Posada Cuatro Estaciones

-Ya me di cuenta

*Y al parecer para el viejo era mejor pero me iba a escuchar si quería recibir más dinero por su estupida habitación, sino solo recuperaría mi dinero y nos iriamos*

-Tu descansa, mientras conseguiré cosas para curarte y bajarte la fiebre

*Primero necesitaba ropa limpia y seca para la cama y luego trapos, agua tibia y quizá algo de medicina y sino me lo daban lo iba a salir a conseguir *

*Mantuve los ojos cerrados mientras que la oí y luego sentí que se apartaba de mi. Traté de alcanzarla. *

-No te vayas

*Le pedí. *

-Ya regreso

*Le asegure al escucharlo y fui a la puerta para abrirla, así fuera en contra de la voluntad de ese dueño egoísta iba a tomar lo que necesitaba porque habia sido pagado.
De no darmelo reclamaría mi dinero y me iría a la clínica a que fuera más util*

*Ella se fue de nuevo. Era quizás tan solo un sueño, o una alucinación, porque fue como si no hubiera estado aquí nunca. Así que me quedé recostado, con los ojos cerrados volví a dejarme llevar por el sueño.
...
El dueño de la posada había estado en la recepción toda la mañana cobrando a los viajeros, cuidando de que nadie se fuera sin pagar, pero había salido afuera para alimentar a sus gallinas cuando ya nadie más quedaba. Estaba en el patio tirando grano a los animales cuando escuchó los pasos de esa mujer pesadamente bajando la escalera. Extrañado, arremangó su delantal sucio y se limpió las manos para entrar. *

*Baje a la recepción donde no había nadie, al menos no hasta que llegue pues ese hombre entró por un puerta detrás del mostrador*

-Quiero sábanas limpias, otra jarra de agua, menta, manzanilla, algo de ajo y un cuenco con agua tibia, también un vela

*Le dije al hombre con toda firmeza, y espere a fuera que me las diera ahora o me las llevará le iba a poner presion*

*El hombre venía limpiandose las manos en el delantal, pero levantó la mirada, desconcertado, cuando la mujer le habló de forma tan autoritaria y frunció el ceño con molestia. *

-Oyeme, niña. Ofrezco un servicio, pero no soy el sirviente de nadie. Aquí no estas en tu barco así que no me vengas con esas, niñita.

*Dijo con la misma firmeza y autoridad con la que le hablaba Cassandra.
Era un hombre entrado en cuerpo. No llanamente gordo, pero sí bastante corpulento. En sus años mozos se dedicaba a la construcción. Él mismo había construido su negocio, esta posada, con sus propias manos para ganarse la vida durante el otoño de su vida. Sabía el estilo de vida de las personas que llegaban a Tortuga, aunque la gente que vivía aquí era una comunidad buena, eran justamente los pasajeros que él atendía los más difíciles de tratar.
Se creían que podían dar órdenes, como si el negocio fuera un barco y ellos el capitán. *

-Sabanas limpias hay en la habitación, eh? Y toallas. Si quieres desayuno, ve al comedor y mi esposa lo servirá. Y cuidado con cómo le hablas a ella!

-Un servicio que no das bien, a pesar de que te.di un adelanto bastante bueno, tengo un herido y necesito lo que pedí

*Y era claro que a el no le importaba más que el sino y como ya lo tenía lo demás no le importaba, si al menos diera el servicio como era no tendría problemas *

-Espero que al menos ella sea más amable y consciente de la situación

*Le dije.mirandole con los ojos entrecerrados, ya si la señora me ayudaba sería mejor pero con este marido lo dudaba *

-El letrero dice Posada, habitación y meriendas... No es un hospital ni nada, no sabes leer?
Te di la mejor habitación que tengo y sabes donde ir para comer. Que mas quiere la princesa, eh?

