Pasaje Bahia la Sirena

*Viendo las acciones y palabras de Taylor fue que me di cuenta que tenía problemas de nuevo con nuestros padres y que no quería hacer algo malo. Entendi entonces que estaba escapando y que quería que fuera con él cosa que independientemente de todo no creía correcta
Mire a Tay con pesar mientras terminaba de vestirme pero en cuando mamá me habló me quede mirando la puerta, luego mire a Tay con preocupación*

-Pero es mamá

*Le dije como si fuera algo que siempre hacíamos y era verdad porque era mamá y la obedeciamos siempre*

-Con todo? Con todo que?! Ustedes son los que hacen un lío de nada.
Llegué tarde, si. Llegué mojado, y qué?! Ya me sequé y ya estoy acostado!
Dejenme ya en paz!

*Exclamé molesto.
No estaba molesto antes porque papá, a pesar de todo, me respetaba y entendía que cuando no quería hablarle era que no quería. Pero mamá era tan molesta y tan insistente que me sacó de mis estribos. Simplemente no se podia esperar a mañana, no entendia que no quería hablarle, que ya no quería nada con ninguno de los dos.*

-Tay.....

*Di un suspiro con pesar y realmente no quería usar a Nicole para llegar a él, aunque esperaba que al menos ahora ayudara a convencer a su hermano*

-De acuerdo, buenas noches mis niños

*Les desee y me retire de la puerta, volvería abajo con Gillian y suponia que esperaríamos hasta la mañana para poder hablar con él de nuevo*

*Podía oír gritar a Taylor desde  abajo gritándole a su madre. Lo soporté porque creí que ella se haría cargo, pero finalmente no pude dejarlo pasar.
Tomé la escoba y golpeé el techo, su piso, con el palo. *

-Taylor, no le hables así a tu madre! *Le grité molesto y cuando ella desisitió fui yo quien se levantó para subir. No subía a menudo porque subir esa estrecha escalera era incómodo para mi. Pero no podía simplemente dejar que él le hablara así a Anne.
Me encontré con Anne al inicio de la escalera en el segundo piso. No podía creer que ella aun actuará tan suave con él después de que se comportará de ese modo. Muy hijo mío sería pero no iba a permitir que le faltara el respeto a mi esposa. *

-Taylor. Abre esa puerta ahora.

*Ordené con firmeza. Si se negaba, la derribaría y dormirían sin una puerta hasta que la reparará, como castigo a su insolencia.*

*cuando mamá aceptó irse creí que había ganado. Siempre cedía a sus deseos y me convencía con sus palabras. Nunca me había opuesto a ella o a papá... No sabía, hasta ahora, que ellos tendrían un límite tan fácil de sobrepasar.
Todo este tiempo había sido así de sencillo lograr que me dejaran en paz y no me había atrevido a contradecir los en nada. Y esa sensación de ganarle a mis padres en algo era... Satisfactoria.
O al menos lo fue, hasta que oí a papá subiendo la escalera.
Que estaba haciendo? El jamás subía salvo para arreglar el tejado o las ventanas.
Qué haría? No podía abrir la puerta... Se oía realmente molesto. *

-Vete! *Contesté.
Miré a Nicole asustado, y luego la ventana. Era mi única salida.
Corrí hasta ella para salir por allí, pero desde la última vez que escapé, al parecer la arreglaron y no pude abrirla. Estaba atorada. *

*A pesar de haberme vestido no me moví de donde estaba parada, este asunto de Tay con mis padres había ido más lejos de lo que normalmente lo hacía, estaba asustada y preocupada por mi hermano, además me sentía mal porque le hablara de esa manera a mamá. Me asuste al escuchar los golpes bajo nosotros h luego los gritos de papá, estaba enojado, como nunca y eso aún más me asusto. Mamá al final se escuchó triste antes de escuchar sus pasos, pero los de papá venían en camino mire a Tay y negué con la cabeza a lo que fuera que pensaba, pero el se fue hacia la ventana y yo solo atine a irme a esconder a la cama*

*Escuche los gritos de Gillian y solo esperaba que eso fuera, pero al llegar a la escalera el ya está arriba y le mire preocupada, estaba enojado, como pocas veces llegue a verlo. A causa de su presencia y el estrecho pasillo retrocedió para que el pudiera avanzar hasta la puerta de los niños.
Dentro escuche pasos apresurados y forcejeos con algo*

