Los más buscados por la Marina

Se busca por piratería, contrabando, secuestro de un Aristócrata e implantación de identidad del mismo, saqueos reiterativos, asesinato a sangre fría, apropiación indebida de propiedad de la Compañía Británica de las Indias Orientales y por ser la responsable directa del siniestro de un almacenaje, propiedad del gobernador de Port Royal.

Se le condena por estos delitos a la muerte por medio de suspensión en la horca.

La recompensa por su captura es la máxima otorgada por la Marina en el caso de los delincuentes más buscados del Caribe. A saber, $600.000.000, que serán entregados a quien la traiga a las dependencias de la fortaleza de Port Royal viva o muerta, siendo esta última opción de una forma reconocible, para hacer efectivo el pago.

Se le considera un rebelde contra la corona de Inglaterra y está en calidad de fugitivo de la justicia a la vez que se le imputan los cargos de Traición, alianza con Piratas del bajo mundo, incendio catastrófico en la ciudad de Port Royal, secuestro y atentado contra la autoridad.

Se le considera muy peligroso y debe tratarse con cuidado, pues a las condiciones de entrega prima que esté con vida. Condena de aspecto confidencial.

La recompensa para quien lo entregue vivo a las autoridades marítimas es de $308.700.000

Mujer de distinguible cabello rojo que tripula la Rosa de los Vientos bajo el mando de Angelica Black. Se le busca por el delito de piratería y saqueo a propiedad de la Compañía de las Indias Orientales, se le ha declarado culpable del naufragio del M. S. Atlanta, propiedad de la marina de Inglaterra. Además, se le imputan los cargos de suplantación de identidad, participación deliberada en un asalto a la casa del Gobernador de Port Royal, asalto contra la casa de huérfanos de la sacristía, secuestro y asesinato de un miembro de la aristocracia Inglesa, destrozos en dicha ciudad y se le considera líder de una facción de peligrosos rebeldes en la ciudad de Isla Tortuga.

Hoy se encuentra en calidad de fugitiva de la justicia. Por causa de dichos delitos de crasa humanidad, se le condena a morir por suspensión en la horca en un juicio público.

A quien traiga su presencia frente al comandante de la Marina, se le pagará en oro cuanto peso resulte tener la mujer al momento de su entrega.