar una herida tan grave excepto este hombre, pero por qué razón Marko no estaba?*

-Pero...

*Su actitud tan abrumadora me desencajaba. Me sentí tratado como un niño de pronto y me desautorizó como capitán del barco al ponerse a trabajar a pesar de mi negativa, pero mi preocupacion por Jared era mayor que mi orgullo en este momento, de modo que a pesar de sentir una rabia creciente en mi interior, sólo me limité a guardar silencio y responder cuando me preguntaba, aunque de mala gana.*

-En aquel maletín, creo...

*No sabía realmente donde tenía guardadas las cosas que utilizaba, sólo ue tenía varios estantes con medicinas y al menos tres cajas de herramientas para ejercer su oficio*

*Me tenía sin cuidado la mala cara y actitud de este niño, porque es lo que era para mi, un niño jugando a ser mayor con influencias demoníacas que lo volvían peligroso y poco confiable.
Me levanté para ir a la caja y al abrirla la encontré mas vacía que mi estómago con un par de paquetes de hiervas, las que olfateé para saber lo que eran y las deseche en seguida.*

-Necesito vendas limpias y agua caliente.

*Ordené escarbando entre las bolsitas de tela hasta encontrar algo que me sirviera.
Cuando me volteé el otro todavía seguía allí, por lo que lo miré duramente y chasqué la lengua.*

-Date prisa! O es que no entendiste bien.
Tengo que hacer desinflamarse la piel o podría infectarse la herida. Eres el único que que puede asistir me aquí.

*Me quedé mirando a Jared aunque asentí a lo que el hombre dijo, pues no podía llegar la niño ahora estando como estaba de adolorido. Sin embargo este sujeto me recriminó por quedarme unto al niño y entrecerrar los ojos como reclamo.*

-Podrias haber dicho eso desde el comienzo cuando llegaste.

*Contesté inclinándole sobre Jared y le prometí regresar de inmediato antes de dejarlo recostado.
Me partía el alma verlo sufrir, pero me preocupaba ahora mucho más dejarlo solo con este hombre.
Abandoné el camarote para ir a la cocina a buscar agua caliente y ver si podía conseguir vendas limpias para Jared.*