-Gillian cálmate

*Le pedí a sabiendas que no lo haría y que tenía motivos para estar así, sin embargo ya habíamos usado mi método y no había funcionado, no quedaba de otra que el hiciera las cosas a su manera*

-No, ahora no Anne. *le dije con voz suave a ella antes de golpear la puerta un par de veces.*

-Tayler! *No me abrió y supe que corrió a la ventana para escaparse. Estúpido niño. Yo mismo había arreglado esa ventana para que no volviera a hacerlo nunca más.
Golpeé la puerta de nuevo, pero esta vez mis puños atravesaron la madera y tomé la puerta por esos agujeros para sacarla de cuajo de su lugar. Entonces la dejé apoyada en la pared, a un lado de la puerta.*

-Quieres jugar al rudo con tu madre, niño?
A ver que tal le va al leoncillo peleando con su padre.

*Lo tomé por la ropa de su espalda, entre los omóplatos y lo levanté del suelo aún en contra de sus reclamos y forcejeos.*

-El niño se cree mayor, no es así? Cree que puede faltar le el respeto a sus padres y escapar de casa?
Pues yo te voy a enseñar lo que es ser un hombre. Ya verás!

*Le dije sin soltarlo, y lo llevé colgando por delante de mi escalera abajo. *

*No pude menos que dar un respingo cuando vi, sorprendido, que papá sacaba la puerta por la fuerza y entraba al dormitorio. Intenté evadir lo y pasar por un costado pues el era grande y torpe, pero él pudo atraparme y por mucho que forcejeé contra él no pude contra su fuerza. Ni modo que pudiera! Era el hombre más fuerte que conocía en toda la isla comparado tan solo con el misterioso armero de Playa Caboverde. *

-Papá, dejame! No hice nada malo! Dejame en paz!

*Enterré mis uñas en su brazo, pero tenía la piel dura como roca. Pataleé para darle en las cosillas pero apenas si lo alcanzaba como para patearlo al menos de forma decente. *

*Me hice bolita sentada en la cama y cubierta con las mantas hasta la cabeza, papá estaba realmente enojado, lo vi arrancar ma puerta y me abracé a mi misma, Tayler si la había fastidiado en grande esta vez.
Papá se llevo a Tay y solo me asomé ligeramente viendo a mamá en la puerta mirando preocupada, me levante y fui corriendo hasta ella para abrazarla*

-Mamá que le hará papá a Tay?

*Pregunte asustada, pues ellos jamás nos habían pegado, no habían tenido ma necesidad de hacerlo pues siempre obedeciamos, pero ahora Tay*

-Pero cariño....

*No pude decirle nada más, el tomo a Tay y simplemente se lo llevo abajo, Dios sabía que haría pero tampoco me iba a quedar sin saberlo, así que iba a ir tras ellos cuando sentí a Nicole pegarse a mis piernas y la escuche preguntar por su hermano*

-No lo sé princesa, pero será mejor bajar

*Le dije apresurandola al tomar su mano y guiarla hacia las escaleras para bajar y seguir a aquellos dos*

*Bajamos al primer piso y lo cargué hasta afuera, saliendo con lluvia y todo el frío que estaba haciendo afuera. No me importaba a mi, y él que se creí a hombrecito tenía que aguantarse.
Una de sus patadas me alcanzó el costado pero fuera de un quejido no le hice saber que me había dolido. *

-No hiciste nada? Que fue eso de gritarle a tu madre?

*lo solté junto al pozo mirándolo con seriedad y tiré el cubo dentro. Entonces me di cuenta que Anne y Nicole nos habían seguido. *

-Entra, Anne. *Le dije a ella, fuera de molestia.
No quería que ellas estuvieran aquí durante el castigo de Taylor, principalmente porque no quería que él se sintiera humillado de tener que cumplir un castigo frente a las mujeres. *

-Recoge el cubo Taylor. De prisa.

*Ordené y me crucé de brazos manteniendome firme. Esperaba a que quisiera escaparse, porque se las iba a ver peor. *

*Me quedé callado. No pensé que íbamos a salir afuera de nuevo después de que me sequé y me cambié ropa dos veces en el mismo día.
No contesté, pero caí de pie en el suelo cuando me soltó.
Estaba helado y nos quedamos empapados los dos en pocos segundos, pero mi papá continuaba como si no sintiera nada, como una roca de pie junto a mi. *

-Qué?
Esto es estúpido!

