Puerto y Embarcadero

*Solía viajar en bote desde tortuga o en los barcos de carga.
Hacía unos años había dejado de viajar en tripulación, aunque no descartaba nada en listarme en una en el futuro.
Seguía viviendo en la Iglesia de Tortuga durante temporadas pero siempre seguía viniendo a Dominica sobre todo a ver a Karen.
Y fue exactamente allí a donde me dirigí*

*Llegamos al embarcadero a tiempo, por fortuna, y a salvo.
Aunque no podía decir lo mismo del equipaje.
Aerith trat´´o de hacer lo humanamente posible por mantener las cajas en su lugar, pero el carro se movió tanto que incluso algunas se abrieron, aunque no perdimos nada.
El chofer me ayudó a bajar y con la ayuda de los tripulantes pudimos llevar todo a bordo.
Le pagué al hombre y subí a cubierta.*

-Por fin vamos a casa...

*Dije, sentandome en un rincón de la cubierta como la mayoría de los pasajeros.
Los barcos que viajaban de una isla a otra mayormente no estaban hechos para el transporte de gente, sino de carga así que no tenían espacios habilitados para pasajeros en las escotilas inferiores, lo cual nos obligaba a viajar a la intemperie sobre la cubierta.*

*El movimiento de la carreta fue demasiado pero al menos no se había caido nada importante. No tardamos mucho en llegar al puerto bajar las cosas para subirlas a bordo para poder poner marcha a Tortuga*

-A relajarse

*Murmure siguiendo al medico, por mi cuenta yo me senté en el suelo de cubierta, para no quitarle un lugar a alguien que lo necesitara.
Seguramente ya estariamos tranquilos asi que saque la cajita de mi bolso y empece a inspeccionarlo de nuevo*

*Apoyé mi espalda contra una de las paredes junto a la escalera del puente de mando y abrazando mi bolso con mis pertenencias, me acomodé, cerrando los ojos ligeramente, esperando que el viaje no fuera demasiado movido.
Sentí a alguien acercarse y al abrir los ojos vi a Aerith, que portaba esa misma chuchería de antes mirandola con curiosidad.
Alcé una ceja... qué demonios sería aquello? No la había visto hace mucho tan interesada en algo que, por lo demás, iba dentro de un colorido envoltorio.. como si fuese un regalo.
Sentí una aguja en el estómago al pensar que ese sujeto le había entregado ese regalo.*

*Le di una mirada extra a la caja, para empezar a quitarle el envoltorio y poder saber que era aunque lo que encontré solo fue una casa.
Guarde el papel en mi bolso y me puse a examinar la cajita, agitándola un poco para imaginar su contenido en el interior pero no me di ni una sola idea*

-Que podrá ser?

*Me cuestione abriendo finalmente la caja para saber cual era su contenido*

*Me quedé mirandola, en silencio. También me daba curiosidad, aunque ella tampoco parecía saber qué era.
Esperaba que no fuera una estupidez o ese tal Carlos se ganaría mi odio instantáneo y se las vería conmigo la próxima vez que viniera a la isla*

*Mire de a poco el interior de la caja solo para mantener mi emoción, cuando finalmente abrí la caja y mire su contenido me reí emocionada, por fortuna no era nada caro pero si significativo, una pulsera tejida*

-Es muy bonita

*Murmure sacando la pulsera y guardando la caja en el bolso, para enseguida ponerme el regalo que me había mandado el hermano de Carlos, en agradecimiento por mi ayuda.
No lo habia creido necesario pero agradecia que hubiera sido algo simple*

*Fruncí el ceño con molestia y coraje. Una baratija de ese tipo podía conseguirla hasta bajo las piedras en cualquier lugar del mundo y no entendía la razón por la cual Aerith se veía tan emocionada y contenta con esa basura.
Resoplé entre dientes, acomodandome en mi lugar y dedicandole una mirada molesta a todo e que se me quedara mirando. Estaba incómodo y el viaje sería largo y pesado.*

-Aerith.

*La llamé desde donde estaba con voz severa y autoritaria*

*Estuve peleándome un poco con la pulsera pues no lograba mantenerla quieta para poder abrocharla, sin embargo después de varios intentos al fin había logrado dejarla quieta y estaba abrochandola cuando escuche la voz del medico pero no me distraje y solo hasta que quedo sujeta fue que me levante de mi lugar*

-Pasa algo?

*Pregunte arrodillandome junto a el para poder verle y que me dijera que era lo que necesitaba*

-Porqué demoraste?

*Pregunté tras haerla esperado bastante. Aunque era lo de menos, en realidad.*

-Necesito que me traigas un frasco e medicina.
Dentro del baúl de cedro, hay una caja negra u poco más pequeña donde guardo la medicina. Traeme un frasco completo y deja todo cerrado cuando vengas de vuelta.