*Estaba aburrido de que la gente les tratara mal tan solo porque creían pagar lo suficiente, cuando ni todo el dinero del mundo era suficiente para tener el derecho de tratar mal a una persona. Él lo sabía de toda la vida, porque siempre había estado del otro lado del mostrador.
Nunca nadie le había tratado bien, pero esa clase de actitud era la que le había movido a no trabajar de nuevo para los acomodados.
Lamentablemente esa actitud no era exclusivamente de la gente acomodada, sino de cualquier cretino que se veía de pronto con los bolsillo cargados de plata.*

-Aquí los chorros no duran mucho, te lo advierto! No somos subordinados para que vengas a darnos órdenes en ese tono... El dinero puede darte muchas cosas, pero nunca el derecho de reclamar respeto por las malas!

*El hombre terminó de limpiarse las manos 6 lanzó el paño sobre el mesón, vio a la mujer alejarse en dirección a la cocina y mantuvo la mirada todo el tiempo que ella la mantuvo también.
Después de eso volvió a salir para recoger los huevos del corral. *

-No quiero un hospital, son cosas que cualquier persona tiene en casa

*Le dije con si fuera lógico, y más co el teniendo un negocio donde proporcionaba comida, esas cosas las usaba a diaria en la cocina, sabía el que tenía un enfermo y más tiempo pasaba sin algo de atención iba a morir y no podía moverlo hasta la clínica apenas le había traído aqui*

-No quiero subordinados sino alguien que ayude

*Y quizá era mucho pedir en esta isla pero al menos a mi me interesaba salvar a ese tonto después de la pequeña ayuda con mis sobrinos, me dirigí a la cocina a buscar a la señora *

*El dueño de la posada se fue y cuando Cassandra entró en el comedor la mujer, que estaba en la cocina, salió con las manos llenas de masa. Estaba preparando pan para sus inquilinos de esta noche.*

-Herber, aquí estooy!... *Dijo primero, pero al ver que no era su esposo se calló la boca y frunció ligeramente su expresión. No se fiaban de los piratas.*

-Si, diga?
Ya no es hora de desayunar.

*Dijo la mujer queriendo ser amable, pero no podía evitar mostrarse desconfiada ya que, igual que el dueño de la posada, no era vieja pero tampoco estaba en sus mejores años.
A estas horas no esperaba a nadie en el comedor salvo a su esposo que le traería los huevos para preparar la comida de la noche.*

*Apenas entre escuche a la mujer y fue clara su molestia al verme y me imaginaba porque pero aún así intenté ser más amable*

-Si, no se preocupe no busco desayunar.

*Le dije para que supiera que mi presencia ahí era por otra cosa y no un desayuno *

-Le había pdido unas cosas a su marido pero no me las proporcionó.

*Había esperado ayuda pero no parecía ser que la recibiera *

-Podria facilitarme algo de agua caliente, agua para beber, algo de manzanilla, ajo y menta?

-Ooh... Bien? ...

*Respondió dudosa la mujer mientras quitaba la masa pegada en sus manos fregando la una con la otra. Cuando oyó a Cassandra, dio un paso al costado para salir por completo de la cocina.*

-Oh, en realidad... *quiso decir, pero Cass no la dejó hablar y continuó pidiendo lo que necesitaba*

-Debe hablar con él si necesita cosas extra al servicio basico Yo solo cocino y sirvo la comida. Hablé con él, por favor.

*Dijo evadiendo tratar con la muchacha, pero al segundo después salió de nuevo de la cocina la miró con interrogante. *

-Quieres que prepare algo especial para la cena? Es eso?
Porque puedo hacerlo si hablas con mi marido. No sé puede cocinar en las habitaciones. Eso lo sabes, verdad cariño?