*Contesté mirando hacia la casa a mamá y a Nico. No iba a desistir de mi postura, menos frente a ellas. *

*Los seguimos solo hasta la entrada de la casa pues no iba a dejar que Nicole se mojara y enfermara, no sabia que intentaba Gillian pero no era bueno para ninguno de los dos estar afuera.
Iba a llamarlo pero me dijo que entrara, tome de los hombros a Nicole y la hice volver adentro conmigo cerrando la puerta*

-Vamos Nico, te prepararé un té para calmarte y esperaremos en la sala

*Le dije con tranquilidad llevándola a sentarse en la cocina mientras preparaba el té y esperábamos que este asunto pasara pronto*

*Segui a mamá hasta ir a ver que era lo que haría papá con Tay, me preocupaba por mi hermano y estaba asustada por el enojo de papá, al estar en la puerta los vi terminar empapados y luego a papá haciendo entrar a mamá y yo con ella*

-Mamá, que ha pasado?

*Quise saber, me senté en mi silla y la vi poner agua de la jarra a calentar, esta estaba siendo una noche muy extraña*

*No se lo repetí. Yo no era su madre paciente y cariñosa hasta en los castigos como para aguantarle que me gritara. Lo que hice fuie tomarlo del brazo y acercarlo violentamente al pozo.*

-Recogelo. O tal vez prefieras otra clase de castigo. Mis manos escocen, me lo agradecerían si te doy de nalgadas hasta que se quite.

*Froté mis manos, hablando con seriedad mientras lo miraba fijamente y luego le hice na seña para que comenzara a trabajar*

*Me quede mirándole con los ojos completamente abiertos al escuchar el otro castigo, nunca nos habían pegado ciertamente, frunci el ceño y con molestia me giré a tomar la cuerda para subir el cubo, no lo habíamos hecho ni nicole ni yo, pues ellos estaban siempre preparados como para pedirnos hacerlo
Jale la cuerda un par de veces pero esta no se movió gran cosa pues volvía a bajar apenas quería tomarla con la otra mano, la cuerda húmeda no permitía que pudiera subirla*

-Esto es imposible ahora

*Le reclame, deteniendome pero luego volví a intentar subirlo*

-Oh, en serio?

*Le pregunté frotando mis manos. No estaba bromeando cuando le hablaba del castigo. Nunca les habíamos golpeado, en parte porque Anne se negaba a esa clase de castigos, pero los niños ya no eran pequeños. Tenían que saber las consecuencias inmediatas de sus malas acciones, pues las consecuencias a largo plazo vendrían probablemente demasiado tarde. *

-No te detengas! *Ordené con firmeza y de inmediato un resplandor atravezó las nubes en el cielo antes de que un fuerte trueno sobrecogiera el aire al rededor.*

-Continúa halando, Taylor. No te creías muy fuerte antes frente a tu madre? Que pasa... Se te acabó la fuerza con un poco de lluvia?

*Le hablaba con firmeza, como si no le estuviera hablando a mi hijo sino a un marinero insubordinado.*

-Estas castigado. No vas a salir de la casa salvo al pozo para recoger agua todos los días, hasta que logres subir ese cubo lleno y mojado, me oyes?

*Estaba jalando la cuerda cuando el truno ensordecia después de la orden de papá, y solo me encogi levemente pero fue suficiente para sentir bajar la cuerda de nuevo y a querer hacerla subir de prisa termine resbalando y cayendo de espaldas, lo que causó soltara la cuerda.
Me quede sentado escuchando el nuevo castigo de papá y cerré la mano en un puño frustrado por lo que estaba haciendo ahora, esto era un abuso*


-Eso es injusto me estas torturando no castigando

*Los castigos que recibíamos nunca eran más que un par de días en casa y ayudar en casa, esto ni siquiera era un castigo*

*No me inmuté al verlo caer. Podía fácilmente parecer un castigo severo, pero también era un duro entrenamiento.
Fruncí el ceño al oírlo. El niño se frustra a con facilidad y era porque siempre había tenido todo sin mayores esfuerzos. En su corta vida nunca nada le costó su verdadero valor, porque Anne y yo les dabamos todo lo que estaba a nuestro alcance. Todo ese esfuerzo y amor resultó en un niño malagradecido e insolente. *

-Tortura?
Quieres saber lo que es una tortura?