*Mi cuerpo sanaría por si solo, pero necesitaba recuperarme más rápido de lo que mi cuerpo parecía querer hacerlo y para ello debía obtener algo de medicina.*

-Lo lamento

*Me disculpe pero sin explicarle mi demora a fin de cuentas era sin sentido y seguramente solo se molestaría. Le escuche con atencion y memorice lo que me decia, asi que solo asenti con la cabeza*

-Ya regreso

*Dije poniendome de pie para empezar a ir a la bodega con equipaje y buscar la medicina que el medico me pedia*

*Cuando ella se fue miré su muñeca y, aprovechando que la tenía cerca, examiné la pulsera con detenimiento. No era gran cosa, a mi parecer.
Había visto y tenido entre mis manos piezas de joyería mucho más interesantes y valiosas. No comprendí porqué Aerith se veía tan feliz con ella.
Di un suspiro cansado al verla desaparecer tras la escotilla. Esperaba que se diera prisa.
Entre tanto, desabotoné las piernas de mi pantalón para subirlo y ver la herida.
Las vendas estaban manchadas de sangre pues, imaginé, había sido imprudente correr detrás de ese tritón y la chica y fue en ese momento en que la herida se abrió.
Comencé a quitar los vendajes, aunque no tenía much para limpiar la herida ahora y era incómodo para mi mismo hacrlo, ya que se encontraba en un lugar de difícil acceso para mis manos y mi vista.*

*Tarde unos minutos en ir hasta la bodega y encontrar el baul que dijo el medico, buscar la medicina entre las cajas y seleccionar la que dijo el, cerre los baules completamente y regrese a donde se encontraba el medico*

-Aqui la tiene

*Dije ofreciendola y esperando hasta que la tomara para enseguida arrodillarme de nuevo frente a el revisando la herida que ahora habia dejado expuesta*

-Ire por trapos limpios y algo de agua para limpiarle y volver a vendar

*Le adverti con tranquilidad, era lo menos que podia hacer para ayudarle en ese lugar*

*Tomé la medicina y sin pesar el polvo siquiera, solo midiendo la cantidad al ojo, tomé en la palma de mi mano una cantidad aceptable y la vertí de golpe en mi boca para pasarla luego con agua de mi odre.*

-Gracias...

*Agradecí por ambas cosas, la medicina y su disposición para ayudarme con la herida.
Yo planeaba ver como estaba y luego vendar con las mismas*

*Le pedí a los trabajadores del barco lo que necesitaba para ayudar al medico y con algo de esfuerzo lo conseguí todo, así que volví a donde el medico*

-Debería ser mas cuidadoso, aun cuando sane mejor que el resto

*Dije como siempre que tenia que ayudarle con una herida que solo tardaba unos días en sanar, empece a limpiar con uno de los trapos con agua para retirar la sangre, no iba a poder suturar pero por lo demás podría mantenerse limpia y sin complicaciones*

-Necesitara descansar? Puedo intentar conseguir algo

*Sugerí mirandole desde abajo y teniendo cuidado al momento de limpiar y cubrir*

-Soy cuidadoso.

*Reclamé con calma, dando un suspiro y dejando que ella se encargara de mi herida.
Por mucho cuidado que ella tuviera, no pude evitar sentir dolor ya que la medicina demoraba un tanto en hacer efecto.
Cerré los ojos en una expresión de dolor intenso que soporté manteniendo mi respiración profunda y entrecortada.
El golpe había sido traumático de modo que el corte de la piel había sucedido por aplastamiento con el borde del armario que me cayó encima. Dentro de mi pierna, el hueso se había fraccionado y era la razón principal de mi dolor. Por fortuna mi cuerpo sanaba de prisa, aunque no lo suficiente esta vez, pues el daño era bastante serio.
Cuando acabó, negué con la cabeza y di un suspiro agotado.*

-Estoy bien aquí.

*Le aclaré de inmediato, cargandome contra la pared para cerrar los ojos. Aunque si... tenía frío y mi boca se sentía seca y pastosa.*

-Tal vez... puedas conseguir algo de abrigo para cuando caiga el atardecer.
Se pondrá fresco en alta mar.

*Murmuré con voz raspada.*

-Bien, como prefiera

*No iba a ponerme a discutir ahora con el, al fin íbamos a casa y eso era lo que importaba así al menos las cosas estaban mas relajadas*

-Quieres que te traiga algo?