-Pague casi el triple por quedarme en una de sus habitaciones, solo necesito unas pocas cosas

*Me parecía exasperante esta situación y al escuchar lo que dijo abrí grandes los ojos, pensaba que iba a cocinar? Respire profundo y negue con la cabeza intentando mantenerme paciente *

-No voy a cocinar, tengo un herido al que no puedo trasladar a la clínica hasta que el mismo pueda andar, eso que le pido me ayuda a evitar que sus heridas empeoren y se infecte

*La mujer retrocedió de nuevo. La mujer la asustaba. Tenía reacciones poco normales y su esposo no estaba cerca para defenderla. Pero cuando oyó que había alguien herido, su expresión cambió por completo.
El rostro de angustia desapareció detrás de unos ojos bien abiertos*

-Ajo y manzanilla? Con eso se cura la gente?

*Ella no era médico y con lo poco que sabía de remedios sana a a su marido cuando se hacía daño, pero nunca había escuchado acerca de que esas cosas sanará enfermos o heridos.
Estaba distraída, o confundida, mejor dicho, pero se recompuso en un segundo cuando comprendió que lo que le pedía la mujer era necesario en ese preciso instante. *

-Heridos, heridos... Siempre hay heridos por todos lados.
El otro día nada más a una muchacha la apuñalaron, aquí mismo a dos calles. Fue terrible. No sobrevivió.

*Le dijo mientras buscaba agua caliente en la cocina para ponerla en una cacerola. *

*Arque una ceja ante la actitud de la mujer pero no hice movimiento alguno, solo me le quede mirando hasta que pregunto sobre lo que le pedia*

-Ayudan un poco a curar a las personas

*Me pareció que no iba a sacar nada de esta gente, pero después la mujer precio más dispuesta  ayudarme y empezó  hablar de heridos y mas aún fuera de aquí y no muy lejos*

-Mi amigo fue herido con balas y quiero que el si sobreviva

*Llenó una fuente con agua caliente y le puso una cubierta, rodeando la con un paño antes de ponerla a disposición de Cassandra. *

-Ay querida, quisiéramos que todos sobrevivieran.

*Pero eso era imposible, sobre todo en una ciudad en la que se infiltraban bandidos cada vez que arrivaba un barco. *

-Hay ajo colgado bajo el estante. Tomalo!

*Y ella salió al patio a arrancar manzanilla de la mata bajo su ventana, dejando a Cass sola en la cocina*

-Si puedo ayudarlo a el sería bueno

*No podía ayudarlos a todos,así como a los niños de la iglesia pero había sido imposible, mire el contenedor agua caliente y me sonrei agradecida y al escucharla asenti con la cabeza *

-Gracias señora

*Me asome para localizar el ajo y solo tome alguno dientes, sería suficiente para poder hacer algo que le sirviera a crimson *

*La puerta se abrió de nuevo, pero quien entró no fue la mujer sino su esposo con un canasto de huevos en las manos.
Se quedó sorprendido de ver a Cass en la cocina*

-Cariño! Esa mujer está robando ajos!
Lo sabía, lo sabía!

*Dejó los huevos pesadamente sobre el mesón y entró completo en la cocina acercándose a Cassandra. *

-Los piratas son todos unos ladrones!

*La mujer entró detrás de él con prisa, con una mata de manzanilla en una mano sucia de barro*

-No, no, cariño! Yo le dije que sacara un poco. Necesita eso para ayudar a un herido. *Lo corrigió y se le adelantó para darle de prisa la manzanilla a su inquilina*

-Si eso es lo que quiere que vaya al hospital.

-Bah! Trajiste los huevos y la leche que te pedí?

-Aun me falta ordeñar

-Pues ve y trae o no habrá pudin para la cena!