*Pregunté molesto y lo tomé de un brazo para levantarlo del suelo y acomodarlo sobre mis piernas al tiempo que me senté en la orilla del pozo. Lo sostuve firmemente de modo que no pudiera escapar*

-Cuando estábamos en el Rosa, la capitana Black ataba a los subordinados en lo alto del carajo durante días sin agua ni alimento. Eso sí era una tortura.!

*Le di una palmada en las nalgas por encima del pantalón mojado.*

-Tu madre lo da todo por ti y tu hermana. Nadie te ama más que tu madre y nadie merece más respeto que ella en tu vida!

*Le di otra palmada. No eran lo más fuerte que podía pegarle, pero era suficiente para que le doliera y recordará el castigo de por vida. *

*Le mire molesto pero luego me levanto de u brazo*

-No, sueltame ya déjame en paz

*Le dije luchando porque me soltara y poder escapar de él, lo cual por lo fuerte que era no podía ni moverme un centímetro lejos de él, justo después de que empezó a decirme cómo es que era una tortura fue que sentí la primera nalgadas y aunque dolió me negué a gritar, aunque si patalee todo lo que podia*

-Ya basta, déjame

*Volvi a insistir pero volvió a dejar caer su mano contra mi, era tan frustrante no poder salir de esta situacion*

-Silencio. Vas a aprender lo que es que te castiguen de verdad. *Le di otra nalgadas y luego una cuarta. Podía hacerse el fuerte todo lo que quisiera, pero no iba a dejarlo ir hasta que aprendiera que no iba a permitir que le faltara el respeto a la gente, mucho menos a su madre. *

-Has tenido todo lo que nos permitimos darte, he cedido a tus caprichos por aprender a luchar porque creí que era lo mejor para ti, pero no voy a permitir que le faltes el respeto a tu madre... Sabes porqué?

*Le di otra nalgada un poco más fuerte.
Me dolía en el alma, pero sabía que él agradecería en el futuro haber sido corregido a tiempo. *

-Porque esa mujer, tu madre, es mi vida, y jamás debes ofender a la mujer de un hombre como yo, porque lo pagarás feo, me oyes? *Otra nalgada fuerte y sentí que dejaba de luchar, pero no por ello dejé de sostenerlo con fuerza.*

*Las nalgadas dolían a causa de la humedad y la fuerza que usaba para golpearme, para la cuarta había dejado de hablar porque apreté los dientes y evitar gritar así como llorar también, esto era humillante y lo único bueno es que solo éramos él y yo en ese lugar.
Negué con la cabeza cuando lo escuche no sabía porque sus palabras hasta que empezó a explicarlo, no lo entendía en realidad pero ellos habían empezado todo esto al no dejarme en paz como se los pedí y ahora era yo el que era castigado.
No aguante antes de sentir me ardían los ojos y supe que había empezado a llorar, pero no hice ningún ruido solo deje que el agua se llevara las lagrimas*

*Le di un par de veces más y al poco rato se me sobrecogió el corazón al ver que aceptaba el castigo, se quedaba callado y lloraba en silencio.
Entonces lo dejé de sostener, pero no le moví de encima de mi*

-No vuelvas a ignorarme. Cuando te pida una explicación, me la das. Y no quiero volver a saber que le gritas a tu madre y menos que te haz escapado y llegas tan tarde.
Tu no tienes edad aún para andar solo de noche por la ciudad, entendiste?

*Le di té como si fueran las nuevas normas de la casa para él.
Era normal después de todo, que a medida que los niños iban creciendo, las normas cambiaban y también la forma de educarlos. A estos niños ya hace mucho les había pasado la edad para poder reprenderlos. Obviamente, cuando eran menores, los castigos se limitaban a miradas y palabras. Pero ahora las cosas habían cambiado, y él quiso que fuera drásticamente.*

-Entendiste, Taylor?

*Pregunté de nuevo pues no lo escuché contestarme*

*Apretaba los dientes con fuerza para no quejarme hasta que el termino de pegarme y yo solo me quede ahí, conteniendo el llanto y escuchandole, aunque ya imaginaba que era lo que diría y solo era una confirmación lo que escuché decirme.
No respondi a la primera porque no pude, pero a su segunda pregunta me aclare la garganta*

-Si

*Dije como única respuesta para que no se me cortara más la voz al hablar por estar llorando, al hacerlo me moví para levantarme de sobre él, pero no levante la mirada hasta que me limpiara la cara de mocos y lagrimas*