*Si tenia que moverme prefería hacer varias cosas de una buena ves, aunque sino me lo pedía de todas maneras traería algunas cosas extras*

*Volví a abrir los ojos para mirarla. Estaba aún así de cerca?...*

-Si...-

*Murmuré, queriendo continuar pero cerré los ojos de forma involuntaria y mi mente entró un paso más dentro de la inconsciencia, sin permitirme continuar con lo que iba a decir.
Desde hace rato me venía sintiendo mal. De allí la razón de la medicina.
Había querido ver mi herida por si había algo mal en ella, pero al parecer Aerith no encontró nada anormal aparte de ser una lesión bastante seria.
Lo mejor iba a ser dejarme llevar por el sueño ficticio de las medicinas y despertarme ya cuando hubieramos llegado cerca del puerto.*

*Espere a que me dijera que era lo que queria, pero solo me dejo esperando por una respuesta que al menos no llegaría pronto. Así que sin mas di un suspiro y deje al medico que descansara, entonces por fin pude ir a buscar las cosas que necesitaba para el momento del atardecer y mas aun para lo que pudiera ofrecerle al medico.
Paso un rato antes de que pudiera conseguir las cosas pues no podía hablar directamente con la persona que me las daría y tenia que conseguir favores*

*La noche cayó de prisa y me sorprendió dormido bajo el efecto de la medicina, y a causa de esta fui perdiendo calor constantemente, debido a la nula actividad de mi cuerpo. El barco había zarpado ya hace mucho y ahora estabamos en alta mar.
La briza era fría y la humedad del aire solo provocaba que mi cuerpo se fuera enfriando cada vez más. Excepto mi rostro, caliente como si estuviera al fuego directo, la fría brisa me era agradable y refrescaba mi fiebre.
No me desperté, aùn así, después de caida la noche, sino hasta que pasara el efecto de la medicina y tuviera que tomar otra dosis para reducir el dolor de mi pierna*

*Volví con todas las cosas que conseguí en el barco y fui junto al medico, parecía extraño cuando llegue a su lado así que empece a revisarlo pero rapidamente me di cuenta de que pasaba por una etapa de fiebre. Di un suspiro y cubri sus piernas con una manta, para luego tomar un paño para empezar a refrescarle pero no use la ropa normal sino la salada que me fue mas facil conseguirla con una cubeta al mar quiza le ayudara mejor*

-Odio cuando me toca cuidarlo

*Siempre que lo cuidaba por algo, pasaba algo peor que siempre me la hacia pasar mal*

*Aún estaba dormido cuando la noche cayó por completo y la cubierta era iluminada solo por las lámparas de cera cuyas flamas titilaban con el viento que de pronto se levantó. Un viento cálido que, según los entendidos, no trae m´sa que desgracias.
El capitán hizo el intento de regresar a tierra. Una tormenta se avecinaba. Sin embargo esta nos atrapó de todos modos en medio del mar.
Una tormenta improvisada que apareció de la nada y nadie vio venir. Era algo muy fuera de o común, por sobre todo para los marineros quienes de inmediato creyeron que se trataba de un artilugio de las criaturas marinas y su diosa, Calypso.
Otros, menos razonables, pensaron que era por la presencia de Aerith a bordo.
Yo continuaba dormido mientras la tripulación hacía lo posible por mantener el barco estable, siendo aún golpeado por los fuertes vientos y olas el doble o triple de altas que lo normal*

*Pase la mayor parte de la tarde cuidando al medico y mientras lo hacia me di cuenta que cayo la noche rápidamente, pero junto a ella llego una tormenta que empezo a poner todo de cabeza*

-Siempre pasa algo malo

*Dije con el ceño fruncido y mirando al medico, pero solo respire profundo y me concentre en mantenerlo en el barco y esperar que no empeorara.
La lluvia caia con fuerza y las olas del mar al igual que el viento se volvía cada vez mas violento que hacia al barco rechinar extremadamente, lo que me preocupaba que causara algun daño y terminaramos todos en el mar*

*Elmovimiento del barco era cada vez mas violento y la lluvia se volvía más fuerte provocando el caos entre la tripulación y los pasajeros. El capitán dio la orden a todos de atarse con cuerdas al barco, ya fuera a los mástiles o a las tomaderas de la borda. Sin embargo Aerith y yo estabamos alejados de cualquier cosa que se le pareciera.
Yo continuaba dormido, sin embargo sentía el movimiento del barco y en un momento me desperté, a medias, aún desorientado y fuera de mi.*

-Ae... rith..

*Susurré con cierta preocupación, pero que desapareció en ese mismo instante cuando mis fuerzas se debilitaron nuevamente y me sumergí en la inconciencia otra vez.
Las olas comenzaron a golpear el barco por un costado, arrastrandolo todo en la cubierta a excepción de aquello que estaba atado como había advertido el capitán.*