*Entre que sacaba los ajos y esperaba a la señora llego el hombre y llamo a la mujer, yo me levante de debajo del mesón y me le quede mirando con molestia por su comentario, pero e hice frente al ponerse delante de mi como si impidiera que cometiera un crimen , aunque no lo estaba cometiendo por eso me mantuve frente a ese hombre *

-Le dije desde antes que no puedo trasladarlo

*Me defendi ante su comentario pero la señora intervino y me sonrei agradecida al menos ella si tenia buen corazón para dare solo estas pocas cosas *

-Se lo agradezco señora

*Le dije mostrándole que solo había tomado 3 dientes de ajo y esperando a obtener la manzanilla para irnos curar crimson*

*La mujer le hizo unas señas a su marido y él se fue refunfuñando. *

-Disculpa a mi viejo. Es muy desconfiado... Y con mucha razón

*Le dijo la mujer ya que ellos mismos habían sido víctimas del vandalismo muchas veces, por gente como Cassandra que venía a pedir ayuda. *.

-Es suficiente con eso?

*Preguntó cuando Cassandra tuvo todo lo que ella había recolectado.

-No se preocupe entiendo y la próxima traeré mis propias cosas

*No quería más lios con ellos a pesar de que había pagado por estar aquí, ahora que sabía que no ayudaban por la buena, no iba a desgastarme a la mala si día conseguir más cosas fuera*

-Sera suficiente por ahora, se lo agradezco de verdad

*Le dije tomando más cosas y dirigiéndome de regreso a la habitación, prepararía lo necesario para ese día y más tarde buscaría más cosas para traerlas*

*La mujer era comprensiva e intentaba serlo tanto con su esposo como con los inquilinos. Por eso a veces desafiaba la autoridad del primero para complacerlos, del mismo modo en que a veces estaba dispuesta a seguir la directriz de su marido cuando los inquilinos se mal portaban.
Cuando Cassandra regresó yo estaba dormido. Me había dejado vencer por el cansancio y la fiebre, así que no me percaté de su presencia ni siquiera cuando se acercó.
La herida no estaba infectada pero si me daba problemas porque había perdido bastante sangre y el abdomen era un área compleja para esa clase de heridas. Sumado eso a que no podía valerme por mi mismo, me había deshidratado y estaba hambriento... El malestar era mucho mayor de ese modo. *

*Una vez que volví con las cosas me preparé para primero limpiar la herida de crimson, quitando todo lo sucio y limpiando con algunas de las hierbas antes de cubrir, me tomé un tiempo en eso y lo deje completamente limpio h seco, pase a cambiar las cobijas de la cama y dejando unas limpias y seca, había dejado agua en la jarra enfriando para poder dársela de beber a Crimson pero solo hasta que estuvo completamente limpio.
Entonces me senté en la cama levantando su cabeza y un poco su torso para acomodarme detrás de el*

-Anda dormilón ya despierta

*Le dije mientras tomaba el vaso ya lleno de agua para ponérselo ofrecer, comida esperaría hasta más tarde para saber si estaba en condiciones*

*Como estaba mas que dormido no me di cuenta de cómo es que Cassandra, que se veía tan menuda y todo, pudo levantarme herido como estaba para cambiar las sábanas y limpiar todas las cosas. Me hubiera gustado verlo. Ver a esa mujer hacer cosas imposibles siempre era espectacular.
Respiraba forzosamente pero al final reposé cómodamente sobre ella cuando se acomodó detrás de mí.
Si no había despertado con todo lo anterior, era poco probable que despertara ahora con su voz... Pero funcionó.
Al menos por un momento.
Abrí los ojos ligeramente y luego los volví a cerrar. *

*Le miraba por un costado y note que abría ligeramente los ojos antes de cerrarlos de nuevo, me sonrei divertida, al menos estaba vivo, no había dado señales desde que empecé a moverlo para curarlo y cambiar la cama, a pesar de volver a cerrar los ojos acerque el vaso a sus labios con cuidado*

-Anda, ya traje agua y te ayudaré a sostener el caso

*Le dije esperando que aunque no abriera los ojos bebiera un poco, a pesar de haberlo dejado apenas a noche anterior no se le veía muy bien, esperaba que fuera fuerte para salir bien librado de esto*